Capítulo X: Piezas.
Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.
El suave aroma de las flores frescas impregnaba la pequeña tienda de los Yamanaka, lugar donde Ino, con gran destreza y pasión, daba forma a hermosos arreglos florales. La única hija de Inoichi estaba sumamente concentrada en su trabajo, cada pétalo y tallo se convertía en una obra de arte que reflejaba su amor por la naturaleza y la belleza de las flores.
Mientras Ino seleccionaba cuidadosamente las flores más delicadas para su próxima creación, el sonido agudo de la campanilla de la puerta la sacó de su ensimismamiento.
—Buen d...— Ino se dió la vuelta para darle la bienvenida a su nuevo cliente, enmudeciendo al ver de quien se trataba.
Intrigada, dejó a un lado algunas de sus herramientas y se encaminó hacia el mostrador de la tienda, con la curiosidad bailando en sus ojos y un intento de sonrisa en los labios.
Pronto se encontró con un par de ojos familiares, mismos que le devolvían la mirada con una intensidad que no esperaba.
Era Hinata Hyuga.
De todas las posibilidades, entre tantos habitantes de Konoha, ella era a la persona que menos esperaba.
—Buen día— Hinata hizo una pequeña reverencia antes de caminar hacia un estante lejos de Ino, lugar donde comenzó a observar algunas flores, dejándose llevar por los colores más llamativos.
Después de algunos días Hinata finalmente había decidido ir a la florería Yamanaka, luego de unas no muy sutiles sugerencias de Kakashi, pensó que no sería mala idea adornar su nuevo departamento.
Lo que deseaba en especial con su visita a la florería era encontrar tulipanes para decorar su habitación, pues escuchó de Shikamaru, el amigo de Naruto, que Ino tenía demasiadas flores que le podrían gustar.
Hinata también deseaba decorar su departamento con otro tipo de flores que le ayuden a darle una mejor vista a su cocina y la pequeña sala, imaginando que además sería bueno comenzar a tener su propio inventario de plantas medicinales.
—Ah, lo siento, estaba tan distraída que no saludé correctamente— Ino retomó su compostura después de unos minutos, riendo un poco avergonzada
—No hay problema— Hinata la miró un poco para de inmediato regresar su vista al estante que tenía algunos girasoles.
—No nos hemos presentado, pero en vista de que ahora seremos compañeras— Ino jugó un poco con las tijeras que aún tenía en manos, dándole vueltas mientras intentaba encontrar algo que decir —Mucho gusto en conocerte, mi nombre es Ino Yamanaka—
—Hinata Hyuga. Un placer— Hinata prestó entonces más atención a Ino, le parecía que tenía unos ojos bonitos, quizá un poco menos azules que los de Naruto.
—¿Estás buscando algo en especial?, Puedo ayudarte a preparar lo que gustes— Ino dejó de lado las tijeras y se apartó del mostrador para caminar hacia Hinata, quien inconscientemente retrocedió algunos pasos.
—Me gustarían unos tulipanes, pero son flores que solamente crecen en el país del hierro. Me preguntaba si podría conseguirlos aquí— Hinata apartó la mirada de su compañera, en busca de las flores para evitar así la insistente mirada de Ino.
—¡Ah!, Mi padre los ha buscado por un tiempo y por fin pareció encontrar un buen proveedor. Aunque deberás regresar en tres días— Ino tocó su barbilla tratando de recordar lo que su padre había dicho la última vez que hablaron sobre el inventario. Ese día estaba demasiado distraída pensando en el nuevo corte de Sasuke como para prestar suficiente atención a su padre.
—Me parece bien— Hinata pareció genuinamente feliz con la noticia e Ino sintió un poco más de confianza al verla sonreír, justo en ese momento, Hinata le parecía una chica normal.
—¿Quieres que te prepare un ramo para entonces?— Ino juntó ambas manos, como una pequeña celebración por haber encontrado algo en común con la azabache.
—Prefiero que estén en una maceta, quisiera poder cuidar de ellos, tal vez se adapten al entorno— Hinata mordió un poco su dedo pulgar, preguntándose si sus flores realmente podrían sobrevivir a un clima como el de Konoha.
—¿Sólo quieres tulipanes?— Ino ladeó un poco la cabeza, consiguiendo que la chica deje de morderse antes de que consiga herirse.
—Girasoles... Quisiera tener girasoles, son las flores favoritas de Neji-niisan— Hinata baja la mirada y sonrió un poco, le agradaba estarse llevando bien con su primo mayor. No recordaba que el fuera tan protector, pero lo encontraba adorable.
—¡Los tengo!, Puedo prepararte algunas macetas— Ino corrió hacia un estante para escoger sus mejores girasoles incluso antes de escuchar la respuesta de su cliente
—Gracias— la Hyuga observó con atención a Ino, sonriendo por su gran entusiasmo.
—¿Te has podido adaptar un poco más a la aldea?— Ino trató de sacar algún tema de conversación mientras preparaba los girasoles, pues el silencio nunca le había agradado demasiado.
—La ubicación de mi nuevo departamento es buena, Neji-niisan y Naruto-kun me han llevado algunos obsequios— Hinata omitió mencionar que su padre y Kakashi también lo hicieron, pues sentía que sería darle demasiada información a alguien que apenas conocía.
—A este paso terminarás siendo una marginada social— Ino suspiró, sintiendo pena por su compañera.
—¿Por qué lo dices?— Hinata estaba sorprendida por su comentario, si bien quería pasar desapercibida en la aldea, no esperaba que sea muy obvio.
—¿Naruto y Neji?, Son a los últimos a quien alguien les hablaría— respondió Ino en automático, Hinata tuvo que aceptar que la joven estaba en lo correcto tras meditarlo un poco.
Neji era en extremo serio y Naruto por el contrario, demasiado enérgico. Después de unos minutos con ellos podrías llegar a fastidiarte un poco.
—No es como si quisiera hacer más amigos...— murmuró sólo un poco avergonzada.
—Prácticamente eres de nuestra edad, deberías integrarte a nuestro grupo— Ino ni siquiera prestó atención a lo que Hinata decía, porque en su mente ya estaba planeando una bienvenida a Konoha para la joven.
—¿Realmente lo crees?— Hinata jugó un poco con sus manos, sin poder estar segura. Quizá hacerse cercana al grupo podría ayudarle a vigilar a Sasuke.
—¡Por supuesto!, Te aseguro que salir con todos nosotros será mejor que pasar el tiempo con el amargado de Neji y el idiota de Naruto— Ino hace poco había terminado de recortar los girasoles para Hinata, pero ahora simplemente quería seguir conversando con ella.
—Agradezco mucho tu oferta— Hinata escondió un mechón de su cabello detrás de su oreja, intentando disipar sus propias dudas.
—Quizá incluso te termine interesando algún chico, podría presentarte a Shikamaru o Choji— Ino sonrió más ante su propia idea, pensando que sería bueno ayudarle a sus compañeros a conseguir novia. Dudaba que pudieran conseguirlo por cuenta propia.
—¿Eh?, Y-yo no...— Hinata se sonrojó intensamente, no creía que iniciar un romance sea bueno para su misión.
—Pero no puedes enamorarte de Sasuke-kun, ¿Entendido?— advirtió Ino mostrándose más seria, algo que llamó la atención de su acompañante.
—¿De Sasuke-kun?— Hinata se sintió asqueada al sólo imaginarlo, Sasuke le parecía un tanto insoportable, completamente diferente a Itachi.
—Yo lo miré primero, el código de mujeres te impide fijarte en los chicos que le gustan a tus amigas— explicó Ino mientras alzaba uno de sus dedos, queriendo enfatizar más su punto.
—Amigas...— Hinata sonrió mientras un bonito rubor de apoderaba de sus mejillas.
Ino era su primer amiga.
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Hinata se miraba al espejo mientras termina de acomodar un poco el vestido que compró días antes junto a Ino. Sentía que el color blanco le quedaba bien, aunque el vestido era en extremo ajustado para su gusto, y pensaba que los hombros descubiertos no eran muy buena idea para salir de noche. Aunque las mangas largas de su vestido le hacían sentirse sólo un poco más cómoda.
Esa noche prometía ser interesante, pues Ino había dicho que pasaría por ella para ir a cenar junto a su equipo. Sería bueno hacerse de más relaciones con la esperanza de poder llegar a Tsunade. Quizá incluso entablar una comunicación con el hijo del ex Hokage sería una buen comienzo.
El ruido de algunos toques en la puerta la obligaron a terminar de cepillar su cabello, por lo que también se apresuró a ponerse un poco de protector para labios, (cortesía de Ino), para darle el último toque a su atuendo.
—Ya voy— Hinata corrió hacia la puerta al terminar de verificar su apariencia, colocándose un par de sandalias que contaban von un tacón bajo.
Ino podía llegar a tener un gusto muy delicado y lindo. Y eso curiosamente le agradó. Ino le ayudó a sentirse más femenina.
—¿Qué haces vestida de esa forma?— Sasuke arqueó una ceja, intrigado por la apariencia de Hinata, que parecía haberse arreglado para una cita.
La idea de que estuviera así para salir con Naruto, como acostumbraba, le pareció especialmente ridícula.
—¿Sasuke-kun?, ¿Qué haces aquí?— Hinata se desconcertó al ver a Sasuke y no a Ino del otro lado de la puerta.
—¿Eres tonta?— Sasuke golpeó la frente de Hinata con su dedo índice, ganando un mohín en ella —Esta noche nos reunimos con Obito—
—Sí, pero...— Hinata dejó de hablar al notar que Sasuke incluso llevaba una pequeña mochila, como si estuviera planeando quedarse por más días —Antes tengo una cena con Ino, a Obito-niisan lo veríamos más tarde—
—Él no es...— Sasuke se mordió el interior de su mejilla para evitar sonar tan infantil, aunque detestaba que ella tenga una relación tan cercana con un familiar suyo —No me importa si querías jugar a ponerte linda junto con Ino, quiero partir ya—
—Eres incluso más mandón que Obito-kun— Hinata rodó los ojos, no podía creer el parecido entre ellos.
—No estoy jugando, Hinata— Sasuke tomó la muñeca de Hinata y la jaló para sacarla de la casa. Ella había rebasado su paciencia
—Eso es justo lo que él diría— Hinata contuvo el aliento cuando sintió la mano de Sasuke cubrir su boca.
Para sorpresa de Hinata, Sasuke la había empujado de nuevo al interior del departamento, acorralando su cuerpo contra la pared justo a lado de la puerta, agachándose para esconderse por debajo de la ventana.
—¡Estoy aquí, Hinata-chan!— Ino gritó desde el pasillo, haciendo que Hinata abra un poco más sus ojos, preocupada porque pudo ser descubierta junto a Sasuke.
—Que fastidio, ¿Por qué tenía que acompañarte?— otra voz se hizo presente, y Sasuke lo reconoció de inmediato como Shikamaru.
—Porque tienes que ser cortés con las damas, por las noches no debes permitir que caminen solas— Ino le dió un golpe en la cabeza, obligando a Shikamaru a dejar de quejarse tanto.
—Las dos son ninja, pueden cuidarse— Shikamaru suspiró frustrado, pudo haber llegado al restaurante sin haber caminado tanto de no ser por Ino, que lo había desviado por completo.
—¡Es por eso que no tienes novia!— Ino estaba enfurecida por su respuesta, tanto que incluso había tomado a Shikamaru por el cuello de su camisa.
—No quiero tenerla, sería demasiado problemático— Shikamaru trató de apartarla, sin tener mucho éxito.
—Lamento el retraso— un clon de Hinata apareció en la puerta para interrumpir la discusión entre ambos.
El único en notar que la puerta ya estaba abierta cuando llegaron fue Shikamaru, aunque no quisiera prestar demasiada atención a los detalles.
—Sabía que ese vestido te quedaría muy bien— Ino estaba muy satisfecha con su elección, pues Hinata ahora le parece más bonita que cuando llegó a su florería con un suéter rojo enorme y un pantalón deslavado.
—Quise salir antes pero regresé por mi bolso— Hinata rió un poco nerviosa, tratando de explicar como precaución en caso de que hubieran escuchado cuando entró al departamento junto a Sasuke.
—Ah, no te preocupes. Prometí que pasaría por ti— Ino sonrió y pasó de largo a Shikamaru para rodear el brazo de Hinata. Ambas comenzaron a caminar sin siquiera esperar a Shikamaru.
—Se arreglaron demasiado, sólo comeremos carne en el restaurante de siempre— Shikamaru caminó detrás de ellas, ya podía imaginar lo furiosa que estaría Ino al ver que tanto Asuma como Choji vestían muy casuales.
—Él único fuera de lugar serás tú— Ino volteó solamente para mostrarle su lengua, haciendo reír a Hinata.
—Que inmadura eres— Shikamaru dejó caer sus hombros, ahora que se dirigían al restaurante se sentía más aliviado.
La noche terminaría pronto.
O eso esperaba.
Sasuke suspiró cuando dejó de escuchar las voces y los pasos de sus compañeros, parecía que ellos ya habían desaparecido al final del pasillo
—Quítate esos horribles tacones y ponte tus sandalias, nos vamos justo ahora— Sasuke quitó su mano de la boca de Hinata, apartándose un poco de ella para permitirle levantarse.
—¿Y qué?, ¿No me permites quitarme el vestido también?— Hinata se reía un poco mientras cambiaba su calzado.
—No vamos a perder más tiempo, ya vamos retrasados— Sasuke le miró enfadado, odiaba que ella estuviera jugando cuando ya deberían estar en camino.
—¿Para qué?— Hinata caminó detrás de Sasuke para salir del departamento.
—El clon que dejaré en la aldea, me informó antes de llegar, que los guardias del norte harán un cambio para rotar al personal. Será el momento perfecto para escapar sin ser vistos— Sasuke tomó la muñeca de Hinata para obligarla a ir más rápido, era irritante ver cómo su vestido parecía flotar con cada paso que daban.
—Entiendo— Hinata miró el perfil de Sasuke con más detenimiento, su contacto contra su piel se sentía cálido.
De alguna manera le recordaba a Obito e Itachi.
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Mientras la luna comenzaba a elevarse lentamente sobre los altos árboles del bosque, Hinata sentía la emoción palpitar en su pecho. La luz plateada filtrándose entre las hojas creaban una nueva paleta de tonos fríos que pintaban el camino. Aunque Sasuke aún estaba un poco inquieto, y ella a su vez, no podía contener su acelerado corazón producto de sus nervios.
Con cada paso firme que daba, el aroma fresco de la naturaleza la envolvía, llenando sus pulmones y renovando su energía. Hinata se detuvo un instante para observar el camino que habían recorrido, escuchó el susurro del viento entre los árboles para finalmente encontrarse con los ojos de Sasuke. Creía que su idea no era un error.
Decidió que era una buena idea citar a Obito en un claro a minutos antes de llegar a la aldea que habían acordado. Mientras buscaba las palabras perfectas para presentar a Sasuke
El tiempo parecía detenerse en aquel rincón del bosque, permitiendo a Hinata escuchar el propio sonido de sus latidos. Cerró los ojos un instante e intentó dejarse llevar por la serenidad de la naturaleza, confiando en que todo saldría bien cuando finalmente se encontrara con Obito.
Sasuke debió esperar unos metros lejos de ella, porque Hinata no podía llegar con Sasuke sin antes haber preparado a Obito.
La Hyuga se detuvo al visualizar a Obito a unos pasos, él permanecía sentado sobre una roca, y a simple vista parecía estar meditando.
Hinata desactivó su Byakugan, sonriendo cuando miró a Obito levantarse y darse la vuelta hacia ella. Con ese simple movimiento del Uchiha, la menor volvió a correr hacia él, tomándolo por sorpresa cuando decidió abrazarlo.
—Llegaste antes— Obito acarició un poco el cabello de Hinata, estaba confundido por su atuendo, pues no es algo que ella usaría normalmente. Menos si es que quería escapar unas horas de la aldea.
—Hum, sí... Sobre eso...— Hinata se separó de Obito, frotando un poco su brazo para disipar sus dudas.
—Lo sentí— interrumpió Obito, dirigiendo su vista a un punto específico detrás de ella.
Sitio en el que Sasuke se cubrió la boca para evitar soltar algún quejido.
—¿Qué?— Hinata parpadeó algunas veces, desconcertada por su inesperado comentario.
—Sabes que no puedes engañarme, siento a la persona que has traído— Obito se inclinó ligeramente para tocar la nariz de Hinata con un suave golpe de su dedo índice.
—Eres sensor— Hinata suspiró con aire de derrota, era más fácil llegar a esa conclusión ahora que conocía a Ino, los sensores podían encontrar a las personas aunque estas intenten esconderse
Y resultó que Sasuke era pésimo en algo.
En esconderse.
—¿Esto es una traición de tu parte?— Obito sonrió debajo de su máscara, encontrando divertida la subordinación de su pequeña hermana —Aunque, debiste traer a alguien más fuerte, Hinata—
—No es lo que estás pensando, permíteme explicarte— Hinata intentó acercarse de nuevo a Obito, pero él se negó a seguir con su conversación dándole la espalda —Confía en mi— suplicó.
—No me gustan las mentiras, Hinata— Obito dió algunos pasos para alejarse de la joven, habría desaparecido antes de no ser porque primero quería descubrir si ella tenía los medicamentos de Itachi o si también había fallado en eso.
—No es su culpa— Obito se sorprendió cuando escuchó otra voz que le parecía familiar, aunque lo que lo dejó en completo asombro fue sentir a la persona que rodeaba su abdomen —Yo la obligué—
—Sasuke-kun...— Hinata también estaba muy sorprendida por ver a Sasuke intervenir, pues claramente le había pedido que no lo hiciera hasta que ella le diera una indicación.
—¿Qué es esto?— Obito intentó apartar a Sasuke de inmediato, pero él lo abrazó incluso con más fuerza.
—Él nos vió el día que murió el tercer Hokage, lo siento— mintió Hinata, y Obito al verla, no logró descubrir si era verdad o no.
Lamentablemente, Hinata había aprendido muy bien de él.
—Hablemos— pidió Sasuke, negándose a soltar a Obito.
El mayor de los Uchiha suspiró, no quería lidiar con dos adolescentes cuando se supone que solamente había aceptado esa reunión para hablar sobre la enfermedad de Itachi.
Pero sentir a Sasuke...
Los latidos de su hermano menor podían sentirse en su espalda, el pequeño abrazo entre ambos le traía paz.
Era justo como estar junto a Hinata.
Había un tipo de sentimiento en ese toque que pocas veces había experimentado.
—Sasuke...— Obito no encontró que decir, estaba molesto pero también sentía tanta calidez.
—Lamento mucho lo que nuestro padre te hizo... Y a Itachi...— Sasuke apretó más sus manos y continuó sin soltar a Obito, temía que al hacerlo él se iría.
El menor de los Uchiha se encontraba frustrado, las decisiones que su padre tomó en el pasado terminaron lastimando demasiado a sus hermanos mayores, y a él mismo también.
—¿Qué es lo que sabes?— Obito tomó los brazos de Sasuke nuevamente, aunque ahora con más suavidad que antes.
—Itachi... No será mi objetivo— Sasuke soltó a Obito cuando creyó que podía confiar en que se quedaría, su hermano aprovechó ese momento para darse la vuelta y verlo.
—Se lo dijiste— Obito dirigió sus ojos a una apenada Hinata, que se encogió de hombros.
Obito finalmente comprendió la situación, y al mismo tiempo llegaba a la conclusión de que quizá no era del todo una mala idea, de esa forma Sasuke no tocaría a Itachi hasta que llegue el momento de su trasplante. Eso en caso de que no pudieran liberarlo del sello de una manera más tradicional.
—Quiero escuchar todo sobre ti— Sasuke observó el único orificio en la máscara de Obito, esperando demostrar todos sus sentimientos.
—¿Sobre mi?— Obito estaba ligeramente confundido, había creído que a Sasuke primero le gustaría escuchar sobre Itachi.
—Somos familia y ni siquiera nos conocemos, quiero escuchar quién eres por ti, no por las palabras de Hinata— Sasuke de mordió un poco el labio, no le gustaba mostrarse tan vulnerable ante otra persona, porque tener a Hinata en el espacio que pertenecía a su hermano y él, le resultaba muy incómodo.
Obito acarició con cuidado el cabello de Sasuke, quién se sonrojó al recordar a Itachi con ese toque.
—De acuerdo— Obito se retiró lentamente la máscara del rostro, Sasuke lo observó atento, quedando impresionado cuando pudo encontrar el parecido con su padre.
De cierta forma podía confirmar que Obito le recordaba a Fugaku e Itachi.
Él era su familia.
—Gracias— Sasuke se relajó incluso hasta el punto de tomar la mano del Uchiha.
—Tú y yo hablaremos en un momento— Obito miró a Hinata, quién apartó rápidamente la mirada —No consultaste conmigo tu pequeño plan, y habrá consecuencias por esto—
—Hermano mayor— Hinata sollozó involuntariamente, Obito nunca le había hablado con un tono tan molesto, aunque más que eso, le dolía su mirada decepcionada.
—Ella no es la única culpable— Sasuke habló rápido para interceder por Hinata, y sólo lo hacía porque sentía que así estaría a mano con su compañera.
De no ser por Hinata, no tendría esa oportunidad de conocer la verdad.
—Entiendo— Obito suspiró, era difícil negarse a Sasuke.
Hinata sintió un fuerte pinchazo de celos, fue muy evidente para ella notar el momento exacto en que la expresión de Obito se volvió más amable al ver a Sasuke.
—Ella puede adelantarse a la aldea, quiero un tiempo a solas contigo— Sasuke miró de reojo a Hinata, quería sacarla rápidamente de su lado para comenzar a conocer a Obito, además de toda la verdad sobre Itachi.
—Te alcanzaremos más tarde, Hinata— Obito no se molestó en ver de nuevo a la azabache, su atención estaba por completo en su hermano menor.
Hinata caminó en silencio para alejarse de ambos, con la clara intención de darles privacidad. Los miró por última ocasión antes de alejarse demasiado, imaginando que en su lugar quizá podrían ser Hanabi y ella.
Probablemente debía darle una oportunidad a su hermana.
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Hinata estaba regresando a la aldea junto a Sasuke, después de tres días que pasaron junto a Obito en la pequeña aldea vecina a Konoha. Su estancia se había alargado del inicial de una noche, y todo porque aparentemente, Sasuke tenía demasiado que hablar con Obito.
Y a ella debieron apartarla en otra habitación. La posada en que se quedaron en esos días fue terriblemente silenciosa para la Hyuga.
Lo único que Hinata podía asegurar saber ahora de la situación, es que Sasuke parecía tener un nuevo plan en mente, y no era el de asesinar a Itachi Uchiha.
Sasuke había cambiado el objetivo de su venganza, quería destruir a Danzo y a todo su legado.
Y lo único que el menor de los Uchiha pedía de Obito por ahora era su entrenamiento, pues ver de nuevo a Itachi sería algo para lo que no estaba preparado.
No cuando acababan de tener una pelea que significó pasar varios días en el hospital.
Si algo aprendió Sasuke con la historia que contó Obito, es que Itachi amaba a Konoha, tanto como para sacrificar su propio nombre.
Itachi no estaría de acuerdo con la venganza que necesitaba llevar.
Pero Obito sí, y eso era todo lo que necesitaba.
Aunque Hinata continuaba triste por la indiferencia que mostró Obito hacia ella, había logrado evitar un castigo de su parte cuando encontró la solución temporal para la enfermedad de Itachi, sin mencionar que ocultó ese gran detalle a Sasuke.
Obito sólo había amenazado con ser más exigente, y es algo con lo que Hinata sabía que iba a batallar las próximas semanas.
Tenía que comenzar a dar resultados en cuanto al sello.
—Hasta que aparecen ustedes dos— la voz cansada de Kakashi hizo despertar a Hinata de su ensoñación. El tono de Kakashi no era de molestia pero tampoco de felicidad.
—¿Cómo nos encontraste?— Sasuke se colocó rápidamente unos pasos delante de Hinata, queriendo darle a entender que sería él quien hable.
Ambos habían entrado a la aldea por un pequeño pasadizo a través del bosque, pretendían perderse entre los campos de entrenamiento para deshacerse de cualquiera que pudiera haberlos seguido.
Para mala suerte de Sasuke, Hinata iba demasiado sumida en sus pensamientos como para siquiera querer activar su Byakugan. Y él no fue capaz de sentir la presencia de Kakashi hasta que fue demasiado tarde.
—Sabes, soy yo quien tiene varias preguntas para ti— el tono irónico de Kakashi fue una señal de alerta para Hinata, aunque Sasuke parecía estar acostumbrado a ellos.
—¿Cómo cuál?— Sasuke rodó los ojos, y Kakashi debió reunir toda la paciencia que claramente no tenía.
—¿Creíste que un clon sería suficiente para que no me diera cuenta de tu ausencia?— Kakashi suspiró un poco antes de alcanzar a tomar el brazo de Hinata, quien pretendía huir sin ser vista —Incluso arrastraste a Hinata a participar en esto—
—Necesitaba un tiempo a solas con ella, quería invitarla a probar los dulces que me mostraste en la aldea de los ganaderos— Sasuke se ruborizó un poco por su explicación tan comprometedora, y darse cuenta de que Hinata y a Kakashi no dejaban de verlo no ayudaba en nada.
—¿Qué?— Kakashi parecía genuinamente desconcertado, esa era la última respuesta que esperaba, pues no imaginaba a Sasuke interesado en una chica por ahora.
—¡Sasuke!, ¡Kakashi-sensei te encontró al fin!— Naruto apreció mientras corría hacia su compañero, aunque Sakura fue más rápida al llegar a Sasuke.
Naruto estaba preocupado por no saber nada acerca de Sasuke desde la pelea que tuvieron en el hospital, lamentablemente, su emoción por encontrarse de nuevo a su compañero, se vió opacada por la tristeza que se instaló en él cuando Sakura abrazó a Sasuke mientras intentaba contener su llanto.
Hinata notó con cierta incomodidad la escena, pues los sentimientos de Sakura por Sasuke de volvieron evidentes para ella, lo que le hizo preguntarse si debía informar a Ino sobre eso o no.
Naruto bajó un momento la mirada, ignorando el pinchazo que sentía en el abdomen por ver a Sakura tan preocupada por Sasuke. Sabía que ella estaba enamorada de él, pero comprobarlo en primera fila era demasiado doloroso.
—Estaba tan preocupada por ti, Sasuke-kun— Sakura se sentía muy feliz al verlo de regreso, pensó que quizá las sospechas de todos podían ser ciertas, y que Sasuke finalmente había decidido huir con Orochimaru.
—Nos preocupamos porque unos tipos raros llegaron por ti, ¡Uno de ellos incluso tenía seis brazos!— Naruto intentó ignorar el hecho de que Sakura aún se negaba a soltar a Sasuke, pensando que lo mejor por ahora sería concentrarse en que Sasuke seguía con ellos —Estaban con Orochimaru, te querían secuestrar—
—El clon que dejaste en tu departamento desapareció, la gente de Orochimaru armó un alboroto tratando de encontrarte— Sakura repitió los hechos que conocía por el propio Kakashi, que se enteró de la situación al volver el día anterior de una pequeña misión.
Sasuke apartó a Sakura de su lado, recordando que la información que tenía de su clon es que fue atacado con un arma pequeña, probablemente un kunai. Cómo no había logrado ver a su contrincante, erróneamente pensó que podría ser Naruto buscando una revancha, por lo que le restó importancia.
Al parecer un error de su parte.
—Algunos de los otros genin y yo tuvimos que enfrentarlos también— Naruto parecía un poco emocionado al contarlo, pues Sasuke notó que la mueca de desagrado de hace unos segundos era reemplazada por una sonrisa en su rostro —Muchos decían que todo era una distracción para que pudieras huir, pero yo no les creí. ¡Sabía que ibas a volver!—
—No tengo nada que hacer con Orochimaru— Sasuke se mostraba tan seguro de sus palabras, que incluso Kakashi se sorprendió de no verlo tentado a querer obtener el poder que Orochimaru le ofrecía constantemente.
—¿Eh?, ¿Hinata-chan?— Naruto por fin notó a su amiga, que una vez más trataba de huir de Kakashi —¿Qué haces aquí?—
—Parece que soy mejor que Sasuke-kun— Hinata se burló de su compañero, porque aparentemente, al único al que descubrieron fue a él.
—Cierra la boca— Sasuke la observó molesto, dando un empujón a la chica que terminó siendo detenida por Naruto.
—Entonces, también te fuiste— Kakashi suspiró, cuando había visitado a Hinata antes de partir a su misión, ni siquiera notó que se trataba de un clon.
—¿En dónde se habían metido ustedes dos?— Naruto hizo la pregunta que Sakura moría por decir.
—Estaba en una cita con Hinata— confesó Sasuke, porque de entre todas las mentiras que podía decir, creyó que esa sería por la que menos preguntas harían.
Cualquiera podría creer que eran dos simples genin influenciados por sus hormonas.
Hinata estaba incrédula con su respuesta, pues no esperaba que Sasuke la quisiera hacer pasar por su novia.
Eso la metería en problemas con Ino.
Y no quería problemas con Ino.
—¿Una cita?— repitió Sakura, evidentemente afectada.
—¿Ustedes dos?— Naruto miraba de uno a otro tratando de encontrar una explicación, el sonrojó de Hinata no le ayudaba demasiado —¿Te gusta Sasuke, Hinata-chan?, ¿También a ti?—
—N-no, yo... Es parecido a alguien que me gustaba, yo sólo...— Hinata se sintió muy nerviosa por tener las miradas de todos, especialmente de Kakashi, a quien tenía que convencer de la mentira de Sasuke.
—Es a mi— Sasuke la interrumpió, en vista de que ella comenzaba a balbucear —Es a mi al que le interesa Hinata—
—Entonces supongo que tengo una buena noticia para ustedes, par de tortolitos— Kakashi sonó de nuevo un poco sarcástico, aparentemente sin creer en toda su historia.
—¿Cuál es?— Hinata le miró, nerviosa por lo que imaginaba no sería una buena noticia.
—Tengo un equipo para ti, Tsunade-sama decidió asignarte a mi cuidado. Serás un miembro más del equipo siete, lo que ayudará para reemplazar a Naruto por un tiempo— Kakashi estaba al pendiente de las reacciones de ambos adolescentes, aunque el único que dejaba ver ligeramente sus emociones, era Sasuke. Para gran sorpresa del Hatake.
—¿Por qué tendría que reemplazar a Naruto-kun?— Hinata dejó de ver a Kakashi para fijar sus ojos en su amigo, que no parecía nada preocupado por las palabras de Kakashi, incluso se veía feliz.
—Es porque me iré un tiempo a entrenar con Ero-sennin— Naruto se cruzó los brazos por detrás de la cabeza, su sonrisa se amplió al imaginarse siendo un mayor rival para Sasuke
Hinata se sorprendió, aunque no fue capaz de pronunciar alguna palabra.
Naruto era su amigo más cercano dentro de Konoha y ahora la estaba abandonado.
—¿Por qué debemos tener a otra?, Me gusta mi equipo justo como está— Sakura se dirigió a Kakashi, quien se sintió cansado sólo de imaginar la nueva dinámica de su equipo.
Los triángulos amorosos eran complicados, e innecesarios para un equipo funcional.
—No había ningún otro espacio para Hinata, y ella es un miembro activo de nuestros Shinobi ahora— Kakashi intentó ser paciente y no dejar espacios abiertos para una posible replica de su alumna.
—Kakashi, yo quiero entrenar en el país del hierro— Sasuke habló movido principalmente por su sentimiento de competencia con Naruto, planeaba comenzar a entrenar con Obito pronto, pues no quería ver cómo su compañero era el único que avanzaba.
—¿También quieres marcharte?, Dada la situación con Orochimaru, no creo que sea conveniente por ahora— Kakashi frotó un poco su barbilla, preguntándose porque Sasuke deseaba ir específicamente a ese sitio.
Sasuke apretó más su mandíbula, sintiéndose irritado porque su maestro tenía razón.
—Tal vez puedas venir con nosotros, Sasuke. Ero-sennin podría protegerte de Orochimaru— Naruto trató de animarlo con algunas palmadas en la espalda, gesto que Sasuke rechazó al instante.
—No quiero irme contigo, Naruto. Yo planeo irme con Hinata, ella me ha contado de su vida antes de Kirigakure— Sasuke tomó la mano de Hinata, una vez más queriendo demostrar a Kakashi que su historia sobre el romance con la Hyuga era cierto.
—Pero yo deseo ser médico— Hinata trató de susurrar para que sólo Sasuke la escuche.
Sakura fijó sus bonitos ojos verdes en la la unión de sus manos, no le agradaba la idea de que ellos dos partieran a otro lugar juntos, pues eventualmente se acercarían más.
—Yo podría pedirle a Ero-sennin que convenciera a la abuela Tsunade de entrenarte. ¡Ella es la mejor médico que conozco, dattebayo!— Naruto quiso llamar la atención de su amiga nuevamente, no le parecía justo que Sasuke intente quitarle una de las mejores amistades que tenía.
No se rendiría sin antes dar batalla.
—¿De verdad lo harías?— Hinata se emocionó con la propuesta, si lo conseguía, quizá lograría que Obito deje de estar molesto con ella.
—¡Claro!— Naruto trató de acercarse a su amiga, pero fue detenido por la mano de Sasuke, que dió de lleno en su cara.
—No te acerques tanto a ella— advirtió el Uchiha.
—¡Oye!— Naruto apartó la mano de Sasuke de un golpe en su brazo, su molestia había aumentado en segundos.
Kakashi los observó con más curiosidad que antes, creyendo que quizá la atracción de Sasuke por Hinata nació precisamente de la cercanía que Naruto tenía con la Hyuga.
—No discutan, por favor— Hinata intervino tomando la mano de Sasuke, quién a regañadientes se apartó de su compañero.
—Vámonos, quiero comer algo— Sasuke apretó un poco la mano de Hinata y la jaló para llevarla con él, teniendo en mente ir a su departamento.
Cualquier sitio sería mejor que estar bajo el constante estudio de Kakashi.
—¡Esperen!— Naruto corrió detrás de ellos, negándose a darse por vencido.
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Notas de la autora:
• Puede contener errores ortográficos.
• Lamento mucho la demora, otra vez me retrasé en este capítulo y siento que no quedó como yo quería:c en mi defensa, esta escritora sufre de amor jaja 😩
• No sé si quedó un poco claro o no, pero Obito aplica un castigo más psicológico en Hinata. Ella sabe que hizo mal y que en algún momento él se puede vengar, pero Obito no le da razones y eso la pone nerviosa. Por ese motivo ella quiere dar resultados, para compensar lo que hizo.
• Me gusta agregar a Ino a la ecuación, porque hay una razón para su amistad con Hinata, espero la descubran 🧐
Dejen sus votos y comentarios 💜
Nos leemos en la próxima actualización 👀 ❣️
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