¡Esta vivo!

Apenas abren la puerta de su habitación, ve a Pam entrar mirándolo molesta. El pequeño robot sentado en su cama vuelve su mirada al libro sin darle demasiada importancia a la mujer que lo había adoptado. Sintió que se sentó a su lado cuando todo el colchón se hundió.

- ¿Dónde estuviste ayer? Nos tenías a todos preocupados. - el robot notó la preocupación mezclada con molestia en su voz.

- Estaba trabajando con Dynamike ¿Dónde más? - le respondió indiferente sin despegar la mirada de su libro.

- Por lo menos nos hubieras avisado. Tu hermana no dejaba de preguntar por ti. -

- Bueno, quizás no la hubiera dejado sola si hubiera dejado de morir en supervivencia regalándole los cubos de fuerza a los otros. - mira molesto a la grande pelirroja cerrando su libro. - ¿Podrían dejar de interrumpirme cada vez que leo? - habla con un tono más suave sin querer enfadar a su supuesta madre. Se levantó y caminó a la estantería, al no llegar uso la silla de su escritorio pero seguía sin poder colocar el libro en su lugar.

- Pero si a ese libro ya lo has acabado de leer como diez veces. - al ver que Carl no podía por su cuenta, se acerca a él, toma el libro y lo deja en uno de los huecos que encontró en lo más alto de la estantería.

- ¡No, ahí no! ¡Los tengo ordenados alfabéticamente! - dijo y la pelirroja se puso a leer todos los títulos tomando el libro de nuevo. Impaciente, Carl le señala donde debería de ir sorprendiéndola con su rapidez. - No leería todos de nuevo si ganara la recompensa de los eventos. Lo que tengo no me alcanza para comprar otro. - mira a la enorme mujer de brazos cruzados.

- Esta bien, creo que es tu turno, Jessie y Colt ya me han pedido lo suyo. Te comprare un libro. - sonrió al ver al pequeño robot con una sonrisa. - Cuando termine mis batallas pasaré por la librería ¿Cuál quieres? -

- Sorpréndeme - la pelirroja lo mira sin saber que decir, Carl siempre le decía exactamente que libro quería.

- Esta bien, te me cuidas, no pelees con tu hermana. Vuelvo en unas horas. - Al ver que Carl asiente, se acerca a él a darle un fuerte abrazo como despedida.

El minero se queda parado en el mismo lugar esperando a que Pam se fuera. Escucha pasos cada vez más lejos y, al final, la puerta delantera de la casa cerrándose. Casi al instante, Carl dejo de admirar sus libros y fue hacia la parte del taller. Allí se encontró a Jessie con herramientas en mano reparando el robot que había traído a casa el día anterior.

- ¿Ya se fue? - preguntó la pelirroja mirando al que había entrado al taller.

- Así es. Estará en los eventos y luego ira a la librería. - respondió orgulloso por su parte del plan.

- ¿Y eso me dará tiempo? - mira insegura de su hermano adoptado al robot en la mesa metálica junto a todas sus herramientas.

- Le dejé a ella elegir el libro. Se va a pasar todo el día allá queriendo traer algo que me guste. Tienes tiempo de sobra. - le sonrió a la pelirroja y se puso a su lado mirando con asco pero curioso como sacaba y ponía piezas, las conectaba, arreglaba o reemplazaba. - ¿Puedes repararlo? -

- Si, claro que puedo. - hablaba a la vez que seguía con su trabajo - ¿Sabías que este es el modelo antiguo de Rico? -

- ¿¡De Rico!? - abrió sus brillantes ojos sorprendido - ¿Qué fue lo que le paso? Lo hicieron más- -

- Más agradable. Su nuevo modelo me gusta. Este me incomodaba. -

- Si da miedo es mejor. - dijo pensando en todas las batallas que iba a ganar junto a su nuevo compañero.

- ¿Me recuerdas porque te estoy ayudando luego de que me abandonaras? - le dio una mirada molesta deteniéndose.

- Claro, hermanita. Si no me ayudas le voy a dar todas tus cartitas de amor a tu querida amiga pirata. Y no quieres eso, ¿verdad? - sonríe al ver que la pelirroja siguió trabajando con su cara sonrojada a más no poder.

Durante todo el tiempo que Jessie se la pasó intentando arreglar al robot, Carl hacía vigilancia por si Colt o Pam regresaban temprano a casa. Lo que menos quería es que todos se enteraran que los iba a reemplazar por algo que él consideraba mejor.

Ya había oscurecido y ninguno de los otros dos pelirrojos había aparecido. Confiando en que tampoco aparecerían de repente, el minero se acerco a la mecánica emocionado.

- ¿Ya esta? - miraba como la pelirroja colocaba las ultimas piezas.

- Solo un poco más y... - coloco la última parte que le faltaba - ¡Listo! - ambos se apartaron del robot al ver que su único ojo se iluminó. Jessie observaba ligeramente asustada mientras que Carl temblaba de la emoción y no dejaba de sonreír.

El robot se sentó en la mesa metálica apoyando sus manos a los lados tirando unas pocas herramientas al piso. Pasó su mirada lentamente por el lugar hasta que su ojo se encontró con las dos pequeñas figuras de los brawlers. Se quedó mirándolos, analizando a cada uno, no sabía que estaba pasando y tampoco sabía el porque de sus miradas.

- ¡Vivo, esta vivo! - el pequeño robot levantó sus manos mientras recordando la novela Frankenstein y se ganaba la mirada del robot que recién despertaba y su hermana adoptiva.

La puerta principal de la casa se abrió bruscamente haciendo que Jessie y Carl pegaran un grito e intercambiaran miradas nerviosos.

- ¡Jessie, Pam, Carl, ya estoy en casa! - la voz de Colt se escucho por todo el lugar. El robot minero mira a la pelirroja pidiéndole ayuda. Ella a regañadientes acepta y mira a los otros dos brawlers que estaban con ella pensando en que hacer antes de que su otro hermano entrara al taller.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top