Extrañamente, el día anterior no fue tan malo, en realidad le fue bien con aquel chico.

Kageyama tomó asiento a su lado e intento crear conversación con el chico, hablaron un buen rato hasta que un doctor llamó a el chico y se tuvo que ir, no sin antes despedirse de Tobio.

En el sexto día Kageyama estuvo rodeado de enfermeras como por una hora, lo estuvieron revisando mucho ese día, también estuvo acompañado de sus familiares, se fueron como a las 5 de la tarde. Kageyama lo entendía, deberían estar cansados, el trabajo y la escuela; luego de eso tener que irse a el hospital a ayudar a su hijo y rezar por que no haya ningún avancé, en el peor de los casos; que no descubran que aquel tumor resulto ser maligno después de todo.

Tobio acompaño a sus padres al salir de su cuarto, vio como estos se iban en el elevador y se volteó a ver a la izquierda, donde siempre se encontraba aquel chico pelinaranja.

Ahí estaba el chico y Kageyama se sentó en silencio a su lado, el chico dejó de ver a el suelo y se retiro sus auriculares para después voltear a ver a Kageyama.

- hey - habló el pelinaranja

- hola - contesto kageyama

Kageyama comenzó a hablar de su día, fue lo que hizo el día anterior, el chico solo escuchaba con atención mientras lo veía.

- oye, ¿cuál es tu nombre? no te lo e preguntado

Kageyama quería preguntarle tantas cosas a el desconocido pero no se atrevía, temía arruinar las cosas aunque no haya alguna relación entre ellos, por que ni si quiera eran amigos, pero esperaba llegar a serlo.

- Hinata Shoyou - dijo calmado - ¿tú?

- Kageyama Tobio - Hinata asintió