Capitulo 25
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Necesito hablar con usted—Indra asintió cuándo la morena le hizo la petición. Ella se veía muy seria y algo en su lenguaje corporal le indicó que la conversación sería muy delicada—Se trata de Toneri y de mi estancia aquí—Indra frunció el ceño. Eso solo significaba que el día había llegado.
—¿Que pasa con eso? ¿Acaso ya arreglaron todo para que puedas regresar? ¿O mi sobrino ya sabe que estás aquí?--preguntó en estado de alerta, dado que apenas había tenido tiempo de asimilarlo y ahora ya se tenía que marchar.
—No, no, no se trata de eso... lo que sucede es que como ya se lo había dicho, aún no tienen pruebas en su contra y se que la única manera de lograr comprobar algo, será regresando a Konoha lo antes posible—el Otsutsuki, sintió que el mundo se le venía encima ¿Porqué ahora que ya estaban juntos? ¿Porque tan rápido? ¿Acaso se había arrepentido? ¿Y que pasa si Toneri la atrapa sin que el pueda estar cerca para protegerla? Y lo que era aún peor ¿lo estaría haciendo por el Senju?¿Tendría algo que ver con el hecho de que él, ya no la volvió a buscar?
—¡Hinata!—la tomó de las manos y la miró directamente a los ojos. No había señales de miedo, ni de intimidación. Ella sólo mostraba valor y determinación—¿Estás segura de lo que quieres hacer?--ya habían hablado del tema, sin embargo Indra tenía la esperanza de lograr persuadirla de ese absurdo y peligroso plan.
—Luego de pensarlo mucho, no encontré otra manera, ademas, como ya se lo había dicho ¿que futuro le espera a Itama con su madre huyendo? ¿Que pasa si Toneri se entera de su existencia? No, ya no puedo continuar así... Mi hijo no debe pagar por mis errores y por mi cobardía ¿que clase de madre sería si decido no hacer nada? ¿Cómo podré explicar en el futuro que no puede ir al lugar donde nací?—la joven ya había comenzado a empacar algunas cosas, sin embargo, Indra era el primero en saberlo.
—Te entiendo, es solo que temo por tu seguridad... ¿Tobirama y tu padre lo saben?—ella se estremeció por la pregunta, ya que ninguno de los dos lo sabía, de hecho, el único en saberlo era Nagato.
—No... además de Nagato Uzumaki, usted es el único en saberlo—Indra estaba seguro que el Senju no iba a estar de acuerdo, él le dejó en claro que se encargaría de protegerla y en cuanto se enterara, no le haría gracia, puesto que el mismo Itama, podía estar corrigiendo peligro. Se sentía impotente por no poder retenerla, pues recordaba que él mismo le aseguro al Senju, que cuidaría de ella, no obstante, las dudas comenzaron a carcomerlo.
—Agradezco la confianza, pero antes que nada, debo hacerte una pregunta—la ojiperla asintió con la cabeza en aprobación para que continuara—¿Terminarás nuestra relación ahora que te marches?—dependiendo de la respuesta que obtuviera, también la vida del varón podía cambiar radicalmente.
—Por supuesto que no—respondió sin pensarlo, dado que esa probabilidad, no tenía nada que ver con la decisión de regresar a Konoha—le di mi palabra y yo nunca retrocedo—el Otsutsuki se sintió aliviado por la respuesta de la mujer que amaba y ahora era su turno de contribuir para ayudarla en todo.
—Entonces, no se diga más—la beso fugazmente y la abrazó—yo me iré con ustedes—la sintió tensarse y sonrió para sí, pero en realidad, él no podía quedarse alejado sin saber sobre su seguridad. Desde el día en que le contó sus planes, comenzó a pensar mejor las cosas, aunque internamente, seguía guardando la esperanza de lograr convencerla de quedarse. Llevaba mucho tiempo de vivir en Ame, resistiendo ver a su familia y quizás ya había llegado el tiempo de reencontrarse con ellos. Por Hinata, era capaz de instalarse a vivir en Konoha, o donde ella dispusiera. Además... tampoco podía engañarse a sí mismo, sentía celos de imaginar al Senju acercándose a ella sin que él estuviera cerca para poder evitarlo. Aunque el mismo Tobirama le aseguró que se haría a un lado, no podía evitar sentirse inseguro, después de todo, era un hombre posesivo y como tal, temía perder a la persona que amaba.
—¡Oh Dios mío! ¿Hará eso sólo por mí?—la chica se sintió muy culpable de la decisión que estaba tomando, ya que, de no ser por ella y por su repentina partida, Indra, no pensaría en tal decisión.
—¿Y porque no? Después de todo, ustedes son lo mas preciado que tengo y no seria bueno, abandonarte ahora que más me necesitas—confesó sin inmutarse.
—Pero sus obligaciones, su empresa...—el Otsutsuki la beso de nuevo para que no continuara enumerando los motivos por los cuales no podía ir tras ella.
—Tu no te preocupes por nada, yo me encargaré de dejar todo en orden—la morena realmente no esperaba que él hiciera algo como eso, pero por otro lado, se sintió muy agradecida. La decisión que tomó Indra, sólo se encargó de reafirmar la decisión de la chica por cumplir su palabra acerca de permanecer junto a él, intentando amarlo como se lo merecía.
—Aunque no estoy conforme con su decisión, no puedo negar, que me da mucho gusto saber que estará a mi lado cuando tenga que enfrentarme a todo, no obstante, también estoy preocupada por usted, por su encuentro con su familia—para bien o para mal, Indra era el tío de Toneri y por ende, quedarían encontrados en diferentes lados, sólo por ella. No podía evitar sentir molestia por verlos enfrentadnos, era por ese motivo que hubiera preferido que Indra se mantuviera al margen de todo.
—A decir verdad, creó que ya es hora de reencontrarme con mi familia—él no mentía, hacía ya un tiempo estaba pensando en su madre, pero más que todo, pensaba en Ashura, en su hermano, al que no veía desde que se marchó. La partida de Hinata le daría la excusa perfecta para encontrarse con ellos, pues por lo que sabía, se habían instalado permanentemente en Konoha.
—¿En serio?—el varón asintió—Me da mucho gusto que se reencuentre con ellos—la chica realmente estaba muy feliz por él, dado que no era bueno, estar por tanto tiempo separado de su familia. Todo el tiempo que estuvo sin hablar con su padre, la dejó lastimada y cuando finalmente se reconciliaron, fue uno de los mejores momentos de su vida y por muy difícil que fuera la madre de Indra, estaba segura que iba ser bueno para ambos, incluyendo al hermano menor.
Luego de compartir más información, se despidieron para continuar con el siguiente paso, el cual era, el de informar a sus amigos y compañeros de trabajo. Hinata se encargó de hacer anotaciones sobre el procedimiento para hacer los mismos postres en la pastelería.
Los días siguientes, se encargó de avisarle a Kurenai y aunque se puso muy triste, le animó a seguir lo que le dictaba su consciencia. Con los otros amigos, no fue diferente y con la llegada de Nagato, no les quedó más remedio que desearle mucha suerte.
Yahiko llegó el día antes de su partida con un semblante de preocupación. Nagato y él, la llevarían hasta Konoha para asegurar que llegarán con bien y también para darle la información a Hiashi, ya que no habían podido colocar cámaras ni micrófonos dentro de la mansión. Como la ojiperla no quiso decir nada, ellos tampoco pudieron entrar a colocar todo y solo lo hicieron a las afueras. Aunque todo se realizó sin que el mismo Yahiko lo supiera. Nagato se lo informó la noche anterior y apenas amaneció, subió a su auto y se dirigió hasta Ame.
—Antes que nada, me da mucho gusto saludarla —ella sonrió, pues le debía mucho a ese hombre y gracias a sus actos, se ganó por completo su respeto y admiración—y también debo decir, que no estoy de acuerdo con su decisión.
—Lo se, y estoy segura que usted no será el único en estar en desacuerdo—pensó en la reacción que tendría su familia y por supuesto, Tobirama, aunque como ahora estaba con otra, quizás ya ni le importaba.
—Yo creó que debe haber otra manera, no creo que deba arriesgarse a tanto—él trataba de persuadirla, pero Nagato le había contado que no podría hacerlo, ya que la joven estaba determinada a dar ese paso.
—Ambos sabemos que no la hay—Hinata le explico prácticamente todo lo que ya su compañero le había informado y no tuvo mas remedio que estar de acuerdo con su decisión y lo único que pudo hacer fue asegurarle que haría hasta lo imposible por garantizar su seguridad y la de su bebé.
—¡Bien...! En vista de que no lograré convencerla de desistir, vamos a casa de Kurenai, me dijo que ahí nos espera para entregarle algo—ella asintió sin pensarlo y lo acompaño. Cuando llegó, se llevó la sorpresa del día. Todos sus compañeros y amigos, le habían hecho una reunión de despedida a ella y a Itama. Desgraciadamente, Indra no logró terminar con sus obligaciones y debía quedarse una semana más, aunque aseguró que no tardaría tanto tiempo, pues la iba echar mucho de menos.
—Te deseamos un buen viaje Hinata y esperamos tenerte aquí para nuestra boda—Sakura y Gaara estaban entre los invitados. La pareja contraería matrimonio en cuatro meses y ya contaban con ella para que los acompañara.
—Muchas gracias por todo y si todo sale bien, pueden contar con mi presencia en su boda... no me la perdería por nada—la pareja estuvo charlando con ella sobre lo mucho que extrañarían sus deliciosos postres. Itama pasó la tarde de brazo en brazo, la mayoría de los amigos de la ojiperla, querían aprovechar el mayor tiempo posible con ese bebé. Ellos sabían que había la probabilidad de que ellos ya no regresaran, más que para visitarlos y aunque los entristeció la idea, era lo correcto para ella, dado que allá estaba su familia.
—Promete que me llamarás con videollamadas para poder mirar a Itama—le pidió Moegi casi a punto de llorar.
—¡Moegi!—la Hyuga le dio un abrazo—Ten por seguro que te llamaré y no sólo eso, sino que también te invitaré a visitarnos, cada vez que lo desees—sólo debía arreglar el conflicto en el que estaba—te tomé mucho aprecio y ya te considero como parte de mi familia—se abrazaron llenas de emociones prometiendo seguir en contacto.
Conforme pasó la reunión, la morena se había despedido de todos y sólo le faltaba Kurenai—No se que hubiera sido de nosotros, de no ser por su ayuda... le estaremos eternamente agradecidos por su confianza y su buen corazón—la fémina mayor, derramó lágrimas cuando Hinata le agradeció.
—Ni lo menciones, que para mí, tu eres como una hija y recuerda que siempre podrás contar conmigo—Kurenai le dijo que si un día regresaba, podía continuar viviendo en el mismo lugar y ni hablar del trabajo en la pastelería.
—¿Estas bien?—le preguntó Indra cuando logró acercarse a ella y a Itama. Lamentablemente, ella había pasado parte de la reunión, llorando cuando se despedía de sus amigos y ahora solo quería consolarla.
—Si, es sólo que estoy un poco sentimental—para ese momento, Itama ya se había quedado dormido y ellos se despidieron de Merai y le agradecieron a Kurenai y a su esposo Asuma, por todo lo que habían hecho por ella.
...
A la mañana siguiente, Indra estuvo con ella antes de que partieran. Él ya conocía a los detectives y no pudo evitar advertirles sobre mantenerla a salvo. Con un intenso beso se despidió de ella, para luego también besar la frente de Itama.
El auto conducido por Nagato se fue con rumbo a Konoha. El nerviosismo en la chica era evidente para los dos policías y ella no estaba segura de el motivo exacto, dado que en las últimas semanas, no había vuelto a ver a Tobirama. Por otro lado, su familia, no tenía idea de su decisión y finalmente, el miedo a lo que ese demente podía hacer cuando se enterara de su regreso. Estaba tan concentrada en sus cavilaciones, que lo único capaz de sacarla del lugar donde se hallaba fue el sonido del celular de Nagato.
—¿Como estás Naruto?—Yahiko volteó a mirar a su compañero en cuanto escuchó la mención del rubio. Hinata también escucho y guardó silencio—Así es, ella viene con nosotros, pero no creo que debas ir a verla hoy, lo mejor será que esperes a mañana y si quieres, nosotros estaremos contigo para que le expliques todo—la llamada finalizó y el pelirrojo suspiró—Señorita Hyuga, Naruto ya sabe que usted viene de regreso y quiere hablar con usted acerca de todo lo que ha logrado averiguar sobre su esposa y la complicidad que mantiene con Toneri Ototsuki.
—¿Naruto ya sabe sobre Shion?—eso definitivamente fue una sorpresa para ella.
—Se que resulta increíble, pero Naruto fue de gran ayuda en la investigación, incluso, él mismo se encargó de monitorear los movimientos de su esposa y fue cuando se enteró que ella era la amante de Toneri, además logró reunir información que ni siquiera nosotros con toda nuestra vigilancia logramos tener—Yahiko asintió cuando ella lo miró en busca de una respuesta—Naruto se puso en contacto conmigo y se ofreció igual que usted para tender una trampa y debido a eso, quiere reunirse con usted—Hinata se sintió mal por el rubio, ya que también él, había resultado dañado por las acciones de esos dos seres mezquinos y despiadados.
—Me dará mucho gusto hablar con él—aseguró la joven con sinceridad.
—En ese caso, mañana nosotros mismos lo llevaremos a la residencia Hyuga y aprovecharemos para colocar el sistema de vigilancia que no hemos podido instalar—con todos los puntos aclarados, el viaje continuó hasta que la cuidad tan conocida por ellos, comenzó a vislumbrarse. La ojiperla dejó escapar un suspiro debido a la ansiedad.
—Espero que el señor Hiashi, no nos asesiné por esto—soltó Yahiko, en un intento por disipar el ambiente tenso y pesado que se había formado dentro del auto.
—No sé preocupen por nada, yo tomaré toda la responsabilidad de mi regreso—el varón sonrió al verla tan decidida y a la vez protectora con ese bebé que con solo verlo, le recordaba al Senju menor.
—¡Bien...! Hemos llegado—el auto se estacionó frente a la mansión Hyuga. Nagato ayudó abriendo la puerta de la ojiperla, mientras Yahiko le ayudaba con el niño.
Hinata tomó la mano del detective sin pensarlo, ya que toda su concentración se fijó en las imponentes puertas de metal. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvo allí y al recordar el último día, no pudo evitar la ola de melancolía que la salpicó. Ese fue el día en que se fue a vivir con Tobirama, el mismo día en que le prometió cuidarla. Se odiaba a si misma por acordarse de él, en cada paso de su vida. Las ganas de llorar fueron mayores que el miedo por estar en la misma ciudad, en la cual vivía el demente que tanto daño le hizo.
—¡Gracias!—murmuró al varón sin verlo dado que un auto muy conocido para ella entró en su campo de visión—Neji—el castaño llegaba de su trabajo y cuando entraba por el portón de la vivienda, logró mirar el auto estacionado frente a la casa, sin embargo, eso no fue lo que lo sorprendió, no. Lo que en verdad lo sorprendió fue su prima con Itama acompañada de los dos policías.
—¡Hinata!—bajó del vehículo y corrió hacia ellos—¿Que significa esto? ¿Porque están aquí? Si Toneri se entera correrás peligro—el castaño se silencio cuando finalmente entendió todo lo que estaba sucediendo... Claro, ella venía con los detectives, uno de los cuales propuso su regreso y ellos se opusieron—Ustedes...—Neji iba comenzar con los reproches pero ella intervino.
—Ellos no tienen nada que ver con mi decisión de regresar... por favor Neji, trata de entenderme, ya no quiero continuar huyendo como si hubiera hecho algo malo—el Hyuga ya no pudo continuar con los reclamos y optó por abrazarla, a fin de cuentas, ella tenía razón y él se dedicaría ayudarla en todo lo que necesitará.
—Ustedes dos me deben una explicación—todos voltearon a mirar a la persona que acababa de llegar sin ser notada.
--¡Padre...! La joven corrió hacia el patriarca y se detuvo frente a él, ya que, aún no se sentía con la confianza de abrazarlo espontáneamente, sin embargo y para su sorpresa, fue el mismo Hiashi quien la acuno en sus brazos y a los pocos segundos dirigió sus orbes hasta su pequeño nieto que aún era sostenido por Yahiko. El oficial entendió y se acercó para dárselo y en minutos ya estaban todos en la sala de la mansión, con la ojiperla relatando todo los últimos acontecimientos y su decisión de regresar aún en contra de todos.
—Nosotros nos retiramos, pero regresaremos mañana con Naruto y con los encargados de colocar el equipo de vigilancia—anunció Yahiko, luego de escapar de los reclamos de Hiashi, gracias a la chica y al embelesamiento que tenía con el nieto.
—Gracias por todo y aquí los veré mañana—los otros dos Hyuga también agradecieron y cuando ya se habían marchado, un fuerte grito de alegría se escuchó en la puerta principal.
Hiashi gruñó molesto porque el llamado de Hanabi, estremeció al pequeño en sus brazos.
—Hina-Hina, que gusto verte—las hermanas se abrazaron y cuando la menor quiso ir por Itama, el patriarca se negó y sugirió que le ayudara a su hermana a instalarse en su antigua habitación. Ya se encargaría a la mañana siguiente, de comprar una cuna para su nieto.
[...]
Cuando Tobirama se enteró del regreso de Hinata, sintió una gran alegría, pero a la misma vez, también sintió miedo. Hiashi le había llamado para informarle sobre el regreso y sobre su plan de ofrecerse como carnada para el Otutsuki.
Por un lado, la tendría cerca para poder verla, aunque fuera desde lejos, ya que no pensaba faltar a su palabra, pero tenerla en Konoha, significaría mayor acceso a su hijo. Por otro lado, tanto ella como Itama, estarían en constante peligro ¿Porque tenía que ser tan complicando todo? Él no podía estar cerca para cuidarlos y la poca calma que conseguía tener se iría al demonio, pensando que en cualquier momento estaría en peligro. No iba tener otra opción, debía ir a buscar a esos detectives para ver en qué podía ayudar, dado que sus intenciones de reprenderlos por querer utilizarla, quedaron reprimidas por lo que le dijo Hiashi... Ella misma pidió regresar y nada ni nadie, la haría cambiar de opinión.
Muy a su pesar, contuvo el impulso de ir hacia ella y se tuvo que conformar con mandarle un mensaje al día siguiente para ver si podía dejarle ver a Itama. Su hermano enloquecería cuando finalmente lo conociera.
...
Tal como lo planeó, al día siguiente se dirigió a la jefatura para hablar con Yahiko y se encontró con Naruto.
—¿Esta todo bien Naruto?—el rubio saltó del susto, puesto que su menté no había dejado de darle vueltas. La noche anterior, Shion se había puesto lencería sexy para intentar provocarlo, sin embargo, no cedió a los decesos de esa traidora. Por mas bella que se veía, el asco y la decepción hacia ella, fueron más fuertes, Shion ya no le inspiraba ningún deseo sexual, no después de todo lo que sabía de ella. Luego de rechazarla, comenzó hacer una rabieta y colocando un abrigo sobre su semi desnudo cuerpo, salió a la mitad de la noche, seguramente para que su amante le quitara las ganas. Ni siquiera tuvo que rastrearla para saber que se dirigió hacia el mismo hotel donde se veía con ese imbecil.
—¡Tobirama!—lo nombró en forma de saludo y no pudo evitar sentir pena por él y por cómo terminaron las cosas con Hinata—Si, todo está bien, yo estoy aquí porque...—el rubio no terminó de hablar, pues en ese momento llegaron los dos detectives.
—¿Nos vamos?—cuestiono Nagato antes de percatarse de la presencia de Tobirama—Oh Senju... ¿en que podemos ayudarlo?—ambos amigos se preparaban para la reprimenda que les daría, sin embargo, eso no sucedió.
—Me enteré del regreso de Hinata y estoy aquí para saber como puedo ayudarlos para mantenerla a salvo—Naruto sonrió con pesar, era evidente lo mucho que la amaba y que estaba dispuesto hacer por ella.
—En este momento nos disponemos a ir a su casa, Naruto nos acompañará ¿quiere venir con nosotros?—Yahiko, no tuvo que hacer la pregunta dos veces, para que las orbes del Senju brillaran de felicidad. Había prometido no acercarse, pero debido a las circunstancias, pensó que lo haría sólo por esa ocasión. No podía engañarse, la amaba demasiado y no verla era como morir lentamente, sin embargo, cuando evaluó la situación, se dio cuenta que no era el mejor momento, ya que la presencia de Naruto, seguramente era para hablar de su mujer y las conexiones que tenía con Toneri. Su presencia frente a ella, podía ponerla de mal humor, como se puso la última vez que se vieron.
—Agradezco su invitación, pero no creo que sea buena idea... Sólo les pido que me indiquen como los puedo ayudar para garantizar su seguridad y también les ruego me mantengan informado sobre los últimos avances—ellos asintieron.
—No te preocupes, yo mismo te llamaré apenas salga de su casa—aseguró Naruto.
—Te lo agradezco mucho y ya no les quito el tiempo—los tres varones se despidieron de él y se pusieron en marcha a casa de Hinata, donde Naruto y ella compartirían información.
...
Hinata recibió a los tres hombres y el gusto de los antiguos compañeros de la academia fue mutua. Ella le preguntó por sus padres, especialmente por Kushina a quien le había tenido aprecio y respeto. Naruto le contó sobre lo ocurrido en la academia luego de su partida . Luego de ponerse al día, los detectives pidieron el consentimiento de la morena para que los técnicos comenzaran con su trabajo. Ella les dio el acceso y comenzó a escuchar todo lo que el rubio tenía para decir.
—No se cómo pude confiar en ella—soltó la fémina cuándo Naruto le dijo sobre las sospechas del asesinato del médico.
—No te aflijas, mírame a mi... caí como adolescente en su primera relación amorosa, ni siquiera fui capaz de sospechar nada, hasta que ya me había casado con ella—la sonrisa del rubio estaba llena de melancolía y la ojiperla pudo ver, que tan afectado había quedado Naruto por culpa de esos dos.
—Ahora más que nunca, estoy convencida de haber tomado la mejor decisión—aseguró Hinata tomando las manos del varón entre las suyas. Para ese momento, los detectives ya se habían marchado y sólo quedaban los técnicos que se encargaban de las cámaras—Los haremos pagar por todo lo que nos hicieron.
—Hina... este principe párese estar desconociendo y creo que te busca—Naruto abrió la boca al ver a Hanabi con un niño en brazos—Oh, no sabía que estabas ocupada ¿como estas Naruto?—el chico apenas respondió al saludo.
—¿Tuviste un hijo?—Naruto no sabía nada sobre la existencia de Itama y no pudo disimular la impresión que le dio al verlo.
—Así es, te presento a mi hijo... Itama Senju—Hanabi se despidió de ambos y salió a realizar unas compras, dejándolos a solas. Itama enfocó sus rojizas orbes en las azules del rubio. Realmente no había necesidad de escuchar el nombre para saber que era hijo de Tobirama. Ahora sentía mucho más pesar por el albino.
—Ahora entiendo la preocupación que mostró Tobirama esta mañana cuando llegó a la jefatura—Naruto se acercó al bebé—él estaba muy interesado en hacer cualquier cosa por garantizar tu seguridad y cuando lo invitamos a venir, estuvo por hacerlo, pero se echó para atrás en el último minuto y sólo pidió mantenerlo informado de todo—el corazón de la ojiperla latía desmesuradamente apenas escuchó el relato de su amigo. Tobirama ya sabía que ellos estaban en Konoha y quiso ir a verlos.
—Él y yo, compartimos la custodia de Itama, quizás no quiso venir porque aún no era fin de semana—fue lo único que pudo decir debido a la conmoción.
—No te engañes Hinata, ambos sabemos que ese hombre sigue loco por ti y en verdad esta muy arrepentido de lo que hizo—la ojiluna desvió la mirada—El de ustedes era un amor tan grande, que inclusive tuvo frutos... piénsalo Hina, no te cierres a perdonar y a dejar morir algo tan grande—entre ellos había esperanza, no como en su caso, dado que Shion era una mala persona y no creía que lo hubiera amado, lo de ella, era más bien algo como una enfermiza obsesión.
—No Naruto, entre nosotros ya no puede haber nada.
—¿Porque no? Yo se que tu eres una persona bondadosa, capaz de perdonar y...—el joven ya no continuó debido a las lágrimas no derramadas en las perlas. De nuevo se emocionaba y terminaba hablando de más.
—E-estoy con alguien más—confesó Hinata y el varón se sorprendió por la información—acepté estar con un hombre maravilloso en todos los sentidos y ni siquiera me alcanzaría con los dedos de mis manos, para enumerar las muchas virtudes que posee.
—Vaya, por la forma en la que hablas, supongo que debe ser una gran persona ¿lo conozco?—la curiosidad era algo que el chico no podía controlar.
—No lo creo, pero él vendrá en unos días y podrás conocerlo, su nombre es Indra Otsutsuki—Naruto abrió los ojos como platos apenas escuchó su nombre completo.
—¿Otsutsuki? ¿Acaso está relacionado con Toneri?
—Es su tío, pero antes de que pienses mal, debo aclarar que Indra tiene años separado de ellos—poco a poco, le contó todo sobre Indra y como hasta Neji ya lo conocía.
—¡Que pequeño es el mundo!—exclamó Naruto antes de despedirse de la Hyuga. Ellos ya habían acordado la mayoría de los detalles para atrapar a la pareja criminal y el primer paso lo daría Naruto durante la cena, soltando la información sobre el regreso de Hinata. Estaba seguro que Shion correría a informar a su amante y ese sería el principio del fin para ellos.
[...]
—No puede ser, no puede ser...—la mansión Hyuga fue invadida por una eufórica rubia que gritaba feliz. Ino llegó acompañada de Itachi y Sasuke. Tenten debía de estar por llegar acompañada de Deidara.
—Ha pasado tanto tiempo Hinata—Itachi le dio un leve abrazo seguido por Sasuke. Para ella fue muy gratificante, mirar a los hermanos de nuevo, pues desde pequeña los conocía y los consideraba familia.
—¡Por todos los cielos!—Sasuke se sorprendió cuando Hanabi apareció con Itama en brazos. Pronto las orbes de Itachi también se dirigieron al niño y al igual que su hermano, se sorprendió con el parecido físico del niño con el Senju. Una pequeña sonrisa se estampó en el rostro de Itachi, al imaginar a su futuro bebé. Sería increíble que si tenían un varón, se pareciera tanto a él, como le sucedió a Tobirama—Es idéntico al Senju—la ojiperla trató de sonreír, pero cada vez que escuchaba su nombre, el corazón le latía mas rápido.
—Hola... ya estamos aquí—Tenten y Deidara entraron en la sala y la ojiperla se puso de pie para recibirlos.
—Me da mucho gusto verte de nuevo Hinata—Deidara, también le dio un abrazo y en segundos al igual que los Uchihas, se dirigió hacia el bebé. No hizo falta repasar la historia de la Hyuga fuera de Konoha, pues ya las féminas les habían contado todo a sus parejas, así que sólo se dedicaron a ponerse al día con los últimos acontecimientos.
—No vas a creer esto Hina, pero ¿quien crees que ya tiene novia?—la morena pensó que sufriría un ataque de ansiedad, dado que estaba segura de quien se trataba.
—T-Tobirama...—fue apenas un murmullo, pero ellas la escucharon.
—No... ¿como crees?—Ino sonrió negando con la cabeza—Habló de Kiba—la morena soltó el aire que había contenido dentro. No tenía derecho a decir ni sentir nada, pues ella ya no era una mujer libre y le debía todo su respeto a Indra.
—¿En serio? ¿Y quien es la chica?—cuestiono Tenten con curiosidad, pues no había mirado las redes sociales.
Ino se aclaró la garganta y miró a Hanabi y a Sasuke—¡Bueno! ¿Recuerdan a la chica que se quería comer a Tobirama en aquel bar?
—¿Con esa ofrecida?—preguntó Hanabi con despreció.
—¡Hanabi!—Hinata aún consternada, reprendió a su hermana por la actitud soberbia y malcriada que estaba mostrando. Hanabi prácticamente terminó con Sasuke por lo que dijo de esa tipa y con sólo escuchar que la mencionaban, su sangre hervía—No deberías hablar así.
—Si la hubieras visto ofreciéndose descaradamente con tu ex, no dirías lo mismo—el rostro de la ojiperla se tornó rojo, pero no era por estar avergonzada.
—Estoy segura que Kiba logró bajarle las ganas que le dejó Tobirama—Itachi negó con la cabeza por el comentario de su prometida, no obstante, su mirada se enfocó en las reacciones de Hinata y todo indicaba que la mención del Senju, la alteraba mucho.
—Kiba colocó fotos en sus redes sociales... aquí está—la castaña se puso de pie y le mostró el perfil del Inuzuka a su hermana, donde aparecía con la flamante novia.
—Ella—Hinata sintió que le faltaba el aire. Esa mujer era la misma que tiempo atrás, vincularon como novia de Tobirama. Ino contó lo sucedido en el bar y como el lugar estaba lleno de periodistas. Poco a poco, ella comenzó a entender lo que había sucedido y sin que se lo propusiera, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.
—¿Que pasa Hina?—Deidara se percató de su estado y pronto las chicas estaban con ella. Itachi, animó a los varones a salir, para dejar que las jóvenes se encargaran de Hinata.
—Hina di algo, me estás preocupado—la reprendió Hanabi al verla llorando abrazando a Itama.
—Yo... yo leí los encabezados donde aseguraban que esa mujer y Tobirama eran novios—confesó con tristeza.
—Si, de hecho eso fue lo que parecía en las fotografías, pero nosotras estuvimos en el mismo lugar y te aseguro que él, no hizo más que resistirse a sus insinuaciones—añadió Tenten.
—Hice lo mismo que hizo él... y me dejé llevar por la información sin tener la seguridad yo creí que...—las amigas entendieron a lo que se refería y aunque la situación no era la misma, el resultado si lo era.
—Tranquila, cualquiera en tu lugar hubiera creído lo mismo—Hanabi trató de restarle importancia, aunque sabía que su hermana se sentía muy culpable—pero ahora que estás aquí y que ya lo sabes, quizás ustedes pudieran arreglar sus...—la Hyuga menor se silenció, cuando su hermana comenzó a negar con la cabeza.
—Acepté ser la novia de Indra—las tres féminas guardaron silencio y ya ninguna de ellas supo que decir al respecto. Indra era el hombre perfecto y estuvo tras ella por mucho tiempo hasta que finalmente logró obtener el si. Lo que estaba afectando a la Hyuga, era el hecho de haberlo aceptado movida por el despecho y por otro lado estaba Tobirama, el cual continuaba sin salir con ninguna mujer. Días atrás estuvo segura que ya no había probabilidad de que estuvieran juntos debió a la supuesta novia anudado a su orgullo herido y ahora quedaba mucho más claro, pero en esta ocasión, era por ella.
[...]
Naruto veía directamente al Senju sentado detrás de su escritorio. Pensó en llamarlo por teléfono, pero le pareció mejor ir a verlo para no omitir detalles sobre lo planeado en los próximos días
—Antes que nada debo felicitarte por ser padre, de verdad que me sorprendí cuando lo supe—el albino sonrió con orgullo.
—¿Lo viste? ¿Conociste a mi hijo?—el menor asintió—¿Y ella como está?—Naruto le contó la mayoría de las cosas que habló con ella sin embargo, sentía que también debía decirle sobre la relación de Hinata con el Otsutsuki.
—Ella me contó algo y te lo diré para que no te tome por sorpresa—el Senju aún sonreía—Hinata me dijo que aceptó ser la novia de Indra Otsutsuki y que él vendrá a Konoha, en los próximos días para instalarse aquí—el menor sintió un gran pesar cuando miró la expresión de Tobirama—lamentó haberlo dicho.
—No te preocupes Naruto, yo ya lo sabía y se que está en buenas manos... Indra es todo un caballero, sin importar que comparte la misma sangre de Toneri—Naruto finalmente se marchó y Tobirama dio rienda suelta a su dolor. Sabía que ellos estarían juntos, pero no era fácil conformarse y por otro lado, le era imposible no sentir dolor... ahora sí la había perdido para siempre. Ni siquiera le importo limpiarse la humedad de sus ojos cuando entró Hashirama a su oficina, de todos modos ya no tenía nada que perder y que lo vieran llorar era el menor de sus conflictos.
Continuara.
Lamento mucho la larga espera y les agradezco por tenerme paciencia, pero me esta pasando lo mismo que me pasa con las historias que estoy por finalizar, me da tristeza que se terminen y las actualizó más lento. Me disculpo por las posibles faltas de ortografía, luego las corregiré. 😊💕
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top