Capitulo 4

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Hanabi evitaba la mirada de Hinata, no es que le temiera, pero a veces su hermana se comportaba como una abuela remilgosa y anticuada.

—¿No piensas explicar nada?—le cuestionó Hinata, sosteniendo los condones.

—¡La verdad...no!—soltó sin ningún tipo de vergüenza, pues para ella, el asunto que para su hermana significaba el fin del mundo, no era mas que algo normal, que la mayoría de las parejas hacían al sentirse listos y atraídos, por los placeres del sexo.

—Pero Hanabi ¿cómo puedes estar tan tranquila?—reprochó la morena negando con la cabeza.

—¿Que prefieres? ¿Que no los use y me arriesgué a un embarazo a mis 18 años?—pregunto, sin importarle lo abochornada que se puso la mayor, al pensar en esa probabilidad.

—¡Hanabi!—reprendió la falta de pena, que mostraba su pequeña hermana.

—¿No me digas que no te has acostado con nadie Hina?—lo pregunto más para molestarla y de ese modo desviar el tema, ya que, de sobra sabía la respuesta.

De inmediato la morena se ruboriza y negó en repetidas ocasiones, muy consternada.
La menor comenzó a reír, logrando su cometido. Luego le explico que después de cumplir sus 18 años, comenzó a salir con el menor de los Uchihas y para horror de la mayor, Hanabi le aclaró que fue ella, quien dio el segundo paso en la relación.

—Te daré un consejo Hina...vive tú vida, sin importar lo que las personas a tu alrededor piensen. Total, nunca mantendrás contentos a todos y al final, solo terminas lastimada por querer ser aceptada y tu mejor que nadie, sabe porque te lo digo—Hinata entendió a lo que se refería Hanabi. Para su padre, todo lo que ella hacia estaba mal visto, al punto de mandarla a estudiar lejos para que se olvidara de sus sueños.

—¿No me negarás que el bombón con el que bailaste en la cena, no se te antojó para darle una buena revolcada?—la mayor casi se desmaya, al escuchar lo que dijo su hermana.

—No digas eso, él es una persona respetable y muy seria, que no se presta a esa clase de bromas—reprochó la ojiperla.

—El que sea respetable, no le impide calentarse como la mayoría de los hombres, ademas, a simple vista se ve que es todo un semental—la castaña optó por callarse, o de lo contrario, su hermana mayor sufriría un colapso nervioso.

La ojiperla terminó con el rostro enrojecido por toda la información que obtuvo. Cortesía de Hanabi. Ella no quería ni imaginar el escándalo que montaría su padre, si llegaba a enterarse lo que sucedía entre Sasuke y Hanabi.

[...]

Tobirama se estacionó frente a la casa de su hermano para cenar con ellos. Trabajo todo el día y no tenía ánimos de salir, pero fue Mito, quien lo invitó sin dejarle opción para negarse.

—¡Tío..!—gritaron los niños felices por la presencia del albino—Ven conmigo para mostrarte mi proyecto de ciencias—le pidió el mayor, estirándolo del brazo para llevarlo con él.

Luego de una extensa explicación sobre lo que parecía ser un volcán, todos se sentaron en el comedor para cenar.

—¿Se lo decimos de una vez?—pregunto Hashirama a su esposa, con una sonrisa cómplice, misma que puso en alerta los sentidos de Tobirama, sabiendo que esos dos le pensaban joder la noche.

—Si, para que esperar mas, después de todo, él también se vera un poco afectado—las palabras de Mito, confirmaron sus teorías. Esos dos lo pensaban joder.

—¡Bueno hermanito, serás tío de nuevo!—el albino frunció el ceño sin entender, en que podía afectarle a él tener un nuevo sobrino, o bien, una sobrina, al cual dicho sea de paso, querría igual que a los otros dos.

Los niños gritaron gustosos, diciendo que querían una hermana, mientras Mito, sonreía abrazando a Hashirama. El albino los felicito con genuina alegría, puesto que si alguien le importaba en el mundo, esos eran sus sobrinos.

—Gracias por tus buenos deseos Tobirama...pero, queremos pedirte un favor—el peli-plata entrecerró los ojos, esperando lo que se aproximaba y de sobra sabía que no era nada agradable.

—La ginecóloga me dijo que debo guardar reposo por unos meses...y...pues, como tu ya nos ayudaste con la academia, queremos que nos ayudes de nuevo, sólo serían tres dias a la semana y así, yo puedo ir únicamente dos días para no dejarte con toda la carga ¿que dices? ¿Podemos contar contigo?—cuestionó la pelirroja, sabiendo que no podía negarse a un pedido de ella y menos, si se refería a la seguridad del embarazo.

—Supongo que no me puedo negar—soltó sin emociones, haciendo que su hermano sonriera mirando hacia su esposa.

—Te lo dije... él no se negaría si tu lo pides—el mayor se dirigió a su esposa y después agradeció al peli-blanco por hacerles el gran favor.

—Prácticamente, harás lo mismo que la primera vez, pero en esta ocasión, como los grupos están más adelantados, deberás evaluar los diferentes platillos que ellos preparen y también, tendrás que visitar los salones donde los estudiantes cocinan, para ver que tan desenvueltos son a la hora de hacerlo. Puedes hacerles sugerencias, preguntas y aclaraciones. Más adelante te explicaré como funciona cocinar en tiempo, para un grupo de chefs profesionales—le informó Mito.

De inmediato los pensamientos del Senju se fueron a un par de ojos perlados que hasta el momento, no había podido sacar de su memoria. La vería de nuevo, podría escucharla hablando con dulzura, sonriéndole a todos, incluso a él, tal como sólo ella, solía hacerlo. Lo cierto es, que desde que ella comenzó a ocupar su mente, la otra mujer había salido, como por arte de magia y eso era algo que le causaba una sensación de  alivio.

—Muchas gracias Tobirama... de verdad no se que hubiéramos hecho sin ti. Esta es la segunda vez que nos brindas tu apoyo con la academia, la cual significa tanto para Mito—el mayor agradeció genuinamente la intervención de Tobirama, su hermano menor nunca les fallaba, aún cuando su vida no había sido nada fácil.

Ellos deseaban que Tobirama encontrara una buena mujer para que le logrará sanar el corazón, que tan herido había quedado después de la traición proveniente de las personas en las que confiaba. A esas alturas, le era casi imposible abrirse a nadie mas y la soledad en la que permanecía la mayor parte del tiempo, no era algo bueno para él.

—No tienes nada que agradecer, ustedes son mi familia y si puedo ayudarlos lo haré sin pensarlo y sin importar asesorar a un grupo de cocineros—añadió con burla al mencionar los cocineros, haciendo que Hashirama también comenzará a reír dejando la actitud seria, que adquirió momentos atrás.

—¿Puedes empezar mañana mismo?—le cuestionó Mito, debido a la cita que tenía con la ginecóloga.

—Lo haré, no te preocupes por nada que no sea mi nuevo sobrino—la cena transcurrió entre risas y peleas de los niños, hasta el momento en que Tobirama se marchó para dejarlos descansar.

...

Mas tardé, entró en su casa para ser recibido por la mas pura y cruel soledad. No había calor de hogar, tampoco se escuchaba ningún ruido que no fuera hecho por sus propios movimientos. Su hermano era muy afortunado al tener una gran familia, en cambio él, no tenía absolutamente nada. Desde que esa mujer salió de su vida, se dedicó a no permitir que nadie mas entrara a su casa, sólo su familia y nada mas.

[...]

Hinata llego temprano como de costumbre a la academia, aunque sus pensamientos seguían en el sobre que le llego, del supuesto prometido. Su padre le dijo que hablaría con esas personas, para que dejaran de contar con esa boda, pero, el recibir ese sobre de nuevo, sólo indicaba que no lo hizo y esa persona sigue creyendo que ella aceptará semejante disparaté.

Habló con Neji y le aseguró que él mismo, hablaría con su padre con el fin de indagar sobre el tema. El joven le animó un poco, asegurando que él nunca permitiría que ese acuerdo se llevara a cabo. Aún con el cerebro en otro sitio, avanzó para entrar, después de todo, ese lugar lograba relajarla y fue así como intentó concentrarse. Se dispuso a entrar y antes de abrir la puerta, alguien más lo hizo por ella.

—¡Buenos días Hyuga!—la ojiperla se sorprendió al escuchar la voz, la cual recordaba, como una de las mas seductoras que hubiese podido analizar.

—¡Buenos días Senju-san!—respondió ruborizada por tenerlo frente a ella y sobre todo, por recordar lo que habló con Hanabi sobre él.

Tobirama sonrió para si mismo cuando la miro sonrojada y desviando la mirada. Sabía desde la noche anterior que la vería durante el transcurso del día, pero para su buena suerte, fue más temprano de lo que imagino.

La Hyuga entró, siendo seguida por el albino. Ambos se dirigieron hacia las escaleras, en el mismo momento en que el agradable olor a café recién hecho inundó sus sentidos.
La ojiperla desvió la mirada hacia la cafetería, después al reloj, comprobando que tenía 20 minutos antes de que todos llegarán. Esa mañana no quiso tomar nada por la conmoción del sobre y ahora quería un cafe.

—M-me dio gusto saludarlo, Senju-san...—le habló para dejarlo continuar su camino—con permiso—el peli-plata se sorprendió de sus propias acciones y de lo que pensaba hacer.

—¡Te invito un café!—la invito sin pensarlo y de nuevo se hallaba sorprendido de lo que hacía—Permíteme—le quitó la bolsa que la joven sostenía en el hombro, la cual era bastante pesada, para que ella la cargará y no le permitió negarse a la invitación.

—Dos cafés—ordenó el albino en el único lugar abierto en la cafetería. La Hyuga miro los postres de muchas clases, pero no se atrevió a pedir nada, pues todavía no salía del asombro de ser invitada por ese hombre, quien además, cargaba su pesado bolso lleno de utensilios que debía usar en la clase—Ponga también unos rollos de canela—añadió Tobirama al notar los ojos brillantes de la chica, la cual se asemejaba a una niña dentro de una dulcería. No necesitaba ser un genio para saber que ella quería comerlos.

El lugar permanecía secó, la única mesa ocupada era la de ellos dos y la joven permaneció en silencio, sin saber que hacer, ni tampoco de que hablar.

—Comete los roles, de lo contrario se van a enfriar—le indicó acercando el plato hacia ella.

—Gracias ...¿usted no comerá también?—cuestionó al verlo bebiendo el café.

—No, los compre para ti, anda, no me desaires—respondió mirándola directamente a los ojos.

Aún apenada, no pudo negarse a comer frente a él. El hombre la ponía muy nerviosa y no comprendió el motivo de su proceder hacia ella.

Se llevo uno de los roles a la boca y fue sintiendo toda la explosión de sabor en sus papilas gustativas. Esa comida era su favorita desde aquellos días felices en los que su madre se los preparaba. Seguramente un muy buen cocinero los hizo, ya que el sabor era increíble, pensaba mientras siguió comiendo, olvidando por completo que no estaba sola y que Tobirama la veía con una discreta sonrisa sobre sus labios.

Tan auténtica, pensó el Senju al verla comer con tanto gusto, sin prestar atención a nada que no fuera ese rollo.

—¿Sostienes esto todos los días?—pregunto al colocar el bolso en una de las sillas.

Hinata levantó el rostro para encararlo, sin ser consiente que tenía rastros de canela y azúcar sobre los labios—N-no, es sólo hoy y se debe a que traje nuevos cucharones—aclaró, al mismo tiempo que el Senju acercó un pañuelo hacia los labios femeninos para limpiar los rastros de azúcar. Lo hizo con tanta delicadeza, que la morena no pudo despegar las perlas de las orbes rojizas, las cuales, también quedaron conectadas a las suyas.

—¡Hinata! Tú siempre llegas temprano—Karin se acercó a la mesa donde estaba la Hyuga con Tobirama—¿Tú? ¿Que haces aquí?—le preguntó al albino, extrañada de verlo en la academia.

—Mito me pidió que regresara para ayudarle algunos días por semana—respondió, atrayendo la atención de Hinata.

—¿Ella esta bien?—cuestionó la pelirroja.

—Esta embarazada y debe guardar reposo durante un tiempo, así que me pidió ayuda y aquí estoy—respondió sin mostrar emociones.

—Yo debo irme—la ojiluna se puso de pie, al ver a Deidara entrando seguido por Choji.

Se despidió de Karin y se acercó hasta la silla donde el Senju colocó su bolso—G-Gracias por todo Senju-san—Tobirama no tuvo tiempo de retenerla, porque ella se fue casi corriendo para alcanzar a sus compañeros.

Karin se quedó siguiendo la mirada del albino y cruzándose de brazos, sonrió con suficiencia.

—¿Que pasa?—le preguntó el peli-plata al verla prácticamente burlándose de él.

—Es muy linda ¿verdad?—el Senju rodo los ojos al saber a donde iba la conversación—Esta sin novio, tampoco sale con ningún chico que no sean sus amigos. Durante el tiempo que llevo conociéndola y por lo que me cuenta Neji, ella es muy tímida con los hombres. Nunca ha tenido novio—concluyó la pelirroja sonriendo al percibir la sorpresa en el rostro masculino.

—Y también es una niña, para mí—declaró el albino, para silenciar a Karin.

—¡Por favor! No seas anticuado, tampoco eres un anciano, además, se miraban tan bien cuando bailaban juntos—añadió la pelirroja poniéndose de pie, invitándolo para hacer lo mismo, puesto que la campana sonó anunciando el inicio de las clases.

...

Tobirama paso el resto del día pensando en lo que dijo Karin ¿como podía una joven como esa no tener novio? Ella era realmente hermosa, dulce y tierna.

En los días que la conoció, prefirió alejarse, pues se percató de lo que comenzaba a despertar en él y ahora, el destino los ponía de nuevo, el uno, frente al otro. Esta vez no pensaba huir, lo que sucediera a partir de ese encuentro, no era parte de ningún plan.

[...]

Hinata y Choji, terminaron la masa para las galletas en tiempo récord. Ambos fueron felicitados por Kushina y los demás compañeros. Ellos fueron los únicos que completaron el proyecto dentro de tiempo.

Ayame se molestó con la actitud que tenía Deidara. El rubio se encontraba de muy mal humor y ni siquiera trató de completar el reto que les impusieron.

La hora de salida llegó y la ojiperla se acercó al rubio para tratar de ayudarlo.

—¿Podemos hablar un momento?—le preguntó apartándolo hacia un lado.

—Claro... vamos a la cafetería hm—ambos entraron en el lugar y se sentaron en la mesa mas apartada para tener mas privacidad.

—No trató de inmiscuirme en tu vida privada, pero te veo como uno de mis amigos y se que estas sufriendo— le dijo la ojiperla preocupada por el estado de ánimo que venía mostrando el rubio.

—Te lo agradezco mucho Hina y al igual que tú, también te considero una amiga a la que le tengo mucho aprecio, a pesar del poco tiempo que llevamos de conocernos hm—ella sonrió enternecida por las palabras de Deidara—No es nada importante, simples problemas que nunca faltan... ¿ya sabes?—respondió restándole importancia.

—Es por Tenten ¿verdad?—inquirió, estando segura que ese era el motivo, ya que Tenten estaba en el mismo estado de ánimo desde el día en que habló con el rubio en el estacionamiento de la academia.

—Como una de sus mejores amigas, supongo que ya sabes lo que pasó entre ella y yo—la ojiperla asintió—No se que pasó Hina, pero Tenten fue la única mujer que logró traspasar mis murallas, las cuales siempre me impuse como protección y una vez adentró, me dejo una herida que aún no sana... Lo se, sueno cursi, pero así es como lo visualizo en mi mente hm—confesó Deidara.

Para Hinata fue tan expresiva la declaración que le hizo el rubio y no pudo evitar soltar unas lágrimas de emoción, sabiendo que realmente amaba a su amiga al igual que lo amaba Tenten a él.

—Ustedes dos están sufriendo sin sentido. Tenten está igual o peor que tu—aseguró Hinata—estoy segura que ella te ama, pero se siente culpable por lo sucedido entre ustedes en el pasado—la morena esperaba poder ayudar a sus dos amigos, que se negaban a darse una segunda oportunidad.

Deidara finalmente se permitió sonreír un poco, tras escuchar todo lo que le contó Hinata. Saber que quizás Tenten también sentía lo mismo que él, le dio ánimo para intentarlo, llegado el momento.

[...]

Los días que siguieron, fueron de mas practica sobre diferentes platillos y el grupo de Kushina se sorprendió, cuando miraron entrar al peli-plata, quien llegó para darles una evaluación, tal como ya lo había hecho con los demás grupos, sólo le faltaba ese.

—Pasa Tobirama, mi grupo está listo para ser evaluado—Kushina le animo a pasar para que comenzara a probar lo que hizo cada estudiante en solitario. La idea fue que los integrantes no supieran que serían revisados y así saber que tanto se esforzaban cuando no tenían presión sobre ellos.

La rojiza mirada del Senju se encontró deliberadamente con la perlada de Hinata, quien de inmediato se sonrojó y rompió el contacto visual. Tobirama sonrió mentalmente al verla nerviosa por su presencia.

Con una tableta en su mano, el Senju comenzó a probar los diferentes alimentos de cada uno de los estudiantes y acto seguido, anotaba la calificación que merecían, la cual era privada para los jóvenes. El albino probó desde sabores agrios, picantes, muy salados y algunos dulces. Los únicos dos estudiantes que le faltaban, eran Hinata y Choji. Empezó con el platillo del chico, mismo que consistía en costillas de puerco bañadas en salsa. El Senju debió admitir, que eran realmente buenas, el muchacho tenía talento para lo que hacía.

Lentamente se dirigió hacia Hinata, ella preparó un pastel de chocolate caliente, servido con helado de vainilla. Estaba insegura y nerviosa por haber preparado eso, en vez de un plato fuerte. Nunca se imagino, que Kushina les dio decisión libre para ser evaluados. Nerviosa, le entregó el cuenco al Senju y no se atrevió a mirarlo, temía ver una reacción de asco, o disgusto en el rostro masculino.

—Es muy bueno Hyuga—le dijo en voz baja, para que nadie más escuchara, lo cual no fue problema, dado que todos se compartieron comida sin prestar atención a ellos dos.

—¿De verdad lo cree?—cuestionó sonriendo genuinamente hacia él.

Él le regalo la sonrisa mas seductora que la chica hubiera visto, lo cual, terminó por sonrojarla—Si, este es uno de los mejores que he probado—le respondió, anotando la calificación—Me gustaría uno para llevarlo a mi casa—se aventuró a pedir, sabiendo que con esa petición, la pondría aun mas nerviosa.

—Yo-yo, puedo hacer uno p-para usted—le ofreció con inocencia, sin darse cuenta de las intenciones que llevaron al Senju a pedir aquello.

—Gracias—la joven lo veía discretamente—en ese caso, mañana te daré mi dirección para que puedas llevarlo—le dijo esperando la respuesta de la sonrojada chica.

—¿E-en su casa?—cuestionó dudosa, pues no pensó que él lo quisiera con entrega a domicilio.

—Tranquila, solo bromeó—el Senju sonrió aun más al observar las diferentes reacciones de la niña. En ese momento, fue que ella noto como él solo se estaba divirtiendo a costa suya—Pero si quiero uno para mí, eso no es broma—la miró por última vez antes de salir para actualizar los resultados en los archivos de las computadoras.

Kushina observó toda la interacción entre su alumna y Tobirama con una pequeña sonrisa de satisfacción en los labios. Ella no recordaba cuando fue la última vez que Tobirama sonrió de manera tan natural y no fingida, como lo hacía cuando la situación lo ameritaba, lo cual, era casi nunca. Kushina ya los había visto bailando en la cena benéfica y ambos lucían encantadores, parecían adaptarse muy bien el uno al otro, pero después ya no se miraron mas. Esa información, era una completa bomba para Mito y Hashirama. Tal vez, solo tal tal vez, aún había esperanzas para el gruñon antisocial.

Continuara.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top