Capitulo 4

Mi mirada cambio.

Vi con seriedad y dolor como entraban ellos.

Solo pude agachar mi mirada dejando que mi cabello cubriera mis ojos.

Enfrente mio estaban las mujeres que antes sostenían mi cordura y a las que ame con todo mi ser.

A la par de ellas estaba el hermano el cual yo le tenía confianza el hermano al que hubiese estado dispuesto a entregar mi vida por el.

Y mis padres.

Mi corazón comenzo a sentir tristeza y mi estomago comenzó a quemar.

Sentía que me miraban con preocupación algo que hizo que apretace mis dientes con fuerza.

Naruto: ¿Que ocurre? ¿Po por que están aquí?— pregunte con pesadez en mi voz, la verdad ya no quería estar aquí.

Kushina sintió el cambio de emociones de su hijo.

Podia sentir como la soledad y la tristeza se mezclaban con...¿desesperación?

Casualmente menma y naruko uzumaki también lo sentían preocupandolos.

Desde que lo trajeron aquí sentían que algo horrible pasaría en especial naruko en conjunto con las demás en especial por esa pregunta la cual no entendieron.

Y más con la mirada de odio que les daban sus padres.

Hinata: venimos a verte idiota estabamos muy preocupados por el gran show patético que diste en la calle—

Abrí mis ojos como platos y unas lágrimas salieron de estos.

Hinata al ver esto solo se callo ¿por que el estaba muy sentimental? Siempre lo trataba así y el solo sonreía o la abrazaba haciéndola sonrojar pero ahora...

Naruto: ¿Aun no se an dado cuenta verdad? ¿O solo quieren ignorar ello?— pregunte con una pequeña sonrisa comenzaba a sentirme muy mal sentía mi cuerpo calentarse de una forma desagradable.

Kurumi: ¿de que hablas darling?— un escalofrío recorrió mi espalda.

Mi respiración comenzó a afectarme haciendo que inhale y exhale de forma ruidosa.

Menma: sabes que puedes confiar en mi y en los demás ¿que pasa hermano?—

Minato y Kushina solo apretaban sus puños con ira.

Aunque para mi esa fue la gota que rebasó el baso.

Naruto: ¿que pasa? ¡Quieren saberlo más a detalle!— me sentía muy mal pero ya no había vuelta atrás —¡lo se! ¡Los vi en la cama teniendo sexo! ¡En mi cama! ¡Ustedes a los que yo habría dado mi vida! ¡A USTEDES QUE ERAN EL MALDITO PILAR DE MI CORDURA! ¡USTEDES A LOS QUE ENTREGE MI CONFIAZA Y ASI!¡!— no pude más y lleve mis manos a mi frente sentía como esta ardía en fiebre mientra un dolor recorría mi cabeza.

Ellos se quedaron en blanco y con dolor vi como cada uno derramaba lágrimas y esas expresiones de terror.

Naruko: yo yo—

No aguante más y me levante, tambaleaba pero aun así pude salir de la habitación y comencé a alejarme de ahí, ya no quería verlos ya no ¡ya no!

En la habitación

Los que quedaban dentro de esta solo comenzaron a balbucear mientras las chicas solo lloraban en arrepentimiento y rápidamente intentaron salir de ahí a buscarlo.

Pero vieron shokeadas como minato y Kushina los veían con odio mientras estos sostenían sus armas más poderosas en mano.

Menma: ¡a parte nce! ¡Te tengo que explicárselo!— grito con enojo y miedo el pelinegro.

Kushina: dan asco malditos ¡COMO PUDIERON HACERLE ESTO A NARUTO!— grito con ira la uzumaki conteniendose para no matarlos.

Aunque no era la única.

Minato: ¡EL SE SACRIFICO POR USTEDES Y ASÍ SE LO PAGAN! ¡EL EL LOS AMABA Y ASÍ LES DAN SU AGRADECIMIENTO! ¡SON ESCORIA!— grito este no pudiendo calmar su ira lanzando su rasengan en el estomago de menma que solo pudo gritar de dolor aunque ahí no termino.

Kushina al ver las repugnantes miradas de preocupación de las malditas se dejo llevar por la ira y cojio un agarre más potente y le clavo su espada en la entrepierna de su hijo que solo amplio su mirada shokeado.

En el hospital se escucho un grito desgarrante.

Pero afuera de este...

Se podía apreciar a naruto caminando despacio.

Apoyándose en las paredes de los edificios que decoraba la aldea.

Aunque se podía apreciar su creciente y grave fiebre.

El pobre rubio no aguanto más y en un callejón comenzó a vomitar.

Al terminar se levantó y comenzó a caminar de nuevo.

Los aldeanos solo se apartaban de su camino sin reconocerle por su mirada caída.

Pero de un instante a otro su cuerpo sin poder aguantar más solo decayó.

En el suelo con todos los aldeanos rodeándolo viéndolo con preocupación cerro sus ojos...

...dejando que la oscuridad lo abrazara...

Fin del capítulo