°Extra 03°



Había una vez, dos locos y estúpidos nomos que por estar con sus jugarretas. Golpearon por accidente la nariz del dragon dormido...




La tranquila estancia era ambientada por una pegadiza melodía. La luz tenue baña las figuras que se retorcían de la risa y daban manotazos al aire. Los chillidos e hipidos de los jóvenes resonaban por toda la habitación.

—E-espera E-espera, voy a morir —dice el chico de cabellos rosas.

Sus contagiosas carcajadas resuenan mientras que el otro está tan ruborizado como un tomate.

—¡No te rías de mí Jimin-ah! —le recrimina un castaño con mechones verdes.

El nombrado trata de aplacar su risa mientras apoya su espalda en el amplio sofá. Con sus manos limpia los rastros de lágrimas aún con pequeños espasmos de la incontrolable crisis que tenía hace unos segundos. Jadea con dolor en sus costillas mientras se da palmaditas en las mismas.

—Ya, ya —le calma suspirando—. Entonces, dices que ¿Yonnie-hyung confundió tus vitaminas con los afrodisiacos?

—¡Es tu culpa por darme esas endemoniadas pastillas!

Su primo solo le responde con un pequeño tic en su ceja izquierda mientras tuerce su boca. Sabía que era una mala idea el contarle su experiencia a su primo, al que particularmente tenía como pasatiempo burlarse de sus desgracias.

Y es que todo comenzó con el pidiéndole a su pareja una de sus vitaminas. Recién llegaba de su trabajo bajo una fuerte tormenta que lo tomo desprevenido. No le prestó atención ya que sin más reparos entro a la ducha.

—Aca tienes.

Sin miramientos aparta la puerta cristalina de la ducha y ve en el lavamanos la pequeña píldora azul junto a un vaso de agua. Sin ánimos la toma y se dirige a su habitación con una toalla rodeando su cintura.

Sólo qué a medio camino comienza a jadear por el fuerte mareo que le da, el cosquilleo en su vientre, el sofoco, sus mejillas y cuello enrojeciendo de a poco...

Pero esa sería otra historia muy aparte.

Volviendo al presente Jimin aún chilla recordando su relato y comienza a reír nuevamente aplaudiendo.

—¡Ya Park Jimin, calla de una vez! —le riñe tirándole un cojín que es esquivado con agilidad.

Jimin con prisas se levanta y comienza a correr por el salón mientras su primo le persigue arrojándole cojines que encuentra en su camino.

—¡Te atrape, enano! —grita eufórico al ver como el más pequeño tropezó y cayó de bruces al suelo.

Oportunidad que tomó para lanzar con todas sus fuerzas el cojin más pesado, sólo que no contaban con la aparición de otro en la escena.

El cojín impacto con fuerza la cara de Jungkook haciéndole retroceder dos pasos. Recién llegaba de trabajar, con un humor de los mil demonios causado por el pesado tráfico más la llanta ponchada de su preciada motocicleta, la suspensión de su mejor amigo del club BDSM, los vídeos que tenia pendiente a grabar... Es por ello que con la cabeza en las nubes no se esperaba el golpe lo que ocasiona que suelte las cosas que traía consigo quebrando entre ellas, la lente de la costosa camara de vídeo.

Taehyung y Jimin se quedaron estáticos mientras uno fijaba su mirada nerviosa en el susodicho. Jimin solo giro un poco su rostro e iba a decir algo para aligerar el ambiente.

Todo hasta que se fijó en el hijo de sangre que recorría del arete en el labio inferior de su novio. Y él sabe que Jeon es peligroso cuando alguien se mete con su cara "nene, mi rostro y mi polla son los que abren las puertas de nuestros ingresos, así que si algo les pasa. Sufrimos los dos". Cito en su mente lo que varias veces le ha recordado el mayor.

Jeon inexpresivo solo siente un líquido recorrer su mentón, inhalando levanta su mano y la repasa por el húmedo camino. Baja su mirada. Y se fija en sus dedos. Largos dedos tan blancos como jade pero con un alto contraste con el carmesí de su sangre.

Jimin y Taehyung solo quedan paralizados sin saber que decir. Sienten como la atmósfera se condensa en una imaginaria neblina negra y tenebrosa que les da escalofríos en lo profundo de su pecho.

—Taehyung es mejor que te retires ahora —demando con voz autoritaria.

El nombrado corrió despavorido hacia la salida, trastabillando cambio las pantuflas por sus zapatos y tomó su chaqueta del perchero. Sin más abrió y cerró la oscura puerta de la entrada.

Jimin sin saber que decir siquiera, sólo se quedó en su lugar jugando con sus regordetes dedos y evitando encontrarse con sus ojos enfadados. Jungkook con el ceño fruncido camino directo al baño a observar que le había sucedido.

Luego de lo que parecieron ser años (en perspectiva del menor), se hallaba sentado en forma de indio en el sofá. Sólo se llegaba a  escuchar el ruido que ocasionalmente realizaba su pareja en el elegante y espacioso baño. No mentiría al decir que un miedo le recorría cada que escuchaba sus pasos cerca, si bien Jungkook es solo sonrisas y mimos. Sabe que cuando está de mal humor puede ser tan cortante y frío que hace que le den ganas de llorar por la mínima cosa que le responda mordazmente.

Luego de algunos minutos hace acto de presencia con sólo el jean ajustado de color negro, descalzo y con el cabello goteando de agua, traga saliva con la despampanante imagen pero sólo duró poco ya que se adentra a la cocina. Inseguro se levanta y a pasos cortos asoma su colorada cabeza apoyando sus manos en el marco de la puerta.

Jeon esta absorto en una bolsita térmica que saca del congelador, se poya en la encimera de marmol y con ambas manos se retira el arete del labio, Jimin suspira sabiendo que se encuentra molesto y más cuando le da la espalda aún conociendo de su presencia.

—Kookie —canturrea abrazando con inseguridad su cintura y apoyando su rostro en su desnuda espalda.

—No quiero hablar contigo Jimin, no en este estado.

El nombrado jadea por lo escueto de su oración y como le llamo tan fríamente, el colmo es cuando retira sus manos del agarre de su cintura la cual Jimin rasguña al ir retirando sus dedos y da algunos pasos fuera de su alcance. Antes de que salga le toma por el brazo pero un repentino giro y el dolor en su espalda le toman por sorpresa. Jungkook lo apresa contra el refrigerador con su mano sujetado su mandíbula, en sus ojos destella furia y cansancio por igual.

—B-bebe, siento rasguñarte —susurra tomando con ambas manos su brazo.

—¿Cuantas veces te he dicho que no causes problemas? Mira lo que le hiciste a mí labio —le reta a centímetros de su rostro.

El nombrado traga grueso sintiendo sus ojos humedecer, sabe que estuvo mal, pero tampoco sabía que el aparecería a esas horas. Trata de convencerle con su explicación la cuál solo gana un agarre más fuerte que le hace soltar un quejido, no va a negar que Jeon enojado le pone de sobremanera, mordiendo su labio, idea una estrategia para lograr su perdón.

—¿Y que piensas hacer al respecto? —le vuelve a retar viendo cómo su mandíbula se marca con firmeza—. Sólo me vas a tener aquí acorralado o me darás unos buenos azotes hasta que se te pase la molestia.

Se da fuerzas a si mismo dejando de lado su anterior comportamiento de ojos de perrito, además sabe de sobra que Jeon jamás le haría daño.

—Deja de jugar con fuego Jimin, no estoy en mis cabales, no termines por arruinar mi día y tú precioso culo en el proceso.

Jimin jadea por las imágenes que se forman en su cabeza y solo sube su pierna rozando la entrepierna del pelinegro, gotas de agua resbalan por sus dedos procedentes del cabello húmedo del mismo, el suelta su agarre pero sólo para tomar su cuello, ganando un jadeo y de a poco comienza a ejercer presión.

—Jeon —jadea con sus mejillas rojas y abriendo sus boca por la sensación de escasez de oxígeno.

Jungkook no responde, sólo le observa arquearse en su agarre arañando su antebrazo. Sabe que lo desea, sabe que tiene permiso de hacer lo que quiera con su pequeño cuerpo y lo mejor es que él no se quejara, no hace más que enorgullecerse de su chico.

Lo suelta y Jimin se desparrama en suelo, de rodillas, con sus mejillas tan rojas, labios abiertos y pequeñas lágrimas en las esquinas de sus ojos, tose un poco por la falta de oxígeno.

Exquisito.

Gruñe tomándole por el pelo y lo encara, Jimin sólo se deja lamiendo sus labios y enderezando su espalda con una sonrisa boba en su cara.

—Vamos Jeon, castigame, dame lo peor de ti —se arrodilla acercándose más a su cara—. Marcame, azotame, destruyeme —le susurra gustoso—. Sabes que no te voy a detener, estás molesto, vamos desquita tú molestia en mi.

Jungkook solo gruñe jalando su brazo y llevándolo a tropezones hasta la encimera de la cocina donde le recuesta boca abajo. De un movimiento le baja la pantaloneta ganando un brinco del menor.

Con dos dedos baja su ropa interior sacándole un suspiro al besar su muslo, toma la prenda y con fuerza la rompe al lado sacando así una tira larga con la cual amarra firmemente las manos de Jimin a su espalda.

—Jungkook —le susurra balanceando sus caderas.

—Tienes prohibido moverte, tienes prohibido siquiera hablar —sujeta sus fuertemente sus gluteos—. Si haces tan siquiera una mueca no dejaré que te corras.

El tono demandante sumado a la presión de su piel hizo la combinación perfecta para que su piel pálida fuese tiñéndose de un rubor carmesí que destacaba en la encimera blancuzca.

El sonido de la heladera abriendo y cerrando junto a las pisadas y el repentino oscurecimiento de sus ojos le hizo dar un brinco. Jungkook le calla con un susurro mientras cubre sus ojos. Introduce su muslo entre sus piernas y le hace separarlas hasta lograr un ángulo donde su entrada se muestre claramente. Con un cubo de hielo lo va paseando por su piel hasta poco a poco llegar a su entrada.

Jimin da un respingón haciendo que el hielo resbale y toque su saco. Empuña sus manos tratando de calmarse pero una fuerte nalgada le hace morder su labio.

—Primera advertencia —sentencia asestando otro golpe en el glúteo contrario.

—Basta de cumplir tus caprichos —introduce de golpe el cubito—. Estoy harto de tus niñerías.

Jimin se retuerce al tercer cubito ser introducido, los calambres y la combinación de frío y calor en sus paredes le hace abrir la boca tratando de formular palabras que solo le hacen escurrir un poco de saliva.

—No te muevas.

Jungkook desaparece de la escena pero Jimin solo empuña sus manos y apoya su frente en la encimera, se levanta en puntillas retorciendo los dedos de los pies pero sin cerrar sus piernas. Las contracciones se comienzan a notar en su vientre al escurrirse líquido frío por sus muslos.

—Quieto —le reta asestándole una fuerte nalgada que le saca un gemido.

Jungkook coloca los objetos sobre la encimera mientras observa los glúteos ya rojos de Jimin, con sus manos enguantadas les apretuja sacando así líquido de su interior. Da la vuelta y coge un trozo empaquetado de unos 7 centímetros de la nevera.

—Pensaba utilizar este pequeño en una transmisión en vivo, pero, como te noto tan desesperado por un castigo. Adelantaremos su uso.

—Lo siento, amo —susurra con voz entrecortada.

Jungkook le asesta un golpe en el muslo con la fusta que le hace soltar un gemido que reprime rápidamente mordiendo sus labios. Se sobresalta al sentir un fuerte picor en su entrada que le hace encorvarse pero inmediatamente es dominado duramente por la mano contraria de Jeon devolviendo su pecho a la encimera.

—A-amo —gimotea tratando de cerrar sus piernas del picor.

—¿Que te parece este pequeño? La verdad es que es exquisito, es como tú —sumerge un poco más del pedazo de jengibre en su canal y lo retira con cuidado—. Es pequeño, moldeable y resulta encantadoramente irritable.

Jeon le toma el amarre de sus manos y lo arrastra hasta la sala, ayudándolo con su pecho le guía hasta dejarlo en el suelo frío. Vuelve por sus instrumentos y la vista de Jimin sentado en el suelo, con su piel enrojecida, cabello revuelto y respiración acelerada le causa una satisfacción que le hace tomar su nuca y morderle el labio.

—¿Palabra de seguridad?

—Frambuesa.

—Perfecto —se levanta dejándole un beso en la frente.

Lo tira hacia atrás con cuidado y le hace subir sus piernas hasta su pecho causando presión en sus muñecas. No le da tiempo de pensar cuando comienza a introducir el pedazo de jengibre. Lo suelta y se va hacia atrás, toma la fusta y comienza a pasarla por su pecho.

—Mira que hermosa vista, digna de ser enmarcada en la página web —tortura un poco sus botones dejándoles rojos—. Vamos a congelar este bello momento.

Le asesta una serie de azotes por su pecho, vientre y muslos. Jimin solo respira entrecortadamente moviendo su cuerpo. Hasta el momento no entendía la razón del jengibre hasta que su cuerpo comenzó a calentarse, específicamente, sus paredes antes moldeadas por el hielo.

Un quejido resonó en la estancia mientras Jungkook desde arriba observa como comienza a retorcerse, con el pie lo gira y lo deja de costado. Le retira y vuelve a introducirlo pero esta vez juntando ambos glúteos.

—¡Ah! —grita Jimin sintiendo el increíble calor que se estaba expandiendo en su canal.

Jungkook le retira por completo observando como comienza a enrojecerse, le parte por la mitad y con su dedo lo pasa por toda la raíz empapándose del aceite natural que produce y con una mano en su cintura rodea su miembro.

La sensación de calor incontrolable junto a la comezón y deseo incontrolable le hace soltar lágrimas mientras se retuerce tratando de mitigar un poco de ésto con el frío del suelo. La desesperación le hace tirar la cabeza hacia atrás mientras se encorva y el líquido preseminal escurre por su vientre. Junta sus piernas buscando alivio pero esto logra lo contrario al su entrada estirarse.

Jungkook sólo observa, y sabe que ya entrará en el estado de frenesí al comenzar a enfriarse el líquido dejado por la raíz. Con calma va a buscar su cámara.

Por otro lado Jimin sólo suelta lágrimas, retorciéndose como un gusano deseando que Jungkook le suelte, la fricción con la tela comienza a dolerle y con el antifaz lo que logra es intensificar las sensaciones. Escucha las pisadas de Jungkook junto con el obturador de la cámara. Trata de encontrar la posición de Jeon, pero esto solo le causa frustración.

—A-amo —ruega dándose la vuelta y quedando boca abajo—. Por favor, perdón amor, perdón, perdón.

Frustrado se apoya en sus rodillas encogiéndose, solloza del calor y sólo se siente feliz al ser tirado por Jeon de sus manos, suelta un grito al ser embestido sin previo aviso tirando así su cuerpo hacia adelante pero es atrapado por el nudo en sus muñecas. Jeon sin contemplación comienza con un vaivén agresivo que le hace soltar gemidos incontrolables combinando sollozos con pedidas de piedad y perdón. La fricción de sus rodillas le hace ver estrellas, Jungkook abandona su cuerpo dejándolo en un limbo de placer y molestia.

—J-jungkook, Amo —le ruega—. Por favor permítame terminar, amo.

Solloza angustiado ya sin fuerzas. Sus manos son liberadas y rápidamente es dado vuelta, celebra al sentir su canal nuevamente llenado y sus manos son apresadas está vez sobre su cabeza, poco a poco se construye un tsunami de emociones intensas que le hacen soltar una cascada de líquido sobre sus vientres. Llora por el shock de sensaciones y la vergüenza del líquido que seguía saliendo.

Jeon termina de bombear en su cuerpo y le suelta el antifaz. Se encuentra con unos ojos rojos e hinchados de tanto llorar, una nariz roja y unos labios que le hacen bajar y besarle con calma.

—Ese es mi niño bien portado —le toma de las mejillas y le besa con calma limpiando sus lágrimas—. Lo soportaste muy bien, cariño.

Jimin trata de normalizar su respiración mientras es levantado por su novio y retirado al baño. Solo recuerda unas manos limpiarle con tanta calma y devoción que terminó dormitando en la bañera, una esponjosa toalla envolverlo como un burrito y luego ser depositado en la cama mientras un pecho caliente le servía de almohada.

—Te amo, cariño —escucho en su bruma mental y una sonrisa se dibujo en su rostro.

Jamás cambiaría su vida por nada del mundo.















Hola! Disculpen tanto tiempo de ausencia, siento que el capítulo quedó algo corto. Sinceramente me he ausentado debido a que me adentré al mundo de los manhwas y de verdad olvidé por completo Wattpad. Peero, tengo ya tres extras escritos en borradores así que iré publicando, tengo una de la pareja secundaria, una de Nam, Okok y Jimin juntos y otra que le estoy dando forma aún no lo tengo claro.

Igual tengo un Shot de Jimin y Jungkook contratados como pareja de fondo en un comercial donde tienen que besarse peeero, Jeon logra ganarse la atención de todos al equivocarse tantas veces y besar tanto al chico que supuestamente le caia mal.

Va así:

Jungkook niño rico, el más famoso de la universidad e "ignora" a Jimin x Jimin dulce que tiene un Crush con el chico que siempre lo ignora.

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