Busca la poesía donde se le olvidaron prosas. 

Donde atentó contra el verso 

porque se cansó de que un poeta le ausentara el silencio. 

Busca la belleza más simple 

en palabras que le recuerde las virtudes que ni el tiempo le arrebata. 

Se cansó de miradas inexpresivas

y de los obscenos besos más fríos que yo nunca le di. 

Busca las hojas del poemario 

que un día aseguré haber inventado sobre su piel, 

entonces mira cada curva de su cuerpo 

tratando de descubrir si mis letras aún conserva. 

Busca incluso la poesía que nunca redacté, 

porque regresar no es tan fácil, 

necesita las palabras que tal vez le diría 

para sentirse segura de volver.

¡Busca lo que quieras, cariño mío!

que la poesía por esa puerta se me fue dibujando tus huellas. 

Si te has cansado de pisarla sin detenerte a ver, 

tráemela de vuelta, 

cierras la puerta,

y te quedas de una vez.