39°
Leigh.
Nicole subió las escaleras no sin antes avisarme que no se sentía bien. Me quedé de pie analizando el por que ésto tampoco me resultaba.
Nada se me hace fácil últimamente, y la teoría de que Dios me odia sólo cobra fuerza... Es decir, mi marido murió, conocí a esta increíble mujer luego de pasar años deprimida, ella me amó, Nicole me curó de una forma dulce, me entendió y... entendió mis procesos, no se saltó ninguno, tampoco me presionó a saltarmelos, pero luego... Dejo de quererme como en un inicio, luego comenzó a volverse distante, comenzó a llegar tarde, comenzó a despegarse de mí, quería fingir que no pasaba de nada, de todas formas ella tenía derecho a divertirse, pero al llegar a casa ni siquiera me miraba, comenzaron las discusiones cuando comencé a exigirle que me dijera que pasaba, que nos pasó... Nicole no quería hablar de ello, no vino a casa por dos días luego de una discusión, fue jodido ya que... Estuvo con Hugh, cuando volvió me prometió entre lágrimas que no me había engañado, sin embargo lo pensó. Debí decir "aquí no es" en aquél momento, pero estaba tan enamorada, estoy tan enamorada... Ella lo prometo, y luego de todo nuestro primer año como madres tan caótico, al fin vi sinceridad en su mirada.
Luego de todo eso, las discusiones se detuvieron, ella trató de ser mejor, retomé mi amistad con Danny, y no le gustó para nada. Jules me dijo "si ella teme que la engañes, es porque algo oculta. El ladrón cree que todos son de su condición", tenía miedo... Volví a preguntar para saber si debido a eso eran sus celos, se enojó, se ofendió bastante y noté que tal vez y sólo tal vez la posibilidad de que me haya sido infiel no era tan errada. Jules habló con ella sin que yo se lo autorice, Nicole le juró que era mentira, que jamás me engañaría, pero aquella tarde discutimos en casa, se molestó... Hablé con Jules y no quiso pasar las fiestas con mi familia.
Me senté en el sofá pensativa.
—¿Por qué?—Susurré molesta. —¿Por qué me odias? ¿Qué te hice?
Escuché el llamado de mis hijos y decidí salir a ver que necesitaban. Michael estaba llorando y Henry trataba de calmarlo mientras se abrazaban.
—¿Contexto?—Pregunté tomando a mi pequeño en brazos y saliendo de la carpa.
—Le da miedo la luna, cree que se va a caer y eso lo asusta.
Sonreí.
He estado tan centrada en Nicole y yo que olvidé que ellos también existen... Y no han tenido las mejores de las familias.
—Todo está bien, Pickle. La luna no te hará daño mientras mamá esté contigo. —Acaricié su mejilla. Henry corrió hasta mi y me abrazó con fuerza mientras Michael dejaba caer su cabeza en mi hombro para aferrarse a mi cuello con fuerza.
—Duna, tonta, mada, fea.—Se quejó el pequeño en su idioma de bebé tan adorable.
—Sí, tonta, mala y lo de fea de lo debe.—Murmuré mientras Henry reía.—¿Quieren chocolate caliente?
—¡Chocate cadiente!—Gritó el pequeño y Henry asintió rápidamente.
—Quiero un corte de cabello. —Murmuró el mayor. Asentí y suspiré imaginándome que debía explicarle a Nicole el por que no le corta el cabello a Henry, pero que él quiere hacerlo y que tiene derecho a elegirlo, finalmente la madre es ella, pero somos una familia y Henry es tan importante para mí como Michael.
—Veremos que hacer.
Entramos a casa y fui hasta la cocina a preparar aquellos chocolates mientras tenía la cabeza en mil cosas, por supuesto una de esas era Nicole y el hecho de que no puedo dejar de pensar en todo lo mal que la hemos pasado. ¿Realmente vale la pena rescatar algo dónde hemos sufrido tanto? Yo diría que no, en serio diría que no, pero estoy tan malditamente enamorada que no creo que sea momento de dejarla ir, ¿está bien sentir tanto amor por alguien que no puede recordarte? Es decir, si al menos ella recordara y me dijera que si me engañó, podría dejarla y seguir, pero vivir a medias... No es vivir. No estoy viviendo, y sé que para ella es difícil, muy difícil, pero... ¿Y yo qué? Ella olvidó, yo aún recuerdo todo, incluso el momento en el que noté que no podría dejarla ir, y no es justo, no es para nada justo, me siento golpeada por la realidad, yo en serio debí dejarla.
Observé el lavabo luego de que mis declaraciones me golpearan. ¿En serio quería dejarla? La doctora Deluca me ha dicho que la ansiedad, estrés y exceso de estados anímicos negativos nos hacen bloquear experiencias traumáticas y considero que mis discusiones con Nicole lo fueron, de hecho creo que ni siquiera con Matt –quien fue un verdadero idiota– la pasé tan mal.
Flashback.
—Ya vendrá. —Murmuró Jules acariciando mi espalda mientras el llanto me inundaba. —Leigh, ella dijo que jamás te engañaría.
—Y yo dije que dejaría de ver amas de casa, pero aquí me tienes. —Dije mientras señalaba el televisor. —La amo demasiado, pero no quiero que me engañe, y me tengo respeto... Si ella me es infiel, voy a dejarla.
La puerta de nuestra habitación fue abierta de golpe, tras ella Nicole con la misma expresión seria y molesta que me ha dado los últimos meses.
—¿Podrías hablar los asuntos de pareja con tu pareja?—Dijo observando a Jules molesta. —No quiero reclamos posteriores en el trabajo.
Jules besó mi cabello y se levantó para irse sin siquiera ver a Nicole.
Nicole cerró la puerta y me miró molesta.
—¿Acabaste tu espectáculo de mujer engañada?
Fin flashback.
No recuerdo nada más, es jodido estar así. Es jodido haber bloqueado tantas cosas, pero a la vez me hace mejor, evito sobrepensar en situaciones que eran desgastantes.
A veces deseo que yo hubiese sido quien perdió la memoria, de todas formas... Creo que Nicole ya no me amaba, en serio lo creo. Rachel no puede decirme, aunque he insistido, ella dice que lo que Nicole le contaba pre accidente es confidencial, y que además aún no ha sido charlado con ella. Ni siquiera Nicole lo recuerda...
—¿Estás bien, Leigh?—Preguntó Henry tomando su chocolate caliente y enfriando el de su hermano soplando antes de dárselo. —Te ves asustada.
—Estoy algo cansada. —Admití. Henry asintió lentamente.
—¿Mamá se fue a su habitación?—Preguntó y asentí. —¿Dónde duermes tú?
—Uh, en la habitación del pasillo bajo la escalera.
—Allí es pequeñísimo. —Murmuró Henry enarcando la ceja como su madre.
—Shi. —Concordó Michael quien probablemente no tenía idea alguna de lo que hablábamos. —Ma'. —Murmuró señalando que ya se había bebido el chocolate y quería más.
—No más, eso hará que tu pancita duela y debes dormir.—Murmuré viendo al pequeño cruzar sus regordetes brazos sobre su pecho, bastante indignado.
—Se parece a ti. —Murmuró Henry. —Mamá dice que siempre haces eso como Mikey cuando se enoja.
Sonreí.
—Bueno, eso decía mamá antes del accidente. —Se encogió de hombros.
Los niños son tan transparentes.
—Bien, bien. Vayan a dormir luego de ésto, ambos... Me daré una ducha y quiero que al salir ambos estén en su cama, ¿entendido?—Pregunté y vi a mi hijo pequeño dedicarme una mirada traviesa antes de asentir, sé que Henry me ayudará con él.
(•••)
Nicole.
Escuché el ruido de la ducha del baño en el pasillo, supuse que era Leigh ya que mis hijos han venido a despedirse hace unos veinte minutos.
Me recosté en la cama encontrándome intranquila, ¿cuál es el problema que tengo? Esta cama es demasiado cómoda, se le ve... Pero es tan fría y está tan vacía, ni siquiera sé si me sentiría cómoda compartiendo cama con una mujer a la que no recuerdo, pero tal vez eso me haría sentir menos insegura en muchos sentidos, me refiero a que... Leigh hace que me sienta cómoda en sí, pero... Esto de jugar a las novias que no son novias, es extraño.
—¿Puedo?—Escuché la voz de Leigh tras la puerta.
—Sí. —Dije sentándome en la cama.
La castaña clara entró a la habitación envuelta en una toalla y sonrió levemente.
—Permiso, perdón por molestar, es que... No tenía más ropa y olvidé venir antes. —Dijo sujetando la toalla. —Prometo que mañana llevaré más ropa al cuarto, el armario es pequeño y no alcanzan muchas cosas, compraré otro, he pensando en agrandarlo, ya sabes, para poder hacer un mejor uso de mi habitación y...
—No es justo que estés durmiendo tan incómoda por mí. —Murmuré mientras Leigh terminaba de meter ropa en un bolso pequeño.—¿No te parece si mejor cambiamos?
Ella negó repetidas veces antes de mirarme casi ofendida.
—Nicole Ryder, es tu habitación. Además... —Se sentó en la cama observándome con una sonrisa encantadora. —Amabas más esta cama que a mí.
—¿Y eso por qué?—Pregunté mientras ella sonreía nostálgica.
—Esta cama era la razón por la que fingías estar enferma para faltar al trabajo.—Comencé a reír. —Sólo para dormir... Y dormiste todo el día, Henry no fue a la escuela ni Pickle al jardín de niños.
—¿Pickle? Aún no entiendo ese apodo. —Admití. —Pero es dulce... Me gusta.
—Algún día quizá pueda explicarte todo eso... —Comentó sonriente.
—Espero ese momento con ansias.
Nos observamos fijamente un par de segundos y noté algo...
Tiene los ojos más lindos que he visto en mi vida.
Nota de autor:
¡Hey! Lamento la tardanza, prometo que desde mañana comenzaré a actualizar mejor los fanfics, he estado algo ocupadx, pero ya después del miércoles tendré más tiempo.
Estoy pensando en subir un capitulo al dia en casa fanfic, pero que todos sean +2000 palabras, qué opinan?
-Codex.
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