Capítulo 13: servicio de mensajería
Importante: cada publicación cuenta con palabras o conceptos marcados en negrita, los cuales tienen su correspondiente explicación al final del capítulo, en un glosario.
El servicio de mensajería le ponía los pelos de punta. Corina Matus recordó que desde joven fue así, sobre todo luego de recibir ese mensaje donde le contaron que sus abuelos y padres habían sido asesinados. Aunque transcurrieron décadas de esa tragedia, siempre estaba alerta, pues aún deseaba que la información no tuviera nada que ver con la pérdida de un ser querido. Porque sí, Corina, la mujer indomable de la casta domain aeternus, había amado. Y aún lo hacía.
Una oficina fue el punto de reunión. Las conductas ceremoniales y los protocolos que caracterizaban sus asambleas fueron dejadas de lado. El Comité Superior se juntó de inmediato con La Comunidad de Neptuno. En la pequeña oficina ubicada en la casa central de High Life, debían planificar cómo proceder ante el conflicto que tenían en el exterior. Ignacio Barría, presidente del domo y del Comité, había dado la orden de capturar a La Matriarca y a todos sus secuaces.
La dificultad a la que se enfrentaban radicaba en que esas personas no estaban en sus registros. La grabadora de voz había arrojado en su análisis que la misteriosa mujer no era una esclava. Los cuerpos capturados por los vellatorus y los Fa24 evidenciaban que alrededor del veinte por ciento de ellos tampoco lo era. ¿De dónde aparecieron estas personas? Por décadas, los vellatorus de la 1era División Aerotransportada del Exterior tenían gran parte de las afueras bajo vigilancia. Así, cuando veían a personas extrañas las registraban insertándoles un chip para esclavizarlas y las que se negaban eran eliminadas. Parecían fantasmas, no cabía lógica alguna en su existencia, ni en dónde podrían haberse ocultado sin ser advertidos por los sensores o por los vigilantes de las torres.
Corina Matus no se quedó en casa. El cuerpo médico le informó que la bala extraída no había dañado sus huesos. El proceso de cicatrización duraría dos semanas y aunque debía guardar reposo y evitar moverse, esa herida no la detendría.
—Nahuel, necesitaremos más Fa24. ¿Cómo va la producción? —preguntó Benjamín al miembro honorable del Comité superior.
—Dame tres semanas y tendremos a veinte más, aparte de los cincuenta que ya están en la fase de prueba. Puedo acelerar el proceso, aunque todos saben que no tanto como quisiera.
—Nuevamente nos falta el manual. La cagaste por completo, Benja —espetó Cornelio Matus a su hermano menor.
—Eso es pasado —contestó—. Sí, fue un error grave, pero por años me he esforzado por compensarlo. Esa mujer ya no es un peligro para nosotros. Donde tenga el manual de nuestro abuelo, que muestra cómo crear a los Fa24 al nivel de producción que se acostumbraba en esos años, no le servirá de nada. Perversa ladrona.
—Maldita inclinación que tienes. Siempre te enamorabas de las mujeres incorrectas, pese a mis advertencias, Benjamín —señaló molesta, Corina—. Maldita perra, lo único bueno que te dejó fue a tus hijos. Mis amados sobrinos.
—Bien. Creo que es hora de avanzar, hermanos Matus. No tenemos tiempo para esto —dijo Nahuel, enfurecido, e hizo sonar sus dedos contra la mesa de madera en la que planeaban sus acciones.
—Quizá es hora de probar el botón neutralizador en el exterior. Sé que puede parecer una tontería, pero nunca se intentó. No pienso que sea buena idea ejecutar a todos los deformes. A fin de cuentas, ellos sostienen gran parte de nuestra economía —planteó Patricia.
—Considerando que Benjamín pasó por alto la junta y decidió por él mismo darnos a conocer que iba a presionar el botón, yo no me arriesgaría a ocuparlo una vez más con esa gente. Solo nos queda una opción más —expuso Javier Rojas.
—Solo una, Benjamín, por la cresta. ¿Quién te dio esa potestad? Eres presidente de la Comunidad de Neptuno y ustedes son los encargados de resguardar el botón neutralizador, las coronas de Kuiper y los implantes de memorias falsas, no de utilizarlas a su antojo. Te recuerdo que tú no estás por sobre el Comité Superior —señaló Patricia Canessa, miembro honorable de esa entidad gobernante.
—Y tú, ¿qué habrías hecho? Nadie sabía de este ataque, de esas personas o de la sublevación de los deformes —la emplazó Benjamín, mientras notó que la mujer miraba hacia el suelo, molesta, tragándose sus pensamientos para avanzar con la discusión.
—No te cargues a Benja, Patricia, lo decidimos los tres —reconoció Cornelio. Señaló con el índice a sus hermanos, Benjamín y Corina—. Aarón también estuvo de acuerdo —sostuvo, con una mirada inquisidora a Aarón Rojas, quien estaba bastante silencioso por no querer echarse encima al Comité Superior.
—Una y este poder invaluable se acabará para siempre. No es tiempo de emplearlo. Si contamos con los votos, podríamos eliminarlos. Otros esclavos vendrán, el pelotón de vellatorus explorador aún no regresa y afuera debe haber bastante gente más allá de nuestros dominios. La mano de obra se reemplaza, estimados —formuló Corina.
—Los que no consiguieron escapar están encerrados en los corrales. Eso ya está solucionado. Por lo que sabemos, la minoría logró huir. Y bueno, están esos extraños cuyo paradero desconocemos. No hay certeza de cuántos son, pero de haber sido más que nosotros, nos hubieran atacado años atrás. Esto no lo planearon de un día para otro; esta intervención fue preparada —informó Haru Watanabe, miembro honorable del Comité.
—Bien, si solo hay quejas y nada de propuestas, ahora debemos votar —propuso Benjamín, para dar apoyo a su hermana mayor.
No hubo abstenciones. Dentro del Comité Superior, tres de los seis políticos que lo conformaban votaron por la eliminación de los deformes sublevados. Ignacio Barría, presidente del domo y líder máximo del Comité, dueño de la marca Ajoneuvo, líder en medios de locomoción terrestre y aérea; Haru Watanabe, miembro honorable y uno de los dueños de la megacorporación GigaLife, proveedora de insumos de seguridad; Corina Matus, miembro honorable e ingeniera en robótica de High Life. En cambio, votaron en contra Nahuel Anivil, miembro honorable y dueño de Protemix, nuevo productor de los Fa24; Patricia Canessa, miembro honorable y propietaria de Comedens Atque, productora de alimentos y bebestibles; Susana Cortés, miembro honorable y líder del imperio de los productos de belleza de la marca Kaneus.
Por su parte, la Comunidad de Neptuno fue convidada a votar por el presidente de los gobernantes, Ignacio Barría. Benjamín, el líder del grupo protector de la tecnología que borraba memorias, aprobó la moción, al igual que su hermano Cornelio. Aarón y Javier Rojas, dueños de la corporación que creaba cyborgs, Senses, optaron por oponerse a la matanza, pues la producción del exterior no podía parar y no tenían certeza de cuándo volverían con más esclavos los vellatorus exploradores.
—Y ahora, regresamos al punto de partida. Esto es un empate —dijo Javier.
—Te equivocas, Corina es miembro honorable del Comité superior, pero también forma parte de los seis integrantes de la Comunidad de Neptuno. Por tanto, vota doble —les recordó Ignacio, esposo de Corina.
—Ya está todo dicho, entonces. Que no salgan de los corrales. Dénselos como alimento a los vellatorus, gracias a ellos esta guerra no pasó a mayores —sugirió Nahuel. Asumió que era innecesario hacer hablar a la más longeva de los hermanos Matus, pues ya estaba clara su decisión.
La sentencia había sido dictada. En una simple llamada, según los políticos, se acabaría la lucha de los esclavos por una vida digna y justa.
En el meet & greet, Max pensó: «¿qué mierda estoy diciendo?, creerá que soy un loco».
—Ah, sí. Me acuerdo —dijo Vibeke y lanzó una carcajada nerviosa, aunque sabía que él estaba confundiéndola con otra persona. Su rostro no pudo disimular su desconcierto.
—¡Qué guapa es tu novia, Max! ¿Por qué no la habías presentado? Aunque parece que ella ni se entera de su relación. Eres un pervertido. Vamos, la asustaste —señaló Raúl, con tono burlesco, pero amigable—. ¿Estás consumiendo otra vez esos malditos hongos para tu ansiedad? —le preguntó acercándose a su oído, preocupado y con tono severo, como un padre que reprende a su hijo.
—Calla. Nada de eso —respondió en voz baja—. Bueno, querida sagalover, debes disculparme. He estado muy cansado con las promociones y ensayos. Te he confundido con otra chica. Rayos, sí que se parecen, aunque viéndote bien, tú eres mucho más guapa.
—Tranquilo. Creo que estamos todos cansados, parece. No me tomes por una oportunista. Respondí que me acordaba solo porque no supe qué decir.
—Está bien, cariño. Muchas gracias por tu presente. ¿Te firmo el álbum? —consultó Max, avergonzado, mientras dirigió su mirada en el EP que sostenía la mujer.
—Sí, para Vibeke, por favor.
Max tragó saliva, sabía que se llamaba así, pero ya la había liado y debía actuar normal. Tras ello, Vibi dijo al fin lo que preparó para ese momento: «antes del domo, de las explosiones y la guerra... antes de todo, yo ya te amaba».
—Así fue, mi niña. De seguro que ya nos conocíamos y sí, lo pillaste bien, entiendo la referencia. Antes de todo esto, fuimos libres en vidas pasadas —masculló Max, cómplice. Vibeke se sintió satisfecha, entendía a cabalidad sus composiciones.
—Vibeke, ¿cierto? —preguntó Raúl ante tal dilación y apartó de Max el CD para escribir su dedicatoria.
—Sí, sí. Perdón, estoy tomándome más tiempo del que corresponde.
—Bueno, princesa. Gracias por tu amor a SagaZan. Espera un momento —Max asió una de las tarjetas en blanco que había sobre la mesa y escribió su número telefónico. Se lo pasó a Vibeke y notó cómo se ruborizaba.
—Disculpa el susto que te ha dado este tontón. Es verdad, estamos muy cansados, pero felices de estar aquí con todos ustedes. La última canción, te la dedicaremos —dijo Raúl.
Al finalizar la tanda y ya con las firmas de los chicos en su poder, Vibeke sintió gratitud. A todas luces, no había pasado desapercibida por ellos, le dedicarían una canción y además tenía el contacto del hombre por el que tantos suspiros había dado el último año. Al volver hacia la gente, Simone estaba tan emocionada como ella y le preguntó que por qué se había demorado tanto. Trató de sintetizar, aunque no podía, por lo que en la antesala al concierto le contó con lujo de detalles lo ocurrido y todas las emociones que fue sintiendo. También le comentó que le había parecido muy peligrosa la forma que encontró para apartar a Fabiana del camino. Nunca fue su objetivo hacerle daño.
«Exterminamos a los deformes», se oyó en su servicio de mensajería. Corina sintió satisfacción, pero también incertidumbre, aunque si pensaba en el paso a paso, ya habían ganado una batalla al menos. Luego, la indomable permaneció en ese lugar de su mansión. Esperaba algo más. Deseaba vencer también sus batallas personales y recuperar a ese niño que tanto amaba. Ansiaba tener de vuelta a Max Soto, el hijo postizo que había decidido albergar.
Vibi no sabía que el cantante de sus sueños tenía contacto con su tía. Del otro lado, Max desconocía que Vibeke se apellidaba Matus. Así, ambos jóvenes ignoraban por completo que la historia de sus familias estaba ligada mucho antes de que se conocieran durante el apagón.
✧Fin del capítulo✧
✧.*•*.✧.*•*.✧.*•*.✧
✦✧❈•.◈.『Glosario/vocabulario』.◈.•❈✧✦≫
❈Comité Superior: entidad gobernante.
❈Comunidad de Neptuno: protectores de la tecnología secreta que suprime memorias y las reemplaza.
❈High Life: megacorporación de robótica. Es la líder en la creación de autómatas y servicios de domótica.
❈Vellatorus: especie extraterrestre subordinada a los humanos. Reciben órdenes del comité superior e integran dos divisiones: la 1era División de Fusileros del Caos (militares que trabajan por el orden dentro del domo) y la 1era División Aerotransportada del Exterior (exploradores de las afueras del domo).
❈Fa24: fuerzas policiales del domo, formadas solo por androides creados con bioingeniería. Tienen cien años de vida útil.
❈Botón neutralizador: alta tecnología que permite seleccionar y suprimir episodios amenazantes para la estabilidad del domo, dentro de las memorias de sus habitantes.
❈Deformes: seres humanos que quedaron fuera del domo cuando este fue construido. Estas personas han sido sometidas por décadas a trabajos forzosos en beneficio del funcionamiento del domo. Son conocidos como "los deformes" por los miembros del domo que conocen su existencia, debido a los estragos que ha causado en sus cuerpos la devastación planetaria y radiación.
❈Coronas de Kuiper: anillos fabricados de metano congelado. Cada uno de sus portadores son inmunes a los efectos del botón neutralizador, de modo tal que sus memorias se mantienen intactas.
❈Cyborgs: organismos biológicos (humanos) altamente intervenidos con tecnología para ampliar o mejorar sus capacidades y resistencia física, sus sentidos, inteligencia y adaptación a diversos contextos.
❈Meet & greet: servicio en el que una figura pública tiene un encuentro con miembros de la prensa y/o sus seguidores.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top