Capítulo VII: Naruto contra Hinata.
Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.
.
.
.
.
.
.
—¡Naruto ha llegado!— Sakura juntó sus manos cerca de su rostro, parecía emocionada de que al menos uno de sus compañeros había llegado "a tiempo". Al menos podría decir que Naruto no sería descalificado.
—Sí, pero llega tarde— Ino rodó los ojos con cierto fastidio, se estaba aburriendo de tener que esperar a que comiencen los combates sólo porque sus compañeros no eran capaces de llegar a la hora que debían.
Sí, también le parecía tedioso que Sasuke se dé aires de importancia. De Naruto y esperaba una entrada tardía.
Naruto observaba la gran cantidad de gente que había llegado sólo para verlos en su última prueba, quedaba fascinado con los gritos llenos de emociones de la multitud, mismos que no disminuyeron ni siquiera cuando el tercer Hokage comenzó a dar su discurso de bienvenida.
—Presten atención, se debieron hacer algunos cambios en el orden de los combates— esperando ya no perder más tiempo, Genma extendió una hoja que guardaba dentro de un bolsillo de su chaleco.
Sus palabras y el ruido del papel al extenderse logró llamar la atención de los Genin, incluso de Shikamaru.
—Pero, ¿Qué pasará con Sasuke si no llega?— Naruto levantó su mano, esperando que de esa forma, su instructor no se moleste por la interrupción.
—Si un candidato no se encuentra en la arena al momento de ser llamado, será descalificado— Genma guardó de nuevo la hoja donde tenía la secuencia de los enfrentamientos, no le interesaba demasiado saber que tanto hacían Kakashi y Sasuke —Los encuentros van a continuar hasta que uno de los candidatos se rinda, o muera—
—¿Morir?— Naruto se acercó hacia Shikamaru para susurrar cerca de su oído, cubriendo su rostro con una de sus manos para evitar que Genma pueda leer sus labios.
Shikamaru simplemente levantó los hombros, sin saber bien que decirle a su compañero.
—Para el primer encuentro, Uzumaki Naruto— Genma pasó sus ojos de Naruto hacia la niña que sería su oponente, sin saber bien como debería de llamarla —Y Hyuga Hinata—
Naruto se sintió un poco tenso, observó primero a Shikamaru cuando su compañero le dió una ligera palmada en la espalda, después pudo notar como todos sus compañeros iban abandonando la arena, dejando solamente a Genma y Hinata.
Mordiendo ligeramente su labio, miró de reojo a Hinata, quién no lucía muy diferente a como la recordaba de su último encuentro. Ella ahora parecía distante, algo diferente a cuando comieron ramen juntos.
—Sé que estás preocupada por Sasuke-kun, pero no deberías tener esa cara— Ino interrumpió la secuencia de pensamientos de Sakura, quién parpadeó algunas veces—¿No piensas apoyar a tu amigo Naruto?—
—Bueno, sí...— Sakura trató de sonreír, fallando de forma muy notoria. Estaba nerviosa y no podía ocultarlo, le preocupaba saber que ese encuentro sería especialmente difícil para Naruto.
—Mejora esa expresión, cualquiera diría que no tienes ni un poco de fé en Naruto— Ino cruzó sus brazos, no podía entender del todo a Sakura. No le daba ni siquiera el beneficio de la duda a su amigo, Sakura daba por hecho que Naruto perdería ese encuentro.
Ni siquiera ella que solía discutir mucho con Shikamaru menospreciaba tanto a su compañero.
—Él no es tan malo— Sakura apartó un poco la mirada, queriendo convencerse a sí misma de que Naruto tenía alguna oportunidad. Por lo que escuchó de Kakashi, enfrentar al Byakugan sería complicado.
—¿No es tan malo?, ¿Es lo mejor que puedes decir sobre él?— Ino dió un pequeño golpe en la frente de Sakura con su dedo índice, esperando que eso sirva para hacerla despertar.
—Esto significa mucho para Naruto, Ino. Sé que la quiere derrotar pero tampoco quiere lastimarla, estoy preocupada por él— Sakura dejó de prestar atención a Ino y observó el campo de batalla, donde ya se había dado la indicación para el comienzo del encuentro, y se podía apreciar también que ahora Hinata había decidido usar libremente el Byakugan.
Naruto miraba fijamente los ojos de Hinata, sintiendo cierta intimidación al notar como las venas en sus rostro se marcaban más. Gracias al padre de Hinata logró comprender lo que el Byakugan era capaz de hacer, pero aún así, su fuerte ahora no era el combate a distancia.
Aunque no era su mejor opción, lo único que podía hacer era acercarse a Hinata para una pelea mano a mano.
Y como si Hinata pudiera leer sus pensamientos, Naruto la vió sacar algunos Senbon de las pequeñas bolsas que cargaba en su cadera. Naruto retrocedió para evitarlas, imaginando que lo que ella deseaba era marcar la distancia entre los dos.
Sabía por el encuentro de Hinata y Neji, que esas pequeñas armas contenían un fuerte veneno, por lo que tenía que evitar cualquier contacto.
—Ella es mi hermana mayor— Hanabi se sonrojó ligeramente, su hermana le parecía bonita. Al no tener buena relación con alguien de su familia, Hinata ahora representaba la única opción para tener a su primera amiga.
—Su nombre es Hinata, es un año menor que Neji— Hiashi no podía quitar sus ojos de ella, lamentaba que lo único que ahora conocía acerca de su propia hija era su nombre.
—Parece que mis Senbon no funcionarán contigo— Hinata suspiró, sintiéndose un poco divertida ante la cautela de Naruto —Supongo que así tiene que ser— la Hyuga adoptó una posición que Naruto rápidamente asoció con Neji.
—Esa pose... No la ha olvidado— Hiashi se removió en su propio asiento, dejando a Hanabi un poco confundida por sus palabras.
—Miré lo que le hiciste a Neji, tendrás que usar otro truco si quieres ganarme— le retó Naruto con una sonrisa astuta, sentía cierta confianza ahora que conocía un poco más lo que ella podía hacer. Sólo tenía que evitar los golpes directos.
—Eres tan interesante, Naruto-kun— Hinata sonrió, provocando que Naruto se sonroje y no encuentre las palabras para responder ante el elogio —Pero yo también he visto tu combate contra Kiba, y lamento decirte que tu taijutsu es inferior al mío—
—Lo sé, pero no lo has visto todo. Entrenar con tu padre me ha ayudado a mejorar las que eran mis debilidades— y también podría agregar que conocer a Jiraiya le había dado nuevas habilidades, pero eso no de lo diría —Aunque él haya dicho que lo mejor era alejarme de ti, probaré mi suerte—
—Te aconsejó bien, no es buena idea para ti que tengas un combate frente a frente conmigo— Hinata se movió ligeramente hacia el lado derecho, siguiendo los pasos que Naruto daba con una sincronía casi perfecta. Era como si ambos estuvieran probando los reflejos del otro.
—Te lo dije antes, Hinata-chan. Voy a traerte de regreso— Naruto levantó su puño en dirección a Hinata, como una promesa que la ojiperla no llegaba a comprender.
—¿Por qué?, ¿Por un deseo egoísta de tu parte?— Hinata soltó sus palabras con desprecio, porque aunque Naruto le agradaba, eso no le daba derecho a decidir lo que era mejor para ella.
—No sólo es por mi, tu padre también te extraña— Naruto lanzó algunos kunai, pensando que quizá hablar podría distraerla. Su movimiento no funcionó, Hinata y su buena vista lograron esquivar su primer ataque.
—Cuando tenía tres años, mi madre murió. Mi padre no me permitió sentirme triste por ello, me hacía entrenar hasta que me desmayaba— le contó Hinata, aparentemente sin ningún rastro de emoción. Los ojos azules de Naruto la observaron con sorpresa, sin esperar una confesión de ese tipo.
—Él ha cambiado, puedo verlo. Siento su amor por ti— insistió Naruto sin dejar de verla, Hiashi no parecía un mal hombre.
—Este es el amor que mi padre siente por mi— Hinata se rompió el lado izquierdo de su blusa, la vista de Naruto rápidamente se clavó en la pequeña cicatriz que ella tenía por debajo de su clavícula.
—Padre...— Hanabi miró a Hiashi, esperando una explicación de su parte.
—Fue un accidente— Hiashi cerró los ojos, avergonzado por sus errores.
—¿Él te hizo eso?— Naruto observó incrédulo, un padre no debía lastimar a su hijo.
—Trataba de medir mis reflejos, no habíamos parado en todo el día y yo estaba demasiado cansada— Hinata suspiró, crecer le había ayudado a no culpar a su padre del todo, y Obito había dicho que su cicatriz parecía un lindo corazón, lo que le hacía sentirse menos frustrada —Fue un accidente... Pero qué clase de padre lanza kunai contra su hija que ni siquiera ha cumplido cinco años—
—Se arrepiente— Naruto apretó sus manos, porque aunque miraba que Hinata había sufrido, también sabía que su padre estaba muy arrepentido —Tú querías que yo te escuche antes de formar un juicio en tu contra, pero tú ni siquiera le das la oportunidad de decir algo—
—Son situaciones diferentes— Hinata frunció el ceño, Naruto la comenzaba a irritar.
—¡Tu padre hace todo esto por su estúpido Clan!— gritó Naruto exasperado, Hinata se sorprendió ligeramente, su amigo no había usado antes ese tono con ella —Él nunca pudo superar que te perdió, Hinata-chan—
—¡Claro que lo hizo!, Cuando creyó que había muerto de inmediato decidió casarse de nuevo para tener otro hijo. La edad de mi hermana lo comprueba— Hinata estaba demasiado molesta con su padre debido a las acciones que tomó después de que ella desapareció, su padre rápidamente le había buscado un reemplazo a su madre y a ella. Aunque le prometió después de la muerte de su madre que ella sería su única familia.
Su padre la había traicionado.
—¡No lo hizo porque...!— a Naruto le fue imposible terminar de hablar, Hinata se había movido tan rápido para llegar a él, que aunque trató de desviar su katana no logró hacerlo.
Genma observó con más detenimiento la hoja de la Katana, que estaba envuelta en pequeños rayos, después la unión que se había hecho cuando la Hyuga atravesó el cuerpo de su compañero.
Naruto tosió un poco de sangre, lo cual le preocuparía de no ser porque lograba sentir como una pequeña corriente recorrería su cuerpo. Hinata le había atravesado con su katana justo por debajo de la clavícula, del lado izquierdo.
—Quizá una cicatriz como la mía te ayude a ver el mundo como realmente es— Hinata retiró la Katana del cuerpo de Naruto, quien cayó aparentemente paralizado por la descarga.
Decidió no usar demasiado el elemento rayo debido a que realmente no quería matarlo, pero esperaba que ese nivel fuera suficiente para dejarlo inconsciente.
Sabiendo que no obtendría alguna respuesta a la metáfora que usó con Naruto, Hinata se dió la vuelta, dispuesta a abandonar el campo de batalla cuando miró que Genma comenzaba a acercarse al cuerpo de Naruto.
Le fue imposible no soltar un suspiro mientras volvía a colocar la katana en su espalda, ganarle a Naruto no estaba entre sus planes, su objetivo era estar dentro de Konoha. Deseaba poder seguir preparando el plan que había creado con Obito. Aunque algo tenía seguro y es que no quería levantar sospechas de nadie, por eso siguió el hilo de su historia de rencor hacia su clan y terminó proponiendo un combate contra Naruto por su destino, en lugar de optar por entrar voluntariamente a la aldea.
Habría permitido a Naruto ganar de no ser porque la provocó tanto al defender a su padre.
El mundo era muy cruel, y Naruto demasiado soñador.
—Aún... Aún n-no me has vencido— Hinata se sorprendió cuando escuchó la voz de Naruto, de inmediato se dió la vuelta sólo para comprobar que, ante su incrédula mirada, Naruto se estaba poniendo de pie.
Genma también se detuvo a medio camino, con los ojos abiertos de par en par al notar como Naruto se levantaba nuevamente.
Por un momento, a Hinata le pareció ver qué los ojos de Naruto eran rojos.
—¿Cómo es qué estás de pie?— Hinata apretó sus manos, sintiéndose frustrada consigo misma al creer que fue demasiado suave con Naruto.
—Te lo dije, yo nunca sé cuándo rendirme— Naruto sonrió, limpiando con su mano la sangre de sus labios para después hacer algunas poses de manos, mismas que Hinata reconoció al instante.
Cuatro clones aparecieron al lado de Naruto, estando demasiado animados incluso para la opinión del Uzumaki.
Hinata activó su Byakugan nuevamente, arrancando lo que quedaba de su blusa y dejándose solamente un top negro. Cómo si fuera un movimiento automático en ella, adoptó la postura clásica de los Hyuga para defenderse del inminente ataque.
Los clones de Naruto atacaron al mismo tiempo mientras Naruto se quedaba detrás para evaluar su situación, empero, para sorpresa del Uzumaki, todos sus clones terminaron desapareciendo cuando entraron en contacto con la barrera que Hinata estaba formando.
—Rotación... ¿Cuándo la aprendió?— Hiashi estaba asombrado por las habilidades de su hija, si bien su técnica no era muy limpia y le hacía falta mejorar, le sorprendía que ella tuviera conocimiento para usar la rotación en combate cuando no pudo conocer más acerca del estilo del Clan Hyuga.
—Ese movimiento lo hizo Neji también— Naruto se mordió el labio inferior, estaba un poco preocupado, pero estaba dispuesto a no desanimarse.
El Uzumaki decidió usar una de sus mejores técnicas por el momento, así que creó de nuevo cuatro copias exactas de sí mismo.
—Mi técnica no es perfecta como la de Neji-niisan, pero me funciona por ahora— Hinata se avanzó rápidamente contra Naruto, quién por reflejo usó un kunai para defenderse.
El primer clon de Naruto logró herir el hombro de Hinata antes de desaparecer, los dos siguientes intentaron hacer algo parecido al primero, aunque decidiendo atacar al mismo tiempo, con el propósito de ser más efectivos.
Hinata dió un salto, haciendo un split en el aire para poder golpear a ambos clones justo en el abdomen. Las pequeñas nubes de humo que hicieron los clones al desaparecer provocaron una sonrisa en Hinata, que observó a las dos versiones de Naruto que quedaban.
No podía saber cuál de los dos era el real, pero elegiría probar su suerte, justo como había dicho Naruto al principio.
—Esa postura— Hiashi abrió más sus ojos al ver los movimientos de Hinata, sabía por su hermano que Neji estuvo entrenando con Hinata, pero no esperaba que hubieran llegado tan lejos.
—Ocho Trigramas Sesenta y Cuatro Palmas: Dos palmas— Naruto retrocedió un poco al recibir el golpe, su clon había desaparecido cuando las manos de Hinata alcanzaron su torso —Cuatro palmas, ocho palmas, dieciséis palmas—
—Ah— un poco más de sangre brotó de la boca de Naruto, que por ahora no podía hacer mucho para protegerse de los rápidos golpes de su compañera.
—Treinta y dos palmas— Hinata se detuvo cuando vió a Naruto caer al suelo, todavía no se sentía capaz de llegar a las sesenta y cuatro palmas, aún cuando Neji le explicó y remarcó sus errores. Todavía necesitaba entrenar demasiado, y creía haber encontrado al maestro perfecto para ello.
—Tienes que levantarte, Naruto— Hiashi observó al Uzumaki, tenía la esperanza de que, como Hinata no completó el ataque, Naruto aún pudiera moverse un poco.
"Se terminó" Genma suspiró cansado, tenía fé en qué Naruto podría resolver el problema de los Hyuga.
—N-no...— Naruto trató de levantarse apoyando sus palmas en el suelo.
—He cerrado treinta y dos de tus puntos de chakra, no podrás usar tus técnicas ahora— Hinata observó a Naruto, aún sin dejar de usar su Byakugan. La red de chakra de Naruto estaba prácticamente cerrada, apenas y le debían quedar fuerzas para moverse, por lo que debía despedirse de usar su chakra ahora, lo que también significaba no contar con sus clones.
—No nos vamos a rendir, quiero que te quedes conmigo— Naruto permaneció un poco más en el suelo, apretando los dientes al mismo tiempo que una batalla en su interior también se llevaba a cabo.
—¿Nos?— Hinata pareció confundida, no encontrando el sentido de sus palabras.
Genma observó como los ojos de Naruto volvían a ser de color rojo, lo siguiente en cambiar fueron las marcas en sus mejillas, que ahora eran más pronunciadas. Incluso sus uñas crecieron y sus colmillos se hicieron más visibles.
Hinata no perdía detalle gracias a su Byakugan, aunque más que su apariencia, lo que llamaba más su atención era su red de chakra. El cuerpo de Naruto se estaba llenando nuevamente de chakra, era una energía demasiado grande y fuerte como para permanecer a una persona.
—Naruto-kun—
"¿Cuando aprendió a usar al Kyūbi?" Genma se cubrió un poco el rostro, la energía de Naruto era tan fuerte que incluso pareciera que le estaban apareciendo colas a su alrededor. El aire a su alrededor ahora comenzaba a moverse con más rapidez, levantando tierra y pequeñas ramas.
—Prepárate, Hinata-chan— le gritó Naruto, dejando la postura en que se apoyaba de sus manos y pies para levantarse por completo de un sólo salto.
"Es más rápido que antes" Hinata intentó usar su rotación sin saber si podría lograrlo a tiempo.
La explosión que ambos causaron llenó de humo todo el campo de batalla, haciendo imposible que por unos minutos, pudieran reconocer de quién era la figura que seguía en pie.
.
.
.
Hinata miraba fijamente el techo de la enfermería, cierta parte de ella aún seguía tratando de comprender cómo es que Naruto la había derrotado sin hacerle daño. Por otro lado, Naruto estaba sentado sobre la misma camilla que su amiga, balanceando sus pies en el aire como si eso fuera lo más entretenido que podía hacer ahora.
Naruto todavía no se atrevía a ver a Hinata, se sentía un poco avergonzado por haberla dejado en el hospital, aunque le alegraba saber que los doctores dijeron que ella estaría bien. Aparentemente Hinata sólo estaba agotada, incluso podría salir después de dormir un poco.
—¿Te sorprendí, Hinata-chan?— Naruto decidió romper el silencio entre ellos, riendo un poco para disipar sus nervios.
—Sí, lo hiciste— Hinata sonrió, apartando su vista del techo para fijarse en Naruto.
—Sé que no deseas estar aquí, y no quisiera que pienses que soy egoísta, pero yo... No me gustaría que estés sola— Naruto encontró su mirada con la de Hinata, y sin pensarlo, tomó sus manos en un intento por no perder su atención.
—¿A qué te refieres?— Hinata estaba curiosa, había algo en el cálido tacto de Naruto que le hacía sentirse tranquila.
—Me dijiste que después de la muerte de tu hermano no tenías nada, ni en el país del hierro, ni en Kirigakure— Naruto ahora veía nuevamente sus pies, no le gustaba la expresión triste que se formaba en el rostro de Hinata cada que hablaban sobre su antigua vida. Ella realmente extrañaba su pasado.
—Es verdad, debí matar a mis amigos. Lo único que tengo en Kirigakure es a Mei-sama— Hinata suspiró un poco, desearía poder regresar a sus días con Obito e Itachi, pues lo único que le agradó de Kirigakure fue que logró aprender más sobre el ninjutsu médico.
—Yo puedo entenderte, desde que soy un niño he estado solo— Naruto soltó las manos de Hinata para limpiar sus propias lágrimas, y fue hasta entonces que Hinata pudo percatarse de que él estaba llorando.
—Naruto-kun...—
—Nunca conocí a mis padres, vivo solo... Los únicos que han sido amables conmigo fueron Iruka-sensei y Teuchi— Naruto le dió la espalda a Hinata por un momento, esperando que ella no haya notado que había llorado —Siempre me metía en problemas porque quería llamar la atención— el Uzumaki trató de reír para mejorar el ambiente, algo que funcionó.
—¿Hacías muchas travesuras?— Hinata se cubrió la boca con sus manos, ocultando la pequeña sonrisa que se formó en sus labios.
—Mis compañeros en la academia siempre se quejaban de mi. Aunque luego formé un equipo, y se sintió como una familia— Naruto tomó la mano de Hinata nuevamente, consiguiendo que un suave sonrojo se apodere de las mejillas de la chica —Quiero eso para ti—
—¿Por qué?— Hinata ladeó su cabeza, Naruto actuaba de maneras que no lograba comprender.
—Porque eres mi amiga, y quiero que estés a mi lado un poco más— Naruto sonrió y guiñó con su ojo derecho, había decidido usar las mismas palabras que ella le dió en el examen escrito.
El color rojo en el rostro de Hinata se intensificó, no sabía muy bien que tenía que decir ahora.
—¿Quieres que sigamos siendo amigos?— Hinata se preguntó cómo sería una verdadera amistad con Naruto, nunca había permitido que una persona se acerque demasiado a ella. Además de Obito, su único amigo era Itachi.
Naruto asintió varias veces, demasiado animado —Quiero que seas mi familia, Hinata-chan—
Hinata sonrió —Gracias por quedarte—
—¿No tienes frío?— Naruto se sonrojó cuando por fin le prestó más atención a Hinata, dándose cuenta de que ella seguía llevando solamente un top en color negro.
—Sí, este lugar está helado— Hinata se rió un poco al notar a Naruto tan avergonzado. Era gracioso porque antes lo había visto tan animado.
—Te daré mi chaqueta— Naruto bajó el cierre de su chaqueta para poder quitársela, al mismo tiempo que Hinata se sentaba sobre la camilla para poder ponerse la ropa que Naruto le extendía.
—¿Qué hay de ti?— Hinata lo observó mientras se vestía con la chaqueta tan llamativa de su amigo, se sentía feliz de estar cubierta de nuevo, no le importaba que la ropa esté sucia o rota por el combate.
—Estaré bien, no te preocupes por mi— Naruto levantó su pulgar, dando su aprobación al nuevo atuendo de su amiga. Su chaqueta se veía bien en ella, sorprendentemente no le quedaba tan grande.
El sonido de la puerta abriéndose provocó que Naruto gire en dirección a la única entrada de la habitación, le sorprendió ver aparecer al padre de Hinata, aunque debió imaginar que Hiashi pronto llegaría para ver a su hija.
Hinata permaneció sentada sobre la camilla, apretando ligeramente la manta que cubría sus piernas y observando a su padre por encima del hombro de Naruto.
—¿Puedes dejarnos un momento a solas, Naruto?— pidió Hiashi, su rostro no demostraba demasiado, lo que hizo que Naruto por fin le encuentre un parecido a padre e hija.
El Uzumaki giró hacia Hinata y después nuevamente en dirección a Hiashi Hyuga, no sabía si debía dejarlos solos o no.
—Está bien, Naruto-kun— Hinata se abrazó de sus rodillas, no podía huir de un encuentro con su padre para siempre.
Naruto asintió y se bajó de la camilla de un salto —Iré a buscarte algo para comer— el rubio se despidió de ambos Hyuga con un movimiento de su mano.
Lo último que escucharon Hiashi y Hinata sobre Naruto fue el ruido que hizo al cerrar la puerta antes de irse.
—Lamento si te hice creer que no quise buscarte— Hiashi se detuvo a lado de la camilla de su hija, quien se negaba a verlo y tenía sus ojos puestos en la pared —Sé que a estás alturas es difícil confiar en mí, pero nunca recibí tus cartas—
Hinata tomó el pergamino que su padre depositó justo a su lado, al abrirlo pudo ver qué no existían registros de que el clan Hyuga recibiera cartas del país del hierro o de Kirigakure. Aparentemente su padre quería demostrar su inocencia.
—¿Por qué pensaste que había muerto?— Hinata sentía curiosidad por escuchar la versión de su padre, pues la versión de Obito no tenía demasiada información, y la de Itachi dejaba mal a su hermano mayor.
—Esa noche... Seguía a los hombres que te secuestraron, cuando encontré al último alguien más lo había asesinado, alguien que mostraba la apariencia de un ninja de nuestra aldea— Hiashi permitió que Hinata siguiera dándole un vistazo al pergamino que tenía en sus manos, la menor de los Hyuga frunció el ceño, confundida por lo que su padre decía.
—¿Qué?—
—Creí que te habían salvado y bajé la guardia, ese hombre te asesinó frente a mis ojos y después me dejó inconsciente. Ahora entiendo que debió ser un genjutsu— Hiashi cerró los ojos, permitiendo que los recuerdos de esa noche se proyecten dentro de su mente. No debió confiar ciegamente en alguien que no conocía, y las consecuencias de su descuido las sufrió también su hija.
Hinata se mordió el pulgar de su mano derecha, sólo podía pensar en alguien capaz de vencer a su padre, y ese era Obito.
—Aún así, no explica porque me reemplazaste tan rápido. Me prometiste que sólo seríamos nosotros dos— Hinata lo miró con rencor, levantándose con prontitud, estar sobre la camilla le hacía quedar a la altura de su padre.
—Lo sé, lamento mucho no haber podido cumplir mi promesa— Hiashi bajó la mirada, se le encogía el corazón de pena.
—Explícame— le exigió Hinata, golpeando ligeramente los hombros de su padre para poder recuperar su atención.
—La rama principal de la familia no me permitió pasar por el duelo de tu perdida, me exigían un nuevo heredero— Hiashi habló muy despacio, y por un segundo Hinata notó que se veía muy cansado —Me fabricaron un nuevo matrimonio, del que tuve que dar frutos—
—¿Cómo se llama?— preguntó Hinata, dejando pasar el hecho de que todavía seguía sospechando de él.
—Su nombre es Hanabi, tiene siete años— contestó Hiashi con su habitual tranquilidad, Hinata no sabía bien qué es lo que debía sentir respecto a ella, sólo estaba segura de algo, y es que no le interesaba convivir con ella.
—Perdí, aceptaré quedarme en la aldea— Hinata suspiró, frustrada y a la vez nostálgica. Ya no había vuelta atrás, esa sería su nueva vida.
—¿Me permites abrazarte?— Hiashi de pronto tenía la necesidad de estar más cerca de su hija, Hinata terminó asintiendo, sintiéndose extraña cuando su padre le rodeó con sus brazos y besó la coronilla de su cabeza —Te extrañé demasiado... Lo siento—
—¿Qué quieres hacer conmigo ahora?— su tono demostraba molestia, algo que Hiashi decidió ignorar por el momento.
—Tú eres mi hija, la heredera del Clan Hyuga, tienes que volver conmigo. Te prometo que pronto te ayudaré a mejorar tus habilidades— Hiashi acarició un poco su cabello, estaba feliz de ver que Hinata tenía un buen desempeño con su uso del Byakugan a pesar de que había pasado años sin un buen instructor.
—Si quieres que regrese, entonces sella a Hanabi— Hinata sonrió, pensando que sería interesante poner a prueba a su padre.
—¿Qué dices?— Hiashi dejó de abrazar a Hinata, apartándose un poco para poder ver su rostro. Sus manos siguieron puestas sobre sus hombros, aún no se quería apartar por completo de su hija.
—Si quieres que yo sea la heredera, ¿Hanabi no debe pasar a la rama secundaria?— Hinata no deseaba conocer a Hanabi, su media hermana era como una pequeña mancha que le recordaba constantemente que la vida en Konoha siguió avanzando sin ella.
—Sí, pero...—
—Da igual si no quieres hacerlo, no puedo ser tu heredera— Hinata evadió la mirada de su padre, apartándolo de su lado de la manera más delicada que le fue posible.
—¿Por qué no?— Hiashi se mostró confundido, esperaba que como Hinata pidió la ayuda de Neji para aprender a usar su Byakugan, eso quería decir que ella debía estar interesada en volver a su vida como lo era antes.
—Quiero ser médico también, prometí... Prometí que ayudaría al hermano de Ronin, si quiero curar su enfermedad debo seguir aprendiendo de medicina— Hinata se frotó sus propias manos, estando tranquila cuando su padre pareció creerle.
Hiashi recordaba que en los informes que leyó acerca de la instancia de su hija en el país del hierro, el nombre de Ronin siempre era mencionado. Aquel joven fue el samurái que cuidaba de su hija, y al que agradecía por haberla salvado. Gracias a toda la información que la Mizukage le había dado, también se enteró de que su hija ayudaba en hospitales, tanto en el país del hierro como en Kirigakure.
—Puedes serlo, no me molesta. Te ayudaré a ganarte un lugar en el hospital, si es lo que deseas— Hiashi dejó una de sus manos sobre el hombro de Hinata, deseando mostrar apoyo en sus decisiones con tal de agradarle.
Hinata abrió sus ojos, sorprendida —¿De verdad lo harías?—
Hiashi asintió —Puedes ser ambos, mi heredera y un ninja médico—
—Entonces, ¿Estás dispuesto a sellar a Hanabi?— Hinata parpadeó varias veces, no esperaba que su padre realmente acepte a lo que pedía.
—Así debe ser, lo haré en tu siguiente cumpleaños— Hiashi acarició las mejillas de Hinata, no se trataba de que no ame a Hanabi, pero tenía que devolverle a Hinata lo que le pertenecía por nacimiento.
Hinata se sintió más confundida que antes, su padre ahora parecía haber cambiado, justo como dijo Naruto. Para empezar, su padre jamás la había abrazado en el pasado.
.
.
.
Hinata se retiró del funeral del tercer Hokage cuando ya no quedaba más gente. Estaba feliz de que la alianza entre Konoha y Kirigakure se pudo realizar, eso gracias a qué Mei se ganó el respeto de los demás ninjas cuando se unió a la batalla en favor de Konoha. El consejo de la aldea había aceptado la alianza, cediendo a que Hinata sería el vínculo entre ambos, y prometiendo que si Konoha fallaba alguna cláusula de su acuerdo, Kirigakure se llevaría a Hinata de regreso.
Por un lado, Hinata deseaba irse con Mei a Kirigakure, principalmente porque no sentía algo que la conecte demasiado a Konoha. Pero por otra parte, también tenía la promesa de curar a Obito e Itachi. Y si lo pensaba con más detenimiento, estaba formando nuevos lazos en Konoha, ahora tenía a Naruto, Neji e incluso a su padre.
Durante la invasión, Hinata había optado por seguir a Sakura y Shikamaru para ayudar a Naruto y Sasuke, su único objetivo en esos momentos fue impedir que Orochimaru pusiera sus manos encima del Uchiha.
Hinata caminaba por el cementerio todavía, buscando un nombre entre las lápidas, y deteniéndose cuando encontró el nombre de Obito. Se preguntaba quién se habría encargado de mandar a hacer una tumba especialmente para Obito, pues ya había visto antes su nombre en el monumento a los caídos en la tercera guerra.
Inconscientemente llevó su mano a su relicario, extrañaba ver a Obito, y aunque ya estaba lejos del lugar donde fue el funeral del Hokage, seguía sintiendo toda la tristeza que se instaló en el sitio. Hinata apoyó sus rodillas sobre el suelo, y tocó con sus dedos el grabado del nombre de Obito que estaba en la piedra. Se podía leer la oración "un buen amigo" debajo de su nombre, por lo que deducía que Kakashi tenía que ver en ese pequeño espacio dedicado a su hermano mayor.
El viento que sopló cerca de ella le obligó a cubrir un poco su rostro, tratando de evitar que la tierra entrara a sus ojos. Cuando levantó el rostro de nuevo, se encontró con Obito sentado cerca de la lápida continua a ella.
—¡Obito-niisan!— Hinata rápidamente saltó hacia Obito, feliz de verlo.
—¿Estás bien?— Obito la abrazó y sonrió, acariciando el cabello de Hinata.
—Lo estoy— Hinata se apartó un poco, queriendo mirar hacia el único orificio de su máscara —¿No puedes llevarme contigo?—
—No es posible, debes quedarte aquí. Konoha cuenta con el mejor hospital, aprenderás mucho de ellos— Obito continuó acariciando el cabello de la Hyuga, confiaba en ella lo suficiente como para creer que en unos años más podría estar lista para curarlo. Hinata siempre se esforzaba para ayudar, y es algo que admiraba de ella.
—Te prometo que seguiré estudiando para encontrar la cura a tu sello— Hinata juntó sus propias manos, era una promesa que no pensaba romper. Había aprendido algo importante de Naruto, y eso era no retroceder.
—Sé que lo harás, eres muy inteligente— Obito acarició sus mejillas con aprecio, provocando una bonita sonrisa en ella —¿Has podido acercarte a Naruto?—
Hinata asintió rápidamente —Ahora él es mi amigo—
—Eso está bien— Obito frotó su cabello, contento con la manera en que Hinata se estaba adaptando a Konoha —¿Que hay de Sasuke?—
—Es un cretino— Hinata soltó el aire que inconscientemente había retenido con la mención del Uchiha.
Obito se rió un poco —Eso quiere decir que no te agrada—
—Aún así, lo ayudé para evitar que Orochimaru lo capture— Hinata se cruzó de brazos, habría preferido que se lleven a Sasuke con tal de no compartir a su hermano mayor.
—Orochimaru está detrás de Sasuke— Obito reflexionó para sí mismo, llegando a la conclusión de que como Orochimaru no logró capturar a Itachi, ahora trataba de ir por una presa más fácil —Debí matarlo cuando trató de llevarse a Itachi—
Hinata se sorprendió por su tono molesto, pues parecía que Obito también se preocupaba por Itachi.
—Yo te ayudaré a cuidar de Sasuke-kun— Hinata tomó la mano de Obito, quien volvió a reaccionar, dejando a Orochimaru en segundo plano.
—Gracias, Hinata— Obito sonrió, sintiendo cierta ternura por la forma en que ella siempre intentaba ayudarlo.
—Itachi-kun respondió a la carta que le envié, sus síntomas concuerdan con los de otro caso registrado en Konoha— habló Hinata para cambiar de tema, no quería entrar en demasiado detalles, pues el otro paciente al que se refería era Fugaku Uchiha, y ese hombre era un tema delicado para Obito.
—Es probable que Itachi visite Konoha pronto— confesó Obito, Hinata se sorprendió por sus palabras —Habla con él para que busquen una solución a su problema—
—Lo haré—
.
.
.
Aunque no es algo que le gustaría, Itachi decidió ir a Konoha después de enterarse de la muerte del tercer Hokage, necesita asegurarse de que Danzo no toque a su hermano bajo ninguna circunstancia. Y curiosamente, Kisame estaba dispuesto a acompañarlo solamente porque le habló un poco sobre los dulces de su aldea.
El encuentro con Danzo había sido justo lo que estaba esperando, ese hombre no se atrevía a desafiarlo gracias a todo lo que sabían el uno del otro. Lo que le daba más calma fue la noticia de la que se enteró gracias a Kisame, el consejo de la aldea ni siquiera pensaba en Danzo como un candidato para convertirse en Hokage. Sin Danzo como Hokage, la seguridad de su hermano menor podía permanecer.
Además de visitar a Danzo, Itachi aprovechó su visita en la aldea para citar a Hinata en un pequeño local, mismo donde Kisame y él pidieron dangos y té. Hinata llegó tan sólo seis minutos después de la hora acordada en la carta que le envió, y la sorpresa que se llevó Kisame al verla fue algo que pocas veces veía en él.
—¿Encontraste a alguien con la misma enfermedad que Itachi?— Kisame parecía interesado en lo que la pequeña amiga de Itachi tenía que decir, no quería perder el tiempo preguntando cómo es que se conocían o porque es que Itachi tenía una espía tan pequeña dentro de Konoha, eso es algo que fácilmente podía preguntarle a Itachi después. Ahora le importaba más que su compañero no pierda la vida.
—¿Cómo?— Itachi reaccionó nuevamente con la voz de Kisame, regresando al presente, donde Hinata lo estaba viendo mientras le extendía una pequeña carpeta.
—Gaara creó un alboroto en el hospital de la aldea cuando entró para tratar de asesinar a Lee, que seguía en recuperación por las heridas que se provocó en el examen Chunin— Hinata se avergonzó un poco después de hablar, la confusión que mostraban el rostro de Itachi y el de Kisame le recordó que ellos no sabían quienes eran las personas que mencionó —Aproveché el momento para investigar en sus registros y robar algunos expedientes, estudié el historial médico de tus familiares más cercanos—
—Vaya golpe de suerte— Kisame rió levemente, las probabilidades de que el hospital se quede sin supervisión eran prácticamente de cero.
—Mi padre— Itachi abrió por fin la carpeta que Hinata le entregó, no necesitaba leer el nombre, porque la pequeña fotografía de su padre en la primera página le hizo saber de quién se trataba el expediente.
—El problema no está en tu corazón, son tus pulmones— Hinata fue directa, sabiendo que no había una forma delicada de decirlo.
—¿Cómo puedes estar segura de que tiene lo mismo que su padre?— Kisame leyó por encima de Itachi la carpeta que su compañero sostenía.
—Necesitaré que se realice una radiografía y otros estudios, pero el padecimiento de su padre es hereditario— Hinata pensó que Obito y Sasuke también corrían riesgos de padecer la misma enfermedad que Itachi. Normalmente después de los treinta años es que se comenzaban a presentar síntomas, pero aparentemente en Itachi, su enfermedad avanzó más rápido. Aún así, tenía que cuidar que Obito y Sasuke no sufran el mismo destino que su padre e Itachi.
—¿Qué enfermedad es?— Itachi continuó leyendo el expediente de su padre, desconocía que estaba enfermo, nunca había sospechado de él.
—Hipertensión pulmonar— Hinata miró sus propias manos, que sostenían una pequeña brocheta que aún tenía un dango —Provoca que los vasos sanguíneos de los pulmones se bloqueen o incluso que se destruyan. Es debido a eso que el flujo sanguíneo en los pulmones se hace más lento y la presión en las arterias aumenta—
—No suena bien— Kisame frunció el ceño, no entendía del todo, pero no le gustaba lo que estaba escuchando.
—Por esta condición el corazón debe trabajar más para bombear sangre— intentó explicar Hinata, estaba nerviosa por tener la completa atención de alguien a quien admiraba tanto, como lo era Itachi.
—Se puede dañar el corazón— Itachi llegó a esa conclusión después de procesar la información de Hinata, y si ese era el caso, Madara dejaría de tener un propósito para él.
—¿Y cuál es la cura?— Kisame hizo la pregunta que esperaba de Itachi.
—Lo siento... No existe cura para la hipertensión pulmonar— Hinata bajó la mirada, sintiendo que su pecho se oprimía —Existe tratamiento, pero su objetivo va encaminado principalmente a controlar los síntomas y prevenir más daño pulmonar—
—¿Cuánto tiempo?— Itachi cerró la carpeta, no había más que descubrir en esas hojas.
—El tratamiento puede mejorar tu calidad de vida, pero también es bueno complementar con una dieta saludable y...— Hinata se mordió el labio, no quería continuar, no quería ser la portadora de malas noticias.
—¿Qué es lo que no quieres decirme, Hinata-san?— Itachi la miró fijamente, Hinata se lamentó entonces el ser tan transparente ante Itachi.
—Itachi-kun, ya no puedes ser un ninja— la voz de Hinata fue más baja que de costumbre, Kisame se sorprendió más del hecho de que Itachi permanecía tranquilo que de la noticia en sí —El constante esfuerzo va adelantar el progreso de la enfermedad, puedes dañar tu corazón—
—¿Demasiado?— Itachi solamente estaba interesado en su corazón, es el trato que tenía con Madara por la seguridad de Sasuke, no quería que su corazón deje de funcionar y Madara opte por ir detrás de Sasuke.
—Debido a la hipertensión pulmonar, el lado derecho del corazón debe esforzarse mucho más para bombear la sangre a través de las arterias pulmonares. Con el paso del tiempo, el ventrículo derecho aumenta de grosor y de tamaño, dando como resultado insuficiencia cardíaca del lado derecho— Hinata le mostró a Itachi una carpeta más, una donde había hecho algunos dibujos para tratar de explicar mejor el padecimiento de su amigo.
—¿Los medicamentos pueden evitar esa situación?— Itachi observó un poco las imágenes que Hinata le mostraba, entendía de lo que ella hablaba pero en su mente lo único que importaba era la seguridad de Sasuke.
—Sí, pero debes entender que si quieres evitarlo y vivir por más tiempo, necesitas dejar atrás tu vida como ninja— Hinata suspiró, era triste pensar que un talento tan grande como el de Itachi se iba a perder sin que pudiera hacer algo.
—Sólo dedícate a cuidar mi corazón, es lo único que me interesa— Itachi cerró la nueva carpeta y la unió con la anterior, se preguntaba si el tema de los riesgos de su enfermedad es algo que Hinata ya había comentado con Madara o no.
—Itachi-kun...— susurró Hinata, preocupada.
—¿Enfrentar a tu hermano es tu voluntad, Itachi?— Kisame apoyó su barbilla en su mano, tratando de encontrar sentido en las acciones del Uchiha.
—Lo es— Itachi cerró sus ojos, bebiendo un poco más de su té.
—Puedo ayudarte a que no te esfuerces demasiado hasta entonces, si disminuye tu actividad como ninja evitarás los grandes esfuerzos físicos que dañarán tus pulmones— Kisame le dió una suave palmada en el hombro, Itachi giró su rostro en su dirección, no esperando que él decidiera ayudarlo.
—¿Por qué lo harías?— Hinata frunció el ceño, desconfiando de la solución a la que había llegado.
—Itachi me agrada, no quisiera que me cambien de compañero— Kisame sonrió, Itachi era una persona leal, así que quería corresponder a su lealtad de la misma forma.
—Hinata-san, encárgate de que mi corazón siga siendo óptimo hasta mi encuentro con Sasuke— Itachi posicionó su mano sobre la de Hinata, dando a entender con ese simple movimiento que lo estaba pidiendo como un favor muy especial.
—De acuerdo— Hinata bajó la mirada hasta llegar a su pequeña unión con Itachi, no hubo tiempo para pensar demasiado en ello, pues Kisame se había acercado a ella para cubrir su cuerpo con su capa.
—Tenemos compañía— Kisame habló muy bajo, sus movimientos fueron tan naturales que ni siquiera parecía que escondiera a alguien, sino que se quejaba en silencio de que le cayera algo encima.
—Es momento de irnos— Itachi miró de reojo en dirección a la salida del local, donde pudo descubrir a Kakashi.
Hinata activó su Byakugan, encontrando a Kakashi afuera del local, reuniéndose con Asuma y Kurenai.
Los tres desaparecieron más rápido de lo que las meseras del lugar pudieran notar, decidiendo separarse después de llegar a un callejón. Lo único que rondaba por la mente de Hinata era si Kakashi, Asuma o Kurenai habían podido detectarla.
.
.
.
Notas de la autora:
• Puede contener errores ortográficos.
• La hipertensión pulmonar puede tener distintas causas pero se puede decir que la genética influye. Es una enfermedad que no tiene cura, pero si tratamiento, que ayuda a mejorar el estilo de vida.
• Díganme que les pareció el capítulo, cuéntenme sus teorías hasta ahora 🙈
Dejen sus votos y comentarios 💜
Nos leemos en la próxima actualización 👀 ❣️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top