volley
Kageyama había estado yendo los últimos dos días a acompañar a Hinata, el día anterior le había mostrado un video de un partido de volley al mayor, a Hinata le gustó mucho así que pensó en llevar le un balón de volley a el chico y así poder jugar con el.
Estaba en su carro con su mamá que lo llevaba al hospital, se le veía emocionado.
- ¿y que dice Shoyou, Tobio? ¿su mamá y su hermana estan mejor?
- uh no le e preguntado sobre eso, pienso que a el no le agradaría mucho.
- lo entiendo, pero no esta de más preguntar a veces, tal vez podría ayudar en algo.
- supongo, lo haré. - dijo sobando su cabeza
- ¿estás bien? ¿te duele algo?
-estoy bien; no te preocupes, ya llegamos, nos vemos mamá
- de acuerdo, ten mucho Tobio.
Kageyama saludó a la enfermera de la recepción que ahora ya lo conocía por las tantas veces que ha estado ahí, se pregunto si Hinata también la conocería, debe de ser así, puesto que el más bajo no sale del hospital, literalmente.
- hola Hinata
- oh hola Kageyama
- ¡mira!
- wow - dijo, sus ojitos brillaron- ¿de dónde lo sacaste?
- tengo muchos - dijo con orugllo - ven, vamos.
- ¿a dónde? - preguntó
- al patio, duh. Hay que jugar
- pero no se jugar al volley
- yo te enseñaré, vamos
- de acuerdo - dijo sonriendo.
Ambos adolescentes salieron del hospital y caminaron al patio de este.
- mira, tienes que poner tus manos así - le indico Kageyama juntando sus brazos en una posición
- ¿así? - preguntó Shoyou intentando imitar la posición.
- si, muy bien - dijo Kageyama - ahora, lanzaré el valón y tu tendrás que golpearlo con tus brazos así, ¿entiendes?
- lo tengo, lánzalo.
Kageyama lanzó el balón en su dirección y Hinata golpeó el valón tal como Tobio le indicó.
- ¡genial! - gritó Shoyou mientras saltaba de emoción con una gran sonrisa. Kageyama pensó que no había cosa más hermosa.
- Oye saltas realmente alto para ser tan bajito. - Hinata golpeó su hombro de forma amistosa.
- vamos, lanzame otra vez la pelota.
- voy - dijo riendo también, siendo contagiado por la alegría de su mayor.
Los dos estuvieron jugando un buen rato, hasta que sintieron que sus extremidades se les caían. Volvieron dentro de la instalación.
- iré al baño, ya regreso - dijo Kageyama
- de acuerdo - dijo Hinata, aún tenía su sonrisa plasmada en el rostro.
Kageyama se fue al baño y regresó, caminó hacía donde siempre esta Hinata, pero se encontró con una escena inesperada, demasiado inesperada.
- ¿Hinata?
El recién mencionado alzo la cara, se veía realmente destrozado, lágrimas brotaban de sus ojos.
- ¿estás bien? - Kageyama caminaba lentamente hacía su mayor - ¿que pasó? ¿hay algo que yo pueda hacer?
- no, no, no - repetía una y otra vez mientras más lágrimas salían de sus ojos.- Kage-kageyama...
- ¿si? - Tobio se sentó al lado de Hinata
- Nat-natsu murió
Kageyama se quedo helado, dejó caer la pelota al suelo.
- ¿qué?
- si, e-ella de repente se pu-pusó mal, los doctores intentaron ayudarla pero fue demasiado tarde y-y ahora mi mamá esta en una cirugía - dijo todo eso acompañado de sorbidos de nariz y tartamudeos - le están haciendo un transplánte de médula ósea, se-se supone que Natsu tendría el de e-ella la semana que viene, dios. ¿por qué?
Kageyama no sabía que decir, sentía que todo le daba vueltas, abrazó a su mayor y, cuando Hinata se "calmó" se retiro, fue entonces cuando un pitído en su cabeza se hizo presente y en cuestión de microsegundos se hizo más y más fuerte, cosa que hizo que el tenga que recargarse en la pared.
- ¿kage-kageyama? - preguntó mientra sorbía su nariz
- hi-hinata - fue lo último que dijo Kageyama para segundos después desmayarse
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