#O1
Prólogo.
—Muy bien —el ahora, teniente Han llegó hasta su nueva oficina, donde al parecer habían otros campos sin ocupar, por lo que estaba seguro de que se trataba de los espacios de sus próximos compañeros de trabajo.
Por supuesto, haber sido trasladado a Teniente del Escuadrón Anti Tráfico de Armas de la Policía de Seúl, lo requeriría.
El joven colocó la caja en la silla, y comenzó a sacar los objetos que había llevado de su otra oficina; libros, retratos, su computadora portátil y su placa, que en vez de decir “Oficial Han”, ahora decía “Teniente Han”.
Qué orgulloso se sentía de eso.
Cuando terminó de re acomodar todo, inspeccionó un poco su nuevo campo de trabajo; del cuál él tenía una de las posiciones más importantes.
A pesar de estar cerrada por las persianas, sabía que detrás que aquella ventana había una vista hermosa a la ciudad, por lo que no tardó en asomarse y confirmalo.
El lugar estaba lo suficientemente equipado para los que estarían trabajando con él, solo necesitaba esperar a que llegasen.
Y no se hicieron esperar, pues pronto, tres personas más entraron al mismo lugar, una chica y dos muchachos, por lo que asumió que ellos serían los que le ayudarían a atrapar a los malos.
Entonces le sonrió a su nuevo equipo de trabajo.
Justo detrás de ellos, el Capitán Bang caminaba con sus manos detrás de la espalda, entrando al cuartel del nuevo escuadrón de la Policía de Seúl.
Al entrar, Han realizó el saludo a su jefe, colocando su mano de manera horizontal por encima de sus cejas.
—Ay —se acercó a él con una mueca, bajándole la mano. —Baja eso, no seas ridículo.
—Perdón, estoy nervioso —rió.
—Sí, me dí cuenta —observó a los demás acomodarse en los escritorios que habían elegido. —Okay, chicos, presentense a su Teniente. Tú primero —palmeó su espalda, indicando que le hablaba a él.
—Soy Han JiSung —sonrió para los otros. —Teniente. Si tienen alguna pregunta, o necesitan algo, pueden contar conmigo.
—Lee Felix —aquella voz le impactó un poco, seguro sería el que más fácil recordaría su nombre. A su lado notó la sonrisa orgullosa de Chan.
—Kim SeungMin —el castaño hizo una reverencia.
—Shin RyuJin —sonrió la rubia, la única chica.
El mayor volteó a él nuevamente, dándole ánimos con una mirada.
—Ese es tu equipo, Sung —palmeó su hombro y le entregó un sobre. —Toma, te lo iba a dar HyunJin pero no quería perderme la presentación de los chicos.
—¿Qué es? —lo tomó con algo de confusión.
—Tu primer caso, ahí están los documentos y una llave maya con la copia de todo ello —sonrió para comenzar a caminar fuera del lugar. —Mucha suerte, Sung, confío en ti.
Lo observó marcharse, tragando grueso.
Aquello le dejó un poco más nervioso de lo que estaba, para observar a sus compañeros e indicarles que terminaran de acomodar sus cosas y ponerse cómodos.
LK Corporation era reconocida por ser de las empresas tecnológicas más importantes en Corea del Sur y Japón.
Lee MinHo, CEO, igualmente era parte de las figuras conocidas de los negocios, no por nada siempre estaba acompañado de su guardaespaldas, ChangBin, con quién el vínculo era el de “hermanos de otra madre”.
Eso porque MinHo había fundado esa compañía junto con su hermano de adopción, Kento Yamazaki, quien sorprendentemente, a pesar de no ser hermanos de sangre, se parecen.
Lee operaba desde Corea, Kento desde Japón.
El castaño se encontraba sentado en su escritorio, mientras revisaba papeles, muchos de ellos eran de concursantes que buscaban el patrocinio de su empresa para los proyectos en los que trabajaban.
Siempre era muy quisquilloso con ello.
También al escoger las empresas que querían formar parte de la corporación de los hermanos.
—Había una fila extraordinariamente larga —ChangBin llegó con dos cafés en sus manos. Le entregó el suyo, dejándolo frente a él. —Pero aquí están.
—Hora de almuerzo, seguro por eso —sonrió tomando su Americano frío, dándole un sorbo para seguir ojeando los papeles. —Dios, está demasiado rico.
—Sigo sin saber cómo te tomas eso —hizo cara de asco. —Sabe tan amargo.
—Sabe perfecto —se recostó mejor en la silla, dejando su espalda completamente en ella.
—Lo que digas, siempre preferiré el capuchino —se acercó al escrito, viendo los papeles. —¿Son más proyectos de emprendedores?
Suspiró asintiendo mientras veía como el mayor tomaba los documentos. —Hay muchas buenas ideas, pero nada convincente.
Él también los revisaba con el celo fruncido. —¿Un auto que se conduce solo? —lo observó, el otro asintió. —Pues esa no es tan mal idea.
El CEO desamarró la corbata que llevaba, y cuando estaba por responder, JeongIn, su secretario, entró con un sobre negro en sus manos.
—Hyung —sonrió en una reverencia. —HyunJin mandó esto, dice que es importante.
Los tres en esa sala se observaron a la misma vez, sin saber qué pensar.
—Gracias, Innie —lo recibió, con curiosidad.
—No hay de qué, hyung —fue lo que dijo para dejarlos a ambos solos, cerrando las grandes puertas de su oficina.
ChangBin lo observó, con algo de sorpresa, curiosidad, esperando a que abriera aquello.
Él sabía que significaba, JeongIn también, y MinHo lo supo desde que vió el color de aquel envoltorio.
—¿Crees que...?
—Pues si el sobre es negro y de parte de HyunJin, tiene que ser —suspiró y lo abrió, con ChangBin a su lado, para leer lo que Hwang le mandó.
“Cuando consiga más datos, te los enviaré. Te aconsejo que mantengas el perfil bajo, MinHo” era lo que decía el papel que estaba antes de sacar la hoja más grande.
i'm baaack B)
les juro que ya me he leído no sé cuántos artículos e información sobre la policía, mafia, tráfico de armas, lo necesario para que todo esté fic sea impecable
los capítulos van a ser largos, por ahora sólo el prólogo, o sea, este es el más corto :)
nos vemooos, y espero les guste <3
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