Capitulo 14
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Que bueno que vinieron—Mikoto y la familia Uchiha recibió a Ino y a Hanabi para cenar. Las chicas fueron invitadas por la misma dama Uchiha, para proponerles algo que tenía en mente.
Itachi se sentó con Ino, seguidos de Sasuke y Hanabi, frente a ellos se colocaron Fugaku y Mikoto, para compartir la cena.
Todos conversaron en armonía, como si los hijos ya estuvieran casados con las lindas jóvenes.
—Gracias por invitarnos, fue una deliciosa cena—repuso Hanabi, sonriendo hacia los padres de su novio. Los dos se fueron juntos luego de encontrar las fotografías. Hanabi enloqueció, diciendo que no estaba lista, pero la cena fue a última hora y su novio no le permitió negarse.
—Me alegro que les gustara...¡Escuchen! En vista de que ya tienen sus vacaciones, nosotros planeamos un viaje a nuestra casa en la playa, donde vamos todos los años en estas fechas—Ino y Hanabi escucharon en silencio, sin saber a donde quería llegar la Uchiha—A Fugaku y a mí, nos gustaría mucho que pudieran acompañarnos, las dos—Itachi sonrió mirando la conmoción, que tal ofrecimiento causó en su chica. Hanabi miró a Sasuke, de manera inquisidora, pensando que el ya lo sabía y no le dijo nada, lo que causó risa en el joven.
—Se trata de la reunión familiar Uchiha y nos daría mucho gusto contar con ustedes, hay suficientes habitaciones, para todos, ademas también esta la casa de Izuna y la de Madara—añadió Fugaku. Sabiendo que sus hijos, esta vez, estaban en relaciones serias, que terminarían en próximos matrimonios.
—No tienen que responder ahora, consulten con su familia y me avisan mañana, para agregar sus boletos de avión. Las jóvenes se sintieron alagadas por considerarlas para un evento tan familiar y por ende, no se pudieron negar.
La dama Uchiha, le informó que eran diez días y que el lugar era un verdadero paraíso. También les indicó que ropa llevar, dependiendo del clima y las fotografías familiares que tomarían.
[...]
Hinata trataba de preparar la cena, pero las atrevidas manos de Tobirama, le hacían difícil la tarea. El Senju, la abrazó por la cintura, mientras ella, cortaba las verduras, pero con el aroma masculino tan cerca, a Hinata le costaba mucho trabajo continuar con su labor.
—No puedo concentrarme—reprochó la ojiperla, casi en voz inaudible, debido a la boca de su prometido succionando su cuello. Ese hombre lograba enloquecerla, con solo mirarla.
—Lo ciento, pero estoy hambriento—continuó besándole el níveo cuello, mientras las varoniles manos le tomaron los senos descaradamente, por debajo de la ropa—Pero no sólo de comida—la chica se sonrojó, al saber a que se refería. La excitaba mucho, que el, se comportara así, cuando estaban a solas. Era como tener un hombre con doble personalidad y de las dos, estaba perdidamente enamorada. El que le mostraba a todos, el hombre serio imperturbable y en ocasiones arrogante, fue el primero en enamorarla, luego conoció, al que solo le mostraba a ella, el pervertido, cariñoso protector, celoso y despreocupado. Ese término de enloquecerla de amor por el.
La chica, con el paso de los días, se había vuelto más atrevida y aunque aún sentía vergüenza al hacer algunas cosas, lograba hacerla a un lado para verlo perder la razón.
Sin que el albino lo predijera, ella lo toco en su hombría por encima de los pantalones, los cuales eran sueltos y le permitieron sentirlo casi por completo.
—¡Ahh Hinata!—el Senju jadeó de manera tan sensual, que la chica sonrió complacida, sintiendo como el corpulento varón se estremeció ante sus toques—Al diablo con todo—soltó desesperado, al mismo tiempo que la tomó en brazos para llevarla al sofá de la sala. La necesitaba en ese momento y si no la hacía suya, explotaría de deseo.
—¿Y la cena?—pregunto la chica, cuando fue colocada en el sofá.
—La tendremos ahora mismo—la ropa salió sobrando y en un ágil movimiento del albino, la chica quedó sentada en su regazo. El se aseguró de colocar los lindos senos a la altura de su rostro. Ayudada con las rodillas, Hinata se levantó un poco para darle entrada a la hombría de su amado, logrando que ambos gimieran, llenos de placer.
Esa noche, terminaron ordenando la cena de un restaurante cercano, ya que Tobirama, no soltó a la chica durante horas y después de cenar, Hinata trató de armarse de valor para preguntar por la mujer del spa.
—¡Tobirama!—lo llamó mientras ella le acariciaba el cabello. Ambos estaban en la cama viendo el televisor. La chica se recargó en el respaldo de la cama y el se acomodó entre sus piernas, recargando su cabeza entre los senos de su mujer. El giro un poco a verla para que continuara—Hoy en el spa, miramos a Mikoto-san, pero no estaba sola, ella llegó con la esposa de Izuna-san—el albino se tensó al escuchar ese nombre, en los labios de Hinata.
—¿Y que pasó?—quiso indagar, pero la voz se escuchó exigente.
—En el sauna, ella se acera mi, y me preguntó, si nos casaríamos, cuando se lo confirme, ella...—todavía le costaba pensar en lo que dijo la mujer—ella, dijo que yo necesitaba suerte, porque no creía que hubiera podido olvidarse de ella—soltó apretando los hombros masculinos, sin ser consciente debido al miedo—¿Ella y usted fueron algo? ¿Es verdad que no a dejado de amarla?—el varón se levantó para encararla, sabiendo que debía de contarle su pasado, aunque no le era agradable hacerlo, tratándose de Hinata, no le resultaba tan doloroso.
—Henare, fue mi prometida, años atrás—la ojiperla se sorprendió, pero se quedó en silencio con el corazón adolorido pensando que la Uchiha tenía razón y el aún la amaba—Izuna era mi amigo y también de ella... Todo estaba listo para casarnos y ese mismo día huyo con Izuna, dejándome plantado en el altar, y vaciando mis cuentas bancarias.
—Ahh...—Hinata se llevó las manos a la boca por la impresión.
—Me hicieron quedar en ridiculo. Ellos se entendían aquí en mi propia casa, mientras yo estaba en la empresa y con el tiempo me enteré que el hijo que esperaba, no era mío sino de Izuna.
—¿Ella también vivió aquí?—aunque fue tiempo atrás, le dolió saberlo, como también saber, lo del embarazo. Entonces fue con esa mujer con quien el, empezó a querer ser padre.
—Si, ella vivía aquí, hasta el día en que me traicionó. Con el tiempo, Izuna me regreso todo lo que Henare me robó, ya que también el, estaba perdidamente enamorado de ella—el Senju sintió ternura, cuando miró los ojos llorosos de su niña, por todo lo que le contaba. Continuó diciéndole todo, como fue que se serró al mundo debido a la depresión, mientras ella lloraba en silencio queriendo hacer que olvidara todo lo que sufrió—Se que tienes dudas, respecto a lo que Henare te dijo, pero no debes tenerlas... lo único que siento por esa mujer, es el mas puro y grande despreció. El amor murió mucho tiempo atrás y desde que estas conmigo, ya no siento nada, ni odio ni despreció hacia ellos—le limpió las lágrimas y la abrazó contra su pecho.
—Siento haberlo preguntado, pero ella fue tan, tan segura de lo que decía, que por momentos me hizo dudar y pensé que era a ella a quien amaba y no a mi—confesó avergonzada por dudar.
—En ese caso, te agradezco, que antes de asumir todo, optarás por preguntármelo a mí directamente—las miradas de ambos se conectaron buscando dejar todo en claro—La única mujer que amo, es a ti Hinata, nunca lo dudes. Tu fuiste la única, que logró derrumbar las barreras que me auto impuse desde aquello—ella lo abrazó sintiendo que se liberaba de esa pesada carga. Tenía miedo preguntar, pero era mas aterrador vivir en medio de dudas.
[...]
—Dentro de cinco semanas, se llevara a cabo tu boda hermanito... ya pude conseguir ese día y tal como lo pediste, será algo muy íntimo, pero digno de tu princesa—afirmó Hashirama, cuando le llevó toda la información a su hermano menor.
—Gracias, sabía que podía contar contigo—el Senju mayor sonrió con orgullo, ya que era difícil impresionar al perfeccionista de Tobirama.
—Solo, tenemos un pequeño problema y me temo, que seras tu el encargado de solucionarlo—el albino permaneció en silencio, sentado en la silla negra del despacho. Ese día, le había tocado laborar, durante todo el día en las empresas y Mito, se encargó de la academia. La pelirroja quería incorporarse poco a poco y por eso, contrato una niñera. Vería cómo marchaba todo y si, no tenía contratiempos, relevaría permanentemente a Tobirama.
—¿De que se trata?—cuestiono el albino.
—¿Recuerdas a Kakashi Hatake?—el menor asintió—Nos está ofreciendo unos contratos millonarios y quiere que viajemos al norte de Tokio para evaluar el contrato, en caso de interesarnos, se que el más indicado para manejarse en ese ámbito eres tú—soltó con seguridad.
—¿Cuántos días son?—pregunto ya evaluando por cuanto tiempo, debía dejar sola a su prometida, cosa que definitivamente, no le gustaba.
—Cuando mucho... una semana para revisar toda la información y si logra convencerte otra mas para firmar los contratos—aclaro el castaño sin perder ninguna de las reacciones de Tobirama.
—Supongo que no tengo otra opción—el mayor se encogió de hombros, dándole a entender que no—Esta bien, hablare con Hinata para informarle... si no fuera por sus clases, me la llevaría conmigo—la idea de llevársela le gustó, pero estaba casi seguro que ella no quedaría abandonar la academia, ahora que ya le faltaba tan poco para graduarse.
—Entonces debes estar allá pasado mañana. Como ya sabes, soy muy precavido y me tome la libertad de comprar el boleto para que no tengas que hacerlo tu—Tobirama puso los ojos en blanco, su hermano, estaba tan seguro de que aceptaría que no dudo en hacer todos los arreglos correspondientes. Ahora entendió, porque de manera tan repentina, Mito decidió regresar a trabajar a la academia.
[...]
—¿Pasa algo?—cuestionó Hinata cuando su prometido llegó a su casa, luego de pasar el día en su oficina.
—Debo ausentarme durante dos semanas para cerrar un contrato—aclaró abrazandola de forma amorosa, odiaba la idea de dejarla sola, más ahora, que no contaba con el apoyo de su padre.
—¿Cuando se tiene que ir?—le pregunto con tristeza. Tampoco ella quería que se alejara, no sin aclarar el asunto que tenía pendiente acerca de Toneri.
—Esta misma noche... debo estar en una cuidad al norte de Tokio mañana a primera hora, pero no quiero irme dejándote aquí sola—Hinata trato de sonreír. El se preocupaba por ella y eso significaba mucho, así que, lo menos que podía hacer, era darle tranquilidad, para que tuviera un buen viaje, después de todo, sus vidas serían de esa manera, cuando ya se hubieran casado.
—No se preocupe por mi, yo esperaré paciente su regreso—Tobirama se sintió orgulloso de su futura esposa y le explicó todo lo que debía saber mientras el estuviera fuera. Le sugirió transportarse en su auto, ella asintió, pero en realidad no pensó en usarlo, preferiría moverse en taxi.
La pareja hizo el amor, antes de partir, ya que no se verían durante dos largas semanas. Luego de terminar, Hinata ayudó con el equipaje y se fueron juntos al aeropuerto.
—¿Estarás bien mi niña?—aun antes de abordar, quiso preguntar, pues algo lo inquietaba.
—Si, no se preocupe por mi, usted concéntrese en los asuntos que tiene pendientes—ella le regalo una sonrisa que logró derretirlo.
—Esta bien... pero cuando regrese, quiero hacerte el amor mientras dejas de llamarme de usted—el Senju sonrió complacido al ver el rostro de su prometida, el cual se puso rojo por la pena.
Se despidieron asegurando que hablarían todos los días y finalmente el albino abordó. Hinata salió del aeropuerto y en eso, su celular anunció unos mensajes de texto, enviados por Hanabi. Eran varios y ella los abrió cuando subió en el taxi. El rostro de la ojiperla palideció y sintió que le faltaba el aire. Era el, era Toneri, ese hombre era su ex prometido, el cual ahora la estaba acosando. Se lamentó por no haber visto el mensaje antes de que su novio se fuera.
Trató de calmarse para pensar con claridad. El panorama no era bueno y sin Tobirama cerca de ella, se sintió desprotegida, sin embargo llegó a la conclusión, de evitarlo, los días que siguieran hasta que pudiera decirle todo. También se le ocurrió la idea de enfrentarlo ya con la información, pero su cabeza era un lío.
Mandó un texto a Neji, para hablar con el, pero el joven le informó que debía viajar a Corea por asuntos relacionados con los negocios Hyuga. Entonces su celular sonó, cuando el taxi la dejaba en la casa del Senju.
—Hina ¿miraste las fotografías?—pregunto la menor.
—Si, y aún no lo puedo creer—respondió mirando en todas las direcciones—¿Donde estás?— pensaba decirle que fuera a dormir con ella.
—No lo vas a creer, pero Ino y yo estamos en casa de Sasuke, nos invitaron a cenar—la chica se escuchaba feliz—Hina, nos invitaron a ir con ellos a la reunión de los Uchihas—la ojiluna, se alegro por ellas, pero sintió que le caía un balde de agua fría encima, dado que las personas en que confiaba, se iban de la cuidad y se quedaría sola.
—Me da mucho gusto por ustedes—trató de sonar tranquila, pero su hermana la conocía bien.
—Hina, si quieres ayuda con ese perturbado, solo dímelo y me quedo, estoy segura, que Ino también hará lo mismo—Hanabi sabía que Tenten estaba muy ocupada realizando los últimos exámenes y no tenía tiempo para estar con su hermana.
—Claro que no... ustedes diviértanse, yo estoy bien.
—¿Tobirama está contigo? ¿Le contarás todo?—indago la menor.
—Si, el esta conmigo y le contaré todo, no te preocupes—Hinata estaba segura que si les decía que Tobirama no estaba, ninguna de las dos querrían viajar y no podía hacerles eso.
—Me quedó mas tranquila... mañana pasaremos a verte antes de irnos—la morena asintió y la llamada termino. Era Sábado por la noche y echaría de menos dormir entre los protectores brazos del albino. Estaba por irse a dormir, cuando sonaron el timbre. Se paralizó pensando en Toneri, pero cuando vio por el pequeño orificio, se sorprendió con la persona que llamaba.
—¡Hinata Hyuga!—la llamó la chica con una sonrisa, que ella no pudo identificar.
—Si ¿a que debo la visita Shion?—preguntó directamente, pues aunque nunca pelearon, tampoco eran amigas.
—Entiendo tu desconfianza, se que me he portado como una malcriada celosa contigo, pero ahora se, que siempre estuve equivocada, respecto a ti y a Naruto—soltó sorprendiendo a la Hyuga—Yo pensé que tu estabas interesada en el, pero con el tiempo me di cuenta que no era así, ademas, estoy por presentar una evaluación muy importante y no estoy lista—la chica fingió estar llorando—Todos me dijeron, que tu eres una de las mejores y más avanzadas alumnas.
—Yo no estoy entendiendo—Shion casi rodó los ojos ante lo tonta que era esa tipa, aun no entendía que fue lo que logró conquistar a Toneri.
—Quiero que me asesores esta noche con un platillo, para presentar el Lunes ante los inspectores... Por favor, te pagaré lo que quieras, pero ayúdame—la chica lloro desesperada, argumentando que ser Chef era su sueño desde pequeña y que por no estar lista podía perderlo.
La Hyuga cayó en la trampa, creyendo que en verdad, lloraba sinceramente por no querer renunciar a su sueño, ademas parecía estar realmente interesada en Naruto, incluso los vio juntos los últimos días. Incluso, la chica le aclaro que obtuvo su dirección por medio del mismo rubio, así que no tuvo dudas al respecto.
—¿Que clase de platillo te gustaría mostrar?—cuestionó Hinata ya confiada que le ayudaría a pasar la evaluación.
—Me inclino por un delicioso y bien presentado tazón de ramen—Shion sonrió y sin que la morena se percatara, comenzó a grabar todo con el celular. La chica era tan tonta, se dijo a si misma, mientras la enfocaba sonriéndole lavando todos los ingredientes que necesitaba para el ramen.
La ojiperla se sumergió en mostrar cada paso, que no puso atención en lo que hacía la otra chica.
—Aquí lo tienes, ahora lo harás tú y así te sera mas fácil el Lunes cuando lo hagas frente a ellos—Shion asintió e hizo todo de acuerdo al plan—Te quedó, mas que perfecto, creo que mi ayuda esta de mas—afirmó Hinata cuando la invitada terminó con el ramen.
—No digas eso, en verdad, no lo hubiera hecho sin tu ayuda y en agradecimiento, yo lavaré los platos, antes de irme... Tengo una cita con Naruto—Shion se quitó los anillos que portaba para lavar todo, ya intuía lo que iba a pasar después.
—De ninguna manera, lo haré yo misma, tu date prisa, para que no hagas esperar a tu cita—la morena se quitó el anillo de compromiso, para hacerlo ella y la otra chica quiso, hasta negar con la cabeza, por lo predecible que podía llegar a ser esa tonta.
—Te lo agradezco mucho y espero que de hoy en adelante, seamos buenas amigas—la abrazó y tomó los ánimos trayendose con ella el de Hinata. Dejó uno de los de ella, así todo parecería una simple confusión.
Hinata quedó contenta, pues la compañía de Shion, logró calmarla por un rato y ya no pensó en Toneri, mientras que la otra chica, mandó todas las fotografías y vídeos a su cómplice. Colocó el anillo en una bolsita y se fue en dirección del Otsutsuki. Todo había resultado mejor de lo que esperaba.
[...]
Toneri, tenía formado todo su plan, no había dejado ningún detalle sin cubrir. Contaba con vídeos, fotografías, testigos cartas de Hiashi, el anillo de compromiso y documentos falsificados, todo absolutamente todo, para mostrarle al arrogante Senju. Sabiendo lo celoso que era, no había forma de que pudiera dudar y es ahí, donde el estaría en el camino de Hinata, para consolarla tras el abandono y se la llevaría con el, por las buenas o por las malas. Sólo le faltaban unos detalles para concretar el día exacto en que le mostraría todo a ese imbecil.
Todas las ocasiones en que se estacionó en casa del Senju para observar a Hinata, lo hizo, cuando los vecinos, las cámaras de seguridad de los comercios cercanos y demás personas allegadas, podían dar fe, de su presencia en esa zona. Lo mismo hizo en la academia, se encargó de acercarse a ella, cuando los alumnos los miraban y cuando estaban a solas, Shion, se encargó de tomar fotografías buscando los mejores ángulos para que hiciera ver, que tenían algo. Incluso sobornó a un médico para que cambiara el nombre en el historial médico, donde se hallaba la historia clínica de Shion y esta se realizó un proceso para recuperar el himen, colocando el nombre de Hinata en lugar del de su cómplice. Eso le había costado mas de lo que pensó, pero tenía que admitir, que la idea de Shion era verdaderamente genial. Su amante dijo que con eso matarían dos pájaros de un solo disparo, pues ganaba el y ella amarraría a Naruto, haciéndole creer que le entregó su pureza.
Destruyó la habitación, cuando su amante le sugirió que su Hinata y ese imbecil, debían mantener relaciones sexuales y con la fama de Hinata, lo mas seguro, era que el Senju hubiera sido el primero, luego la chica le dijo que podían usar eso a su favor y fue así como se formuló también eso, para añadir peso a su despiadado plan.
Era casi imposible, que la ojiperla saliera bien librada de ese embrollo, pero no podía dejar dudas, ni personas que se interpusieran en su camino. Faltaba muy poco, para tenerla con el y nunca la dejaría irse.
Sus contactos le informaron, que Tobirama, se había ido de viaje y la boda sería en cinco semanas, así que ya no le quedaba mucho tiempo para actuar y la adorable ingenuidad de Hinata, le haría todo más sencillo.
Sentado en su auto la miró ingresar en la academia y sonrió. Bajo junto con Shion para dar el siguiente paso. Era casi como la tormenta perfecta, todo se colocó a su favor, incluso, lo que no planeaba, como la ausencia de los jóvenes Hyuga y las amigas de su prometida. Su suegro, sin saberlo, también le sería de gran ayuda, ese detalle le gustaba, para darle una lección por negarse a ayudarlo cuando se lo pidió.
...
Toneri esperó con sigilo a que la ojiperla se quedara sola en el salón de clases y sin ser visto por nadie se acercó a ella.
—Hola Hinata, ya casi no me permites verte—la ojiperla se estremeció al escucharlo y saber que estaban a solas no ayudó en nada. Pero ya no pensaba fingir.
—Aléjese de mí o de lo contrario gritaré—el Otsutsuki sonrió con malicia.
—¿Pasa algo?—fingió estar dolido por el frio trató.
—Ya no finja, se perfectamente quien es usted y porque se acercó a mi—soltó sorprendiendo al joven—Usted es la persona con quien me comprometieron.
—Entonces ya no tiene casó seguir ocultándolo—sin que ella pudiera hacer nada el varón la apego a el y le robó un beso. La chica no dudó en morderlo y le dio un rodillazo en su hombría haciéndole soltarla de inmediato.
—Es usted un enfermo, se lo diré todo a Tobirama—el Otsutsuki sabía que ya no había tiempo. No contó con que ella ya supiera su identidad, así que tenía que actuar ese mismo día, antes que ella, arruinara todo.
—¿Y le dirás que tu padre fue quien me ayudó para acercarme a ti? ¿Le dirás que estuvo de acuerdo en separarte de el?—aunque ya lo sospechaba, se negó a creerlo. Su padre no podía ser tan despiadado para hacerle eso a ella.
—Eso es una calumnia—le grito antes de salir por completo.
—Pregúntale y comprueba por ti misma que no te engaño—ella lo dudo—Estamos destinados a estar juntos, es mejor que te hagas a la idea, mi princesa—la chica salió corriendo, ya no esperó las otras clases, debía marcharse cuanto antes.
—¿Capturaste el beso?—preguntó Toneri, a su cómplice cuando entró sonriendo.
—Claro, tal y como lo planeamos, aunque...—la chica se quedó pensando.
—Lo se, ahora mismo tomaré un vuelo a donde viajo el Senju, debo verlo en persona, antes que ella logre hacerlo—Toneri salió de la academia, sin importarle las clases que todavía tenían, después de todo, si lograba hablar con Tobirama, ya no tenía necesidad de regresar.
...
Hinata no perdió tiempo y se dirigió hacia la oficina de su padre. Debía comprobar por ella misma que lo dicho por Toneri cierto.
—¿Mi padre esta en su oficina?—le pregunto a la secretaria, tratando de continuar amable. Todavía tenía algo mas por hacer y aunque no eran los mejores momentos, debía salir de dudas y por ese motivo, paso a primera hora por el laboratorio para realizarse unos análisis de sangre. Pensó recogerlos al salir de la academia, pero dados lo hechos, lo haría después de hablar con Hiashi.
—Si, el está solo ¿quiere que la anuncie?
—No es necesario—antes que la secretaria pudiera hacer algo, Hinata entró sorprendiendo al castaño—Necesitamos hablar—soltó sin ceremonias y sin siquiera saludar.
—¿Que modales son esos Hinata?—pensó ir hacia ella, después de tanto tiempo, quería verla, pero el extraño semblante de su hija, le indicó que no hiciera nada.
—Preguntaré solo una vez y esperó la verdad padre... ¿Es cierto que usted se puso de acuerdo con Toneri, para llegar hasta mi?—Hiashi bajo la cabeza.
—¿Como lo sabes?—cuestionó dándole a la chica la respuesta.
—No lo puedo creer—la ojiperla trató de contener las lágrimas—Siempre supe que no me quería, pero no imaginé que fuera capaz de algo tan mezquino.
—¡Escucha! El me dijo que estaba enamorado de ti y que...—la chica levantó las manos para que no continuara.
—No diga nada mas, usted ya hizo por mí, lo que un padre que desprecia a su hija puede hacer—salió de la oficina, con el corazón roto por la infamia de la que su padre fue partícipe. Lo escuchó llamarla, pero no regresó, entre ellos dos ya no había nada mas de que hablar. Consternada pasó por el laboratorio y recogió los resultados, para verlos en su casa.
Llegó a su hogar y se dejó caer al piso, sin parar de llorar. Nunca esperó algo tan cruel de parte de su padre. Sin dejar las lágrimas, abrió el sobre donde se encontraban los resultados. Su rostro descompuesto por el dolor, se recompuso a uno de infinita felicidad, aunque aún lloraba, esta vez fue por distintos motivos...¡Estaba embarazada!
Lo primero que acató hacer, fue marcar el número de su amado, tenía que hablar con el, lo necesitaba mas que nunca, pero pasó lo que supuso, el no respondió, seguramente por estar en las reuniones. La hora de llamar era hasta en la noche, así que no tuvo otro remedio que esperar.
[...]
Tobirama pasó el día viendo terrenos y hablando con diferentes personas. Había pasado el Domingo, conociendo diferentes empresarios. Apenas tenía un día, sin ver a Hinata y ya quería regresar, para estar con ella.
Cuando terminó con lo acontecido durante el día, se dirigió a su hotel, para darse un baño, cenar algo y por último... hablar con su pequeña. Sin embargo, antes de poder tomar el elevador, alguien lo llamó.
—¡Senju-san! ¿Podría hablar con usted? Es algo muy urgente y no puede esperar por mas tiempo—Tobirama lo miró con escepticismo, no entendió de que podían hablar, pero de igual manera accedió.
—Esta bien... Vamos al bar del hotel, ahí estaremos mas cómodos —Toneri sonrió y lo siguió esperando borrar esa arrogancia de su estupido rostro—¡Bien...! Otsutsuki-san ¿que tenemos que hablar?—se fue directamente al grano.
—Antes que nada, debo aclararle, que esto no es nada personal... al menos de mi parte—Tobirama frunció el ceño por lo dicho y vio como Toneri colocaba un maletín sobre la mesa—Esto es un asunto sumamente serio, pero ¿que cosa no haría un hombre enamorado? ¿Como negarle algo a la mujer amada?
—Disculpe Otsutsuki-san, pero no le estoy entendiendo—el albino estaba cansado y no estaba para ese juego de palabras que estaba formando Toneri.
—Estoy completamente seguro que después de mirar esto, me entenderá a la perfección—con una sonrisa torcida, Toneri coloco, las fotografías de Hinata, manadas por el mismo Hiashi, después las cartas donde se leía que ellos estaban comprometidos.
—¿Que demonios es esto?—la compostura de Senju se extinguió, apenas vio las fotografías de su prometida en el poder de otro hombre.
—Como bien le dije, esto no es nada contra usted, pero como puede ver por si mismo, Hinata es mi prometida desde años atrás—el enfurecido Senju sintió que algo se escapaba de sus manos—Durante nuestro noviazgo hemos tenido altas y bajas, pero estoy tan enamorando de ella, que soy capaz de acceder a todos y cada uno de sus caprichos y su último capricho, fue justamente usted. El problema es, que ya no quiero compartirla. Tiempo atrás, mi princesa, me acusó de serle infiel, lo cual no era cierto, pero la única manera de obtener su perdón, fue conquistar al hombre más impenetrable de la ciudad, yo accedí pensando que no lo lograría pero mi pequeña es toda una manipuladora.
—Esto tiene que ser un error—aseguró Tobirama, sintiendo que su corazón se oprimió.
—También quisiera que así fuera, pero como puede ver, ella planeó hasta el mas mínimo detalle, desde entrar en la academia, sabiendo que usted era hermano del dueño, hasta someterse a tener de nuevo su "virginidad" solo para que usted la creyera la más inocente de todas las chicas. Créame cuando le digo, que también para mi, esto ha sido muy difícil, después de todo, entrar en su casa cuando usted se va, no es muy cómodo y mucho menos compartirla—los guardias de seguridad fueron alertados cuando Toneri cayó al suelo por los golpes que le dio el otro peli-plata.
—¡Maldito! ¿Como se atreve a calumniar a Hinata?—el Senju se negaba a creerlo, pero las pruebas eran muy claras.
—En ese maletín, encontrará todo, desde vídeos fotografías de nuestros encuentros, tanto en la academia, como en su casa. Si tiene alguna duda, pregunte a sus vecinos, ellos podrán decirle cuántas veces me vieron llegando a su hogar, incluso—Toneri se recompuso para el siguiente paso—ella quiso ir mas lejos, queriendo vaciar sus cuentas, como lo hizo su exnovia en el pasado, fue entonces que decidí que ya es suficiente—el Otsutsuki se dio la vuelta, pero se giró de nuevo—Esto, me lo dio el Sábado, después de hacer el amor en su cama, me pidió que lo vendiera, pero aunque yo le parezca una persona cruel, no lo soy tanto... y algo mas, si aún con tada esta información tiene dudas, pregúntele directamente a ella y vea si puede negar, que estamos comprometidos—sin decir más, salio del bar, con una sonrisa de triunfo, mientras Tobirama permaneció incrédulo.
Se fue a su habitación y comenzó a mirar todo meticulosamente. En las tarjetas de memoria, encontró fotografías, de ellos juntos, en algunas besándose, incluso un vídeo donde ella, le preparaba ramen en su propia casa y fue apenas el día en que el, partió.
El viaje de avión, era de una hora, así que tomo el teléfono y compro un boleto para esa misma noche. Debía enfrentarla, no sabía que hacer, Hinata lo engañó de la manera mas vil. El le abrió su alma y ella lo atravesó con el filo de la traicion ¿Como podía salir de algo tan cruel? Junto todo en el maletín. Eso era lo único que llevó al aeropuerto.
...
Era casi media noche cuando llegó a su hogar. Hinata lo había estado llamando en repetidas ocasiones, pero se negó a responder.
La rabia lo lleno, cuando estuvo frena su casa, recordando las fotografías y todo empeoró cuando entró. La cocina de inmediato llamó toda su atención. Apretó los puños con fuerza y antes de avanzar a tomar una copa, ella salió corriendo y se lanzó en sus brazos.
...
Hinata pasó el día dentro de la casa, en ratos llorando de tristeza, y en otros de alegría, mientras tocaba su vientre. Trató toda la tarde y parte de la noche de hablar con Tobirama, pero no respondió.
Quería decirle todo, acerca de Toneri, también le tenía que contar sobre su padre, pero sobre el bebé, se lo diría hasta que lo tuviera enfrente, con algo muy especial, quizás una cena romántica.
Con mucha inquietud, logró quedarse dormida, hasta que escuchó la puerta de la entrada principal abriéndose. El miedo la inundó y en silencio se levantó para ver de quien se trataba. Su corazón latió con emoción al ver quien era.
Sin más, pena corrió hacia el. Lo necesitaba mucho en ese momento tan difícil para ella.
—Que gusto me da verlo... Tengo algo muy importante que hablar con usted—se sorprendió cuando, su novio la tomó de los brazos y la alejó de el.
—¿Donde esta tu anillo Hinata?—la ojiperla se miró la mano y recordó que se lo quitó cuando cocinó con Shion.
—Me lo quité para preparar ramen—el Senju apretó la mandíbula cuando mencionó el ramen.
—Me gustaría verlo—le ordeno sin expresión.
—No lo entiendo, aquí lo dejé y este no es mío—la chica recordó a Shion y supuso que se confundió al tomar sus anillos y se llevó el suyo—creo que mi compañera de la academia se confundió y terminó llevándose el mío—lo miró sonreír de forma extraña—¿Pasa algo?— preguntó con miedo, pues Tobirama actuaba muy frío y ni siquiera le dio un beso.
—¿Desde cuando conoces a Toneri Otsutsuki?—se acercó a ella, tanto y tan amenazador que la chica dio unos pasos atrás asustada.
—Yo... bueno, de eso es de lo que quiero hablar—se apresuró a decir.
—¿De que? ¿De que están comprometidos? ¿O de que fingiste ser una chica inocente para lograr atraparme?—Hinata abrió la boca sin saber que decir ante esas acusaciones.
—¿De que me habla?—ella no pudo evitar molestarse.
—Dime que no sabías quien era el Otsutsuki, dime que no sabías que estabas comprometida con el—le pidió y observó su rostro.
—Apenas me enteré hace unos días y...—Tobirama la tomó de los brazos ejerciendo fuerza, mientras la veía de cerca. Hinata pensó que veía lágrimas en los ojos del albino.
—¿Porque Hinata?—se alejó de ella y lanzó el maletín en piso—Fuiste peor que Henare—la chica se puso de rodillas para mirar el contenido del maletín y de inmediato sintió que le faltaba el aire.
—Escúcheme, este hombre esta loco, me ha estado acosando todo este tiempo—le grito llorando por la cantidad de información falsa.
—Eres increíble, mira que renovar tu himen para que creyera que eras virgen, eso fue demasiado—soltó con burla—Y no te molestes en buscar el anillo—Tobirama lo lanzó al piso, junto a todo lo demás—Tu prometido ya me informó todo tu plan y tengo que confesar, lo bien, que te quedó... lograste engañarme como a un idiota. Incluso fingiste querer ser Chef, solo para llegar a mí.
—Todo esto es falso, por favor créame—ella no podía creer la cantidad de fotografías, luego se dio cuenta que también Shion, estaba de acuerdo con Toneri.
—Saldré para ver a mi hermano y le pediré que cancele la boda—camino hacia la puerta viéndola llorando en el suelo y su corazón se oprimió—Tienes una hora para sacar tus cosas de mi casa, para cuando regrese, no quiero verte aquí, o de lo contrario, yo mismo te sacare—lanzó la amenaza a la mujer que amaba como nunca llegó a amar a Henare. Esa debilidad, fue lo que terminó quebrándolo. Debía alejarla lo mas rápido posible o terminaría perdonándola, aun a costa de su propio orgullo.
—P-por favor escuche, las cosas no sucedieron así...—no pudo continuar de hablar porque el la interrumpió.
—DIJE QUE TE LARGUES—después de gritarle, salió dejando a la ojiperla, hundida en un mar de llanto.
Continuara.
Aquí esta el capítulo, se que es algo feo, pero tenía que ser así, para que ella avance y conozca otras personas💕 me disculpo por las faltas de ortografía, luego las compondré.
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