7°
19 de enero de 2020; 14:20
Leigh.
Caminé hasta el parque en donde pude ver a Nicole leyendo un libro. Observé nuevamente mi atuendo, mamá me ayudó a elegir ropa decente... Que no fuese ropa de descanso, ya que quiero que se note que me bañé y... Por primera vez no parece que tenga la ducha descompuesta.
-Hey. - Saludé logrando que levante la mirada. Me dedicó una sonrisa que provocó una sensación nerviosa en mí. -¿Qué tal?
-Te estaba esperando. -Admitió.
-Lamento tardarme, Drew me ha hecho esperar enviándome cosas del trabajo y ha sido tan jodidamente desesperante. -Giré los ojos.
-¿Y eso por qué?
-Bueno, por lo general cumplimos con cierta cantidad de reseñas a la semana, según lo que nuestro contrato amerita, sin embargo él recibió más artículos, me dijo que si los avanzaba esta semana me subirían un poco la paga de final de mes, y no me vendría mal.
-¿Es bueno el pago? -Preguntó levantándose para que comencemos a caminar.
Ella me ofreció su brazo, acepté tomarlo mientras caminábamos y ella tenía esa mirada penetrante y tan felina sobre mí. No podía dejar de pensar en que cada vez que me sonríe parece un pequeño gatito.
-Bastante. No me quejo. -Sonreí y ella también. -Que linda sonrisa tienes, Nicole.
-Gracias, también tú. -Me guiñó el ojo.
Caminamos hasta un carrito de paletas heladas. Compré dos y Nicole me agradeció en cuanto se la entregué.
-¿Y tú en qué trabajas?
-Actriz, estoy... Grabando un par de series para netflix, y tengo dos películas para el próximo año.
-Nicole eso es asombroso. -Dije rápidamente. -Deberías darme tu autógrafo antes de que seas demasiado cool para salir conmigo.
Ella soltó una risita.
-Jamás sería lo demasiado cool como para no salir contigo.
-¿Y tu manager que opina?
-Es mi madre, ella firma todo y se encarga de conseguirme cosas buenas. Es divertido... Supongo que podré darle un gran futuro a mi hijo, y eso me alegra.
-Henry, ¿no?
-Así es, Henry Barber Ryder. -Suspiró. -Mi mayor orgullo, creo que fue lo mejor que hubo entre Charlie y yo.
-Admiro muchísimo la maternidad, lo asumo, sin embargo siento que no es para mí. -Suspiré.
-¿Eso es por Matt? -Preguntó y asentí lentamente. -¿No quieres ser madre sin él?
-Mis ganas de maternar fueron enterradas el día de su funeral, pensé muchas veces más en como se sentiría tenerlo... Sin embargo cada vez que pensaba en un bebé entre mis brazos recordaba... -Suspiré. -No quiero aburrirte.
-No, no lo haces. -Dijo rápidamente. -Continúa. Por favor.
Su mirada comprensiva y sin un ápice de lástima me generaban confianza. Le dediqué una sonrisa que ella correspondió de inmediato.
-Bueno, teníamos una broma interna... Cuando hablamos sobre bebés, él dijo que no le gustaba aquella idea debido a su enfermedad... -Suspiré. -No se sentía listo, jamás lo presioné. Entendí sus límites y aunque la idea no era de mi agrado, mi amor por Matt siempre fue incondicional, lo que él decía para mí era suficiente... -Sentí mis ojos llenarse de agua. Comencé a ver borroso, pestañeé varias veces intentando apartar esas lágrimas absurdas. - Él antes de morir dibujó algo, eso fue lo que pintaron en su salón, una de las cosas que él deseaba era... A Pickle.
-¿Pickle? -Preguntó y asentí lentamente.
-Ese nombre fue el que elegimos para nuestro posible bebé... Pickle Greer. Se suponía que... No lo tendríamos, porque él no quería... Pero luego supe que... Era de las cosas que anhelaba... La ansiedad, la depresión y... La angustia pudo con él. -Sollocé. -Dios, lo lamento tanto, no quería hablar de ésto. Perdóname.
Nicole acarició suavemente mi antebrazo.
-Pickle es un nombre horrible. -Dijo ella rápidamente provocando mi risa.
-Lo sé -Concordé.
-Pero Michael suena lindo como para apodar a un niño como Pickle. -Murmuró ella. -A mi me encantaría volver a ser madre, Henry tiene seis años y yo... Yo sólo tengo treinta años, creo que... Aún tengo tiempo para tener un bebé más, es algo que me apasiona, me gustan los bebés, me gusta criar, me gusta jugar con mi hijo...
Ella habla con tanta emoción que provocó que de pronto la maternidad brillara en todo su esplendor dentro de mi ser.
De pronto ya no habían temores sobre aquellas cosas... ¿Cómo logró eso?
19 de enero de 2020; 17:30
-Esta fotografía es de mi boda. -Murmuró ella señalandome a una novia subida sobre un mesón.
-No te aburrías por lo que veo. -Bromeé y ella comenzó a reír.
-Me casé a los veinte, completamente enamorada de la idea de Charlie y yo dirigiendo la compañía de teatro, y... Luego de cuatro años casada tuve a Henry, cuando nuestro matrimonio sufrió el primer quiebre por rumores de infidelidad por su parte, él me convenció de gestar, aseguró que jamás me engañaría y que lo que más deseaba era... Un bebé entre él y yo, y así fue... Nuestro matrimonio estuvo bien por cinco años... -Murmuró observando la fotografía.
Recordé los primeros años junto a Matt...
-Yo me casé al salir de la universidad. -Comenté ante su silencio. - Acabé mi carrera a los veintidós, él tenía veinticinco. Nos casamos y yo tenía veintitrés, falleció hace dos años... Tres años de matrimonio... Creí que éramos felices, pero aparentemente sólo yo era la feliz... Él se enamoró de alguien más, quiso rendirse conmigo... No pudo ser feliz junto a quien verdaderamente amaba y... De pronto la angustia se lo llevó... De pronto... Recibí la llamada en donde me informaban que... Él se había caído... O saltado, yo... Ya no lo sé, no dudaría que él era infeliz conmigo... Yo tampoco sería feliz con alguien como yo...
-No digas eso. -Me detuvo ella. -Leigh eres una chica maravillosa, cualquiera sería feliz contigo... - Se detuvo acariciando mis mejillas. Noté que lágrimas caían por ellas en cuanto su pulgar las limpió. -Yo sería feliz con alguien como tú. -Murmuró ella. -Eres muy divertida, eres dulce... Directa y... Sensible. Admiras muchas cosas, hemos hablado tres veces y me haz repetido más veces de las que puedo contar lo mucho que admiras y respetas todo...
Sonreí levemente.
Observé sus labios marcados en un labial pálido. Levanté la mirada y sus ojos tenían un brillo divertido. Ambas sentadas sobre su alfombra mientras la tensión crecía.
- Con tu permiso. - Murmuró antes de unir sus labios a los míos. El tacto suave me hizo cerrar los ojos, sus manos en mis mejillas, su aliento dulce.
Jaló suavemente mi labio inferior entre los suyos antes de que mi lengua rozara la suya. Puse mis manos sobre las suyas.
Ella se detuvo y esta vez yo decidí retomarlo antes de que se separe. La sentí sonreír mientras mil cosas pasaban por mi cabeza y otras mil le pasaban a mi estómago.
Nota de autor:
Siento que éste fanfic, va a ser de mis favoritos.
¿Cómo están, chinchus? ¿Desayunaron?
-Codex.
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