Reivindicación
Quiero esconder la verdad,
quiero protegerte
pero con la bestia dentro,
no hay ningún lugar en el que podamos escondernos.No importa lo que cultivemos,
todavía estamos hechos de codicia,
esta es el fin de los tiempos,
esta es el fin de los tiempos.Cuando sientas mi calor,
mira dentro de mis ojos,
es donde se esconden mis demonios,
es donde se esconden mis demonios,
no te acerques tanto,
dentro está oscuro,
es donde se esconden mis demonios,
es donde se esconden mis demonios.
(Imagine Dragons- Demons)
— Lo que hiciste estuvo mal — me dijo Jin agitando su dedo hacia mí. Asiento ligeramente, no presto mucha atención a lo que me dice puesto que la única persona a la quiero ver y escuchar es él. Pero él no está — Taehyung entra en crisis muy fácilmente, no le gusta que le digan que está enfermo
— ¿Es normal que pareciera que habla con muchas personas? — Pregunto ahora que menciona a Taehyung. Él niega con la cabeza.
— No es algo propio de la esquizofrenia, es algo que él hace para que entendamos lo que oye — frunce el ceño y luego baja la cabeza — Hoseok le dijo que lo hiciera, para que le entendiéramos mejor — suspira, sus hombros caen en desanimo — no ha regresado, sigue siendo J— hope
— Quizá está esperando matarme — sugiero de repente, él alza la vista.
— ¿Ha intentado algo? — Niego con la cabeza — Entonces no digas esas cosas, Nana — volteo a ver a otro lado, comienza a fastidiarme — sé que te estoy fastidiando pero ni modos, Yoongi no está y Taehyung lo has dejado mal
Se levanta de su asiento y se va sin voltearme a ver.
Yoongi no está.
Lo sé, lo sé muy bien, que él no está. Nadie tiene que recordármelo porque lo tengo presente, bastante.
***
Extraño tanto el flash, el sonido, la sensación de ser fotografiada, tanto que termino yendo al estudio de Yoongi. Necesito ver mis fotos en la pared para saber que no es un sueño, que no he estado fantaseando con todo. Aunque la imagen de él se está difuminando en mi cabeza hay cierta esperanza de que si veo algo de él, algo que haya hecho o tocado Yoongi, me sentiré tranquila de nuevo.
Hay una luz que sale del cuarto, mi corazón se acelera al pensar en que él esté ahí. Apresuro mi paso lo mejor que puedo sin correr o parecer descoordinada, cuando toco la fría perilla siento que mi corazón se saldrá de mi pecho. Aprieto mis labios y cierro mis ojos cuando abro la puerta de un tirón.
Sin embargo lo que está del otro lado no es mi amo.
— ¿Quién eres? — Pregunto con temor. Una chica de cabello rubio y corto está de espaldas a mí.
Lleva consigo un vestido negro lleno de encaje, muy parecido a lo que yo uso. Como no me responde le tomo del hombro para girarla.
— Te pregunté quién ere— no termino la frase ya que la persona que me encuentro enfrente de mí me deja sin aliento.
— Hola, Nana, lamento que me tengas que ver así — dice intentando formar una sonrisa pero no puede, sus comisuras deja de intentar elevarse y se apagan. Me fijo en sus ojos llorosos, algo rojos al igual que sus mejillas y nariz.
Su piel es tan pálida que la tristeza que siente siempre se ve reflejada en él. Y en sus ojos puedo volver a ver aquella profunda tristeza, esa soledad, esa debilidad. Es como si fuera un niño perdido, uno que ha sido herido de una manera que no puedo imaginar.
— Necesitaba sentirme cerca de ti — su mano juguetea con el mandil blanco que está adherido a su vestido, suelta una ligera risa que suena bastante ronca — o más bien sólo intento justificarme, debo darte asco ¿verdad?...un hombre vestido de muñeca
Mi mano va a parar a su mejilla, al sentir mi toque eleva la mirada buscándome. No le digo nada y hago lo que he estado queriendo hacer desde hace días. Le beso, de una manera tierna para que se dé cuenta de que lo que menos siento por él es asco. Parece bastante sorprendido de mi acción, se queda quieto, rígido y cuando comienza a abrir su boca para dejarme paso a su lengua siento como se destensa. Apenas tenemos la misma altura, sólo es unos centímetros más alto que yo así que puedo llegar bien a sus labios.
Busco su mano con mi zurda y cuando la tengo entrelazo nuestros dedos con cuidado, alzo nuestro amarre para que quede a la altura de nuestros pechos. Extiendo sus dedos y ambas palmas quedan pegadas.
— Ahora somos iguales — murmuro separándome. Ambos miramos nuestras manos pegadas y es que tenemos el mismo tono pálido de piel.
El mismo fetiche.
Me observa con sus tiernos ojos pequeños y sonríe. Al fin veo calidez en él, verle con aquella vestimenta lo hace parecer tan frágil, tan hermoso y dulce.
Suga... ¿Por eso le decían así?
Como un ángel caído del cielo. ¿Quién había dañado tanto a un ser tan hermoso como él? Suspiro, eso ya no me importaba. Si he de cuidarle, si he amarle, si he darle todo mí...que así sea. Mientras esté a mi lado, me será suficiente.
— No te vuelvas a ir de mi lado — digo en voz baja mientras me acerco a él lentamente.
Sus labios rosas, pequeños, delgados, dulces...gimo al sentirlos de nuevo. Nuestras manos no se separan, mi otra mano está ocupada tomando su rostro y él hace lo mismo. Con dificultad nos empezamos a quitar los vestidos, mi corazón tiembla al empezar a ver más piel suya. Es tan hermoso que las palabras para definir su belleza faltan, escasean para un ser como él.
— Espera — digo de repente. Me ve confundido y su ceño se profundiza en desacuerdo, no quiere que me aleje — necesito tomarte una foto
Explico para luego arrastrarme sin soltar su mano hacia el escritorio donde está la cámara que siempre usa.
— Mejor usa esta — musita jalándome hacia un cajón del escritorio.
Una cámara algo más rustica sale del cajón, me la entrega y puedo ver que es instantánea. La luz del atardecer se cuela por la ventana del cuarto, y Yoongi quien ya está casi desnudo frente a mí reluce con esa iluminación. Sólo tiene las calcetas blancas sostenidas por un ligero blanco que sube hasta su pequeña cadera. Sonrío al ver su ropa interior de encaje, me gusta como se le ve.
Su pecho está desnudo dejando ver su palidez. Con esfuerzo tomo la cámara y la levanto hacia él, no quiere soltar mi mano pero cuando siente que es enfocado con el instrumento entre mis dedos su expresión cambia. Se vuelve la muñeca perfecta delante de mí, con una mirada fija, una pose ideal y los labios cerrados. La fotografía sale de la cámara y la tomo.
— La guardaré para mí — digo dejándola en el escritorio. Luego regresaré por ella.
Voy tomando más fotos de él que caen al suelo mientras caminamos hacia donde ha quedado nuestra ropa. Su belleza debe quedar plasmada, eso siento y poco a poco la visión de Yoongi se esclarece para mí.
Perfección.
Sólo una fotografía puede capturarla, Yoongi es una obra de arte en movimiento y necesita ser plasmada en todo momento. Se sienta de rodillas enfrente de mí, con cuidado aleja la cámara para besarme con libertad. Nuestro aparato termina siendo sostenido por nuestras dos manos que están enlazadas mientras nosotros nos dedicamos a satisfacer nuestro cuerpos.
Los vestidos sirven de mantas, las fotografías caen dejando ver luego de algunos segundos las escenas atrasadas de lo que sucede, nuestros labios se unen y se ansían con más fuerza a cada momento. Ambos cuerpos se piden a gritos que se hagan el amor, por primera vez puedo tener a Yoongi desnudo frente a mí, tocándome como si fuera su mujer y no una muñeca.
Ya no soy un juguete.
Quito la lencería que porta y agarro su erección, he anhelado tener su sexo entre mis manos desde hace tiempo. Gime contra mis labios, un flasheo más de la cámara está presente, ojalá que haya capturado su rostro contrayéndose del placer porque deseo verlo miles de veces. Es incómodo tener la cámara así pero ese factor nos excita más, pronto la mano de él está en mi parte intima, tocándome por primera vez de esa forma. Ya no necesita más atención, mi cuerpo ha aprendido a recibirle con sólo un toque pero eso no quita que sienta una gran necesidad de ser llenada por él. Estoy disfrutando, estoy excitada de una nueva forma.
Termino empujándolo hacia atrás para que se recueste en el suelo, me pongo encima de Yoongi, rompo nuestro agarre tomando la cámara y comienzo a capturarle. Cierra los ojos dejándome ser su fotógrafa, debajo de él se encuentran nuestras ropas y el montón de fotos que han ido saliendo, algunas borrosas, otras bastante visibles. Comienzo a apretar el botón, las fotos caen en su pecho esparciéndose encima de él. Sin avisarle tomo su miembro, me sostengo ligeramente en mis rodillas si dejar de capturarle y cuando su pene entra dentro de mí, queda en una hermosa fotografía su rostro contrayéndose al sentir que me está penetrando.
Al fin estoy arriba, al fin tengo el control y me encanta la forma en la que se siente tener algo de poder en todo esto. Más y más fotografías suyas mientras le hago el amor caen. Finalmente me dejo llevar por el placer para no regresar jamás.
— Suga — susurro cayendo en su pecho cubierto de fotografías.
He encontrado mi perdición.
¡Hola chicas! Hoy me voy a disculpar con todas ustedes por dos cosas u.u una porque no subí como prometí el 1 de enero y ni siquiera lo hice el 2 sino hoy 3, pues verán les daré mi triste excusa. No tenía muchas ganas de escribir aquí, es la verdad, me han dicho que la historia la siga y la siga pero realmente siento que los últimos dos capítulos han sido una paja tremenda, no pensaba contar esas cosas así que no me ha gustado tanto :/ por eso me he estado debatiendo entre si ya terminarla o no. Al final he decido que sí, ya iremos a la recta final de DH y aún faltan algunas cosas así que no se desesperen y por favor acepten mi decisión. Este fic iba a ser corto desde un principio pero me han dicho que le exprima más y eso he hecho, lamento que mi cabeza no dé para más u.u y esas son las dos cosas por las que pido perdón, lo siento tu.ut igual no iba a subir hoy, son las 3 am pero dudaba de que pudiera luego porque saldré y esas cosas molestas de la familia :v bueno, espero no estén enojadas, comenten y voten. ¡Feliz año nuevo atrasado! xd creo que no me pasé en nada esta vez, espero no se hayan mal viajado con Yoongi vestido de maid xdddd ¿recuerdan cuando lo hizo? jajaja muero
->Ya publiqué Weirdos (Taehyung) vayan a leerlo si no son malitas x.x <3
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