Capitulo 24
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—¡Eres toda una luchadora y estoy orgulloso de ti!—Hinata se limpió las lágrimas al escuchar tal declaración por parte de su padre, de quien nunca pensó que podía hacerlo—Se que no he sido un buen padre y aún cuando fue así, tu has demostrado ser todo lo que yo hubiera querido ser con tu hermana y contigo—Hiashi observó con ternura a su primogénita sosteniendo a su nieto.
—¿Porque? ¿Porque tuvimos que llegar a esto para escucharlo decir, lo que tanto deseaba escuchar? Yo siempre traté de estar bien con usted y aún con todo mi esfuerzo, no logré nada, nunca una sola palabra de ánimo—estaba herida y no pudo evitar reprocharle su forma de ser con ella.
—Estás en todo tu derecho de reclamarme, por mi despreciable comportamiento, sin embargo, en mi equivocado juicio, creía que te hacía un bien al tratarte con dureza... tu a diferencia de tu hermana, siempre fuiste más dicil, más confiada y veías la bondad en la mayoría de las personas, incluso en las peores y a eso se debía mi miedo—ninguno de los dos se sentó mientras hablaban—pretendía que te volvieras fuerte, más desconfiada, incluso que fueras fría y calculadora en cada uno de sus actos... No quería que nadie te dañara y por mi falta de empatía contigo, terminaste dentro de una pesadilla.
—Durante todos estos años, creí que no me quería y que mi conducta le avergonzaba—el mayor quería abrazarla para que dejara de llorar. Durante todo el tiempo que no la miró, se sintió miserable y temía que no pudiera encontrarla y ahora, la veía tan cerca y tan lejos a la vez.
—Tu modo de ser es el mismo que el de tú madre, ese era el motivo por el cual te trate de cuidar, aunque fue de la manera equivocada, no obstante, nunca dudes que te quiero, te ame, desde el momento en que supe que venías al mundo y todo aumento, cuando abriste tus ojos mientras te sostenía en el hospital luego de tu nacimiento... Perdóname Hinata y déjame demostrarte que puedo ser un buen padre, el padre que siempre debi ser—la morena no pudo seguir conservando su orgullo y se acercó a su progenitor con Itama en sus brazos. Hiashi los abrazó a ambos y le dio las gracias por darle una segunda oportunidad, a pesar de no merecerla—Ahora, abusando de tu bondad ¿me permitirías cargar a este muchacho?
—Si—ella no pudo negarse y menos después de ver el anhelo que mostraban las orbes de su padre, cuando veían a su bebé.
—¡Gracias por perdonarme hija...! Me has hecho el padre y el abuelo más feliz del mundo—girándose con el nieto, para que ella no lo viera, se dispuso hacerle muecas para tratar de que el pequeño sonriera, sin embargo, no lo logró y fue él, quien terminó riendo—es tan parecido a su padre—soltó sin dejar de mirar al Senju menor. Prácticamente, cualquiera caería preso del encanto y la seriedad, de ese pequeño hombrecito.
--Así es, de hecho, parece que no saco nada mío—habló ella en tono triste, cuando recordó que Tobirama, había cumplido su palabra de no aparecer frente a ella. El Hyuga no pasó por alto el semblante triste de su hija y sintió mucha culpa, ya que de haberla apoyado, quizás Toneri nunca hubiera podido formar el engaño en contra de ambos enamorados.
—Lamentó tanto no haber aceptado tu relación con el Senju... tarde me di cuenta, lo equivocado que estuve con él—decreto con pesar, aunque sabía que esa era una carga que siempre llevaría sobre sus hombros.
—¿A que se refiere?—ella quería indagar acerca del acercamiento que ellos dos habían tenido durante su ausencia, pues aún le parecía algo increíble.
—Tobirama Senju, era el hombre ideal para ser tu esposo y mi terquedad, no me dejó verlo, hasta que no fue demasiado tardé—el mayor se puso serio para continuar—Aunque se que no lo preguntarás, quiero aclararlo... yo nunca estuve de acuerdo con Toneri para que se acercara a ti, fue él, quien me visitó en la oficina para cuestionar sobre el rompimiento entré ustedes y lo único que le dije fue que no tenías pareja, dado que en realidad, no sabía que Tobirama y tú estaban en una relación. Luego de esa información, me aseguro que te conquistaría sin que tú supieras quien era, no obstante, le advertí que tú tenías la última palabra—la ojiperla escuchaba en silencio—Cuando me contaste que estabas con alguien, creí que se trataba de Toneri y reaccioné mal en cuanto supe que se trataba del Senju... yo pensaba que no era alguien para ti y no pude estar más errado—confesó con pesar.
—Toneri me aseguro que usted estaba de acuerdo con él—le reprochó con tristeza.
—Lo se, luego que te marcharás de la casa, Toneri regresó y estaba fuera de si, fue en ese momento, que temí por tu seguridad. El me reclamo por dejar que estuvieras con tu prometido, luego se marchó, asegurando que haría lo que yo no fui capaz de hacer... supongo que fue ahí que comenzó su malvado plan para separarlos... Te confieso que al saber lo que hizo Tobirama, quise asesinarlo, sin embargo, cuando vino hasta mi, dejando atrás todo su orgullo, comprendí que también yo te había fallado y él, fue mucho más valiente que yo, al dejar a un lado todo, reconociendo sus culpas, luego fuimos juntos a la jefatura de policía y al ver expuesto el plan de Toneri, supe que era prácticamente imposible no caer en el.
—Él no creyó en mi, no me dejó defenderme, ni siquiera me dio el beneficio de la duda—soltó llorando.
—A eso me refiero cuando digo que el plan fue perfecto... sólo piensa, Tobirama era un hombre cuyo pasado estaba marcado por la traición de la persona que amaba, luego llega tu falta de malicia haciéndole mas fácil las cosas, incluso Nagato, el amigo de Yahiko, cayó en los engaños de ese demente—ella recordó como el pelirojo la echo de su oficina y de no ser por Yahiko, no sabría que hubiera sido de ella.
—Supongo que también tuve parte de culpa, por confiar en las personas equivocadas. Cuando conocí a Toneri, debo reconocer, que logró engañarme también y hasta acepté su invitación de tomar algo con él.
—Y lo más lamentable, es que logró lo que se propuso... ustedes terminaron separándose y según, lo que me contó el mismo Senju, ya no hay manera de arreglar las cosas—Hiashi recordó al abatido albino, cuando aceptó que prefería retirarse a tiempo, antes que la madre de su hijo lo odiara. Lo mas triste, fue que a pesar de mostrarse firme e inquebrantable, el dolor estaba plasmado en sus ojos.
—¿Él se lo dijo?—cuestionó con dolor y a la vez con incredulidad.
—Cuando supo que estabas aquí, estaba decidido a rogarte, si con eso conseguía tu perdón, sin embargo, cuando regresó a Konoha y nos reunimos, su semblante había cambiado, pasó de querer que regresaras con él, a querer mantenerte a salvo, inclusive se molestó con Nagato, cuando esté, sugirió que la única forma de atrapar a Toneri, era si tú regresabas y te usaban de carnada—Hinata se sorprendió y se estremeció, al imaginar a Toneri poniéndole las manos encima—yo de inmediato me negué, pero Tobirama, aseguró que no permitiría que te expusieran a tal peligro—Hiashi continuó narrando los avances sobre el caso, sin embargo, ella sólo podía sentir el nudo en su garganta.
Hiashi se quedó a comer con su hija y durante todo el tiempo, estuvo con su nieto en brazos, aún cuando el niño, ya se había dormido. Por petición de Hinata, le contó un poco más sobre la sugerencia de Nagato sobre regresar para atrapar a Toneri, incluso le contó que además de la molestia de Tobirama, junto a la suya, tampoco Yahiko estaba dispuesto a exponerla a ese peligro, no obstante, la idea comenzó a dar vueltas en el cerebro de la ojiperla.
Según ella, quizás la idea de Nagato, no era tan descabellada después de todo, pues en realidad, no podía estar siempre mirando por encima de su hombro, temiendo que Toneri la encuentre y que en esta vez, no logré tener la misma suerte que en el pasado. Independientemente de quedarse en Ame para siempre, o regresará a Konoha, quería estar segura que nada ni nadie pondría en peligro a su bebé por intentar algo contra ella.
[...]
Hashirama se dedicaba a escuchar a su hermano, permaneció en silencio con el pecho estrujado, Tobirama se veía realmente triste y lo peor, era que no podía hacer nada por ayudarlo.
—¿Y crees que hacerte a un lado sea lo mejor?—cuestionó el castaño.
—Tendrías que verla para saber que tome la decisión correcta... La tímida niña que logró robar mi corazón, quedó en el pasado y en su lugar quedó una mujer fuerte, una madre luchadora, dispuesta a defender a su hijo y a ella misma de cualquiera que la haya herido, incluyéndome a mí, que a decir verdad, creó que al igual a Toneri, llevamos la delantera—trató de sonreír, sin embargo, le resultaba muy difícil, al igual que había sido estar tan cerca de ella y no poder acercarse.
—De verdad lo siento tanto Tobi y si hay algo en lo que pueda ayudarte, solo tienes que decirme, yo quizás pueda hablar con ella y...—el albino negó con la cabeza.
—Te lo agradezco mucho y se que tus intenciones son las mejores, pero no servirá de nada, de todos modos, ella me permitió reconocer a Itama y está dispuesta a continuar compartiendo la custodia, así que me conformo, ya que es más de lo que merezco—suspiró y los recuerdos viajaron hacia Indra y en como debía de estar cerca de ella. Seguramente pronto se comprometerían y él sólo podía desear que fueran felices .
—¿Tobi?—ambos giraron hacia Mito—Siento tanto lo que pasó entre Hinata y tu, en cierta forma, también fue culpa mía por lo que hice—la pelirroja lloraba arrepentida por sus actos y cuando supo lo que hizo su cuñado con respecto a la mujer que amaba, se le rompió el corazón—si lo deseas, yo puedo hablar con ella, aceptaré lo que merezco, si con eso consigo que ustedes dos vuelvan a estar juntos... ¿Crees que podrás perdonarme?—Hashirama sonrió complacido al escuchar a su mujer, ella realmente estaba arrepentida por sus acciones.
—Yo te perdone cuando entendí que nadie más que yo, fue el responsable de arruinar lo que Hinata y yo teníamos... y en cuanto a tu ofrecimiento, te lo agradezco mucho, pero preferiría que no lo hicieras—la fémina no tuvo más que asentir pues al parecer, él se había rendido.
...
Los días continuaron su cursó y el humor de Tobirama no parecía mejorar. Había regresado a trabajar en su empresa, donde veía a Konan todos los días, más, no hablaron sobre lo sucedido. La mayoría de los empleados y amigos del Senju, lo veían serio como de costumbre, no obstante, los más allegados como lo era Minato, veía con pena a su amigo.
Esa noche tenía una cena con una ejecutiva que quería asociarse con las empresas Senju y como era de esperarse, Hashirama le dejó todo a él. No sabía mucho sobre la fémina, ademas de lo que le contó Mito sobre ella, según su cuñada, Tamaki era muy hermosa, aunque también aseguró que era un tanto presumida y arrogante y siempre hablaba de lo mucho que le gustaban los gatos. Lo único bueno, era que Minato y Kushina lo acompañarían y no tendría que hablar mucho, sobre temas que no se refirieran al negocio.
No creía que pudiera ir a ver a Itama ese fin de semana y tampoco podía pedirle a Hinata que se lo mostrará por videollamada. No había recibido noticias de Hiashi, para saber como le fue con ella y a decir verdad, tenía la esperanza, que todo hubiera salido bien. Su hijo, sólo contaba con un abuelo y era bueno que estuvieran unidos.
Por otro lado, había algo que lo había mantenido inquieto y eso era la idea de Nagato, sobre traer a Hinata de regreso a Konoha. El plan era casi perfecto, pues pondrían oficiales encubiertos y cámaras de vigilancia, que grabarían absolutamente todo incluyendo el audio, de esa manera lograrían atraparlo. A pesar de molestarse mucho con el pelirrojo, debía admitir, que si no se tratara de Hinata, también él hubiera sugerido esa alternativa, pero tratándose de ella, no se pudo contener. La sola idea de imaginar que algo saliera mal y ese bastardo se la llevara, consiguió alterar su cerebro.
...
—¡Buenas noches!—Tobirama, Minato y Kushina, se pusieron de pie cuando llegó la dama a quien esperaban.Tamaki era una bella mujer, de cabello marrón, al igual que sus ojos, no era muy alta y su cuerpo era esbelto con senos grandes. Ella llegó con dos personas mas, una de ellas, era una joven de cabello oscuro quien se presentó como Yugao y el otro era un varón de cabello castaño hasta los hombros, que se presentó como Genma. Los tres que esperaban también se presentaron con ellos y tomaron asiento para comenzar con la cena.
No fue sorpresa para Kushina, que las dos féminas se sintieran atraídas por el Senju, aunque él, estaba como siempre, indiferente y mostrando poco interés. Por pedido de la misma Tamaki, la cena se llevó a cabo en uno de los clubs, más exclusivos de la cuidad, ya que según ella, quería bailar y beber, luego de la cena y de cerrar el contrato.
Minato se encargó de explicar todo a Genma, quien era el abogado y amigo de Tamaki. La mujer, escuchaba todo, sin embargo, no podía dejar de mirar a Tobirama. Conocía al Senju por fotos, pero verlo en persona la dejo extasiada. Todo en él, era atractivo, incluso su semblante serio e indiferente, le había resultado muy tentador.
—Entonces... ¿que les parecieron los términos?—preguntó el Senju, sintiéndose incómodo con las miradas de las personas. Desde su pelea con Toneri, los reporteros amarillistas, buscaban cualquiera de sus movimientos para continuar especulando y sin proponérselo, les estaba dando material para usar.
—Todo es perfecto, justo lo que estamos buscando ¿en donde firmo?—preguntó Tamaki, con una sonrisa coqueta dirigida al albino.
Minato sacó una carpeta con todo lo necesario. El lugar no era el indicado para hacerlo, pero Tobirama prefirió hacerlo allí mismo, para no tener que reunirse de nuevo.
—Ahora si, a celebrar—Genma sirvió a todos una copa de champagne y todos brindaron.
Mas tarde, Yugao se enfrascó en una conversación con los Namikaze, mientras que Genma se fue a la barra de bebidas donde estaba un grupo de chicas.
—Invítame a bailar guapo—el albino pensó negarse a la petición de Tamaki, pero no quiso ser descortés con ella y termino en medio de la pista con la voluptuosa mujer. El no estaba seguro si ella fingía estar ebria, o si de verdad lo estaba, ya que el resto de la noche, lo paso pegada a él.
Cuando finalmente llegó a su hogar se lanzó en su cama, fastidiado. Había tenido que ir a dejar a Tamaki, hasta el cuarto de hotel donde se hospedaba y apenas pudo escapar de los brazos femeninos. La castaña estaba empeñada en hacerlo quedarse on ella.
[...]
—¿No es ese Tobirama Senju?—preguntó Tenten al mirar entre los lugares reservados del club nocturno donde se reunieron para celebrar su unión con Deidara y la próxima boda de Ino.
—Si es él—afirmó Itachi—y también están los padres de Naruto, posiblemente estén cerrando un negocio.
—Después de lo que dijo Hina, ya no me cae tan mal—repuso Ino—ahora siento un poco de pena por él, creo que de verdad la amaba.
—La verdad, también me sentí mal por él, sobre todo después de saber que junto a mi padre, la estuvieron buscando—Hanabi sonrió al recordar a su padre y lo mucho que cambió desde que visitó a su hermana—incluso, se ha mantenido alejado de ella y sólo mira al niño.
—Aparentemente también es un buen padre, ya que el mismísimo Hiashi Hyuga lo afirma—Sasuke lo dijo en forma de burla, pero en realidad también a él, le sorprendió el cambio del padre de su novia, inclusive ya lo había invitado a quedarse a cenar en dos ocasiones y a diferencia del pasado, su futuro suegro no se portaba como el "vampiro" que describió Hanabi.
—Vaya que esa mujer parece estar en celó, a este paso lo desnudará en plena pista de baile—Tenten veía con desagrado, como las miradas que muchos varones se lanzaban sobre la fémina, por las diminutas prendas que portaba.
—Con una mujer como esa, no dudó que terminé haciéndole de todo en el auto—Itachi negó con la cabeza sabiendo que su tonto hermano había hablado de más y para muestra, estaba la Hyuga mirándolo de manera aterradora—¡Espera...! No es lo que crees, yo solo me refería a su comportamiento, no a sus grandes senos—la Hyuga salió del lugar furiosa, con un Uchiha tratando de darle alcance.
—¡Alguien esta en problemas!—se burló Deidara y los que quedaron, incluyendo a Itachi, comenzaron a reír.
—Solo esperó que no llore de rodillas, o los reporteros tendrán mucha mas tela de donde cortar.
—¡Itachi!— lo reprendió Ino, por lo que dijo de su hermano, no obstante también ella estaba sin parar de reír, imaginando al arrogante de Sasuke tratando de convencer a Hana— Ya sabes como es tu hermano y si se entera que reíste de él, comenzará de nuevo con su amenaza de vengarse—lo dicho por Ino, sólo logró muchas más risas.
[...]
—¿Y como van las cosas con tu padre?—pregunto Indra mientras paseaba con Itama y con Hinata. Aún no le pedía, ser su pareja y planeaba hacerlo en los próximos días.
—Mejor de lo que estuvieron durante toda mi vida viviendo con él—respondió entusiasmada por el acercamiento con su padre, no obstante, la idea de regresar a Konoha, no dejaba de darle vueltas en la cabeza. Estaba segura que Yahiko, jamas se lo plantearía y ni hablar de Tobirama o su padre, entonces la única opción viable era conseguir una reunión con Nagato, el mismo que la echo por no creerle.
—Me alegro mucho pequeña, ya iba siendo hora de que todos tus problemas comiencen a desaparecer, pero siento que algo te preocupa—ella no estaba segura de poder contarle a Indra acerca del plan, después de todo, Toneri era su sobrino y como tal, seguramente lo quería. No desconfiaba de él, ni pensaba que pudiera arruinarlo todo, era que no sabía si debía darle esa preocupación y al mismo tiempo, pensó que Indra era la única persona a quien podía contarle, ya que, Hanabi al igual que sus amigas, no le permitirían hacer esa locura.
—No es nada, sólo son ideas suyas—pensó que había sido convincente.
—Esta bien, veo que no confías del todo en mi y lo respeto—el Otsutsuki quería reír de la expresión que puso la ojiluna, al saberse descubierta. Ella era tan mala cuando mentía, que ni la hija de Kurenai, lograba ser engañada por Hinata.
—Si confió en usted... pero—tomó aire y también valor, para decirle lo que pensaba hacer—estoy pensando en regresar a Konoha.
—¡Hinata!—la llamó con preocupación en la voz y después se entristeció, creyendo que seguramente, quería estar cerca del Senju.
—Mi padre me dijo que el jefe de la policía, piensa que la única manera de atrapar a Toneri, es que yo regrese—el varón pensaba decir algo, pero ella le pidió esperar—Dice que ellos garantizarán mi seguridad y creo que ya es hora de de poder tener tranquilidad... estoy cansada de siempre temer cuando siento que las personas desconocidas me miran, o cuando tocan la puerta de mi apartamento—ambos dejaron de caminar y el Otsutsuki se paró frente a ella.
—¿Estas consiente del gran riesgo que vas a correr? ¿Ya pensaste en que algo puede salir mal? ¡Hinata! Mi sobrino esta enfermo y no quiero ni imaginar, lo que es capaz de hacer por esa obsesión que tiene contigo—Indra le tomó las manos queriendo que entendiera el peligro en el que podía exponerse.
—Lo se, ya he pensado, pero de otra manera, no podrán ponerlo tras las rejas o en un sanatorio mental. Toneri cubrió muy bien sus huellas y esto lo tengo que hacer también por mi hijo, él no se merece esto—el varón la entendió, sin embargo, el riesgo era muy alto y le temía a las consecuencias de un fracaso.
—¿Y cuando piensas irte?—indagó desviando la mirada.
—No creó que sea pronto, puesto que aún, no me pongo en contacto con Nagato Uzumaki y debo evitar que mi familia se entere o de lo contrario, se opondrán—aclaró Hinata.
—En ese caso, cuenta conmigo, yo no pienso dejarte sola—la Hyuga sonrió. Estaba segura que podía contar con Indra—y ya que logramos aclarar todo ¿que te parece si te invito a cenar mañana? Abrieron un restaurante y uno de mis socios me lo recomendó, pero no ire sin ti—el Otsutsuki comenzaba a intensificar su artillería amorosa. Ahora que Tobirama se había retirado de la pelea, ya nada ni nadie se interponía entre ellos. Lucharía por el amor de Hinata.
—Esta bien, lo acompañaré a cenar y dejaré a Itama con Kurenai. Ella me pidió cuidarlo pero con la llegada de Tobirama y mi padre, no he podido dejárselo—terminaron el paseo y regresaron a sus hogares.
Hinata se acostó en la cama luego de ducharse. Itama ya se había quedado dormido y desde que Ino y Hanabi, le mostraron el vídeo de Tobirama, se encontraba revisando la página en busca de noticias acerca de él. Se odiaba por hacer tal cosa, pero no lo podía evitar. Los chismes eran los mismos, no había nada nuevo, hasta esa noche en que accedió al enlace y aparecieron todas las nuevas imágenes del albino bailando con una hermosa mujer castaña. Los encabezados, decían que eran pareja y que gracias a eso, lograron asociarse. El corazón de la joven latió más rápido y pudo asemejar que le habían clavado un cuchillo. Se sentó en la cama sin dejar de mirar las fotografías y algunos vídeos, las lágrimas cayeron sin cesar, incluso le vinieron náuseas y tuvo que vomitar.
¿Entonces ya estaba con alguien más? ¿Ya iba a rehacer su vida? Ahora si estaba completamente segura, que ya no había probabilidad de regresar. Durante todo el tiempo que estuvieron separados, se negó a indagar acerca de su vida, pero estaría mintiendo, si decía que no le dio gusto, saber que no tenía a nadie más, ya que, a pesar de lo sucedido, no había dejado de amarlo. Itama era lo único que los uniría de alguna manera, aunque ya ni siquiera se miraran—Ya tonta deja de llorar... ¿acaso no era eso lo que querías? Pero ¿porque duele tanto?—se reprendió a si misma en voz alta.
Esa noche no durmió hasta entrada la madrugada y de no ser por su bebé, se hubiera quedado dormida. Se preparó como lo hacía siempre, sin dejar de sentir que su corazón estaba roto, aún más, que la noche en que la echo a la calle. Se odiaba por no olvidarlo, por sentir tanto dolor. Inevitablemente, una parte de ella estaba muriendo, junto a lo que fue su fracturada historia de amor.
En transcurso de día se obligó a no mostrarse triste, sin embargo, los ojos hinchados, dejaban claro, que había llorado mucho.
—¿Que te pasa Hina? Y no me mientas diciendo que no es nada, porque durante el tiempo que llevo de conocerte, he aprendido a descifrar tus estados de ánimo—Moegi estaba preocupada por su amiga, ya que desde esa mañana, se veía muy decaída. Paso la mayor parte del día, fingiendo, no obstante, quienes la conocían desde su llegada, pudieron notar, el gran pesar que llevaba dentro.
—Moegi, no se como explicarlo, pero...—la joven la abrazó, silenciándola dado que no podía hablar, o se pondría a llorar.
—No digas nada, se que desde la llegada del padre de tu hijo, estás muy cambiada y estoy segura que todo tiene que ver con él—la ojiperla no lo negó, dejando en claro que había dado en el clavo.
Antes de salir de la pastelería, llamó a Kurenai para confirmar la hora de dejar a Itama, luego se fue a su apartamento, para ducharse y estar acorde con el restaurante. Esa noche se esmeró en su arreglo, como lo hacía cuando estaba con Tobirama.
Se vistió con un vestido negro entallado de manga larga, que le llegaba abajo de la rodilla. Lo combinó con accesorios en color plata al igual que las sandalias de tacón alto. Aunque se negará aceptarlo, su arreglo, el maquillaje, como la ropa, se debió a lo pequeña que se sintió con la apariencia de la exuberante chica, con quien estaba Tobirama. Era infantil, lo sabía, pero no pudo evitarlo. Esa fue la primera vez que se comportaba así, ya que, desde que llegó a Ame, no se había puesto esa clase de atuendos, los motivos eran, que no tenía ropa y tampoco sintió ánimo, sin embargo, entre Hanabi y las chicas, se encargaron de llenar su guardarropa con bonitas prendas.
Kurenai, ya se había llevado a su hijo y cuando terminaba de verse en el espejo, sonaron la puerta. Sin perder el tiempo, tomo las llaves y su bolso para ir al encuentro de Indra.
—¡Te ves preciosa!—exclamo el Otsutsuki cuando la miró abrirle la puerta. Era la primera vez que ella se vestía así y lo dejo sin palabras, no sólo por su aspecto, sino porque, se vistió así para él.
—G-gracias, también usted se ve muy bien—no mentía, puesto que el Otsutsuki, se veía guapísimo. Vestía un traje negro con camisa gris y cuando le sonrió, lució aún más atractivo.
Llegaron al restaurante y el varón, le ofreció el brazo para que caminaran juntos. Ella lo acepto y pronto estuvieron en la mesa que había reservado.
...
—¡Hinata...! Se que te di tiempo para que me aceptaras como pareja, pero ahora que te veo, arreglada de esta manera, me hace pensar que responderás a mi proposición—la ojiperla sintió que le arrojaban un balde de agua fría, pues, no pensó que él pudiera interpretar las cosas así, sin embargo, no podía culparlo, ella era la única responsable. Se sumergió tanto, pensando en Tobirama y en la pareja, que no se detuvo a pensar en lo que diría Indra cuando la viera así, en su primera cita, encima él se veía feliz.
—Bueno, yo en realidad, yo... quiero decir—el moreno le puso un dedo en sus labios para silenciarla.
—No te preocupes, yo te preguntaré de nuevo, para que te sea más fácil responderme...Hinata! ¿Estas lista para aceptarme como tu pareja?—ella se quedó helada y su cerebro daba vueltas ¿cómo llegó a eso? ¿Ahora como le rompía los planes? Luego recordó las fotografías y las noticias sobre la posible novia de Tobirama.
—E-esta bien, estoy dispuesta a intentarlo—Indra se puso de pie y la levantó de la silla para besarla en los labios, Hinata sorprendida, colocó sus manos en el pecho masculino, pero poco a poco, respondió al tierno beso. En segundos, el beso, subió de nivel y los aplausos de los otros clientes, los regresaron a la realidad.
—Me has hecho muy feliz... te prometo, que trataré de hacerlos felices y cuando todo el problema de Toneri termine, te propondré matrimonio—la ojiperla, creyó que se iba desmayar, Indra iba muy rápido y ella no sabía cómo retroceder. Él se veía tan contento ¿pero casarse tan pronto?
—En realidad creo que vamos muy...—Hinata no termino de hablar, pues Indra le robó otro beso para que no dijera lo que estaba seguro que diría.
—Se lo que estás pensando, pero me esforzaré para obtener tu amor para el día que te haga formalmente la propuesta—sus rostros estaban a poca distancia entre uno y el otro—se que aún no sientes nada por mí, debido al Senju, pero te aseguro que lucharé día a día, hasta conseguir que lo olvides y sea a mí, a quien ames—la forma en que el Otsutsuki le habló, logró conmoverla y ya no pudo argumentar nada, sólo esperaba, que en verdad, pudiera olvidar a Tobirama, a su primer y único amor.
...
Los días que siguieron, estuvieron llenos de felicitaciones por la mayoría de las personas que los conocía. En la pastelería, todos se sintieron felices y ni hablar de Kurenai. La ojiperla, no volvió a entrar en la página de internet, donde aparecía Tobirama. Las chicas se pusieron felices con la noticia y su padre también la felicitó aunque cuando regresó a verla, no coincidió con Indra, como hubiera querido. A pesar de no parecer muy feliz, Hiashi, le dijo que respetaría cualquier elección que ella hiciera.
Las dos semanas que siguieron, Tobirama continuó evitándola y sólo se llevaba al niño, mientras que Indra iba a verla, la mayor parte del tiempo que tenía libre.
Hinata trató de hablar con Nagato, pero no había podido coincidir con él, hasta esa tarde. El jefe de la policía, se sorprendió con la llamada de la Hyuga, sin embargo, se portó muy educado con ella y cuando le pidió que se reunieran, el pelirrojo aceptó y le aseguró que estaría en Ame, al día siguiente, para antes del mediodía.
[...]
Nagato, apenas podía creer que la persona que lo llamaba era Hinata Hyuga. Trató de escucharse normal, pero aún sentía la culpa de lo sucedido en el pasado, no obstante, la chica lo dejó más que sorprendido por la petición de reunirse para hablar sobre el caso del Otsutsuki. De inmediato aceptó, asegurando que cumpliría su petición de no decirle a nadie.
Mando un mensaje a Yahiko, para informarle que debía salir y que lo cubrieran durante todo el día.
El despertador sonó a las cinco y después de tomar un baño y un café, se dispuso a conducir hacia el lugar donde pasó su infancia y parte de su juventud. No podía negar que tenía una sensación de euforia en el estómago, pues su instinto le gritaba que estaba por resolver el caso sobre Toneri Otsutsuki y Shion Namikaze.
Hinata pidió el día libre para reunirse con el policía y cuándo el reloj marcó las diez con quince minutos, recibió un texto de Nagato indicando que la esperaba en una cafetería cercana a la universidad. El sitió era bueno y nunca estaba abarrotado, lo que lo convertía en el lugar perfecto para entablar la conversación.
—Buenos días Hyuga-san—Nagato se puso de pie cuando miró llegando a Hinata empujando una carriola dónde dormía un niño.
—Gracias por acceder a mi petición Uzumaki-san—ella se vistió con pantalones de mezclilla, botas hasta la rodilla y un suéter ajustado en color lila, Nagato se sintió un poco mejor, cuándo comprobó que se veía mucho mejor que la única vez en la que se miraron.
—Al contrario, le agradezco que a pesar de la manera como la traté, me tomara en cuenta para buscar ayuda—ambos pidieron un café cuando llegó la mesera—créame, esta vez, no le fallaré y haré todo lo que este en mis manos para encerrar a esos dos—ella sólo lo miró, pero en ningún momento le dijo que olvidara el incidente, lo que Nagato entendía perfectamente, pues aún debía estar muy dolida.
—Iré directamente al granó Uzumaki-san—él asintió para que continuara—me enteré que usted tiene un plan para atrapar a Toneri, pero me necesitan para atraerlo.
—Si, y aún lo consideró la mejor opción, sin embargo, Tobirama Senju, amenazó con demandarme a mí y a todos los involucrados en el caso, si yo se lo proponía a usted. Eso, sin olvidar que tampoco a su primo y a su padre, les agrado la idea y me exigieron buscar otra alternativa.
—Explíquenme todos los detalles de su plan, sin omitir nada—Nagato comenzó a decirle todo lo que había planeado. Ella se sorprendió por lo detallado que era todo y aunque en todo plan hay márgenes de errores, en este era muy poco, lo que le dio el último empujón para tomar la decisión correcta.
—Entonces, ponga su plan en marcha... estoy dispuesta ayudarlo y regresaré a Konoha, en cuanto usted me diga que tiene todo preparado—francamente, Nagato no pensó que ella le iba a dar luz verde para proceder con el plan y mucho menos, luego de contarle que cabía la probabilidad de fallar. Seguramente si se hubiera enfrentado con la misma chica del pasado a la que no le creyó, el resultado sería totalmente diferente. Ahora la joven, no se mostraba intimidada, ni nerviosa, ahora se veía como una mujer determinada en tomar el control de su vida—y no se preocupe por las amenazas de todos, yo misma les diré la verdad.
—¿Esta segura del paso que dará?
—Completamente, de lo contrario, usted no estaría aquí—le respondió con frialdad.
—¡Bien! Entonces dígame ¿donde vivirá cuándo regresé? Lo pregunto para instalar las cámaras y todo lo necesario.
—En la residencia Hyuga, con mi familia—respondió sonriendo hacia Itama, que acababa de despertar y también le sonreía.
Continuara.
Me disculpo por la demora y por los errores que encuentren, luego los iré corrigiendo. Este es de los últimos capítulos y creo que ya solo me faltan dos o quizás, tres.💕😊
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