°Golden Rabbit°

—Bueno mi bolita de arroz, nos vemos a la hora del almuerzo —se despidió el castaño mientras se colocaba los zapatos.

—No lo se hyung, creo que saldré a casa de Yoongi hyung —era mentira, el ahora pelirosa de 20 años sólo deseaba quedarse toda la tarde libre mientras veía vídeos de su preciado Golden.

—Uh, bueno pequeño. Nos encontramos en la noche a la cena —termino por levantarse y se dirigió a darle un abrazo a su menor.

—Claro. Adiós TeTe —concluyó dándole una de esas sonrisas que sabía, que eran la debilidad de su primo.

Al asegurarse de que su primo estuviera lejos. Corrió a encerrarse en su habitación, lanzarse en su cama y coger su computador en el cual se mostraba una notificación.

"Golden Rabbit ha subido un nuevo vídeo."

Ver ahora                                  Guardar a mas tarde

—Joder creo que ya se que es lo que haré —emocionado sincroniza el portátil a la pantalla de su televisor mostrando así la significativa imagen de un logotipo en dorado con forma de cabeza de conejo con una leyenda donde se leía "Golden studios" junto con el típico icono de reproducción en medio de ella.

Saltando alegremente abrió su closet sacando un conjunto nuevo que ansiaba estrenar junto con unas pinzas para pezones que terminaban en piedreria colgante la cual culminaba en unas pequeñas pelotitas rosas. Una falda de colegiala, un par de medias blancas que combinaban con un arnés de pecho y para concluir un plug anal que terminaba en una esponjosa cola de gato de color rosa junto con unas orejas a juego del mismo tono.

Una vez completamente cambiado se encamino a una caja rosa con las iniciales PJ en la tapa y la colocó en una esquina de su cama. cogió una almohada y prosiguió a prepararse para que pudiera entrar el plug anal.

—Mierda, esto es tan excitante —soltó conteniendo un gemido ya que las pinzas para pezones lo apretaban de manera que con cada simple movimiento la presión enviaba escalofríos por todo su cuerpo.  

Con todo finalmente preparado se inclino hacia adelante halando la almohada y sentándose a horcadas en esta.

Fue completamente inevitable el que soltara un gemido al sentarse ya que el pug se removió rozando su próstata en el proceso. Con sus manos echas puño respiro para calmarse y finalmente dar play a su gran esperado vídeo de Golden Rabbit.

Al otro lado de la ciudad se encontraba un pelinegro guardando las cosas que utilizaría para llevar a cabo la grabación. Mientras limpiaba su máscara recibió una llamada y sin mirar el identificador contesto.

— Jeon Jungkook —su voz salió gruesa por mantener el móvil sujeto con su hombro izquierdo ya que en sus manos reposaba la máscara que estaba puliendo con ayuda de un pañuelo.

—Hey Kook —por el tono de voz supo que se trataba del chico con quien grabaría el vídeo—. Veras, se que quedamos en grabar todo a la tarde pero pensé en que quizás podríamos adelantar todo. ¿Que te parece? 

La voz del chico reflejaba emoción y algo de nervios.

—Esta bien te veré en 15 minutos —concluyó sosteniendo el móvil con su mano y la máscara con la otra.

—¿Eh? ¿Ahora? Bueno, sucede que no me encuentro en mi casa —el pelinegro iba a responder pero fue rápidamente interrumpido—. ¡Pero, no te preocupes! Debajo de la alfombra se encuentra una copia de la llave, tómala y puedes ir instalando todo en cuánto llego.

La desesperación del otro intrigo un poco a Jeon. Pero decidió dejarlo pasar.

—Bueno, Park Nos vemos dentro de poco —finalizo la llamada sin dar chances a que el otro tan siquiera se despidiera.

Tanto desespero por mi polla

Se burlo internamente mientras cerraba su apartamento y subía a su moto para llegar a la dirección que le dio Park.

Al llegar al alto edificio se bajó de su motocicleta y alzo la vista contemplando la lujosa construcción. No es que Jungkook fuera de clase media. No señor. El llevaba una vida llena de lujos pues su salario es sumamente jugoso.

Una vez dentro del ascensor marcó el piso 7 donde estaba el apartamento de Park. Girándose enfocó su vista en el amplio espejo del ascensor. Estiró su chaqueta de cuero negra, palmeó sus muslos apretados en ese pantalón que resaltaba los trabajados que eran y sacudió un poco su cabello dándole un toque salvaje. El típico pitido le indico que había llegado a su piso, así que sin más cogió la maleta donde traía los instrumentos y salió rumbo al 46B.

Al llegar diviso una alfombra amarilla con forma de pollito donde se leía ChimChim Home. Sin tomarle importancia se acuclilló y comenzó a buscar la llave, ésta estaba en un bolsillo interno  donde colgaba una etiqueta.

 La cogió y leyó en voz alta.

"Si eres un maleante desde ya te digo que esta no es la llave de mi casa." 

Jungkook soltó una carcajada y negó con la cabeza pues esa etiqueta no era nada inteligente. Finalmente se estiró con llave en mano "Que no resulto ser una llave sino una tarjeta". 

Y prosiguió a abrir la puerta de color negro. Entrando finalmente a la casa. El silencio reinaba así que entro completamente y diviso una sala con sillones alargados de color negro y el gran ventanal que daba una vista impresionante de Seoul. Pero su magia fue interrumpida al escuchar algo. O mejor dicho "a alguien".

Oh Golden, ahí! Más por favor, más —quedo hecho piedra pues esa definitivamente no era la gruesa voz de Taehyung.

A pasos cautelosos siguió los sonidos hasta notar una puerta con muchas pegatinas de colores y pollitos. Muchos pollitos.

Apoyó sus manos en la madera y acercó su rostro quedando su oído totalmente pegado a ésta.

―Eres tan puta por mi polla ―Joder esa era su voz.

Si si, lo soy completamente Daddy, ah! ―el cerebro de Jeon hizo cortocircuito pues recuerda claramente que ese fragmento pertenece al vídeo que subió hace menos de 2 horas.

Armándose de valor abrió poco a poco la puerta, ya que Taehyung le había dado permiso de estar ahí.

La sangre en su cerebro parece haberse estancado, su respiración se aceleró mientras sus pupilas se encogian.


Rabbit sintió de inmediato el endurecimiento dentro de sus pantalones, pues, una de sus mayores fantasías se estaba cumpliendo.

Un pequeño pelirosa se hallaba cabalgando una almohada. Estaba vestido con una mini falda de colegiala  junto con unas medias que apretaban jugosamente sus muslos tan blancos que Jeon tenía deseos de morderlos hasta dejar marcas permanentes. 

El chico le daba la espalda pero podía ver perfectamente un arnés igual de apretado de tiras de cuero blancas donde relucía un tatuaje en su costilla izquierda. En su cabeza estaban enganchadas un par de orejas de gato que se mezclaban perfectamente con el color rosáceo de su cabello.

Pero, el fin de Jungkook fue ver cuando el pervertido gatito se corrió soltando un chillido. Lo que ocasionó que se fuera hacía adelante pegando su pecho a la cama y alzando el trasero dejando a la vista la cola de gato que suponía tenia un largo pug dentro.

En la pantalla se apreciaba claramente el film que efectivamente Golden había subido personalmente a su página. Con el chico aún tumbado y la tienda de campaña en sus pantalones solo optó por la opción más lógica. Después de todo es un hombre y la carne es débil.

Así que silenciosamente se fue despojando de su ropa quedando sólo en calzoncillos negros y con una mirada hambrienta se dirigió al gatito pelirosa.

―Pero nene. No te gustaría intentarlo con el verdadero en vez de tener solo una imagen de mi  ―Jimin al escuchar esa voz creyó que era parte del vídeo. Después de todo no había terminado de verlo.

 ―¡Oh Daddy! solo quiero te quiero dentro de mí.  ―lloriqueo subiendo sus brazos y tomando posición de perrito, pero se desconcertó pues la pantalla estaba en negro desde hace 1 minuto y el acababa de escuchar la voz de su amor platónico.

Antes de tan siquiera asimilarlo unas manos lo apresaron por sus caderas dándole la vuelta y estampándole en la cama de espaldas. Alarmado iba a comenzar a gritar hasta que vio la cara del hombre, no había necesidad de una mascara para reconocerlo. Pues, Jimin sabia de memoria los esculturales rasgos faciales del actor. Eso sin hablar de los dulces belfos decorados con un lunar en el labio inferior.

 ―Nene, es hora de que te encargues de lo que me has provocado  ―una mordida fue hecha en el lóbulo de su oreja y besos húmedos bajando por todo su cuello logrando que este suelte un gemido agudo. El calor corporal que le apresaba lograba que todos los vellos de su cuerpo reaccionaran armoniosamente al compás de una dureza que se frotaba en su muslo.

 ―T-tu e-eres Golden Rabbit c-como  ―pero no pudo culminar de hablar gracias a una carcajada ronca que soltaron en el hueco de su cuello provocando un adormecimiento en donde chocaba el fogoso aliento, ademas de la traviesa lengua húmeda que trazo un camino hasta su manzana de adán.

Jeon se levantó un poco mirando a los ojos del menor de los Parks. Pero su vista bajo a los pezones del chico donde diviso unas pinzas. Y sonriendo malévolo cogió una tiro flojamente.

 ―Acaso importa como llegue hasta aquí, ¿eh?  ―sabia que el pelirosa no podría responderle por estar perdido en la bruma de placer ocasionada por los tirones de las pinzas—. Solo me interesa disfrutar este regalo de los dioses. Eres el único que ha llegado a inspirarme, mira como estoy.

Acompasando sus susurros con embestidas que hacían al mas bajo levantar sus caderas para tratar de seguir el ritmo. La tela antes negruzca, se oscureció aun mas gracias al liquido pegajoso que ambos segregaban. Retorcía entre sus dedos los delicados botones rojizos, giraba, tiraba, pellizcaba.

 ―Basta de juegos previos muñeco  ―tiro de ambas rápidamente dejando los pezones libres y lo único que se escucho fue el grito de placer que soltó el pequeño debajo de su cuerpo.

A little death de The neighbourdhood comenzó a resonar en los altavoces gracias a la reproducción automática que tenia Jimin para relajarse después de sus sesiones.

Jungkook engancho sus duras manos a los sedosos y lechosos muslos de el más pequeño, de un tirón choco ambas caderas sacando un profundo gemido de satisfacción.

 ―Hoy vas a gemir Jungkook a todo volumen mi pequeño ángel.

Rápidamente saco el pug del ano del gatito de un solo movimiento.

 ―¡Jungkook!  ―exclamo Jimin mientras rodeaba con sus piernas la cintura de éste. Pero antes de tan siquiera apretarlas fue dado vuelta bruscamente.

 ―Dejame comerte gatito  ―Park no entendió hasta que Jeon alzó su cadera quedando apoyado de sus rodillas y luego lo sintió. La lengua escurridiza de Jeon se paseaba lentamente por su entrada logrando que este gimiera sonoramente y apretara las sábanas con sus manos.

 ―Mierda, sabes a fresa, nene  ―Jimin se sonrojó pues el lubricante que uso era su favorito. Con sabor a fresas.

 Golden se separó del escondite del más bajo para bajarse de la gran cama y deshacerse de su ropa interior, acción que no fue perdida por Jimin, quien tragó grueso al contemplar el tamaño de aquel espécimen, ni la perfecta sinfonía protagonizada por esos músculos que se veía, eran muy bien atendidos.  Antes de subir nuevamente a la cama tiro su vista a la derecha encontrando una caja abierta con muchos juguetes dentro. Ideando un plan tomó dos de estos. Uno era un vibrador morado brillante.

—Quiero que sepas que no tengo ninguna enfermedad venérea —le hablo dando caricias en su muslo—. Si estás de acuerdo con que follemos, seguiré adelante. Sino, paremos mientras tengo algo de control.

Jimin solo le hablo por encima de su hombro y Jeon juro sentir como una cuerda tiraba en su interior al presenciar la sonrisa más linda que sus ojos hayan visto.

—Confío en Jungkook-ssi.

El pelirosa no tenia idea de lo que sucedía pues hace tan solo unos minutos estaba perdiendo soñando con su sexy conejo y el ahora tenerlo en vivo y en directo era algo total y completamente irreal. Quizás es un sueño. Pensó.

Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir como algo frío se abría paso por su recto.

―¡Ah! si―sus ojos se entrecerraron mientras empujaba hacia atrás chocando con la cadera del pelinegro.

En esos momentos las pupilas de Jungkook se dilataron al ver como el elegante vibrador era tragado por el más pequeño. Además de que éste al tirarse hacia atrás logro sacar un gruñido de lo más profundo de su ser. Pues al estar tan duro su polla se vio impactada por los esponjosos glúteos del gatito.

―Estate quieto si no quieres hacerme enojar precioso ―una nalgada fue dada sacando un pequeño grito de Park.

—¡¿P-por que me pegas?! —exclamo ofendido, ya que nunca nadie, en su corta vida, le había propinado algún tipo de golpe. Su glúteo ardía y picaba, iba rascar esa zona pero un poderoso agarre en su muñeca se lo impidió. Su cara se hundió en la superficie sedosa y su brazo se mantuvo contra su espalda baja.

—Quieto, no quiero que te toques de ningún modo, nene.

—¡Como no me voy a tocar si me da mucha comezón!

—Basta —ordeno firme mientras le propinaba otra nalgada en un lugar diferente del glúteo—. Si te mueves nuevamente voy a castigarte.

Jimin se quedo quieto en su lugar sopesando el comportamiento de su actor, nunca había presenciado en los vídeos de Golden que este fuese tan autoritario. Pero una parte de su cuerpo, la cual desconocía totalmente... Estaba sumamente extasiada por ese control ejercido.

Al asegurarse de que estaba totalmente quieto. Se enderezó en sus rodillas contemplando la espalda y ese precioso tatuaje que relucía en la costilla del chico. Con la punta de sus dedos trazo rasguños desde los muslos del menor, pasando por su cadera y espalda. Apretando los omóplatos e impulsándose para llegar a la cara del chico la cual acarició dulcemente, mientras retrocedía, paro en su cuello.

Y Tiró duramente de su cabello, levantando un poco la cara de el chico hasta que soltó una exclamación de fascinación.

Le soltó bruscamente logrando que su cara rebotara con la acolchada superficie, sacándole así un pequeño quejido.  Bajó nuevamente y esta vez lo tomó de la cadera y comenzó a simular lentas embestidas que lograban que el juguete entrara más. El placer golpeó de tal manera a Jimin que sus gemidos fueron más altos y sacando fuerzas se colocó sobre sus codos y su frente bajo al medio de sus puños.

―Por favor, y-ya ―pero sus suplicas quedaron en nada al sentir como Golden deslizaba su mano a lo largo de su pecho bajando lentamente a su ingle y procediendo a encerrar esta en su mano. Su verdadera perdición comenzó cuando el aparato comenzó a vibrar en su parte trasera. Tanta era la bruma de placer que el nombre del pelinegro era gritado mientras algo de saliva escapaba de su boca, pero poco le importaba en esos momentos.

Jeon estaba totalmente extasiado en la voz y cuerpo del pequeño rosa, pues, a lo largo de su carrera no había deseado tanto el poseer un cuerpo como lo estaba queriendo poseer ahora. Quería dominar completamente al chico, quería marcarlo y que no le perteneciera a nadie más.

―Te quiero solo para mi nene.


Nublado por el deseo y la recién descubierta posesividad. Tomó la botella de lubricante y se aplicó así mismo. Alineando su erección contra la entrada del pequeño y tirando del vibrador a un lado de la habitación.

Y sin ningún tipo de delicadeza embistió al chico gruñendo de la excitación, pues el pequeño era apretado a pesar de haber estado preparado ya.

En este punto Jimin soltaba lágrimas de placer y se retorcía debajo del cuerpo del mayor. Pues si bien usaba juguetes, nunca había tenido una verdadera relación sexual con otro hombre.

―¡Jungkook! ―sollozo por el escozor y la extraña sensación, si bien había utilizado juguetes, nunca fueron del tamaño considerable del pelinegro.

E

l nombrado salió repentinamente de él. Con confusión se preguntó qué ocurría pero se vio remplazada por la sorpresa pues rápidamente fue dado vuelta rebotando así en el colchón.


Fue recibido por una anatomía que ya  conocía a la perfección pero su perdida fue aquel rostro que por primera vez presenciaba sin una máscara encima.

—¿Porque lloras? —pregunto limpiando algunas lágrimas que escapaban de sus ojos y acariciando su mejilla.

—Vamos, confía en mí nene.

Jimin con algo de indecisión se muerde el labio y sopesa si decirle que en realidad era virgen, o bueno, lo era hace unos instantes. Ambos se miran a los ojos y se decide al final.

—Nunc ahe estado con ningún hombre —susurra con las mejillas rojas—. Tu eres el primero.

La respiración de Jungkook se detuvo mientras lo contemplaba con los ojos como platos. Jamás pensó que el hermoso niño en realidad era virgen.

—Dios, lo siento tanto —se arrojó abrazando su pequeño cuerpo.

—No te detengas, porfavor —rogo con voz apagada y nerviosa—. Mi sueño siempre ha sido estar con alguien que de verdad quiero.

Jeon le observo y le tomó de la barbilla sellando sus labios con un hambriento y poderoso beso que nublo su mente. Ambos jadeando y mirandose a los ojos con cariño, confianza y una voluntad absoluta.

Poco a poco comenzó a adentrarse nuevamente mientras el menor formaba una perfecta o con sus rechonchos labios.

―No, no, mirame. Cuando te corras quiero que lo hagas viéndome, nene ―su voz sonó más como una especie de cruza entre ronroneo y gruñido que logro poner los vellos de Jimin en punta.

—Recuerda quién te convirtió en hombre, querido —susurro en su oido—. Recuérdame para siempre, quién fue el que te robo la inocencia, el maleante que se adentro a tu casa y te hizo cosas sucias.

La paciencia de Jeon estaba totalmente agotada y lo demostró al coger por la parte delantera de los muslos del chico y comenzar a embestirlo nuevamente.

―Oh, Jungkook. ¡Si! ―Park cerró fuertemente sus ojos y rodeó con sus brazos en cuello del más alto. Jeon al tener acceso al cuello del menor comenzó a dejar chupetones que sabía dejarían una marca y eso le gustaba. Le gustaba mucho.

—¡Mirame! —ordeno sujetando su mandíbula y logrando que sus miradas se conectaran.

Jimin sujetaba la mano que le apretaba al compás que sus rechonchos belfos se abrían con cada profunda embestida.

Cuando se sintió cerca del borde soltó su mano y la ubicó a un lado de su rostro.

―Vamos chico, mirame y correte para mi. ¡Vamos! ―sus respiraciones eran irregulares y el sudor en sus cuerpos era la prueba del duro trabajo que ambos estaban haciendo. 

Con sus frentes unidas. Jeon sujetando las piernas del más bajo y Jimin rasguñando su espalda finalmente llego el climax azotándoles con tal fuerza que su espalda se arqueó mientras se soltaba.

―¡Jungkook! ―se descargó en medio de ambos mientras el pelinegro bajo a darle un largo y sensual beso que solo opacó más la mente de Park.

—Dime tu nombre cariño —le rogó mientras dejaba largos besos sonoros en su mandíbula.

—Jimin, mi nombre es Park Jimin.

Y en ese instante Jeon entendió que seguramente había pervertido al hermano menor de Taehyung.

―¡Oh, por Dios! De seguro debe de estar completamente solo esperando por mi en la sala y yo como un idiota retrasado llegando treinta minutos tarde. Treinta minutos ―hablaba tan rápido que no se entendía que iba profesando el elegante castaño que finalmente abría la puerta de su apartamento.

Taehyung tenía prisa, ya que no todos los días tienes al más cotizado hombre de todo el mundo porno para ti solito. No señor, eso no era todos los días.

El mayor de los Park llevaba años con unas inmensas ganas de tener un vídeo junto a Golden Rabbit, lo malo era que el hombre no se dejaba ver la cara en sus vídeos al igual que siempre trabajaba con preservativos. Nunca al natural. Y por si fuera poco. No daba besos, nada de besos nunca.

Tan perdido iba en sus pensamientos que no notó nada fuera de lo normal. Ni siquiera al pelirosa que se encontraba sentando en el regazo de un pelinegro. Ambos comiéndose la boca.

Luego de unos segundos finalmente reaccionó. Abriendo desmesuradamente sus ojos y soltando el maletín que traía con él, el cual, al caer hizo un sonido sordo alertando a los menores.

―Park Jimin, me explicas ya que haces comiéndote a mi chico ―grito mientras se dirigía al sofá negro.

―No es tuyo ¡Es mío! ―las mejillas de Jimin estaban tan rojas como un tomate y opto por abrazar por el cuello fuertemente a Jungkook.

Pues Taehyung lo tomó por la cadera tratando de despegarlo de "su" chico. Ya que Jeon estaba ahí para estar con él. No con el durazno.

―¡Sueltame hyung! ¡Es mío! Jungkookie ―Jeon solo se reía de la discusión de los primos. Pero no quería que su nene se lastimara pues hace media hora que habían acabado con sus actos. 

Y se enteró de varias cosas. Cómo que el lindo pelirosa lo seguía desde hace mucho tiempo y que no tenia idea de que su primo lo había invitado.  Así que ambos se ducharon, vistieron y fueron a terminar en el sofá del apartamento perdidos el uno en el otro. Todo hasta que apareció un castaño indignado.

―¿Como que Jungkookie? ni siquiera lo conoces ―la voz de Taehyung lo sacó de sus pensamientos y en el momento que escuchó un pequeño quejido de parte del su pelirosa decidió terminar la discusión.

―Lo siento hyung, pero no grabaré nada con usted ―acotó mientras se levantaba con el menor aún colgado a él tal cual koala.

―¡¿Como que no grabarás conmigo?! ―en este punto hasta las orejas de Park estaban rojas de la indignación. Sus manos fueron a parar a su cadera.

―No puedo grabar un vídeo con el primo de mi novio. Así que lo siento. Puede darte la compensación por incumplimiento de contrato ―como si no hubiera soltado ninguna bomba de información se giró y caminó de regreso a la habitación de Jimin.

Mientras eso pasaba, Jimin, el cual seguía abrazado al pelinegro le sacó la lengua a su primo mientras le gritaba.

―Es mi novio. mio, mio, ¡idiota! ―pero su amenaza fue opacada por la risa de Jungkook la cual lo contagió y lo apretó más fuerte a su cuerpo.

El pobre Taehyung ni siquiera pudo responder ya que escuchó como la puerta de la habitación del menor era azotada. 

―¿Novio? pero en que momento sucedió todo esto ―grito esperando una respuesta del universo.





















Este no es el final! Dentro de poco tendremos la actuación BDSM de Golden Rabbit junto a....

Lo descubrirán pronto.

Gracias por leer.

Se despide esta galleta, su galleta.

JKookieKook.

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