Capítulo XXXIX
Pasó una semana era lunes catorce de agosto, esa semana la pasaron más en la mansión, ese día estaban haciendo las mudanzas, sus pequeños habían salido con sus abuelos al centro comercial, los chicos habían llegado a aquella casa, era tan hermosa.
—¿Te parece bien?— Asintió.
—Si amor, esta perfecta.— Sonrió.
Luego de firmar los documentos, pagar y entregar todo los documentos, oficialmente era su casa.
En algunos minutos ya estaban en el departamento guardando sus pertenencias en las cajas, ya habían dejado algunas cosas a la nueva casa, ahora solo les faltaban unas pequeñas cosas.
Los dos se encontraban en la habitación, besándose ya que habían tomado una pausa, pero ellos sabían a que se refería aquella pausa.
El beso aumentaba cada vez, caminaron torpemente hacia la cama, Louis recostó a Harry en aquella cama, mientras que se seguían besando, la ropa de ambos salió por algún lado de la habitación.
Estuvieron repartiendo caricias en sus cuerpos, estaban disfrutándose mutuamente, en algunos minutos la habitación se llenaba de gemidos y jadeos de parte de ambos.
Luego de terminar de hacer el amor, comenzaron a vestirse, entre risas cómplices, hasta que siguieron ordenando todo en aquella habitación.
En el camino hacia la nueva casa iban felices juntos, estaban hablando de lo felices que eran formando una familia, también hablaron de la fecha para su boda y sería en algunas semanas, según la fecha serían un 28 de septiembre, y ya habían organizado la mayor parte.
Al llegar a la casa nueva estaban hablando de todos los temas que habían pasado en esas semanas antes de pedirle matrimonio a Harry.
Para ser sinceros Harry no había tocado el tema del hospital, ni del director Calder, no quiera saber mucho de ese tema, aunque si le daba cierta duda sobre ese tema, pero no se lo quería preguntar a Louis.
—Amor.— Llamó. Harry salió de su trance.
—Dime.—
—La fecha de la boda quedó para el veintiocho de septiembre, jueves, en un mes, ya está todo listo, solo falta medirse los trajes.— Asintió.
—Me parece perfecto.— Sonrió.
—¿Esa fecha está bien o gustas que movamos la fecha?—
—Esta perfecta amor, solo hay que hacer las invitaciones.— Asintió.
Cuando terminaron de ordenar todo en la nueva casa, fueron a la mansión, al llegar Jay estaba llegando junto a Mark, William y Darcy.
Los alcanzaron, entraron, prepararon la cena, al terminar Mark, Jay y Marisa estaban despidiéndose de los chicos, los cuales ya tenían las maletas en el auto.
—¿Seguro que se quieren ir?— Preguntó la mujer.
—Si mamá, pero no te preocupes, nosotros te visitaremos seguido.— Asintió.
—Bien, cuídense mucho, cuidas a Harry, si se siente mal llama al doctor.— Asintió.
—Si mamá.— Sonrieron.
Se despidieron, Harry caminó abrazando a Louis, llegó al auto, el mayor lo ayudó a subir, dejó a sus hijos en su regazo y él subió al auto.
Louis le dio el teléfono a los niños, colocaron videos infantiles.
—Papi, llamada.— Darcy le entregó el teléfono a Louis.
El chico suspiró y terminó la llamada, Harry fruncía el ceño.
—No era nadie de importancia, sigan viendo vídeos, y si vuelven a llamar pon tu dedo en el teléfono rojo que aparece en la pantalla.— Le entrego el teléfono.
En todo el camino fueron hablando de los futuros bebés, William y Darcy se unieron a la conversación.
—Serán niños.—
—Niñas.— Susurró.
—No niños.— Negó.
—¿Y que pasaría si son dos niños y dos niñas? ¿Estaría bien?—
—¡Si!— Sonrieron.
Al llegar a la casa, Louis estacionó el auto, luego de unos minutos salieron del auto, Harry bajo del auto, sus pequeños tomaron sus manos, abrió la puerta y entró, Louis bajó las maletas, aunque le negó a Harry ayudarlo, le dijo que mejor fuera a la sala a descansar.
Subió las maletas.
—¿Cuál es nuestra habitación?—
—Esta mi amor.— Abrió la puerta de enfrente de su habitación.
Sus hijos entraron abrieron sus ojos al extremo.
—Su cuarto de juegos está al fondo.—
—Gracias papi y mami.—
—No hay de que pequeños.— Sonrieron.
Sus pequeños bostezaron, ambos chicos los arrullaron y se quedaron dormidos, arreglaron su cama. Los dejaron acostados y cubrieron sus cuerpos con sábanas.
—Buenas noches mis amores.—
Dejaron un beso en su frente, salieron de la habitación, sonrieron, entraron a su habitación.
—Si quieres duerme amor, yo ordeno esto.—
—No, yo te ayudo.— Sonrió.
—Bien, pero sin hacer esfuerzos.— Asintió.
Luego de ordenar todo el armario, dejaron las maletas en una habitación vacía, ordenaron todo lo necesario.
Al terminar se vistieron con ropa cómoda, se acostaron abrazados.
—¿Tienes sueño?— Negó soltando una risita.
—¿Doble sentido?— Sus manos bajaron a los muslos de Harry, asintió.
—Un poco.— Sonrió.
—Antes ¿Puedes traerme un vaso de agua por favor?—
—Esta bien amor.— Salió de la habitación.
Harry salió de la cama, caminó al armario y tomó una pequeña bolsa, y entró al servicio.
Se vistió con aquellas prendas, se colocó una sudadera de su chico, salió rápido y se metió a la cama, cubriendo sus piernas desnudas, Louis llegó, sonrió.
—Aquí está amor.— Le entregó el vaso.
—Gracias.— Sonrió.
Bebió el agua, Louis cerró la puerta y caminó hacia la cama, se metió a la cama y vio su teléfono. Esperando que Harry terminara su agua.
—Oye.— Llamó.
—Dime.— Dejó el vaso en la mesita de noche.
—Mira esto, para los bebés.— Le enseñó varios trajes de bebés, tomó el teléfono. —Ve los demás diseños, están hermosos.— Lo abrazó y dejó su mejilla cerca de su vientre.
—Están hermosos, pero... ¿No están aquí?—
—Oh no... Son de Londres, pensaba pedirlos en línea.— Dejó un corto beso en su vientre.
—¿Por que no vamos al centro comercial a ver los diseños? Y si no te parece compramos aquí.—
—Si, me parece bien.— Elevó su mirada, sonrió.
—Ten.— Le dio el teléfono, el mayor se separó y lo dejó en la mesita de noche.
—Quieres...— Fue interrumpido por los labios de Harry devorándolos completamente.
Subió a Louis, en chico lo tomó de la cintura.
—Quiero hacer el amor contigo.— Murmuró separándose, el mayor controló su respiración.
Se separó un poco, se quitó la sudadera, la respiración de Louis se entrecortó, Harry portaba lencería, en el pecho tenía un moño formado, frunció el ceño, sus manos bajaron y trazaron toda la lencería, llegando hasta la entrada del menor.
—¿No quitarás donde más te gusta?—
—¿La rompo?— Bufó.
—Desata el moño.— Con una mano, apretó sus glúteos, Harry ahogó un gemido.
Con su mano libre, buscó la punta del listón, lo jalo, dejando ver las tetas del menor.
—Oh joder... ¿Dónde mierdas conseguiste esto? Esta de puta madre.— Murmuró.
—Lo compre en línea, me gustó y sabía que te iba a gustar, lo iba a usar para la luna de miel...—
—Uh... No te preocupes, te puedo comprar más...— Se acercó y comenzó a morder.
—Oh, joder.— Los dedos del mayor comenzaron a entrar y salir. —Ah... Ah...— Gimió.
Louis bajó su pantalón y su ropa interior, Harry seguía arriba de él, gimió al sentir el miembro de su chico duro, comenzó a moverse.
—Ah... Mierda.— Gimió.
El menor sonrió con malicia, cambió de posición, ahora le daba la espalda al rostro de Louis. El mayor lo tomó de la cintura.
—¿Qué quieres hacer?— Preguntó acariciando sus glúteos.
—Sesenta y nueve.— Gimió. Su miembro chocaba con el abdomen del mayor.
El castaño lo dejó en la cama, su rostro cerca de su miembro erecto, chocó contra la mejilla de Harry. El menor no desaprovechó esa oportunidad, comenzó a besar el pene de Louis, llegó a los testículos, los lamió y succionó, los gemidos del mayor se escucharon.
Louis comenzó a comerse la entrada de Harry, ahogaba sus gemidos, el menor estaba masturbando su miembro, Louis suspiró y tomó el miembro de Harry, lo llevó a su ritmo.
El rizado se llevó a su boca el miembro, suspiró, abrió sus ojos, apenas llevaba la mitad, suavizó su garganta, metió todo el pene a su cavidad oral, con sus manos acarició los testículos de su acompañante, cerró sus ojos, dejándose llevar por la adrenalina.
En su estómago se sintió una fuerte presión, sabía que estaba a punto de correrse, comenzó a mamar más rápido.
—Ah... Amor... Ya... Ah.—
—Yo igual mi amor.—
Las succiones aumentaron, un suspiro de alivio salió de los labios de Louis, Harry ahogó un gemido.
Ambos se corrieron en sus bocas, tragaron todo el semen. Suspiraron felices.
Se separaron, Louis ayudó a Harry, lo atrajo hacia él y lo besó.
—Sabes delicioso.— Murmuró.
—¿Alguna vez tuviste una fantasía sexual?— Preguntó suspirando.
—Uh... Si, pero... La cumpliste hace años, mi fantasía sexual era verte a ti de adolescente desnudo frente a mi.—
—¿Qué?— Preguntó separándose un poco.
—Sí, siempre haz tenido un cuerpo hermoso... Mis ojos siempre se fijaban en tu trasero.— Las mejillas de Harry se tiñeron de rojo.
—¿Por qué nunca me dijiste?— Louis sonrió.
—Vamos amor, desde el primer día que te vi, el día que me golpeaste, supe que eras lo más hermoso que había visto, pero no te podía decir ese día, me hubieras dado el segundo y tercer golpe.— Soltó una risita.
—Si, tienes razón, me lo hubieras dicho semanas después, ahí si, me hubiera entregado sin dudarlo.— Sonrió.
—Lo hiciste.— Rieron.
—Sí, lo hice y lo sigo haciendo, no me arrepiento.— Se recostó en el hombro de Louis, el mayor sonrió y cubrió con la sábana.
—¿Te acuesto en la cama?— Negó.
—No, aún no quiero, ¿Sabes que te amo?— Acarició su espalda.
—Si, y yo también te amo.— Dejó un corto beso en su hombro.
Louis atrajo la sudadera de Harry, se la colocó con cuidado. Arregló sus rizos, los desató, cayó a sus hombros.
—Te vez tan hermoso.— Murmuró.
—No lo seré cuando engorde.— Rodó los ojos.
—Amor, serás hermoso, eres hermoso, con ese vientre abultado te verás más que hermoso.—
—¿Te imaginas cuando pateen? Me dolerá, pero será hermoso.— Sonrió.
—Sera hermoso amor, doce semanas amor... Joder ya quiero que nazcan.—
—¿Estas conmigo en el parto?— Asintió.
—Sí, no te dejaré solo ningún minuto.— Sonrieron.
Harry se separó y buscó los labios de Louis, al encontrarlos los besó.
—¿Puedes hacerme el amor toda la noche?— Sonrió.
—Claro amor.—
Hicieron el amor toda la noche, hasta agotarse, se quedaron dormidos con facilidad.
A la mañana siguiente, martes quince de agosto. Harry se despertó temprano, Louis aún tenía sus manos en la cintura de su chico, el rizado sonrió y comenzó a acariciar el torso desnudo de Louis.
—Amor.— Comenzó a despertarse.
—Hmm...— Balbuceó aún adormilado.
—Ya es hora de despertase.—Louis negó y hundió su rostro en el cuello de Harry.
—¿Por qué tan temprano?—Preguntó.
—Porque tienes que ir a trabajar.— Frunció el ceño.
—¿Tenemos?—
—Uh no... Me quiero quedar con nuestros hijos.—
—Yo quiero quedarme también.—
—Vamos amor...—
—Nada, me quedo, luego busco una excusa para darle a Niall.— Rieron.
—Iré a tomar un baño.— Trató te ponerse de pie, pero sus piernas estaban enredadas con las de Louis.
—Tomemos un baño juntos.—
Salieron de la cama besándose torpemente, Harry enredó sus piernas en la cintura de Louis, caminaron hacia el baño aún besándose apasionadamente.
Louis cerró la puerta de una patada, topó a Harry con la pared, gimió de lo fría que estaba, sonrió y comenzó a besar el cuello de chico.
Se alejó y quitó la sudadera, sonrió al ver la lencería del día de ayer, sus erecciones crecían más cada minuto, Louis comenzó a dejar besos por todo el torso de Harry, mordió sus pezones haciéndolo gemir suavemente.
—Date la vuelta.—Susurró con voz ronca, Harry asintió, se bajó de Louis y se dio la vuelta así su torso dio con la fría pared, dejó salir un jadeo.
Louis comenzó a besar los hombros de Harry, haciendo un camino de besos por toda la espalda, hizo a un lado la lencería, comenzó a acariciar la erección de Harry, mientras que él mordía su labio.
—Amor.—Gimió bajito, Louis comenzó a rozar la entrada de Harry con su miembro.—Amor hazlo.—
—¿Quieres que lo haga?— Harry asintió repetidas veces.
—Si.... Amor... Por favor.— Gimió.
Louis sonrió y posó su mano en la cintura de Harry, con la otra mano tomo su miembro, y así penetró a Harry, aunque estuviera mordiendo labio, soltó un gemido.
—Amor...— Louis comenzó con las penetraciones lentas, Harry gemía lo más bajo posible.—Amor... más rápido.—
Comenzó a penetrarlo con más fuerza, evitando chocar con la fría pared, Harry comenzó a llevar su miembro al ritmo de las penetraciones.
—Amor... ahí, no pares...no pares.— Las penetraciones fuertes siguieron tocando el punto dulce, mientras que el ansiado orgasmo los acechaba.
Harry siguió llevando su miembro al ritmo de las penetraciones, el baño se llenó de gemidos y de respiraciones agitadas.
—Lou...amor...me ve....ah...— Louis aumentó las penetraciones, Harry aumentó los movimientos en su mano.
—Yo igual amor.— Susurró.
Louis lo embistió con más fuerza, Harry llegó al orgasmo, su mano se llenó de su semen, mientras que Louis lo volvió a embestir corriéndose en su interior.
Louis salió del interior de Harry, le dio vuelta así poder visualizar el rostro de su amado. El menor seguía pegado a la pared, mientras que Louis lo tenía acorralado.
—Te amo.—
—También te amo, amor.—
Después de recuperarse del orgasmo, Louis llevó a Harry hacía la tina. Tuvieron un baño, entre risas y besos robados.
Salieron del baño, Harry comenzó a vestirse, siempre siendo observado por su amado, al terminar de vestirse, Louis caminó hacia él y comenzó a secar los rizos de Harry.
—¿Y si dormimos un rato más?— Sonrió.
—Solo pongamos sábanas limpias.— Asintió riendo.
Cambiaron las sábanas sucias por limpias, después se acostaron abrazados, cubrieron sus cuerpos con las sábanas. Poco a poco se quedaron nuevamente dormidos.
Al paso de las horas, Harry comenzó a despertase. Sus hijos estaban riendo, estaban viendo una película con Louis.
—¿Qué hora es?— Murmuró.
—Son las nueve amor, te estamos esperando para desayunar.— Asintió.
—Bien, ahora voy.—
Sus hijos se dejaron ir a él, dejaron cortos besos en sus mejillas.
—Te amamos mami.—
—Y yo los amo a ustedes mis pequeños.—
—Hicimos el desayuno con papi, vamos.— Asintió.
—Esta bien amor, vamos.—
Se colocaron de pie, Louis apagó la televisión, Harry entró al cuarto de baño, mientras que sus hijos y su esposo iban al comedor.
Al salir sonrió al ver la cama ordenada, salió de la habitación, llegó al comedor, en donde sus hijos estaban sentados riendo.
—A comer.— Asintió riendo.
Louis llegó, tomaron asiento y se dispusieron a comer.
El timbre sonó, fruncieron el ceño, Harry caminó hacia la puerta, al abrirla se encontró con Sofía, Niall y Lucía. Los invitó a pasar, cerraron la puerta.
—¡Tío!— Grito abrazándolo.
—Hola cariño.—
—¡Luz!— Gritaron sus pequeños, se separaron de abrazo y abrazó a sus primos.
—¿Por que no estás trabajando?— Preguntó Louis caminando hacia ellos.
—Buena pregunta ¿Y tu?—
—Conviviendo.— Alzó los hombros, negaron riendo.
—¿No viste mi mensaje?— Negó.
—No, y lo deje arriba, no iré por el.—
—Dice que tú solo te presentarás si hay emergencias, igual que Harry, ambos se presentan solo cuando haya una emergencia.— Asintieron.
—Esta bien, gracias.— Sonrió.
—Bien, ¿Ya desayunaron?—
—No, pero no te preocupes...—
—No, nada de eso, ahora haré el desayuno.—
—Pensé que se habían mudado hace días, fuimos a la mansión, pero nos enviaron a esta dirección.—
—Oh si, es que hasta ayer decidimos mudarnos oficialmente.— Sonrieron.
—Vamos, allá hablamos cómodos.— Asintieron.
Cerró la puerta, caminaron hacia la sala, tomaron asiento, Louis fue a cocinar.
—¡¿Cocinas?!— Le preguntó Niall.
—Para ti no.— Rieron. —Pero si, ¡Quiero ayudar a mi esposo!— Gritó desde la cocina.
—¡Casi esposo!— Grito Sofía.
—¡Si, eso!— Rieron.—¿Quieren jugo para mientras?—
—¡No te preocupes, si quieres te ayudo!— El timbre sonó. —¡Oh mejor atiendo!— Asintió.
—¡Por favor!— Harry negó riendo.
Lucia llegó a la cocina, Louis frunció el ceño.
—¿Estas bien, cariño?—
—No tío, mi papá Santiago no me quiere.— Lo abrazó, el mayor la tomó en sus brazos.
—No mi amor ¿Por qué lo dices?— Se separó un poco, se vieron frente a frente, los ojos de Lucia se llenaron de lágrimas.
—Papá Santiago está haciendo una nueva familia, dijo que prefiere a su nueva hija que a mi, que yo soy feliz aquí, pero aún así, tío Harry me dijo que papá tenía maneras de mostrar su cariño, pero él no me quiere, y me lo dejo muy claro cuando me dijo que quiere más a la bebé que a mí.—
—Cariño, se que es difícil pasar por eso, pero mi amor, no quiero que te sientas mal, Santiago es él que decidió así las cosas, aquí todos te queremos mi amor, se que no se comprará a un cariño de padre, pero nosotros estamos para ti, y ahora Niall, que quiere ser un padre para ti, se que él te va a querer mucho, y no pienses en cosas tristes amor, mejor piensa en cosas que te hagan feliz, más adelante tal vez Santiago te de explicaciones, pero no hay que estar tristes, tienes que demostrarle que eres fuerte.— La pequeña limpió sus lágrimas.
—Te quiero tío.— Lo abrazó.
—Yo también cariño.— Sonrieron.
Lucía se quedó abrazando a Louis, mientras que el mayor preparaba el desayuno.
—Tío.— Llamó después de un largo tiempo.
—Dime amor.—
—¿Tú no escuchas la pelea?— Frunció el ceño.
—¿Qué pelea?— Terminó de preparar el desayuno, apagó la estufa, lo sirvió en los platos. Hasta que escuchó una discusión.
Corrió hacia la sala, al llegar, Zayn, Liam, Niall y Sofía estaban debatiendo. Harry los observaba con sus pequeños a los lados.
—¿Y qué pasó?— Preguntó.
—Estamos disconformes con sus ideas.— Susurró Sofía.
—¿Qué ideas?—
—De los arreglos de la boda.— Ambos comenzaron a reír.
—Por lo que pelean.— Harry caminaba hacia Louis.
—Eso es importante.—
—¿Por qué no ponen los dos? Solo que uno en las mesas de los invitados y el otro en el altar ¿No?— Preguntó Louis.
—No suena mal tu idea.— Rieron.
—Vamos a la mesa.— Asintieron.
Arreglaron la mesa, tomaron asiento y se dispusieron a desayunar en convivencia.
Haré de todo para no soltarte, porque yo nunca me cansé de amarte...
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