Y no importa a donde vea

Sólo estoy yo

Sólo hay más oscuridad.

— ¿Dónde está Taehyung? – pregunto al ver que no llega.

—Es un día malo – informa Jin quien está sentado enfrente de mí. Nos encontramos en el jardín puesto que ahora soy más libre que antes.

Asiento, algunas veces eso pasaba, Taehyung no salía de su cuarto, no entendía muy bien porqué y con la nueva confianza que tenía pregunto por fin para salir de dudas.

— ¿Qué es lo que tiene Tae? – Jin baja su taza de té y me observa. Pasa su pulgar por sus labios inferior, que es bastante grueso.

—Escucha cosas que nadie más escucha – empieza a decir – también ve cosas, piensa algunas veces que hay personas que le quieren hacer daño

No entiendo claramente lo que me dice Jin, no sé mucho sobre esas cosas pero caigo en cuenta que Taehyung tiene un problema psicológico. No es como que pensara que todos aquí fueran normales pero a mis ojos, Tae era muy normal. O eso creí. Luego de un rato regresamos a mi cuarto.

Jin se despide depositando un tierno beso en mi frente, con sus dedos remueve ligeramente mi cabello y sonríe. Ante su tacto no puedo evitar recordar lo que sucedió días atrás...

Lo veo irse y otra vez la curiosidad me come, tengo ganas de ir a ver a Taehyung así que salgo de ahí. Paso el pasillo en donde está el cuarto de Jungkook y el de Namjoon, llego a la planta baja pero no me encuentro con nadie, doy la vuelta hacia la cocina y ahí veo una puerta de madera debajo de la escalera central. Me quedo viendo varios segundos la puerta como si algo me llamara. De repente escucho un grito y la puerta tiembla un poco, doy un ligero salto por el susto. Me acerco más hasta pegar la oreja, varios gritos más se escuchan y no son de la otra chica que está aquí, es la voz de un hombre. Reconozco esa voz...

— ¡Déjame en paz, J-Hope! – escucho el grito amortiguado por la puerta, es Taehyung.

Abro la puerta encontrándome con escaleras que bajan a lo que sería el sótano, se escuchan murmullos de dos personas. Voy bajando tratando de no hacer ruido, me detengo antes de bajar completamente puesto que me verían, me escondo un poco y escucho su conversación.

—Me lo dijo, me lo dijo – una voz suena alterada, es profunda pero también me es reconocible, es Hoseok – Jungkook me mostró el vídeo, ¡lo volviste a hacer!

— ¡Sí! ¡Lo hice! – Levanta la voz Taehyung — ¡Lo hice junto a Jin! Sí...sí

— ¡Dijiste que no lo harías de nuevo! ¡Eres mío! ¡Mío! – empieza a gritar Hoseok.

— ¡No soy tuyo! ¡Soy de Hoseok! ¡Vete, te odio! – en el momento que nombran a Hoseok siento que algo no encaja, me acerco lentamente para ver.

En efecto, Hoseok está ahí acorralando a Taehyung contra la pared. Regreso a mi escondite aún más confundida, no entiendo que pasa ahí.

— ¡Hoseok no está! Soy yo TaeTae, soy J-hope –baja la voz de repente de modo conciliador. ¿Quién es J-hope?

—No quiero, él no es Hoseok, nos engaña como la vez pasada – empieza a decir Taehyung en mormullos, cada vez eso se torna extraño – yo no la maté...fue él

—No Tae, fuiste tú... tú la mataste y volverás a hacerlo – le dice Hoseok – la odio, no quiero verla y menos ahora que la usaste con Jin

—Nana... — me espanto un poco al escuchar que me llaman – ella es hermosa, no me hagas matarla, por favor – empieza a implorar, parece que está llorando, al parecer no se han dado cuento que ahí estoy – Yoongi la ama y Hoseok también, todos la amamos

— ¡Yo no! – chilla Hoseok. Comienzo a entender que hay dos personas en el cuerpo de Hoseok...la que está ahorita es ese tal J-Hope — ¡Quiero atarla, colgarla y ver que se retuerza de dolor porque estuvo contigo, mi TaeTae!

— ¡No soy tuyo! – Grita de repente Taehyung – No soy suyo... — murmura esta vez, su voz tiembla – dile que pare, volvió a dejar sus medicamentos...no, dile tú que pare, la última vez me golpeó...sí, tomé mi medicina

—No Taehyung, recuerda que cuando yo caigo, tú también caes conmigo – susurra, escucho varios forcejeos.

—Suéltame, yo amo a Hoseok...déjame, no le seré infiel

Se están besando. Escucho los sonidos de sus labios chocando, aunque también hay forcejeos.

—Ya le fuiste infiel con ella...por eso debes matarla – le sigue diciendo.

—No...sí...no...dile que no – me estremezco ante eso.

De la misma manera en la que entré, me voy retirando, sin hacer ruido. Presiento que debo tener más cuidado a partir de ahora.

***

—Has estado – comienza a decir Yoongi, se muerde el labio inferior y luego sigue – extraña – termina de decir en un veredicto señalándome con su dedo índice.

—Para nada, amo – contesto forzando una sonrisa, aunque no se nota debido a que todas mis sonrisas son como las de una muñeca.

—Me estás ocultando algo – se acerca a mí y toma mis mejillas con su mano derecha apretándolas un poco, entrecierra los ojos — ¿Acaso alguien te ha tomado sin mi permiso?

—No – digo a duras penas, mis labios están en un pico debido a la forma en que me tiene agarrada, alza una ceja – amo – agrego.

—Está bien, quizá estoy exagerando – me suelta despacio, me sonríe y luego mira su reloj – es hora de irme Nana, tengo trabajo – asiento ligeramente, Yoongi deposita un beso en mi frente – descansa

Y lo veo partir. Suelto un ligero suspiro, me he estado debatiendo entre decirle lo que Hoseok trama o más bien, lo que J-Hope trama. Estoy pensándolo todavía cuando de repente la puerta se abre, pienso que tal vez es Yoongi diciendo que quiere estar conmigo pero no...es Hoseok.

— ¡Hola! – dice alegremente entrando y cerrando la puerta detrás de él. ¿Es Hoseok o J-Hope?

—Hola Hoseok – contesto intentando adivinar quién es pero él simplemente sonríe en respuesta. Se sienta en la silla en la que estuvo Yoongi minutos atrás.

—He querido verte desde hace tiempo pero ya sabes, Yoongi hyung es algo – tiene la mirada en otro lado observando todo el cuarto con detalle, luego me mira fijamente – estricto – termina de decir. Me vuelvo a estremecer en mi lugar, es J-Hope, no tiene la mirada dulce y cálida de Hoseok.

—Oh... se acaba de ir – intento decir para que se vaya.

—Lo sé, me lo topé afuera, le pedí permiso para verte ¿o te importa? – pregunta con una ligera sonrisa, una que es retorcida. Está mintiendo, Yoongi no me dejaría a solas con alguien a quien no le tiene el permiso de estar conmigo.

— ¿Cómo me va a importar? Soy una muñeca, Hoseok – contesto fríamente. Alza una ceja y luego ve una taza que está por ahí.

—Así que tú también has entrado a toda esta locura – toma una taza y la gira entre sus manos inspeccionándola – está bien, después de todo no puedes sobrevivir aquí si estás cuerdo

— ¿Y tú qué tienes Hoseok? Porque yo te veo bastante cuerdo – me atrevo a decir. Se carcajea de una manera divertida pero la risa va cambiando hasta que suena a dura y retorcida.

—Soy de todo, Nana, pero no cuerdo – pronuncia mi nombre con desprecio, una sonrisa torcida está en su rostro— te diré algo, me agradas, más que la otra chica pero aun así – se detiene, la taza que estaba en su mano deja de estarlo y cae al suelo quebrándose – no quiero que te acerques a Taehyung porque él es mío – recalca lo último.

— ¿Y si él no se aleja? Yo sólo soy una muñeca que puede ser usada por ellos tres – sé que estoy arriesgándome pero es la verdad.

Se levanta de su asiento bruscamente, tiene el ceño fruncido y me ve con cierto odio. Luego su rostro se relaja, sonríe ligeramente y se acerca a mí. No me muevo, aunque por dentro me encojo, tengo miedo. Toma un mechón de mi cabello y lo ve detenidamente.

—Entonces quizá deba tirar a esta muñeca – responde.

Jala un poco mi mechón, sólo un poco, para advertirme de que sus palabras son serias. Lo suelta y con una sonrisa torcida se da la vuelta.

—Tú no eres Hoseok – digo de repente. Se detiene, observo como su espalda se tensa.

—No, no lo soy

— ¿Dónde está él? – gira su cabeza lentamente hacia mí, tiene esa sonrisa torcida y en sus ojos hay un brillo que me asusta.

—Está muerto

¡Hola chicas! Pensaba no actualizar hasta el viernes o así pero me llegó la inspiración luego de ver la Ley y el orden xd ok no, gracias a mi vecina Mafer (estoy rodeada de Mafers :v) porque por su internet lo pude subir :v agradézcanle a Mafer :v comenten mucho y voten, sí, creo que esto algo mal de la cabecita, sólo un poco.