Alice #2
Espero que les guste~
Nota: No tengo nada en contra de Alice y esta vez, es la pura verdad. Darte cuenta de que tu esposo murió y su cuerpo ahora funciona para la cabeza de quien fue tu mascota es una situación...bizarra, en más de un sentido, y te digo que no tengo muy en claro como podría reaccionar en todo caso, así que realmente no puedo culparla por irse xD
Nota-2: No duden en dejarme ideas o peticiones ^_^
Nota-3: No tengo muy en claro si los personajes me quedan bien o no pero disfruto como van quedando xD
Nota-4: No sabía si esto sería una buena segunda parte pero bueno, aquí esta :3
Dogman encuentra un extraño refugio al sentarse junto a la tumba de su dueño, con el corazón adolorido y dejando escapar ligeros sonidos llenos de tristeza, aun en luto de cierta manera, extrañando con cada fibra de su ser a ese humano que siempre le sonrío y acaricio su cabeza mientras le decía "buen chico". Se siente triste al decir verdad, como si ver el rostro de aquella mujer trajera todos los sentimientos que había estado ignorando, y no tiene muy en claro como lidiar con ellos.
Se siente extraño, de una forma incomoda que no tiene muy en claro como explicar, y de momento, solo puede soltar un gemido triste, intentando detener las lagrimas que aun caen.
Se queda allí por un rato, sin sentirse listo para volver al trabajo o siquiera a su hogar, sabiendo que había quienes lo esperaban en cada lugar, pero sin querer enfrentarlos realmente. Y aunque se siente un poco más tranquilo mientras el tiempo pasa, con los minutos convirtiéndose en horas, la sensación pesada y amarga de la culpa no lo abandona del todo. Le había fallado a su jefe, se había retirado mucho antes de que terminara su turno y lo había ignorado, sabía que le esperaban gritos llenos de enojo en todo caso. No fue a casa a jugar con Li'l Petey como había prometido, y dolía pensar en su expresión triste, lleno de decepción por haberle fallado. Y no quería imaginar lo molesto que podría estar Petey ante todo eso. De seguro estaría furioso, no solo por haber lastimado al pequeño gato, sino también por no dignarse a siquiera aparecer a la hora que se suponía debía estar allí.
Pero bueno, no había forma de retroceder, no cuando la luna ya estaba en lo alto y el cielo lleno de estrellas.
Se levanto de su lugar, sintiendo sus extremidades entumecidas y pesadas por haber estado tanto tiempo quieto, soltando una especie de aullido bajo y triste en forma de despedida, sus dedos rozando las letras escritas de su dueño escritas en la lapida antes de darse media vuelta y empezar su largo camino a casa a paso lento. Esta bastante seguro de que se ve como un desastre, el pelaje de su rostro esta estropeado por las lagrimas y un poco alborotado por su forma tan brusca de intentar secarlas, su uniforme esta sucio con tierra y pasto, y en este punto de la noche tiene la piel humana de gallina debido al viene frío que corre. Quiere darse una ducha, algo que aprendió a disfrutar medio a la fuerza, y ponerse su cómodo pijama para dormir, ya en la mañana podrá ver que hacer con todo lo demás.
Ver su pequeña casa a lo lejos lo llena de ligero alivio y le da el impulso suficiente para apurar un poco su paso. Suelta un ligero ladrido cuando logra llegar, extendiendo una mano para empujar su puerta y abrirla, respirando el aroma a hogar que viene de adentro. Si tuviera aun su cola, esta se estaría agitando un poco, ansioso por acurrucarse en su cama y solo olvidar de ese día en particular.
-¡¿Dogman?!- se sobresalta ante la repentina voz que no espera y hace una mueca para si mismo al reconocerlo, resistiendo esa sensación de querer huir a favor de voltearse y enfrentarse a su amigo. Su pecho se retuerce ante la expresión de Petey, llena de alarma y preocupación que se no tarda mucho en mezclarse con cierta molestia y algo más que no sabe identificar, con algunas partes del pelaje algo alborotado y su cola moviéndose bruscamente tras de si, erizado. -¡¿Dónde rayos estabas?!- acorta la distancia entre ellos con grandes pasos y el perro solo puede emitir un ligero sonido ante las patas que acunan sus manos. -¿Estás herido? ¿Tuviste algún problema hoy? ¿Alguien te secuestro?- frunció el ceño, preocupado ante el aspecto ajeno, mientras el perro solo podía verlo fijamente. -Estas helado, ¿hace cuanto estás afuera?- puede sentir la piel fría con ayuda de sus almohadillas y cubre las manos humanas, intentando de brindarle una cierta calidez.
Dogman observa el rostro ajena, sintiendo una punzada de culpa en su pecho, y no por primera vez, sintiéndose un poco tonto al decir verdad. El rostro de Alice había triado consigo sentimientos amargos y como aun no tenía muy en claro como lidiar con todo eso, se había alejado, olvidándose que tenía quienes se preocupaban por él. Aun sentía melancolía y arrepentimiento por su error con la bomba que tanto le había costado, también siente culpa por haber fallado en su promesa, pero mucho más de ello se siente contento. Extraña a Knight con cada fibra de su ser, no cree que vaya a haber un momento en el que no lo extrañe, pero esta feliz con su vida actual, no pude negarlo. Tiene una casa, tiene un trabajo con compañeros que siempre le sonríen enormemente y un jefe que lo trata bien más allá de los gritos, también tiene amigos por toda la ciudad y por encima de todo ello, tiene una familiar, a quienes había preocupado.
Ah, en serio, se siente realmente tonto ahora.
Emite un sonido ligero, lleno de arrepentimiento mientras se mueve para invadir el especio personal ajena y aunque Petey no es un ser muy cariñoso, Li'l Petey es quien se sale con la suya en la mayoría de las ocasiones, este no lo aparta cuando medio se empuja contra el pecho de pelaje naranja. Sus manos son liberadas y él aprovecha eso para rodear al otro con sus brazos, en un abrazo fuerte, sintiendo que sus ojos arden por nuevas lagrimas que amenazan con empezar a salir en cualquier momento.
Petey esta confundido y parece perdido, además de incomodo e incrédulo, y luego pasa a entrar en pánico pero incluso entonces, rodea al otro con sus propios brazos, preocupado y haciendo miles de preguntas que el perro no cree que pueda contestar de momento porque esta más ocupado en robar calidez y disfrutar de la cercanía.
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