46°

Nicole.

Leigh ha sido maravillosa éstos tres días, Charlie acaba de llegar a dejar a Henry a casa.

La castaña está explicándole al pequeño la razón del por que se irá y puedo ver en su rostro la tristeza, no es justo que yo le haga ésto, y aún así... Me ha puesto tan jodidamente nerviosa estos días que siento que necesito un tiempo fuera de la zona "Leigh Shaw" para dejar de pensar en lo nerviosa que me pone su contacto.

He meditado bastante y he tratado de evitar hablarle a mi terapeuta, por el hecho de que si le digo que Leigh me ha contado tanto sobre mí antes del accidente, probablemente estará molesta con ella.

No he recordado nada, y sigo así, pero los juegos de mesa que Leigh me ha hecho jugar estos días me han mantenido menos ansiosa, además de que hemos practicado la forma en que mi pequeño habla, ha corregido un poco su pronunciación, y me ha hecho sentir tan bien verla convivir de cerca con Michael... La forma en la que ella lo ama como si nada más importara...

Leigh tiene algo que atrapa de formas que no logro explicar, y no sé que tan bueno sea eso, pero definitivamente lo he disfrutado mucho, me he sentido cómoda y aunque algo nerviosa, todo ha ido increíble.

—No te vayas, Leigh. Por favor. —Suplicó mi pequeño aferrándose a la madre de su hermano.

—Cariño, vendré por ustedes el sábado e iremos a comer helado, mucho helado.—Dijo tomándolo en sus brazos y levantando al mayor de mis hijos. —¿Recuerdas cuándo nos conocimos y te llevaba a comer helado?—Preguntó y él asintió entristecido.

Suspiré.

—Leigh seguirá viniendo a verlos, pero lo mejor para...—Me detuve sin saber si debía hablarle a ellos sobre ésto.

—Debo ayudar al tío Drew en un par de cosas, por ende debo vivir más cerca de su casa. Ya sabes como es, no puede hacer nada sin mí.—Dijo la castaña y me giré mordiendo mi labio inferior.

Voy a extrañarla en casa...

Suspiré y aparté la mirada caminando hasta el auto de Leigh, la castaña apareció a mi lado minutos más tarde y pude verla sonreír.

—Avísame si necesitas algo. —Dijo con un ápice de desilusión en la mirada.

—Claro... —Murmuré meditando si debía pedirle que se quede un día más o dejarla ir.—¿Ya tienes donde quedarte?

—Compartiré departamento con Jules, donde vivía antes.—Se encogió de hombros. —Vendré por ellos el sábado, pero si necesitas algo en serio no dudes en decírmelo.

Asentí y la rodeé con mis brazos de forma rápida. Pegué mi rostro a su pecho buscando un escondite seguro donde reposar, definitivamente era el mejor lugar del mundo para huir un par de segundos.

Ella correspondió el abrazo y sentí sus delicadas manos tocar mi espalda con suavidad. Necesito recordarla... Quiero recordarla, quiero recordar sus caricias, quiero recordar sus abrazos, sus besos... Tal vez sus besos...

Suspiré alejándome de ella lentamente. Me sonrió antes de subir al auto y la vi partir.

Me siento extraña lejos de ella, no puedo descifrarlo.

                               [•••]

Leigh.

—¿Sabes?—Hablé y Jules me observó.—Al inicio creí que avanzamos, pero... De pronto noté que no, no estábamos avanzando para nada. No hubo un sólo beso, sólo... Momentos confusos, que me hacían creer que probablemente ella es así conmigo, porque yo soy lo más cercano a una amiga para ella.—Dije frustrada. —¿Notas lo jodido que es eso?—Pregunté y mi hermana me observó en silencio.—¿No dirás nada?

—Sabes que opino que deberías dejarla ir, Leigh.—Murmuró bebiendo de su gaseosa.

—¿Sabes algo que yo no?—Pregunté y ella suspiró. —¿Puedes decírmelo?

—Sabes que la vi salir de un sitio con Hugh, es todo.—Murmuró ella.

—¿De dónde?—Pregunté y Jules me observó molesta. —Necesito respuestas.

—Quieres torturarte. —Dijo ella molesta. —¿Sabes de dónde? De un hotel, y él la abrazó en la salida, eso fue todo. Pero no vas a jugar cartas a un hotel con tus amigos.

Tragué saliva y sentí mi cuerpo helarse. Auch.

Un hotel...

Joder.

—No iré más a terapia. —Dije seria. —Creo que quiero dejar de... Vivir así, veré que puedo hacer por mi cuenta.

—¿Buscarás a Hugh, no?—Dijo rendida.

—Necesito respuestas antes de dejarla ir.

                               [•••] 

All too well de Taylor Swift sonaba en la radio de mi auto mientras iba con el corazón hecho pedazos.

Nicole me engañó, debo saberlo de primera fuente, debo hundirme para volver a subir a la superficie, no dejaré que me arrastre hasta el fondo del mar.

Me detuve fuera de la consulta de nuestra psicóloga y subí las escaleras meditando que le diría, supongo que es fácil decir que le haré frente y romper a llorar cuando esté delante de ella.

Toqué la puerta y escuché su voz indicando que entrara.

—¿No vienes a asesinarme?—Bromeó y yo negué rápidamente.

—No soy esa clase de paciente. —Me quejé sentándome en el diván. —De hecho, vine a finalizar mi terapia y hablar como pareja de una paciente con depresión.

Rachel me observó extrañada y me acercó la bandeja con caramelos. Tomé unos cuantos y ella suspiró.

[PLAY: Lonely —Noah Cyrus]

—No puedo revel...

—Si el paciente se encuentra inestable, puedes revelar las sesiones al familiar más cercano, tengo una amiga que es abogada, sé sobre esto, quiero información.

—Nicole no está inestable. —Aclaró y yo suspiré.

—Nicole ya no está.—Dije molesta. —Soy su novia, la madre de su hijo. Le aconsejaste que vivamos separadas, quiero saber si mi hijo estará bien. —Mentí y ella me observó insegura.—Hablo en serio, necesito saber.

Se levantó rendida y la vi caminar hasta uno de los muebles con expedientes, tomó uno y me lo entregó.

—¿Qué quieres saber exactamente?—Preguntó cruzándose de piernas. Suspiré y comencé a ojear las sesiones.

"Paciente pierde interés en su ambiente familiar" "Paciente recurre a..." me detuve.

—¿Me engañó?—Pregunté y cerré el expediente. Rachel suspiró.

—No, no lo hizo, pero lo pensó.—Aclaró ella. —Se detuvo cuando notó que estaba haciendo una estupidez, ella... Se sentía mal, creyó que si te engañaba la dejarías y no te hundiría a ti también.

Observé el mesón de cristal. Vi mi reflejo y sentí ganas de vomitar.

—¿Hasta que punto llegó en eso? ¿Por qué creyó que me hundiría?—Pregunté dolida. —La apoyé siempre en todo, le dije que estaría a su lado y que...

—Te escuchó hablando con Danny días antes de hacerlo.—Murmuró. —Una llamada en la que mencionabas que necesitabas hablar con él, porque tenías miedo.

Lo recuerdo...

—Y le dije que temía haber descubierto a Matt en Nicole... —Suspiré y me maldije mentalmente un par de veces. —¿Ella escuchó todo?

—Llamó a Hugh y quedó en verse con él en un hotel, se arrepintió, pero fue a disculparse con él. —Rachel abrió el expediente y buscó algo. —Y cito... "Lo vi de pie en el hotel y temí que me obligara a algo, fue dulce y entendió que yo me arrepentía, le pedí un abrazo, me sentía sola y perdida, creo que Hugh era lo más cercano a un amigo en ese momento"—Dejó de leer y sentí tanta culpa.

Jamás había sentido tanta culpa.

—¿Ella dejó de amarme?—Pregunté con un hilo de voz.

—Intentó no dejar de hacerlo, pero...—Suspiró. —Ya no sentía ganas de nada, creo que... Te amó todo lo que pudo, y cuando ya no había nada que hacer, se rindió.

—¿Cuánto antes del accidente?—Pregunté dejando las lágrimas caer.

—Leigh...

—Dime.—Dije molesta.

—Un mes o dos...—Murmuró y yo sentí como el aire comenzaba a faltarme.

Cuando uno de tus temores se vuelve realidad y ya no tienes nada que hacer, no te queda manera de reponerte, porque sabes que comenzarás a ahogarte incluso si sabes nadar en esa marea de dolor, incluso cuando ya haz estado allí y antes pensaba "saldré de ésto, porque ya me ha pasado" no, no saldrás tan fácil, duele, y supongo que está bien cuando duele... Dolor es similar a sanar, debes dejar que duela, para luego poder soltarlo... Porque si no dejas que duela, vivirás atrapada en una pesadilla que te perseguirá hasta que consigas separar aquellos problemas de ti.

—Fue mi culpa.

—Fueron muchas cosas, pero créeme que tú no fuiste una de ellas, Leigh.

—No intentes darme terapia. Ya no soy tu paciente. Gracias, señorita Deluca.—Dije antes de salir de la consulta con los ojos empapados en lágrimas.

                                [•••]

Drew me entregó una cerveza nueva y pude ver como Ryan, su actual esposo bailaba con Maggie. Jules por su parte estaba bailando con una chica nueva a la que conoció.

Llevo una semana así, desde que supe que Nicole pasó por tanto, sintiéndose tan sola, y yo solamente me preocupaba por mis jodidos problemas, ella estaba sola. No hemos hablado mucho, asumí que no le intereso demasiado como para llamar y yo dejé de insistir cuando noté que le hice tanto daño.

—¡Anda, Leigh!—Baila un poco.—Dijo Maggie tomando mi mano para levantarme. Negué y la mujer morena se sentó a mi lado. —¿Qué pasa?

Vi a todos divertirse y me sentí culpable por volver a ser la Leigh que arrastraba a todos a un pozo.

—¿Sabes?—Hablé.—Mi vida perdió sentido muchas veces, pero creo que jamás me sentí tan vacía como ahora.

Ella me observó entristecida.

—¿Tu ex?—Preguntó y me reí amargamente.

—¿Tanto se nota?—Me burlé de lo miserable que me siento y le di otro sorbo a mi cerveza.

—Ella casi me asesinó con la mirada cuando nos vimos. Supongo que ambas tienen cosas pendientes.

—Le hago mejor lejos, además... —Comencé. —Ella no necesita otra carga en su vida, ya sabes... Necesita estar tranquila, y por lo que veo... Ya no le interesan las mujeres. —Me encogí de hombros.

La pelinegra suspiró y acarició mi mejilla.

—¿La pequeña Leigh Shaw se enamoró tanto?—Preguntó y asentí.

—Es todo para mí.

En serio.. Lo es.

—¿Aún no te rindes?—Preguntó y suspiré.

—Jamás podría...

                                [•••]

Nicole.

Estos días sin Leigh han sido extraños, eso era todo lo que seguía en mi cabeza mientras terminaba de ver aquella película que nunca acabamos. Aquella donde la chica rubia pierde la memoria...

Ayer tuve terapia, hablé con Rachel y por la forma en la que le hablado de Leigh me ha dicho... "¿Te atrae?', me quedé en silencio sin saber como contestar, le expliqué la confusión, la tristeza excesiva, los sucesos previos a eso y no pude contestar algo tan simple, porque no lo sé.

—¿Por qué es tan difícil?—Murmuré y noté el reloj a mi lado.

Marcaba las tres y treinta de la madrugada. Me metí a WhatsApp solamente para enviarle un mensaje a Leigh y ver si estaba despierta, ella dijo que si las pastillas me daban insomnio podía hablar con ella.

Vi que no estaba en línea, pero hace media hora había puesto uno de esos estados que suele poner la gente, yo no lo hago, me parece absurdo.

En el vídeo estaba ella bailando junto a aquella morena mientras Drew algo muy alcoholizado le besaba la mejilla repetidas veces.

—¡Mis novias!—Gritó el castaño en el video y Leigh besó la mejilla de ambos.

Bloqueé el móvil sintiéndome una estúpida por dejarla ir así. Tomé el móvil nuevamente.

Nicole. ¿Doctora Rachel?

Sé que es algo imposible que me conteste a estas horas, pero la esperanza no debe perderse. Cinco, diez, quince minutos en los que sólo pensaba como Leigh podría encontrar a alguien mejor que yo y rendirse conmigo para siempre.

Estoy cansada de huir por temor a que algo suceda, estoy cansada de no saber como sentirme o si está bien o no, estoy cansada de pedir permiso sabiendo que la he extrañado.

No quiero que se rinda conmigo.

Creo que me gusta Leigh.

Nicole. Me gusta Leigh. Estoy celosa, y quiero que... Quiero decírselo.

Nicole. Y no me gusta sentir que ya no le gusto, porque ella también me gusta.

Nicole. No sé si estoy lista según usted, pero yo tengo claro que no voy a dejarla ir.

Subí corriendo hasta el segundo piso y desperté a Cassie para avisarle que se quedaba con los niños. Tomé las llaves del auto y marqué la dirección de Jules.

Bien, es ahora o nunca.

Nota de autor:

Trataré de subir a please save me.

-Codex.

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