20 de abril de 2021.

Nicole.

(+16)

Separé las piernas y vi a Leigh darme una sonrisa coqueta antes de recostarse sobre la cama. Acarició mis muslos provocando que la tensión en mi sexo aumentara.

—¿Vas a comerme?—Pregunté y Leigh soltó una risita tonta. —Amor... Espero por ti...

Leigh dejó un beso sobre mi sexo húmedo, besó mi clitoris y luego bajó hasta mi entrada hundiendo su lengua en mi interior mientras uno de sus dedos hacía presión en mi nervio rígido.

—Dios, así... —Gemí. —Que buen regalo pre exámenes. —Dije con una sonrisa.

Podía ver a Leigh con los ojos cerrados mientras me lamía con habilidad. Es definitivamente increíble en ésto.

Llevaba estresada dos semanas con los exámenes que nos haremos, últimamente no me queda tiempo para nada. Ni siquiera he asumido el cargo y ya me está consumiendo todo el tiempo.

Ahora mismo debería estar pensando en el sexo con mi novia, no en lo mucho que debo trabajar y lo mucho que me estreso. Ni siquiera he logrado cortarme el cabello y eso es espantoso, está siendo desagradable dejarlo crecer, tengo calor todo el tiempo.

Mi móvil comenzó a sonar y Leigh lo apartó mientras chupaba aferrándose a mis muslos.

—Leigh... Debo contestar. —Murmuré intentando tomarlo, sin embargo ella se separó solo para subir y besarme mientras me acariciaba logrando que me perdiera en eso nuevamente.—Leigh... —Gemí contra su boca.

—Sh...—Murmuró con la voz ronca. —Déjame darte un orgasmo, si es importante volverán a llamar... —Me quedé en silencio. —¿Puedo?

Asentí.

                             (•••)

—Tarde, Ryder. —Dijo mi jefe molesto. —¿No querías trabajar como directora?

—Sí, yo...

—Creí haber leído en tu curriculum tus ansias por ser una productora y lo profesional que eres, ¿por qué no veo ese profesionalismo?—Preguntó interrumpiendo.

Observé el suelo sin saber que decir.

—Contesta, Ryder.

—Yo lo lamento, señor. No oí los llamados y...

—Bien suficiente, ve a trabajar, y quiero veinte nuevos tratos de producción decentes para ver cuales tomamos, también ve con tus compañeros y vean que sucede ahora con la serie.

Suspiré.

Dejé de actuar hace unos meses para producir, sin embargo en cuanto mi contrato acabe quiero volver a grabar cosas, tal vez una serie o tal vez una película.

Incluso un comercial de bajo presupuesto suena mejor que estar aquí aguantando la mirada juzgadora de todos. No es mi culpa tener este trabajo. Leigh dijo que yo no soy mala.

                           (•••)

—Lamento llegar tarde a la casa, mi jefe...

—¿Sabes que día era hoy?—Preguntó mi novia molesta en la oscuridad de nuestro nuevo salón.

—Martes veinte de abril.—Murmuré extrañada y algo divertida. —Hoy fui a trabajar y...

—Teníamos la cita con la doctora, para ver si podían fecundarte. —Dijo alzando la voz.

—Cariño, Henry va a oírte. —Dije intentando calmarla.

—¡¿Sabes cuánto esperé?! ¡Fue vergonzoso! —Gritó y me vi acorralada.

Lo olvidé por completo, tenía tanto trabajo encima que simplemente no podía pensar en un bebé, lo borré de mi mente porque realmente ya no está en mis planes, incluso si cuando comenzamos a salir yo me proyectaba con Leigh junto a un bebé nuestro, no me siento lista para ese proyecto mientras tengo los míos en mente, y por eso lo borré por completo, no recordaba la cita.

—Cariño, lo siento, yo...

—¡Tú nada! ¡Teníamos un compromiso, Nicole!—Gritó molesta. —¡¿Por qué no llegaste?!

—¡Estaba trabajando!

—¡Ya ni siquiera llegas a cenar! ¡¿Quieres un bebé o no?!

—¡No, no tengo tiempo!—Grité molesta y me arrepentí de inmediato. Sus ojos se apagaron un poco. No dijo nada.

—Entonces no hay nada más que hablar... —Murmuró antes de intentar pasar a mi lado. Lo pensé rápido, tomé su mano deteniendo su paso.

—Lo lamento, no quería decirlo, yo... —Suspiré.—El trabajo me colapsa y no tengo tiempo para criar un niño, es decir, para criar si, para gestar no, yo... —Jalé mi cabello antes de tomar su cintura pegandola al bar comenzando a besarla con desesperación. Leigh intentó apartarme, sin embargo noté que no quería cuando me separé rozando nuestras narices y ella no me empujó.—Te amo...

—Yo no.

—Me amas, amor...

—Te odio.

—Me amas... —Insistí.

—¿Por que no lo dijiste antes?—Dijo molesta. —Tenía ilusiones en tener un bebé, podrías haberme dicho que no querías y dejábamos todo sin que yo... —Su voz se cortó. —Realmente quiero ésto, tengo veintisiete años... Quiero un bebé.

Suspiré. Yo también, pero no quiero llevarlo en mi vientre, no puedo con tanto...

Observé sus ojos llorosos y sentí lástima, ella lo ha pasado muy mal y ambas queremos ésto...

—¿No te gustaría llevarlo tú?—Pregunté tomando su rostro para levantarlo.

—¿Por qué?—Preguntó tomando su vientre.

—Tú trabajo requiere de menos cambios emocionales y físicos, no debes moverte de casa, creo que sería mejor para ambas y nuestro hijo o hija.

Ella me observó asustada.

—¿De verdad quieres ésto?—Preguntó y asentí lentamente sintiendo que la idea me encantaba.

—Quiero un bebé con tu rostro corriendo por aquí, rayando murallas y riendo en voz alta.

Ella soltó una risita y se aferró a mi con fuerza. Sentí algo de temor en ella, pero la amo, en serio la amo...

—Te amo, ¿sí? Lamento este cambio de planes, pero ambas queremos al bebé... Quiero estar contigo, Leigh. Me proyecto a tu lado, no lo olvides.

Ella asintió y me besó con suavidad.

—Veré que hacer... —Susurró antes de besarme.

                          (•••)

—¡Señorita Ryder! ¿Se tomaría una foto conmigo?—Preguntó un muchacho rubio.—Soy Hugh, un gran fan de lo que hace, realmente valoro su trabajo. Es usted asombrosa y muy hermosa. —Dijo rápidamente.

Me vi agobiada ya que llevaba mucho esperando un jodido taxi. El auto de Leigh ha dejado de funcionar ésta mañana y le he entregado el mío para irse por lo que la vería en la consulta, trabajé el triple para salir antes, no consigo un jodido taxi y además me piden tres fotografías por cada cuadra que logro avanzar.

—Sí, claro.—Dije rápidamente. —¿No sabes dónde están los taxis hoy?—Pregunté algo nerviosa y en modo de chiste. Él comenzó a reír.

—¿Día difícil?—Asentí sonriendo mientras él tomaba la fotografía. —Pues es su día de suerte, Hugh Ransom, taxista de medio tiempo.

Señaló tras de sí mismo y noté el taxi.

—Gracias al cielo.—Dije mientras ambos subíamos rápidamente.

Joder.

Leigh va a matarme si no llego pronto.

Nota de autor:

3/3

-Codex.