Capítulo XXXVII
—Pase.— Se colocó de pie.
El doctor entró a la habitación.
—Trae alcohol y algodón.— Corrió hacia el servicio.
Volvió y se lo dio al doctor, el llevó el algodón a las fosas nasales de Harry, el chico reaccionó.
—Ya.— Murmuró alejándose el algodón.
—Tranquilo, voy a checar cómo estás ¿Si?— Asintió recobrando la razón.
—¿Me puedo quedar?—
—Sí, claro, traje la máquina manual para el ultrasonido, solo tengo que conectarlo a la televisión.—
—Yo lo ayudo.— Sonrió.
Louis comenzó a montar todo, mientras que en doctor tomaba los signos vitales de Harry.
Al tener todo listo, Louis volvió, tomó asiento en la cama, al lado de Harry, el chico lo tomó de la mano.
—¿Puedes ir por un vaso de agua para Harry?— Asintió.
—¿Por que no llamas a mis suegros?—
—Se me olvidó.— Rieron.
—Ve, aquí espero.— Agradeció.
Corrió fuera de la habitación, aunque por los pasillos estaban sus padres, su suegra y sus hijos.
—Vengan, le harán un ultrasonido.— Agradeció.
—¿Deseas agua?—
—Por favor.— Marisa fue por agua.
Todos fueron a la habitación, Marisa llegó rápido con el agua, Harry la bebió.
—Bien, mientras tanto, aquí están las pastillas que tiene que tomar, tiene que llevar una dieta saludable, evitar enojos y evitar hacer movimientos bruscos.— Le dio la receta a Louis, el chico asintió.—Le di unas pastillas hace rato, aún así, un embarazo cuádruple es mejor tenerlo en control, les dejaré la cita en quince días.— Asintió.
—¿Pero nuestros hermanitos están bien?— Preguntó William.
—Ahora los vamos a ver.— Asintieron.
Los niños se subieron a la cama al lado de Harry. En algunos minutos el ultrasonido comenzó.
Todos estaban atentos, el doctor tomó unos capturas, después sonrió.
—Aquí están los cuatro bebés.— Señaló cuatro bolitas, sonrieron.
—¿Por que están pequeños?— Preguntó William.
—Porque aún no han cumplido los meses necesarios para que estén más grandes, aún están formándose.—
—Esta bien.— Susurró.
—Veremos si está vez si dejan ver que generó serán.—
—No, que sea sorpresa.— Dijo Louis.
—¿Seguro?—
—Por el momento.—
—Esta bien, aún así, si después gustas, haremos los estudios.— Asintió.
Después de limpiar el vientre de Harry, el obstetra envió una copia al correo de Louis, lo ayudaron a ordenar todo. El doctor se retiró, la familia sonrió.
—Muchas felicidades.—
—Gracias papá.—
—Ahora a cuidar a Harry.— Sonrió.
—Un poco.— Murmuró el menor.
Después de las felicitaciones, sus pequeños se fueron a dormir a su habitación, que estaba enfrente de la de los chicos.
Todos se desearon buenas noches, apagaron las luces. Harry se vistió con ropa cómoda, Louis hizo lo mismo. Tomaron asiento en la cama, en donde Louis lo abrazó.
—Te amo tanto.—
—Te amo mucho más amor.— Subió su pierna encima de las piernas del mayor.
—Y uh bueno... No sé si tienes sueño... Es que... Me gustaría hablar contigo.— Elevó su mirada.
—Mi amor, estoy dispuesto a escucharte, lo sabes.— Sonrió.
—Bridget, uh bueno es una persona detestable en nuestras vidas, la de toda mi familia.—
—¿Por qué?— Suspiró.
—Por que por mis acciones inmaduras tuve un accidente... A mi madre jamás le cayó bien Bridget, pero aún así la defendí de todo, ella decía que su sola presencia la hacía odiarme porque no me daba cuenta de como era en realidad, era una doble cara, jamás permitió que entrará a la mansión.—
Tomó aire y suspiró.
—Con calma.— Sonrió y asintió.
—Llevábamos al rededor de cinco años juntos, tenía veinte, habíamos planeado "un futuro juntos." Cuándo en realidad creo que solo yo lo había planeado, con ella nunca pude hablar, solo la escuchaba de sus problemas económicos y como un estúpido le decía que yo podía pagarlo, y eso hacia, le cumplí caprichos, le di lujos y le di mi tiempo. Estaba tan enamorado de ella que nunca vi el peligro, ella me llevó a las drogas, esa era mi forma de desahogarme, luego de eso, me enteré que todo el tiempo me había engañado, me emborrache, drogue, y mil cosas más, hasta que sufrí un accidente, tenían que hacerme un lavado gástrico o perdía la vida, lo más común que podía decir...— Se cortó.
—Perder la vida.— Susurró.
—Pero, era papá, mamá, Niall y Liam a favor que me hicieran el lavado, y como solo era yo en contra, no gané, y agradezco que me obligaron, de no ser por perder contra mi familia, no te hubiera conocido.— Sonrió.
—Algo positivo.— Asintió.
—Después de toda la intervención quirúrgica, lograron salvarme, esa mujer me fue a ver al hospital, pero sabes cómo es mi madre...—
—No la dejó entrar.— Asintió riendo.
—Si, no la dejó entrar, le gritó todo lo que jamás me hubiera imaginado, luego se fue y nunca más apareció en nuestras vidas, me vine a vivir aquí, no me dejaban salir para nada, hasta que pasé un año recuperándome al cien por ciento, fue cuando me volví a ir de la mansión, no quería depender de mis padres, entonces me dejaron ir, pero me advirtieron que otra estupidez de ese tamaño y me regresaban a la casa y no volvía a salir jamás. Después de eso fui a vivir con Eva, fue cuando te conocí, y me negaba a enamorarme, no sabes lo difícil que fue negarme, hasta que no me importó, fui perdiendo el miedo, sabía que eras diferente, pero... Cuando vi a Marco dándote una bolsita, mi mundo se vino abajo, pero no quería dejarte caer, me gustó la manera de reconciliación, después... te juro que me quería hacer cargo de todo, pero tenías sueños y no podía privarte de tu derecho, cuando te fuiste a Canadá, lo acepte, fue difícil si, pero tenía la esperanza de volver a verte o ir por ti a Canadá cuando terminarás tu carrera.— Sonrió.
—Yo... Yo jamás te haré algo así.— Comenzó Harry.— Jamás, no dudes de eso, no voy tras tu dinero, no quiero nada si tú no estás conmigo. No quiero que pienses que me iré con alguien más, porque no lo haré, te amo a ti, te quiero en mi vida, no a tu dinero, sobreviví muchos años con mi sueldo.— El mayor sonrió y dejó un beso en la frente de Harry.
—Te amo, gracias.—
—Yo más, y no hay de que agradecer, es más, gracias a ti, porque no te rendiste sin importar que estuviera de necio con Canadá, gracias por cuidar y amar a nuestros hijos.—
Elevó su mirada, unieron sus labios en un tierno beso.
—Gracias por formar nueva vida aquí amor.— Acarició su vientre.
—Gracias por dejar nueva vida aquí.— Sonrió.
—Te dije que te iba a dejar bebés.—
—Y lo cumpliste, pero me imaginé que uno por uno, no cuatro de golpe.—
—Puedo dejarte nuevamente cuatro bebés y más embarazos.— Negó riendo.
—No amor, gracias, pero esta bien si solo cuatro por el momento.—
—Como gustes.— Sonrió.
—Ahora ¿Te gustaría seguir hablando?— Asintió.
—Sí, pero ahora del doctor de Canadá...— El cuerpo de Harry se tensó.—No te preocupes, ya levante la denuncia.—
—¿En serio?—
—Sí amor, él no se puede acercar a ningún miembro de la familia, no quiero que te preocupes amor, todos estarán bien, seremos felices.—
—Gracias por preocuparte sol.—
—No tienes nada de que agradecer.— Dejó un corto beso en su frente.
—Oye sol... Una pregunta ¿Bridget te engaño con Marco?— Elevó su mirada.
—Sí, a dónde se, él era el novio oficial de Bridget.—
—De lo que se perdió.— Subió a Louis, el chico lo tomó de la cadera.
—Supongo.— Murmuró.
—¿Supongo? Oh joder tu eres perfecto, eres el mejor ser humano en esta tierra, en serio... Eres un amor de persona, se preocupa por otros, se preocupa por saber si alguien está bien o mal... Por dios amor, eres tan perfecto cariño, eres el mejor padre y esposo.—
El mayor sonrió, se acercó a los labios de Harry y los besó.
—A veces no encuentro palabras para describir lo que me haces sentir, así que mejor te lo diré con acciones.— Comenzó a besarlo tranquilamente, acariciando su espalda.
—Bien, ahora a dormir, que mañana tenemos que trabajar.— Asintió separándose del beso.
Lo ayudó a recostarse en la cama, cubrió sus cuerpos con sábanas. Apagaron las luces y se quedaron dormidos abrazados.
Al paso de las horas, Harry suspiró frustrado, no podía dormir y ya se había desesperado.
—¿Estas bien?— Louis lo abrazó, el menor suspiró.
—No, uh se me antoja un helado.— Soltó una pequeña risa.
—¿De que sabor?—
—Cualquiera está bien.— Asintió.
—Esta bien, ahora voy.— Asintió feliz.
Louis salió de la cama, encendió la luces menores, salió de la habitación y caminó hacia la cocina, no tardó demasiado en volver, Harry estaba abrazando la almohada, ya estaba dormido.
—Si no me develo por los bebés, lo haré por ti.— Murmuró con gracias.
Bajó a dejar el helado en la nevera, su teléfono comenzó a sonar. Frunció el ceño al no tener registrado el número.
—¿Hola?—
—Louis.— Suspiró frustrado.
—¿Qué quieres, Bridget?—
—Necesito verte, hablar, arreglar todo...— Sonrió sarcásticamente.
—Yo no... No tengo tiempo.—
—Por favor, yo puedo llegar a tu casa o al hospital...—
—No se te ocurra aparecer en mi casa o en el hospital, porque no quiero verte, espero no volver a escucharte.— Terminó la llamada. Suspiró y caminó hacia la habitación, no recibió más llamadas y lo agradecía.
Dejó su teléfono en la mesita de noche, apagó las luces y se metió a la cama, abrazó a su chico, en cuestión de minutos se quedó dormido.
A la mañana siguiente, lunes siete de agosto, el teléfono de Louis no paraba de sonar, Harry se despertó y tomó la llamada.
—¿Quién?— Preguntó.
—¿Esta Louis?—
—¿Bridget?—
—Te pregunté si estaba Louis.—
—Esta durmiendo y por una pérdida de tiempo como tú, no lo voy a despertar.— Terminó la llamada.
Trató de desbloquear el teléfono de Louis, pero no sabía la contraseña, buscó su mano y colocó el dedo en el detector, el teléfono se desbloqueo, bloqueo el número que recién llamó.
Lo dejo en la mesita y suspiró profundamente. Salió de la cama, entró al cuarto de baño, arregló la tina, le hecho espuma, mientras que la tina se llenaba de agua, salió del servicio, vio a su esposo hablando, bueno discutiendo por teléfono, comenzó a acercarse sin hacer ruido.
—Tu jamás me amaste, amabas mi dinero, solo eso te importaba, amas la herencia que ofrecían, ¿Te recuerdo quién me llevo a las drogas? ¿Recuerdas que tú me los ofrecías? Recuerdo que tu maldito regalo cuando me recupere ¡Fueron drogas! ¡Tú sabías que no podía drogarme! Aún así lo enviaste, escribiendo una maldita nota "Espero te recuperes..." Eres una doble cara Bridget...—
—¡Él te hará lo mismo! Él va solo por tu dinero, por favor, yo cambié, en serio te amo, no quiero perderte Louis, dame esa oportunidad, por favor, solo una...—
Vio como apretaba el puño, suspiró.
—Se que él es diferente, no es nada parecido a ti, yo sé que él no hará lo mismo, tu oportunidad pasó hace mucho, han pasado años, no siento ni el más mínimo cariño por ti, y a él lo amo, estoy formando una familia con él, ¿Sabes? Al menos tengo la satisfacción que ambos queremos cumplir esos sueños que planeamos juntos, y si te preocupa que él no quiera cuidarme, pierdes el tiempo, él se preocupa por mi, Harry no tuvo el descaro de enviarme alcohol de regalo por recuperarme de mi borrachera...— Lo abrazó por la espalda, Louis se dio la vuelta, sonrió y dejó sus brazos en el cuello, lo atrajo hacia él.
—Oye...— Tomó el teléfono de Louis, aunque debatieron un poco.—Jamás agradezco nada... Pero ahora, te agradezco demasiado por dejar a Louis, por no darte cuenta de lo bueno que es y de lo hermoso que es recibir su amor... Gracias, ya que por ser una idiota, ahora estoy feliz con él, ahora estoy formando una familia, estamos cumpliendo nuestros sueños...—Louis se perdió en su mirada, se acercó a sus labios, sonrió y dejó un corto beso en sus labios.— No te preocupes por él, yo lo cuidaré bien y jamás lo dejaré solo, él no se lo merece, Louis solo se merece ser amado de la misma manera que él ama.— El mayor dejó cortos besos en sus labios.
—Tú no lo cuidas ¡Lo hiciste que volviera a beber y drogarse!— Le gritó.
—No sabes todo, ambos pasábamos por problemas, ese día me enteré del embarazo, joder, no seas hipócrita, yo lo amo y perdón, pero tú sobras demasiado en nuestras vidas, si sabes cómo es mi suegra enojada, no te gustaría verme a mí enojado, adiós, no vuelvas a llamar a mi esposo, no sabes cuánto daño le hiciste en el pasado, solo lo haces dudar más...— Terminó la llamada, su esposo estaba recostado en su pecho.
Harry acarició su cabello, el mayor sonrió y hundió su rostro en el pecho de su esposo.
—Quieto.— Susurró riendo. El mayor lo ignoró completamente, comenzó a bajar el zipper del suéter. Dejó el pecho de Harry descubierto, comenzó a dejar cortos besos en aquel lugar.—No, amor... Espera dejé la tina preparándose.— Lo alejó un poco. —Vamos a tomar un baño juntos.—
—Bien.— Sonrió.
Entraron al cuarto de baño, apagó el grifo, cerró la puerta con cerrojo, le quitó su camisa, dejando su vientre expuesto.
Lo sentó en el lavamanos, abrió sus piernas. Se acercó a su vientre.
—Los amo tanto.— Comenzó a dejar cortos besos en su vientre.
—Nosotros te amamos a ti.— Acarició su cabello.
—Bien, ahora tomemos un baño, y vamos a tu primer día de trabajo.— Sonrió.
—Esta bien.— Lo ayudó a desvestirse, al estar completamente desnudos lo tomó en sus brazos, entraron a la tina.
Comenzaron a besarse tranquilamente.
Al terminar el baño, salieron riendo, se vistieron rápido, secaron su cabello.
—¿Ya pudiste comunicarte con tu padre?— Negó.
—No amor, Ashley dijo que papá no tenía cara para verme, no quiere arruinar mi futuro, y bueno... Se que es difícil todo lo que me hizo pasar, pero... Quiero perdonarlo y comenzar mi vida, ya sin preocuparme por mi pasado.— Asintió.
—Tal vez dale tiempo, es más probable que aún siente culpa...— Asintió.
—Sí, le daré tiempo, se que papá no se perdona.—
—Bueno ahora, vamos.— Sonrió.
Tomaron sus pertenencias, salieron de la habitación, fueron a la habitación de sus hijos, estaban dormidos, dejaron un beso en sus frentes, salieron de la habitación, salieron y caminaron hacia la cocina.
—¿Qué quieres desayunar?— Preguntó caminando hacia la estantería.
—Solo café, no quiero que hagas esfuerzos, ven siéntate.— Negó.
—No amor, quiero cocinar algo para ti.—
—Pero te ayudo.— Asintió.
—Sí, está bien.—
Prepararon el desayuno juntos.
—Hola buenos días.— Dijo Jay.
Llevaron su mirada hacia atrás, sonrieron.
—Hola buenos días, ya está el desayuno.—
—No se hubieran molestado.—
—No es nada, vamos al comedor.— Asintió.
—¿Y papá?—
—En la sala jugando con los niños.— Sonrió.
—Esta bien ¿Mi madre?—
—Salió temprano a resolver unos asuntos, no dio detalles.— Frunció el ceño.
—Esta bien.— Murmuró.
Llevaron todo al comedor, Mark y los niños llegaron riendo a carcajadas, sonrieron al verlos.
Saludaron a todos, sus hijos los abrazaron. En algunos minutos estaban desayunando entre risas y pláticas agradables.
Al terminar se despidieron de sus hijos y sus suegros, salieron hacia el auto de Louis, en todo el camino iban en un silencio agradable, llevaban sus manos entrelazadas, Louis la acariciaba.
Al llegar al hospital bajaron del auto, subieron al ascensor, marcaron el piso correspondiente.
—Presiento que todos estarán felices por verte otra vez.— Sonrió.
—Ya extrañaba a todos, me hace falta venir aquí.—
—Bueno, ahora ya estás aquí, espero te sientas bien y no corras por el hospital.—
—Ya no lo haré, me importa la salud de estos hermosos bebés.— Acarició su vientre.
El ascensor se abrió, abrieron sus ojos al extremo al ver la recepción adornada con globos, serpentinas, y un cartel que decía "¡Bienvenido Doctor Styles!" El menor sonrió.
—¡Bienvenido!— Gritaron los enfermeros y doctores.
—Gracias.—
Tomó la mano de Louis y salieron del ascensor, caminaron hacia ellos.
Harry fue recibido por abrazos y felicitaciones por el embarazo.
—Gracias por esto.—
—No hay de que, todos estábamos felices que volviera.—
—Ya los extrañaba.—
Después de las felicitaciones de todos los doctores, Harry y Louis caminaron hacia su oficina.
—¿Unieron nuestras oficinas?—
—Tu oficina estaba vacía amor.—
—Oh cierto, había empacado todo.—
—Pero si gustas llevo tus cosas a tu oficina.— Negó.
—Bueno... Quería hablar de eso contigo, pero mejor después.— Frunció el ceño.
Llegaron a la oficina, las secretarias tenían una semana libre, entraron, Harry sonrió al ver una oficina más grande, en donde el escritorio de Louis estaba al lado derecho y el de Harry al lado izquierdo, las cajas estaban al lado del menor, Louis tenía algo ordenado su parte de la oficina. Había una estantería, mesitas, sofás y plantas.
—Me gusta.— Susurró. —Solo ordenamos todo.—
—Si amor, pero sabes que me ausente un poco.— Sonrió.
—Dejemos así la oficina, me gusta estar contigo.— Se acercó y lo abrazó.
—Esta bien amor.— Dejó un corto beso en sus labios.
Harry camino por las batas, al tenerlas, volvió a Louis y le entrego la bata correspondiente.
—Gracias.— Susurró.
—De nada.— Cuando ya tenían sus respectivas batas colocadas, Louis atrajo a su amado hacia él y lo beso.
Un beso tranquilo, pero con mucho amor...
—Ya vamos a recepción.— Susurro separándose del beso.
—No, tú tienes que venir conmigo.— Frunció el ceño.
—¿A dónde?— Preguntó.
—A darle la noticia a Niall.—
—En ese caso, vamos.— Tomó la mano de Louis y salieron de la oficina.
Caminaron hasta la oficina de Niall, en todo el camino los doctores que lo veían los saludaban y los felicitaban, al llegar a la oficina, llamaron a la puerta y esperaron unos minutos.
—Hola, pase.— Hizo espacio para que entraran a la oficina, así lo hicieron.
—Veníamos a decirte algo.— Tomaron asiento en los sofás que proporcionaba aquella oficina.
—Esta bien, díganme.— Sonrieron.
—Antes.— Llevó su mirada hacia su chico.
—¿Estas libre esta misma noche?— Preguntó Harry.
—Si, aunque tengo que ir con Sofia y Lucia.—
—Ellas también tendrán que venir.—Louis asintió.
—Exacto, bueno todos los amigos cercanos y familia vendrán.— Niall se mantenía con el ceño fruncido.
—¿Nos llevaran a festejar?— Preguntó.
—Si.—
—¿Me dirán? Tengo curiosidad.— Los chicos asintieron.
Con un beso se llegó la calma, con un beso se fue el dolor, de esos besos que ganan guerras a tú favor...
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