Juguemos

Con impaciencia veía la ventana del carro que iba en movimiento, en mi cabeza sólo había un pensamiento: huir.

—No puedes huir — alcé la vista con intranquilidad, él me observaba detenidamente pero su mirada tenía algo que me heló la sangre, no sabía qué era sin embargo algo dentro de mí lo intuyó.

No dije nada y seguí viendo por la ventana, sólo tal vez si abría la puerta para lanzarme hacia el pavimento...

Luego de unos minutos llegamos a una casa que jamás me esperé ver, en mi mente sólo había imaginaciones de alguna bodega oscura y solitaria, pero lo que estaba enfrente de mí era una mansión. Es de dos pisos, varias ventanas enfrente, dos chimeneas que sobresalen del techo, balcones, una puerta blanca junto a unas escaleras que sirven para llegar a esa puerta, plantas y un camino que conduce al automóvil para llegar a la entrada.

—Bajemos — salió del pequeño automóvil negro en el que había sido transportada, me pensé por un momento en salir corriendo pero la única salida es pasar un portón que es vigilado, además de que dos hombres le acompañan, él me abrió la puerta y salí de allí con cierto temor.

Podía parecer un hogar dulce y corriente pero era mi cárcel. Alguien abrió la puerta y de ella salieron dos chicos, por un momento sentí esperanzas puesto que eran dos chicos igual de guapos aunque últimamente dejaba de creer que un rostro hermoso era sinónimo de bondad.

—He estado nervioso por saber a quién elegirías — fue lo primero que dijo el más alto de los dos, mis esperanzas se desvanecieron por completo, su mirada se deslizó por todo mi cuerpo y luego me miró a los ojos — es perfecta Yoongi, tienes buen ojo — volteé a ver al chico que me había comprado

Él asintió lentamente, no dijo nada aunque una comisura de sus labios se elevó en una minúscula sonrisa arrogante. El otro chico me observaba con ojos traviesos y pronto su mano se alzó para tocarme, comencé a cerrar los ojos con miedo de recibir su toque sin embargo este nunca llegó.

—No la toques Taehyung — la mano se Yoongi había golpeado a la del chico para evitar que me tocara.

—No seas envidioso Hyung, sólo quiero tocar su mejilla — se quejó él, mis ojos iba de uno al otro constantemente.

—Hasta que esté lista podrás jugar con ella — le dijo, me estremecí al escuchar eso.

Jaló mi mano para adentrarme a la casa, pasamos tan rápido que apenas tuve tiempo de ver una sala en la que había más chicos, pude notar que eran cuatro chicos más, me observaron con interés al verme pasar. Fui llevada por él a unas escaleras y al subir en la pared derecha había fotos de ellos, en especial una me llamó la atención, siete chicos estaban posando para la foto pero fue sus miradas serias las que capturaron mi atención. Hasta el fondo se encontraba una puerta rosa que tenía un pequeño letrero de madera colgando de ella, tenía escrito en letras blancas el nombre de "Nana", mi nuevo nombre, la abrió y me metió ahí con algo de brusquedad.

El cuarto era un nuevo mundo rosado, el mundo perfecto de una niña de 6 años. Las paredes eran blancas pero se desvanecían debido a todas las cosas que había dentro, todo era rosado. Hileras de estantes con muchas muñecas de todo tipo llenaron mi vista, pequeñas casas de muñecas estaban en algunas mesas así como diferentes tipos de juguetes, incluso había una mesa de té junto a su tetera y tazas, un tocador que tenía maquillaje y un espejo. La cama tenía un edredón rosado y muchos peluches de todo tipo, no había ninguna ventana.

— ¿Te gusta? — preguntó con inquietud, se paseó por el cuarto y me miró, esta vez sus ojos parecían vivos, no sabía qué decir, posiblemente si le decía que no se enojaría conmigo.

—Sí — mascullé, él se acercó a mí.

—No te escuché — dijo con un tono que me dio miedo.

—Sí, me gusta — tuve que decir, él sonrió complacido sólo que su sonrisa me causaba cierto temor, su mano tocó mi mejilla con cuidado, su mirada estaba fija en mis labios y por un instante creí que me besaría ahí mismo para comenzar a usarme.

—Tu piel es tan pálida que te hace perfecta para esto — murmuró, las yemas de sus dedos pasaron suavemente por toda mi mejilla, estaban fríos y eso erizó mi piel — quiero que llevemos esto bien, no quisiera que me decepciones como la otra chica — eso causó interés en mí, ¿hubo otra chica antes de mí? — sé que lo harás perfectamente — susurró — así que empecemos a jugar, te crearé de nuevo Nana.

Sus ojos tenían un brillo especial, como la de un depredador observando a su próxima presa y yo lo era, el demonio Min Yoongi estaba a punto de tomarme entre sus garras. Había llegado a mi propia casa de muñecas.

Observo mi reflejo en el espejo, últimamente los recuerdos me invaden en cualquier momento y siempre me dejo embargar por ellos. Reviso mi cabello de nuevo, está dividido en dos perfectas coletas como él me había pedido que hiciera para peinarlo, puedo recordar aún sus dos manos delicadas pasando entre mis cabellos cuando me enseñaba desde cero a vestirme.

—Debes peinar cada mañana tu cabello con este peine — me muestra un peine rosa que luce algo antiguo — lo amarras en dos coletas cada mañana con listones blancos, el nudo debe ir así — con delicadeza me peinó, observé nuestros reflejos en el espejo del tocador que estaba enfrente de mí, él daba la espalda pero yo podía observar bien todo, me recordaba a esas muñecas que compran los padres a sus hijas para que las peinaran y maquillaran

¿Por qué él hacía esto? ¿Qué clase de fetiche era este? Muchas dudas inundaban mi cabeza pero principalmente una: ¿Quién era él?, debía ser alguien muy rico para haber podido comprarme en tal cantidad de dinero.

—Luego tu maquillaje debe ir así — varios productos se desplegaron ante mi vista, todo eso se encontraba en el segunda cajón del tocador, con profesionalismo comenzó a maquillarme, no estaba muy atenta a todo eso realmente, me sentía tan extraña, él hablaba y daba indicaciones sobre cómo aplicar cada cosa en mi rostro sin embargo mi mente sólo pensaba en mi familia y en lo preocupada que debía estar por mi desaparición.

La primera noche que pasé ahí fue difícil, no podía dormir puesto que no me creía todo lo que había sucedido en pocos días. Como el rostro de él estaba tan cerca observé su delicada piel pálida, lucía como un ángel para mí, después de todo Lucifer había sido un ángel.

— ¿Me estás escuchando? — Preguntó de repente, me miraba con el ceño fruncido, asentí con temor y él suspiró — si mañana no haces esto bien recibirás un castigo — me advirtió.

Ojos bien delineados, base aplicada perfectamente, mirada de muñeca, labios rosados, mejillas sonrojadas, cabello bien acomodado, moños bien anudados, veo mi rostro que luce impecable y sonrío. Dominar todo esto no ha sido fácil.

—Está mal — fue lo primero que me dijo al verme a la mañana siguiente luego de eso — este nudo no está bien anudado — señaló una de la coletas, tomó mis hombros y me giró — separaste mal el cabello — me dio de nuevo la vuelta — y todo el maquillaje está mal, lo hiciste como te dio la gana, ¿acaso me escuchaste ayer?

—Lo hice — apretó mis mejillas para cerrar mi boca, me miró con gran disgusto

—No hables, no puedes hablar, no hasta que seas perfecta, sólo asiente o niega — me soltó aventandome un poco, tenía miedo de él, de su demencia y de lo que me deparaba — como te dije tendré que castigarte — gruñó — quédate quieta.

Yo esperaba algún golpe de su parte o quizá que decidiera violarme pero no fue así, aprendí luego que mi castigo era un premio para él, aprendí también que el mayor placer de Min Yoongi era cambiarme. Se un maniquí, me dije varias veces antes de que ese castigo lentamente se convirtiera en mi mayor deseo, ahora anhelo su toque sobre mi piel.

La ropa que tan esmeradamente me dijo que debía usar la fue quitando lentamente, fue la primera vez que un hombre me vio desnuda y yo lloré mucho enfrente de sus ojos llenos de lujuria, cuando estuve completamente expuesta creí que se lanzaría a mí, esperé y esperé, él nunca llegó, luego de verme de arriba abajo sonrió complacido. Me tiré al suelo retorciéndome entre la ropa que me había vestido minutos atrás, él soltó una carcajada mientras me observaba tirada en el suelo, con lágrimas en los ojos alcé la vista, había un demonio que reía enfrente de mí, fue la primera vez que escuché reír a un demonio.

Volvió a vestirme con mucho cuidado y aquella mirada de lujuria regresó, supe entonces que su placer venía de ponerme la ropa no de ver mi cuerpo desnudo.

El closet está lleno de vestidos, casi todos en tonos pastel, con holanes, moños y diferentes adornos. Cada fin de semana deja marcado que vestido debo usar, el del lunes, martes, miércoles... y así cada semana. Tomo el del sábado, los sábados son especiales para nosotros, él llega más temprano a verme y puede dedicarme más tiempo del acostumbrado, es su día libre y lo usa en mí. Me veo en el espejo de nuevo para cerciorarme que estoy lista, también los zapatos están marcados por día así que unos blancos zapatos de muñeca pasando por unas calcetas blancas largas que suben hasta arriba de mi rodilla que roza con los holanes blancos de mi vestido rosa, las cortas mangas y mis guantes rosas me visten ese día.

Me siento en la silla blanca de madera en la que siempre me toma fotos, cruzo mi pierna derecha sobre mi rodilla izquierda de manera delicada como él me enseñó miles de veces, pongo ambas manos sobre mi regazo y enderezo mi espalda, subo mi mentón y veo perfectamente hacia la puerta. Escucho sus pasos venir y mi corazón se acelera, conozco esos desganados pasos a la perfección, la llave entra en la cerradura que poco a poco va girando, trago saliva para finalmente poner una pequeña sonrisa de muñeca, la puerta se abre y ahí está él. Pudiera soltar un suspiro al ver que anda en ropas normales como a mí me gusta verle y no en esos trajes que sé que detesta.

—Hola Nana — Pudiera tener un orgasmo al escuchar su dulce voz diciendo mi nombre, está feliz y complacido de verme.

Pudiera sonreír más y lanzarme a sus brazos pero las muñecas no actúan por sí solas y yo soy una muñeca, la muñeca de Min Yoongi.


¡Hola chicas! ¿les ha gustado? espero que sí y que no me tachen de loca xD perdón por no subir en mis otros fanfics pero no he tenido tanto tiempo, tengo miles de trabajos que entregar y me estoy volviendo loca ;n; ya quiero que acabe el semestre y dedicarme a escribir por dos meses <3 comenten mucho y voten, quiero saber sus opiniones :3


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