Capitulo 26

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Naruto quiso gritar de la impotencia. Su esposa era tan predecible, que apenas podía creer que se hubiera mantenido durante todo ese tiempo, fuera del alcance de la ley.

Tal como lo había previsto, compartió la cena con Shion y con sus padres y fue allí que lanzó el anzuelo.

—¿A que no se imaginaban quién esta de regreso en Konoha?—tanto sus padres como su esposa, se dedicaron a mirarlo, sin adivinar a quien se refería—Incluso me pregunto por ti, dice que a pesar de haberte conocido por poco tiempo, te tiene un gran aprecio y mucho de lo que sabe, lo aprendió contigo—Kushina abrió la boca asombrada.

—¿Hinata esta de regreso?—el joven asintió sonriente, pero evaluando la reacción de su esposa, la cual no tardó en ponerse en alerta—¿Y como esta? ¿Dónde se metió todo este tiempo?—Kushina no sabía los planes de Naruto, sin embargo, Minato observó todo meticulosamente. Algo se traía su hijo entre manos, ya que soltaba la información sin reservas y mirando a Shion, era como si lo estuviera haciendo deliberadamente, con el fin de que ella escuchara.

—No hablé con ella por mucho tiempo, sólo nos encontramos por casualidad y me contó que había regresado para quedarse... al parecer, quiere ejercer aquí su profesión, dado que a pesar de todo, logró obtener su certificado de Chef—debía omitir que incluso la fue a ver a su casa, puesto que, la idea era aparentar que hablaron por coincidencia.

—Que gustó me da... apenas puedo imaginar como se podrá Tobirama cuando se enteré... el pobre lleva meses queriendo volver a verla—añadió la peliroja con pesar.

—Estoy seguro que ya lo sabe—repuso Naruto mirando de reojo a su esposa, la cual no pudo contener la sorpresa ante lo dicho.

—¿En serio?—cuestiono Minato uniéndose al que creía, era un plan de su hijo. No pasaron diez minutos, luego de concluir la cena y Shion ya estaba disculpándose por tener que salir para arreglar asuntos relacionados con una supuesta "amiga"que requería su ayuda.

—¡Cuídate mucho cariño!—Naruto sonrió hacia la fémina y lanzó las palabras con sarcasmo. Aún no podía creer que hubiera caído en la telaraña de esa araña.

Kushina se fue a la cocina, restándole importancia a la salida de su odiosa nuera, sin embargo, Naruto se sorprendió cuando miró a su padre frente a él y con una mirada que no podía identificar.

—¿Ya no confías en tu padre?—Naruto se rascó la mejilla algo nervioso, luego se llevó los dos brazos a la nuca, sin saber exactamente que responder.

—Claro que si ¿porque lo preguntas papá?—el joven se puso mas nervioso ante la serenidad de su padre.

—Se lo que estás haciendo con tu esposa, lo que no entiendo es ¿porque?—el joven no pensó que fuera tan fácil leerlo, pero tampoco podía subestimar la inteligencia de su progenitor.

—No quiero que mamá se entere de nada, por su propio bien es mejor dejarla fuera—Minato asintió—Vamos a tu oficina, allí te contaré todo lo que está sucediendo—los dos rubios se encerraron y el menor sirvió unos tragos para ambos.

—Es sobre la desaparición de Hinata ¿verdad?—el mayor intuía que la Hyuga y Tobirama, estaban relacionados en ese asunto.

—Es mucho más complejo de lo que te imaginas, así que comenzaré desde el principio—Minato se quedó sorprendido con todo lo que escuchó. Eso era peor de lo que se hubiera podido imaginar.

—Tu madre siempre sospecho de ella y con el tiempo, también yo lo hice—Naruto negó con la cabeza—Pensé que te engañaba ¿pero una asesina cómplice de un demente? Ahora veo que también tu estás en peligro y te has arriesgado mucho durante este tiempo.

—No te preocupes, ella cree que soy tan tarado y no sospecha de mi--repuso sin inmutarse, dado que incluso ellos mismos, lo creyeron tan tonto como para no darse cuenta del comportamiento inadecuado de Shion—Hina y yo, nos pusimos de acuerdo para hacerlos caer y esta misma noche di el primer paso... te aseguro que en este mismo momento, mi despreciable esposa, le está dando todos los detalles a Toneri—el chico miró su reloj y de acuerdo al tiempo, ella ya debía estar revolcándose con su amante.

—Sigo pensando que es muy arriesgado... ¿Hiashi y Tobirama lo saben?—Naruto asintió—¿Y aún así están de acuerdo?—Minato no daba crédito a tal información, sobre todo, conociendo el difícil carácter de ambos hombres.

—Estar así cómo estar... en realidad no, pero Hinata no les pidió su autorización, ella simplemente se puso de acuerdo con Nagato, ya que se niega a continuar huyendo y ahora que es madre, se ve mucho más decidida que antes.

—¿Ella?—Naruto sonrió—Tobirama es el padre ¿no es cierto?

—Lo es y tendrías que ver al bebé, es la viva imagen del padre—el menor le contó sobre Itama Senju y Minato sonrió pensando en su amigo.

—Eso quiere decir que pueden volver a estar juntos. El sufrimiento de Tobirama, finalmente terminará.

—Hinata dejó que él, reconociera al niño, pero no tiene pensado regresar con Tobirama... De hecho, ya esta comprometida con alguien más—el rubio mayor escuchó con pesar, todo lo que le contó su hijo y pudo entender la magnitud de la situación. Lo único que deseaba era que su amigo, fuera lo suficientemente fuerte para no recaer en la tristeza y la depresión, como le sucedió años atrás.

[...]

Shion arribó al hotel tan pronto como pudo. Toneri seguramente ya esperaba por ella y sabía que no se esperaba semejante información. ¡La mosca muerta finalmente, regresó! Lo más probable, era que no soporto estar por tanto tiempo lejos de su familia. La muy estupida, siempre fue y continuará siendo patética.

Estacionó y como lo hacía siempre, miro en todas las direcciones para comprobar que nadie la había seguido. Entró en el elevador y pronto estuvo deslizando la targeta para acceder a la habitación.

—¡Por fin llegas!—soltó el Otutsuki irritado—Sabes cuanto odio la impuntualidad—ella sonrió con arrogancia y el varón se cabrío mucho más de lo que ya estaba.

—Cuando te diga porque te cité, se te quitará lo enfadado.

—Pues habla de una maldita vez, que me haces perder la paciencia—Toneri se hallaba más impredecible que otros días y todo se debió a la fuerte discusión que tuvo con Ashura, cuando lo miro salir.

—Tu mustia regreso y está viviendo con su familia—el albino se abalanzó contra ella y la acorraló contra la puerta.

—Dime que no mientes, dímelo, o de lo contrario te asesinaré aquí mismo—acostumbrada a los arrebatos de su amante, Shion asintió sin dejar de sonreír—¿Cuando regreso? ¿Como te enteraste? ¿Se quedara aquí permanentemente?—hizo las preguntas eufórico. Su corazón latía con rapidez y el único pensamiento que le venía a la cabeza, era ir a la mansión Hyuga y sacarla para verla de nuevo.

—Naruto se encontró con ella y según lo que la Hyuga le contó, piensa quedarse en Konoha... no obstante, también mencionó a Tobirama y el posible acercamiento entré ellos—Toneri se alejó de la chica y bebió el whiskey directamente de la botella. No podía permitir que sé reconciliaran. Preferiría verla con cualquiera, menos con él. Haría hasta lo imposible por no dejarla ser feliz con ese maldito Senju, antes que eso sucediera, lo mataría y lo enviaría al infierno.

—Tengo que verla, tengo que tocarla, necesito saber que en verdad ella regreso—Shion le quitó la botella y también ella dio unos tragos.

—Estaré pendiente de los últimos detalles en cuanto a su regreso, ya que, al parecer, piensa trabajar de Chef en algún restaurante, de esa manera nos será más sencillo acceder a ella—afirmó con confianza.

—Necesitó verla lo antes posible, ha pasado mucho tiempo sin estar cerca y ahora que esta aquí, no se como diablos voy a contenerme—sabía que no podía precipitarse, sin embargo, ya no estaba pensando con claridad—Esta vez no la dejaré escapar y así sea lo último que haga, me la voy a llevar lejos y la obligaré a enamorarse de mi—afirmó convencido de sus propias palabras. Shion, por su parte, se mantuvo en silencio, no podía culpar a su amante, ya que ella había hecho literalmente lo mismo con Naruto, aunque las cosas no resultaron como planeó.

—No te preocupes, ya pensaremos en algo, después de todo, si mi esposo se encontró con ella, también a ti te será sencillo hacerlo—luego de tranquilizar a su amante, Shion se despojó de sus prendas y comenzó a provocarlo para tener sexo. Toneri no estaba de humor, para mantener relaciones, sin embargo, la fémina era realmente buena y poco a poco, fue cediendo a sus encantos.

[...]

La mansión Hyuga, rápidamente, se abarrotó de personas. Los Uchihas fueron de los primeros en llegar, seguidos de Kiba, Shino, Choji y Ayame. Hiashi se veía feliz con su nieto en brazos, mientras lo presumía frente a Fugaku y Mikoto.

Entre Hanabi y las amigas de la ojiluna, organizaron una reunión para darle la bienvenida a ella y a Itama, de esa forma, las personas más allegadas a la joven madre, la saludaban y conocían al nuevo miembro de la familia.

—¡Por Dios, es idéntico a su padre!—Mikoto se quedó fascinada cuando Hiashi les mostró a Itama—Déjame cargarlo... pronto seremos abuelos y necesito practicar—muy a regañadientes, el Hyuga mayor le entregó a su nieto.

—Gracias por invitarnos—Hinata abrazo a Konan, quien llegó acompañada de su esposo Yahiko. Hanabi los incluyó en los invitados, ya que el varón había hecho mucho por su hermana.

—Al contrario, gracias a ustedes por estar aquí—respondió Hinata sonriendo con amabilidad. En cuanto las orbes de Konan enfocaron a Itama, se quedó muy conmovida. Ella aún era la secretaria de Tobirama y ese pequeño era la viva imagen de su jefe. Luego de unos minutos, Hinata lo acercó y ella pudo cargarlo por un momento.

La puerta no había dejado de ser abierta para las personas que seguían llegando y esta vez, se trataba de Naruto con sus padres y también Karin.

Independientemente de las circunstancias que la hicieron regresar, Hinata se sintió feliz de volver a mirar a todas las personas que la apreciaban. Contrario a lo que temió en un principio, nadie la juzgó por tener un hijo y recibieron a Itama con mucho afecto. Su pequeño, era sostenido por Kushina y no pudo evitar, viajar al pasado, cuando Tobirama la llevó a casa de su hermano. Esa noche le dio el anillo y fue cuando le pidió que nunca lo abandonara. Luego de pasar por tantas cosas, esos recuerdos se veían tan lejanos, tan dolorosos y distantes.

Estaba tan distraída, que no noto a la persona que acababa de llegar y se dirigía hacia ella, no obstante, apenas sintió el aroma y levantó el rostro encarándolo.

—¡Indra!—el varón abrió los brazos para recibirla y ella no dudó en ir hacia él, mientras todos los observaban. Quienes ya lo conocían, se dedicaron a sonreír y los demás, se quedaron sorprendidos—No lo esperaba y me da mucha gusto que esté aquí... ¿Logró terminar con todos los pendientes?

—Terminé esta misma tarde y cuando Neji me avisó sobre esta reunión, quise estar contigo—ella sonrió y se dejó abrazar.

—Venga conmigo, lo presentaré con todos, comenzando con mi padre—Hiashi se retiró un poco de donde conversaba con Madara y Fugaku, pues se imaginó lo que su hija iba hacer—Padre quiero presentarle a mi novio... Indra Otsutsuki—todo quedó en silencio cuando escucharon el nombre del novio, ya que no era un secreto el motivo por el cual Hinata se había ido.

—Hiashi Hyuga, para servirle—ambos estrecharon la mano con respecto—Me gustaría hablar con usted en otro momento—el patriarca Hyuga, quería agradecerle por lo mucho que había ayudado a su hija y también a Itama.

—Por supuesto, después de todo, ya no pienso regresar a Ame—Indra saludo a Madara y a Fugaku, puesto que estaban cerca de Hiashi y no logró escapar del escrutinio de Madara, quien no pudo evitar compararlo con el Senju menor. A fin de cuentas, tampoco él amargado, pudo quedarse con la ojiluna, a pesar de tener un hijo en común.

Hinata continuó presentándolo con el resto de los invitados que estaban cerca, hasta que ambos se fueron hacia el jardín para conversar a solas por un momento.

—¿Todo ha ido bien? Me refiero al asunto de mi sobrino ¿él no ha intentado acercarse?—durante los días alejado de ella, no dejó de pensar en Toneri y en Tobirama y temía que Hinata no le estuviera diciendo la verdad para no preocuparlo.

—Estos tres días no he salido y sólo mis amigas los detectives y Naruto, me han visitando. Se puede decir que está reunión, fue para que quienes aún no me veían pudieran hacerlo, pero al parecer a mi hermana se le fue la mano con los invitados—él se sintió aliviado.

—Entonces estoy más tranquilo—sin que ella se lo esperará, el Otsutsuki bajo a su altura y estampó sus labios con los de ella para comenzar un beso. Al principio fue dulce y tierno, pero Indra lo fue llevando a otro nivel. Ella le correspondió aunque se sentía incómoda, ya que cualquiera los podía ver—Sólo fueron tres días pero te extrañé tanto, mi bella—la morena se estremeció. Ella no sentía lo mismo que él sentía, pero se había prometido a si misma que no descansaría hasta llegar amarlo y de no poder hacerlo, se dedicaría hacerlo feliz, como Indra se lo merecía.

—Estoy muy contenta de tenerlo aquí, pero le aseguré a mis amigos que apenas llegará a Konoha y lo presentaría con ellos—el varón se sintió orgulloso al saber que ella había hablado de su relación.

—En ese caso, vamos a conocerlos y quizás tu padre me deje estar un momento con Itama—los dos sonrieron, ya que Hiashi, sostenía orgulloso al niño y no parecía querer compartirlo, ni siquiera con Hanabi.

—Espere—ella lo retuvo antes que comenzara a caminar—¿Su familia ya sabe que está aquí?—eso era algo que la inquietaba, sobre todo cuando se viera con Toneri.

—Aún no... En cuanto conozca a tus amigos, me iré a verlos—la ojiperla se mostró inquieta y él se apresuró a calmarla—Por el momento, omitiré que estamos juntos, pero apenas me instalé y se los haré saber... no me importa si lo aceptan o no.

—Lo que menos quiero es causar problemas.

—Tu no te preocupes por nada, deja todo en mis manos—lo que menos le importaba a Indra era la aprobación de su familia en cuanto al noviazgo con Hinata, él sólo quería tratar de unirse como antes y de ese modo evaluar la situación de su sobrino. Necesitaba saber que posición estaba tomando su hermano y su madre. Quería escuchar lo que ellos tenían que decir—Ahora vamos a conocer al resto de los invitados—ella asintió y entraron juntos. Naruto se hallaba con Choji, Karin y Neji.

—¡Chicos!—ellos voltearon al escuchar a Hinata y la miraron de la manó del corpulento Otsutsuki—Quiero presentarles a mi novio, Indra Otsutsuki—Choji fue el primero en saludarlo, mientras que Naruto y Karin no pudieron evitar sentirse mal por Tobirama. No podían culpar a Hinata, pero también le tenían mucho aprecio al Senju y sabían que iba sufrir.

Kiba, Shino, Itachi, Sasuke Ayame y las chicas, se unieron a ellos, ya que también querían conocer al hombre junto a su amiga.

—Encantado de conocerlos, Hinata me ha hablado mucho de todos ustedes—a pesar de tener todas las miradas sobre él, Indra no se intimidó en ningún momento.

—Me da mucho gusto que pudieras acompañarnos—reiteró Neji luego que terminaron de saludarlo.

—Afortunadamente logré terminar mis pendientes, para poder venir aquí.

—¿Es usted el tío de Toneri?—Tenten se apenó ante la pregunta de su novio, sin embargo Itachi y Sasuke querían escuchar lo que respondería.

—Así es, Toneri es mi sobrino—la morena apretó su mano en señal de apoyo y el Otsutsuki, la levantó y le dio un casto beso en ella, sin importarle que lo estuvieran mirando—¡Bien...! Me dio mucho gusto conocerlos a todos, pero ahora debo irme—la ojiperla lo siguió hasta su auto para despedirlo deseándole suerte con su familia.

Se dieron un beso y el varón se marchó. No podía negar que se sentía muy ansioso ante la reacción de Ashura y su madre.

[...]

Kaguya revisaba el nuevo contrato que le trajo a mostrar Ashura. Sólo se hallaban ellos dos en la mansión, ya que Toneri se había marchado y esta vez, ni siquiera se enteraron a que hora lo hizo.

Durante los últimos meses viviendo en Konoha, lo estuvieron vigilando, pero siempre lograba escabullirse, no obstante, tampoco dejaba que le dieran órdenes. La última vez que Ashura intentó ponerse firme con él, terminó con una gran discusión y Toneri se marchó como alma que lleva el diablo.

Kaguya se estuvo negando a creer que el muchacho pudiera ser un asesino, lo negó con vehemencia, pero luego de involucrarse con Tobirama en una pelea, la cual apareció en todos los periódicos, Toneri dijo que nada lo haría más feliz, que matar al Senju con sus propias manos. Oírlo decir eso, le rompió corazón y ya no pudo continuar negándose a la probabilidad de que quizás si era capaz de asesinar, ademas de las otras serías acusaciones que rondaban en su contra.

—Independientemente del asunto que nos obligó a venir aquí, los negocios están saliendo de maravilla—soltó Ashura rompiendo el silencio—las ganancias en el último contrato fueron muy altas—el castaño le mostró las gráficas a su madre y ella admitió que era cierto.

—¡Señora!—la puerta de la oficina estaba abierta y la empleada de servicio, se acercó.

—Si ¿que pasa Kede?—respondió Kaguya masajeando sus cienes.

—En la sala hay alguien que quiere verlos a ambos—Ashura suspiro y se puso de pie.

—¿Y quien es? ¿Te dio su nombre?—inquirió el varón, dado que no esperaban a nadie a esa hora de la noche.

—Me dijo que ustedes lo conocen muy bien—ambos asistieron y salieron de la oficina para ir a la sala donde se hallaba el visitante. Cuando llegaron, el hombre se giró para encararlos, aunque no había necesidad de hacerlo, pues con sólo verlo de espaldas supieron de quien se trataba.

—¡Buenas noches...! Espero no interrumpir—les dijo sonriendo.

—¡Indra hijo!—la fémina se acercó a él y lo abrazó tan fuerte cómo pudo. Indra se sorprendió cuando noto la humedad en su camisa ¿Su madre estaba llorando? Eso no podía ser cierto, ella nunca lloraba, al menos ellos nunca la miraron hacerlo—No tienes idea la falta que nos has hecho—él correspondió al abrazo, conmovido de ver a su madre en ese estado tan frágil.

—Nii-san—Ashura lo llamó como lo hacía siempre desde que eran niños. Tenía tanto tiempo sin ver a su hermano mayor, que apenas podía creer que lo estaba viendo. Indra le sonrió y su madre le estiró el brazo para que también se uniera al abrazó familiar—Me alegro mucho de verte—a esas alturas, Indra se sentía muy mal por haberse desentendido de ellos por tanto tiempo, sobré todo de su hermano, ya que su madre nunca se mostró débil.

—También yo me alegro de estar aquí con ustedes—poco a poco, se fueron soltando y nadie sabía que decir, hasta que Ashura no soporto la incertidumbre.

—Vienes para quedarte ¿verdad?—el mayor sonrío y asintió.

—¿Te quedarás con nosotros? ¿Dime que no estas mintiendo?—Kaguya apenas podía creerlo, pero se sentía muy feliz y no le importaba pedirle disculpas a su primogénito para que nunca más se fuera.

—Si me aceptan, me quedaré aquí por unos días hasta que consiga un apartamento, porque viviré en Konoha al igual que ustedes.

—Es general y no tienes que buscar ningún lugar, porque puedes quedarte aquí, la mansión es enorme—Ashura estaba realmente feliz de poder estar con su hermano—además quiero que pasemos el mayor tiempo juntos, tenemos mucho de que hablar.

—Así es—los tres se sentaron y la empleada les trajo café mientras hablaban. Estuvieron mucho rato en el mismo lugar, mientras Indra relataba lo que estuvo haciendo luego de la discusión con su madre. La hora de dormir llegó y la matriarca ordenó que lo acomodaran en una de las habitaciones. Indra omitió decir el motivo por el cual llegó a Konoha, no obstante, al siguiente día durante el desayuno comenzó hablar.

—¿Dormiste bien?—preguntó Kaguya directamente a su hijo mayor.

—Todo bien madre, pero ahora quiero saber sobre Toneri—ella miró a su otro hijo y este asintió para que le contara y ambos apreciaron como Indra no se sorprendió de nada—Debo decirles algo y no voy andar con rodeos... mientras estuve viviendo en Ame, conocí a Hinata Hyuga—los dos se sorprendieron dado que nadie sabía sobre su paradero.

—¿Ella esta en Ame?—cuestionó Ashura.

—Estaba, ahora ya regresó y está viviendo con su padre, de hecho, anoche que llegue venía de estar con ella.

—¿Con ella? ¿Porque?—la fémina no comprendió, ya que no creía que Hiashi, los quisiera cerca.

—Hinata es mi novia y si todo sale como yo quiero, pronto nos casaremos—madre e hijo se quedaron boquiabiertos. Eso se había complicado, porque el comportamiento Toneri era impredecible y no creían que se lo tomara bien.

—¡Buenos días familia!—los tres voltearon hacia la entrada del comedor donde estaba Toneri—Veo que tenemos visita—sin más, camino hasta donde estaba Indra y lo saludo con un medio abrazo, sin dejar de sonreír como lo hacía de niño cuando quería algo de su tío.

—Me alegro de verte Toneri—Indra se sintió extraño cuando estrechó a su sobrino. Kaguya y Ashura se miraron entre sí, sin poder entender el raro comportamiento del mas joven, puesto que los últimos días estuvo de muy mal humor y ahora hasta se sentó con ellos a desayunar.

Toneri actuó como si nada pasara, incluso se dedicó a preguntar donde estuvo Indra durante tantos años, como si le importara mucho. Necesitó hacer uso de todo su autocontrol, pues escuchó lo que dijo sobre Hinata. Estuvo a punto de saltarle encima, pero luego de analizarlo, decidió que usaría esa información a su favor. Nadie se la quitaría, ni siquiera su tío y si debía quitarlo de en medio, lo haría sin pensarlo, pues apenas lo veía después de tanto tiempo y ya sentía que lo odiaba.

Indra por su parte, sabía que algo andaba mal, él no era tonto. Definitivamente, Toneri tenía serios problemas mentales y debía ser atendido, lo antes posible. Sin lugar a dudas se haría cargo de eso, lo antes posible.

[...]

—¿Te sientes mejor?—los días habían transcurrido y Hashirama, veía a su hermano con pesar. Desde la mañana que lo encontró decaído en su oficina, no dejó de lamentarse por no poder hacer nada para ayudarlo.

Tobirama suspiro y le regaló una amarga sonrisa al castaño. No ganaba nada con estarse lamentando y ese día, le tocaba estar con su niño, así que aprovecharía la presencia de Hashirama—Estoy mejor... lamento mucho preocuparte, te aseguro que ya no volveré hacerlo, pero quiero que me hagas un favor.

—Claro... lo que me pidas—respondió animado.

—Hoy me toca estar con Itama y se que entre Hinata y tu, no hay ningún problema—el castaño sonrió intuyendo lo que pediría—¿Crees que puedas ser tú, quien lo recoja en la mansión Hyuga?—Tobirama no pensaba flaquear y evitaría verla. Su pecho ardía, pero no tenía sentido continuar con esa tortura y si la veía, seguramente volvería a insistir. Estando con Indra, él ya no tenía derecho a intervenir entre ambos, así que cumpliría su palabra y se mantendría lejos.

—Por supuesto que lo haré—el Senju mayor se emocionó, porque finalmente conocería a su sobrino—y los dos iremos al centro comercial acompañados de nuestros niños, tal como lo planeábamos cuando éramos adolescentes—Tobirama sonrió con nostalgia. Ellos dos siempre decían que sus hijos serían tan unidos como si fueran hermanos, sin embargo, las edades de los dos varones de Hashirama, eran muy diferentes a la de  Itama, gracias a que se cerró, luego de su decepción por Henare y de no ser por Hinata, aún permanecería sin nadie a quien amar.

—Es una excelente idea, enviaré un mensaje de texto para avisarle que pasarás por él—el mayor estuvo de acuerdo y también se puso a realizar llamadas con su esposa para que preparara los niños y también a la mas pequeña, la cual sería la que podía ser más unida con Itama.

Buenos días Hinata... ¿cómo estás?—Tobirama se quedó esperando respuesta. Se sentía como un adolescente inseguro cuando de Hinata se trataba, incluso a través de un mensaje de texto, se sentía muy inseguro de la respuesta.

Buen día, estamos bien...—el Senju veía como ella parecía querer escribir algo más, pero no llegaba, así que continuó.

¿Podría Hashirama ir a buscar a Itama? Si tienes problemas con su presencia, puedo buscar a alguien más—el corazón le latía desenfrenado mientras esperaba la respuesta, la cual tardó un poco más que la primera.

Claro que puede venir Hashirama, prepararé todo para que pueda llevárselo—finalmente, el albino pudo soltar el aire que tenía retenido y buscó la mirada de su hermano para asentir en confirmación.

Gracias Hinata, te garantizo que cuidare bien de mi hijo—con eso último, puso fin a la conversación, ya que no había algo más que decir, al menos por el momento.

...

Hinata sintió que el corazón se aceleraba con sólo recibir el mensaje de Tobirama. De inmediato se apresuró a responder, sin embargo, cuando leyó que tampoco en Konoha, él pensaba ir en persona, sintió un hueco en el pecho. Las lágrimas no tardaron en llegar y no tuvo otro remedio que aceptar, después de todo, eso era lo mejor.

Se fue a preparar todo y una hora mas tarde el timbre sonó. Se apresuró a llevar todo y cuando llegó a la sala, encontró a su padre conversando con Hashirama.

—Buenos días—saludo llamando la atención de los dos hombres. Su padre sonrió al ver a Itama y el Senju se quedó como hipnotizado viendo al niño, quien también lo veía con curiosidad.

—¡Por todos los cielos! Me da mucho gusto verte de nuevo—Hashirama no tuvo reparos en tomar a ambos en un fuerte abrazo, ya que le tenía mucho aprecio a Hinata. Cuándo el abrazo concluyó dejando a una sonrojada Hyuga, le pidió al bebé y ella se lo dio—¡Hola Itama! Me alegra poder conocerte en persona... yo soy tu tío Hashi—la ojiperla se llevó las manos a la boca, cuando miró a su bebé, sonriendo como muy pocas veces lo había hecho y las pocas ocasiones, fueron sólo a ella. Hiashi estaba complacido, pues su nieto se veía cómodo con el Senju mayor y así se quedaba más tranquilo.

El castaño continuó hablando como un niño, hasta que Itama soltó la risa audible. La ojiperla estuvo segura que con Hashirama, su bebé estaba en buenas manos, al igual que lo estaba con Tobirama.

—Aquí tiene—ya afuera, la morena pudo apreciar que era el auto de Tobirama el que esperaba. Tenía asiento para Itama y cuando quiso ofrecer la carriola, el castaño le mostró una que su hermano tenía en el maletero.

—Gracias por esto Hinata—Hashirama tomó las manos de la morena cuando ya habían terminado de subir todo lo necesario para el niño—No tienes idea de lo mucho que te agradezco por dejar que mi hermano pueda ser presente en la vida de su hijo a pesar de sus errores—ella trató de sonreír, pero en realidad encontrarse con el hermano de su ex prometido, le trajo mucha nostalgia y sus emociones estaban por estallar—En el pasado, después de ser engañado, mi hermano casi no logra recuperarse y estoy seguro que esta vez, no lo hubiera hecho ya que fue él quien lo arruinó... No dejó de culparse por lo que te hizo y fue Itama, quien le dio el impulso para continuar.

—Yo...—no supo que decir, pues el nudo en la garganta se lo hacía muy difícil.

—No digas nada, soy yo quien tiene mucho que decir y agradecer, por ejemplo que me permitas estar aquí, luego de lo que hizo mi esposa—ella trató de interrumpir pero el Senju no se lo permitió—de verdad estoy muy apenado y te aseguro que de haberme enterado, las cosas jamas se hubieran salido de control... Siempre supe que eras incapaz de hacer algo como lo que te acusaron, aunque debo aclarar, que ese bastardo sabía lo que estaba haciendo, puesto que su plan era perfecto—ambos suspiraron—Es una pena no poder volver al pasado, no obstante, tenemos el presente para vivirlo y hacerlo mejor.

Ella finalmente sucumbió al llanto y recibió un fraternal abrazo del castaño. Saber que él no dudo de su inocencia, la hizo revivir aquel fatídico día. Si hubiera buscado a Hashirama, quizás la historia fuera diferente. Minutos más tarde, ella se tranquilizó y se despidió de ambos. Indra la había invitado a salir y aunque no estaba de humor, debía hacerlo, tenía que darse a ver para que Toneri pudiera verla, después de todo, los oficiales que Yahiko y Nagato dejaron para su cuidado, la seguirían sin llamar la atención.

[...]

—¿Como le fue con su familia?—Hinata ya sabía algunos detalles porque el mismo Indra se lo contó por teléfono, pero no se habían visto el día anterior y tampoco le contó nada sobre Toneri.

—Me recibieron bien y me encontré con Toneri ayer en la mañana—la joven se tensó y él pudo notarlo.

—¿Él lo sabe? Quiero decir ¿sabe que nosotros estamos saliendo?—ella en cierta manera temía por él. No sabía cuánto se apreciaban, y con alguien como ese depravado, no estaba segura que se podía esperar.

—No, él llegó después que se los conte a mi madre y a mi hermano... aunque su actitud no logró convencerme, era como si ya lo supiera, no estoy seguro, quizás me escuchó decirlo y sólo fingió—Hinata más que nadie conocía lo astuto que podía ser Toneri y si se trataba de manipular a las personas, él era un experto—Mi madre me contó todo lo que ha hecho y es evidente que necesita ayuda psiquiátrica.

—¿En un hospital de enfermos mentales?

—Si, porque su comportamiento no es el de una persona equilibrada y lo mejor es que lo traten—la ojiperla se decepcionó al escuchar a su pareja, puesto que para ella, Toneri debía estar en prision por todas las barbaridades que hizo, ademas no era justo que lo llevaran a un hospital, ya que si con el tiempo lo declaraban curado, iba poder salir y andar en las calles como si nunca hubiera hecho nada malo. No podía culpar a Indra, después de todo, Toneri era su sangre y le tenía aprecio, quizás ella haría lo mismo por Hanabi y por Neji.

—Ya veo—se limitó a responder, para no entrar en ese tema.

—Ahora que estoy aquí, me encargaré de todo y así podré garantizar tu seguridad, que es lo más importante para mí—ella le sonrió con desgano y camino de la manó con él.

Habían quedado de pasear por la cuidad. El Otsutsuki le pidió ir con él a escoger los muebles para su apartamento y ella comenzó por el centro comercial.

Poco a poco, el incómodo tema se quedó atrás y ella le dio su opinión en algunos electrodomésticos, que era su punto fuerte. Indra quería que Hinata escogiera todo a su gusto, ya que si todo se arreglaba y ponía a su sobrino en tratamiento, le pediría que fuera su esposa, no obstante, Hinata optó por conocer los gustos masculinos y sólo le daba su opinión en lo que escogía.

—Tiene buen gusto—elogió la morena cuando salieron de la tienda. El aroma a pan recién horneado le dio de lleno y no pudo evitar sonreír. Más adelante estaba una pastelería con varias mesas para comer. El nuevo lugar, contaba con ventanas de vidrio y desde adentro se podían mirar a todas las personas que se hallaban en el centro comercial.

—¡Vamos!—Indra sonrió cuando la miró hipnotizada con el llamativo lugar. Estaba seguro que no sólo quería probar lo que vendían. Hinata quería evaluar la pastelería, para darse ideas al momento de abrir la suya.

Hinata hizo el pedido para ambos y se quedó hablando con la dueña en cuanto a los permisos y todo lo necesario para la apertura. Indra espero en la mesa hasta que ella regresó con los cafés y los postres.

—¡Itama...!—lo nombró Hinata cuando miró a través de las ventanas. Indra volteó para mirar a donde veía la morena y se encontró con Tobirama sosteniendo al niño, mientras algunas chicas se acercaban a ellos para hacerle juegos al pequeño.

La Hyuga se quedó estática con Tobirama y su hijo. Uno de los niños de Hashirama, empujaba la carriola de Itama y el otro niño sostenía la que usaba su hermanita. Ellos se hallaban en la zona de juegos y Hashirama llegó con helados para todos. El Senju menor se sentó y con devoción le dio probaditas a su niño, el cual le sonreía y palpaba sus manitas en las mejillas de su padre. La miradas femeninas llenas de admiración, no se hacían esperar, sin embargo, para padre e hijo, sólo eran ellos dos.

Mientras Hinata los veía, alguien con una peluca de cabello negro la veía a ella sin perder ni un solo detalle, hasta que también se enfocó en el Senju. Toneri no se equivoco cuando fingió no haber escuchado a Indra. Lo único que hizo fue seguirlo usando un disfraz y como era de esperarse, logró dar con Hinata. Temblaba de celos cuando la miraba de la mano de su tío sonriéndole con cariño y cuando creyó que las cosas no podían empeorar, aparece la persona que más odia... Tobirama Senju.

Continuara.

Me disculpo mucho por la demora, trataré de subir rápido los capítulos que quedan para finalizarla. También me disculpo por las posibles faltas de ortografía, apenas las vea y las corregiré. Para quienes siguen La esposa del héroe, esa es la siguiente en ser actualizada 💕😊

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