~Alice~:

-Odio mi vida.

-Apenas han pasado 3 días de haberme enterado de la falsedad de mi vida.

-Ahora debería estar llorando en los brazos de Andrómeda y Ted.

-Ellos fueron mi apoyo durante mis últimos años, me cuidaron y protegieron de un hombre que buscaba "venderme al mejor postor". Y no sabía cómo agradecerles.

-Pero no. Me encuentro trabajando en "Sortilegios Weasley".

-George me insiste que debería ir a casa. Pero si algo aprendí de Nymphadora es a nunca rendirme ni mostrar mi lado débil.

-Ya te dije, no quiero ir a casa - le digo a mi novio cuando se acerca a abrazarme por detrás.

-Buscaba la manera de no interactuar con mis compañeros, eso implicaría hablar con mi mejor amiga y llorar todo el día, por eso estaba alejada de todos.

-¿Por qué eres tan testaruda con eso? -me da un beso en la mejilla- Puedes quedarte aquí conmigo si quieres.

-Me encantaría, pero sería un poco raro para el resto si nos ven juntos, además, estamos juntos desde hace poco.

-No me importa lo que diga el resto, solo me importas tú.

-Una lechuza llegó a mi lado, posando majestuosamente. Tomo la carta y vuelvo a ver el mismo sello, pero con un ligero cambio, las palabras están en alemán.

-"Wer sucht, der findet." -leo en voz alta.

-¿Qué dices? No hablo Taka Taka.

-Yo me río ante su comentario, y la lechuza se va-. Está en Alemán, dice "El que busca, encuentra". ¿Qué? -le digo viendo su confundido rostro.

-¿Cuántos idiomas hablas?

-Solo 4. Inglés, Español, Francés y Alemán.

-Yo apenas puedo hablar el mío. -dice riendo-

-Ted se empeñó a darnos la mejor educación a a Nymphadora y a mí, pero a ella no se le dió muy bien los idiomas -le digo riendo, pues recuerdo como ella intentaba hablar francés, pero lo mezclaba con el acento inglés.

-George toma la carta de mis manos. -G.G. ¿Quién es?

-Ni idea, ya es la segunda vez que me envían algo.

-¿Y no tienes miedo?.

-Quiera tenerlo -digo suspirando- Pero no sé qué pensar en estos momentos.

-Toma mi mano- Mientras yo esté contigo, no dejaré que nada te pase. - envuelvo mis brazos en su cuello y me da un beso apasionado. Pero nos asustamos al escuchar un estruendo.

-Por inercia, ambos nos separamos, tomamos nuestras varitas y apuntamos al lugar.

-Te dije que no te muevas- La voz de Ginny marca su presencia.

-Veo como del lugar salen Ginny, Ron y Alex.

-¿Algo que decir al respecto? -pregunta George.

-Te dije que esperaras unos días -Me reclama Alexander.

- Suéltalo -le dice Ron poniendo en su mano el dinero apostado.

-Yo no te obligué a apostar -Le digo.

-Veo la confusión en el rostro de mi novio mientras Ginny le da sus galeones a Ron.

-Apostamos sobre cuando dirían lo que sentían, pero igual me beneficia- Dice Ron riendo mientras recibe sus 20 Galeones. -Ahora, si me disculpan, debo cobrar otros 50. -se va corriendo-.  

-¿Desde cuándo? -pregunta Alex.

-Hace 3 días- decimos al mismo tiempo. -Por eso no les había contado.

-Suertudo -Se queja Ginny- Ronald Ganó limpiamente.

-Todos reímos en ese momento.
-Quería que el tiempo se detuviera y poder recuperar este recuerdo siempre que pudiera.
-Ser feliz era lo que quería en estos momentos.
-No me importaba si mi "familia" me había dado la espalda, ni las cartas misteriosas que recibía.
-Solo quería ser feliz con ellos.

...........

-Que ingenua era.
-Mi vida empezaba a cambiar a pasos agigantados.
-Y lo peor de todo era que  no me daba cuenta.

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15 de septiembre de 1999

-George, Ron y yo decidimos almorzar juntos (está de más decir quién se coló), pero no importa.

-La situación de los Dementores no ha cambiado. En los últimos 2 meses han ocurrido 6 ataques. ¿Lo peor? Todas las víctimas han sido mujeres y hombres de mi edad.

-Curiosamente todos tenemos algo en común, la fecha de nacimiento.

-¿Te comerás eso? -Ron interrumpe mis pensamientos.

-No...ya no tengo hambre -le paso la mitad del pastel que compramos.

- Estábamos almorzando en la oficina de George, y ambos lo estábamos ayudando con algunos papeles.

-Un grupo de lechuzas traen una pequeña caja...y una carta.

-George toma la carta y le da una ojeada. -Es para ti.

-Tomo la caja, y al abrirla veo una pulsera.

-Tomo la carta y leo: "Welcome Home"

-¿De quién es? -me pregunta George-.

-No lo sé.-tomo la pulsera y veo que empieza a vibrar.

-¡Alice!  -Gritan los chicos.

-George toma la pulsera por el otro lado y empezamos a dar vueltas.

..............

-Era un maldito transportador. 

-¿Lo peor?

-El lugar al que habíamos llegado estaba oscuro, solitario ... y hacía demasiado frío.