Capítulo XXXIV

Louis se separó del abrazo, dejó a Harry sentado en la cama, él caminó hacia la mesita de noche, atrajo unos pañuelos.

—Te amor.— Agradeció y tomó uno.—Mi amor, no permitiré que te haga daño, no lo haré... —Lo abrazó.

—Sol no quiero que te haga daño.—

—No lo hará mi amor, ¿Sabes? Vamos a poner una orden de alejamiento, así puedes estar más seguro, no quiero te preocupes, de igual forma papá ya envío los guardias, ellos nos estarán cuidando.—

—¿Por que?— Comenzó a llorar más fuerte.

—No amor, no tienes de que preocuparte, estaré aquí para protegerte.—

—No entiendo amor... Primero Bridget, luego el papá de William y ahora él... Joder...— El mayor negó.

—Ya mi amor, no pienses en eso, vamos a pensar positivo, ahora, nos vamos a arreglar, saldremos a la cafetería donde iban con Eleanor, nosotros te esperamos en otra mesa mientras tu hablas, y después volvemos a casa ¿Si?— Asintió limpiando sus lágrimas.

—Gracias amor, perdón por dar tanto problema...— Sonrió y negó.

—No das problema amor, pero ahora... Quiero ver una sonrisa, no quiero que mis dos amores estén tristes...— Acarició su vientre, Harry soltó una risita.

—Te amo, en serio amor, gracias.— Dejó un corto beso en sus labios.

—No hay de que, estoy para cuidarte, igual que a ti.— Se acercó y dejó un corto beso en su vientre poco abultado. —Si ahora con una pancita pequeña te vez hermoso... No me imagino como te verás cuando tu vientre este hinchado, joder... Te verás tan hermoso.—

Las mejillas de Harry se tiñeron de rojo.

—Vamos mejor.— Sonrió.

—Te amo.— Dejó varios besos en el vientre del menor.

—Te amamos mucho más.— Acarició su cabello.

—Ahora vamos.— Asintió.

Harry entró al cuarto de baño, mientras que Louis salió de la habitación, sus pequeños se estaban despertando.

—Buenos días mis amores.— Sus pequeños corrieron hacia Louis, lo abrazaron.

—Hola papi.— Dejaron un beso en su mejilla.

—Vamos a desayunar fuera, vengan tomen un baño.— Asintieron.

Sus pequeños tomaron su toalla, la puerta fue llamada.

—Esperen.— Asintieron y entraron al cuarto de baño.

Louis caminó hacia la puerta, al abrir vio a Sofía.

—Buenos días.— La mujer sonrió.

—Hola, ¿Van a salir?— Asintió.

—Si, iremos a una cafetería.—

Harry salió de la habitación, sonrió al ver a Sofía.

—Hola Sofía.—

—Hola, uh bueno yo les quería decir si podía llevar a los niños a desayunar...—

—¿Y a que debemos eso?—

—Bueno es que... Niall me invitó a desayunar, pero... No quiero ir sola, Lucia se irá solo si sus primos se van... Así que bueno, claro, si no les incómoda o si no tienen planes, pero si los tienen comprenderé.—

—¿Por que no sales sola con Niall?— La mujer frunció sus labios.

—No se... Es complicado.—

—Lo haces complicado, tienes a mi amigo muerto desde hace semanas, desde el primer día que pisó la casa.—

—Vamos Louis... No es cierto.—

—Lo haremos así, nosotros nos llevamos a Lucia y ustedes salen solos, aclaran todo, si quieren o no estar juntos se lo dirán hoy y solo eso.—

—¿Seguros que eso funcionará?—

—Sí, pero ahora iré a decirle a Lucia que se irá con nosotros, tú ve por tus cosas y espera a Niall, nosotros saldremos en unos minutos.— Harry fue a la habitación de Sofía.

—Gracias.— Susurró viendo a Louis.

—Tu me ayudaste con la propuesta, igual... Te quiero demasiado y quiero que seas feliz.— Sofía lo abrazó, Louis correspondió el abrazo.

—Gracias en serio, eres una gran persona.— Se separaron del abrazo.

—Ve a traer tus cosas y disfruta tu día, yo cuidaré a Lucía.— Asintió corriendo a su habitación.

Louis sonrió y entró a la habitación, sus pequeños estaban en la tina, habían varios juguetes y espuma.

—¿Y porque tanta espuma?— William tomó un poco.

—Porque había mucho jabón.— Louis sonrió.

—Así veo, y ahora ya no hay nada.—

—Opus.— Rieron.

—Bien, los ayudaré.— Asintieron.

Louis comenzó a lavar el cabello de sus hijos.

—Papi.— Llamaron.

—Díganme amores.—

—Uh... ¿Mami tendrá un niño o una niña?—

—¡Hermanita!— Gritó Darcy emocionada.

—No, mejor un hermanito.— Negó.

—Hermanita.—

—Hermanito.—

—Aun no se... Y el bebé aún está pequeño, no podremos diferenciar si es niña o niño.— Asintieron.

—Papi ¿Y habrán más hermanitos?—

—Hermanitas.— Susurró Darcy.

—Tal vez... Pero es verlo con mami, ya que mami los cargará técnicamente.— Rieron.

—Por mi estaría bien más hermanitos.— Llevaron su mirada hacia la puerta, Harry estaba sonriendo.

—¿Hermanitos y hermanitas?—

—Sí, dos.—

—Tres.—

—Cuatro.—

—Mejor un equipo de fútbol.—

—¡Si!—Gritaron sus hijos felices.

—Estaría bien, pero sería también que opina papi.—

—Por mi estaría bien.— Sonrieron.

Louis les echó agua, sus pequeños rieron.

—Bien, terminamos, vamos Dar.— La pequeña asintió.

Harry la envolvió en una toalla y la tomó en sus brazos, salió del cuarto de baño. La ayudó a vestirse, William salió, tomó su ropa y Louis lo ayudó a vestirse.

Después el mayor peinó el cabello de sus hijos, mientras que Harry arreglaba sus pertenencias, al terminar salieron hacia el pasillo, Lucia caminaba hacia ellos.

—¿Mi prima se va?— Asintió.

—Sí amor.— Asintieron.

Se despidieron de Sofía, subieron al auto de Louis, los pequeños se fueron en los asientos de atrás, Harry se fue en el asiento del copiloto.

En todo el camino se fueron hablando de cualquier tema, al llegar, bajaron del auto, entraron al lugar.

—Bien, nos quedaremos en otra mesa, o es más probable que vayamos al parque de enfrente.—

—Primero que desayunen y después van.— Asintió.

Harry tomó asiento, Louis y los pequeños fueron a ordenar su desayuno.

El menor vio cuando Eleanor entró, caminó hacia la mesa.

—¿Puedo?— Asintió.

Tomó asiento, el menor suspiro.

—Adelante te escucho, no te voy a interrumpir.— Asintió.

—No fue mi intensión hacer eso, yo no les di la foto, fueron mi padre y mi abuelo.— Frunció el ceño.

—¿Qué?—Pregunto incrédulo.

—Te contaré desde el principio ¿Si?—

—Si, está bien.—

—Omití muchas partes de mi vida, no quería recordar malos momento, entonces siempre los olvidada cuando estaba con ustedes, bien...—Suspiró.—Hace años, cuando yo tenía siete años, mis padres se separaron, me fui a vivir con mi abuelo, cuando cumplí catorce volví, pero fue solo porque mi padre quería que yo viajará a Francia para conocer a un chico, quién ya en ese entonces era mi esposo.— Harry abrió sus ojos al extremo.

—¿A esa edad?—Asintió.

—Si, me negué y mi padre dijo que entonces yo tendría que estar pendiente a los negocios de los Ángeles, le dijo que prefería eso a casarme, al estar de acuerdo me inscribieron a la mejor escuela, pero yo no ponía de mi parte, hasta que una vez lo logré y estaba tan emocionada por las notas que había obtenido, fui al hospital y corrí a la oficina de mi padre, entre como si fuera mi casa, pero mi papá estaba haciendo su consulta, ahí conocí a tu madre, Anne.— El chico suspiró profundamente. —Estaba tan feliz que le conté a tu madre, ella me dijo que tenía un hijo casi de mi edad, solo que a él no le gustaba estudiar si no el kárate, me tomé una foto con ella, prometiendo que lucharía por mi sueños y que no me dejaría llevar por las palabras de mi padre y de mi abuelo, ni siquiera mi propia familia me había alentado a seguir adelante, fue tu madre, alguien que solo por accidente cruzamos un día.— Harry suspiró y limpió sus lágrimas.

—Siempre fue así, odiaba que los padres dispusieran del futuro de sus hijos, yo le dije que quería ser doctor desde niño, mi padre dijo que tenía que ser abogado, grandes peleas se armaban por eso.— Ambos sonrieron.

—Si, comprendo, bueno, eso hice, pero cuando pediste que te ayudará, me caías bien así que acepté, pero no le dije a mis padres nada, hasta que se enteraron, ese fue el día que entregaron las calificaciones, mi abuelo y mi padre fueron a hablar con el director del instituto, ya que querían ver si seguía siendo la alumna distinguida, pero como sabes, nosotros molestábamos en clases, reíamos y más cosas, les dijeron que no, mi comportamiento había bajado desde que me junte con ustedes, mi padre salió y por los pasillos los vieron, no tenía ni idea que los habían visto, tu mismo sabes que te comencé a fastidiar por besar a Louis, cuando llegué a casa me dijeron que me sacarían de esa institución ya que tenía malas influencias, ellos dijeron que estaban cuidando mi futuro, que si yo no ponía de mi parte ellos si lo harían, usaron mi nombre para no decir los motivos los cuales fueron al colegio, los odie demasiado, me decían que tenía que ser pareja de Louis, pero yo no quería, me caía bien como profesor y amigo, pero nunca quise ser algo más, y lo sabes, ya que siempre decía que ustedes hacían buena pareja, hasta los molestaba en el salón, jamás vi a Louis de forma, yo hasta boda les quería armar desde antes.—

Sonrió y asintió recordando aquellos momentos.

—Si, lo recuerdo.—

—Nunca fue mi intensión meterme entre ustedes, para nada, pero los años que te fuiste me obligaron a estudiar y estudiar, cuando me volví neurocirujana, algo que en parte quería y en parte no, pero sentía que algo bueno me estaba saliendo por fin, aunque no conté que volverías, quería explicar todo, llevarnos bien como antes, mi padre al ver que eras un neurocirujano exitoso hizo a que yo fuera igual o mejor que tú, jamás lo hice... Actualmente voy a mi ritmo y a mi felicidad, no sé si alguna vez escuchaste que dijo que tenía que ser igual que tú y bueno...—

—Lo se, siempre escuchaba cuando te lo decía.—

—Por lo mismo al ver que tu trabajarías en el hospital, me volvió a dar pánico, no sabía que decirte, pero tu manera tan indiferente me dejó sin ánimos, en otro caso fuera te hubiera felicitado por cumplir tu sueño, porque aún con tu pasado lo lograste. Cuando mi padre se enteró que Louis y tú estaban juntos, ideó un plan para que yo tomara la herencia, cosa que no quería, los Tomlinson eran buenas personas y no se merecían dejarlos en la calle, mi padre me amenazó en quitarle la licencia a Jonathan, no sé cómo se enteró, pero ese fue mi punto débil, acepte, pero antes de eso me enteré que buscabas los registros de una operación, pensé que había sido un error, ya que todos los Neurocirujanos cometemos errores, pero eso no fue así, busque en su oficina, lo encontré, y al enterarme quién era la paciente comencé a llorar, me enteré que fue Anne.—Suspiró.

Limpiaron sus lágrimas.

—Ayude en lo que pude, también mi padre dijo que te metería a la cárcel por amenazarlo de muerte, ya que tenía una grabación, pero la conseguí y aquí está.—

Saco una pluma de su bolso, la grabación comenzó.

"En ese caso voy a matarlo."

—No fue mi intensión, estaba enojado.—Susurró.

—Lo se, por lo mismo la iba a destruir, no sin antes enseñarte la grabación.— Asintió.—Por cierto, esta es la foto.—

Enseñó la fotografía donde Eleanor estaba con Anne enseñando sus calificaciones, sonrió y sus lágrimas salieron.

—No llores, no era mi intensión.— Asintió limpiando sus lágrimas.

—Lo se.—Susurró. —No te preocupes, es normal.— Rieron.

—Nunca fue mi intensión separarlos, lo siento por el daño que les hice...—Interrumpió negando.

—Fue tu padre quien lo hizo, no tú.—

—¿Amigos otra vez?—Sonrió.

—Amigos otra vez.—

Se colocaron de pie y se abrazaron, sonrieron.

—Bien, ahora no llores, Louis puede venir y matarme.—Rieron.

—Tu tampoco llores.—Asintió.

Se separaron de abrazó.

—Bien, ahora ya estoy mejor después de decirte la verdad.—Sonrió.

—Gracias por decirme.—

—Gracias por escucharme...— Sonrió.—Ahora me voy porque tengo turno en el hospital.—

—Esta bien con cuidado.—

Agradeció, salió de la cafetería, buscó a Louis con su mirada, los vio en el parque de enfrente, negó sonriendo.

Salió de la cafetería, se atravesó la calle, antes de llegar su mirada quedó paralizada.

—¿Qué hace aquí?—Preguntó.

—Quería verte.—Harry sonrió sarcásticamente.

—Váyase solo fue una noche.— Aquella persona sonrió.

—Una noche que jamás olvidaré.—

—Yo ya la olvidé, debería hacer lo mismo.—

—Lo olvidare hasta que te haga mío otra vez.—Negó, trató de caminar, pero fue acorralado en un banca.

—Solo váyase, me voy a casar, ya váyase.— Aquella persona intento besar a Harry, pero él se alejó, una punzada llegó a su vientre, gimió del dolor.

—¡Harry!— Se escuchó un grito de Louis.

El doctor se fue, Harry suspiró y tomó asiento.

—Mi amor ¿Estas bien?—Asintió.

—Sí, es solo que una punzada llegó a mi vientre.— Murmuró.

—¿Llamo al doctor?— Negó.

—No.— Susurró.

—¿La persona con la que hablaste te enojo?— Asintió.

—Si.—

—¿Quién era?—

—Una persona que odio.— Susurró acostado en el hombro de Louis.—Pero ya pasó, ¿Si?—

—Esta bien.— Murmuró.

—Gracias cariño.— Sonrió.

—No hay de que, ¿Tienes hambre?— Asintió.

—Si.— Sonrieron.

—Bien, vamos, les compré comida y quisieron sentarse en el césped.—

—Vamos.— Ayudó a su esposo, lo llevó abrazado todo el camino.

—Sol.—

—¿Uh?—

—¿A dónde iremos de luna de miel?—

—A la cama.—Harry comenzó a reír.

—Se más romántico, amor.—

—Pero, es verdad ¿No? Iremos a la cama.— Asintió aún riendo, pero antes de decir alguna palabra, una llamada los interrumpió, Louis llevó su mirada hacia Harry.

—Contesta.—

—¿Hola?— Preguntó, Louis siguió ayudándolo.

—No me cuelgues.—Dijo la voz conocida, Harry suspiró.

—¿Qué?—Preguntó con toda la tranquilidad del mundo, aún así quería insultarlo y golpearlo.

—Muy pronto volveré a tenerte, espero que sigas igual de talentoso como eras en Canadá.— La llamada terminó, Harry llevó su mirada hacia Louis, el oji-azul frunció el ceño.

—¿Fue la misma persona que te llamo?—Preguntó.

—Sí, pero después del parque podemos ir a la delegación ¿Si?—

—Esta bien, vamos.—

Llegaron, los pequeños estaban comiendo sándwiches, sonrió.

—¡Mami!—

—Hola mis amores.— Lo ayudó a sentarse en el césped, Louis se sentó a su lado.

—Bien, esto es tuyo.— Asintió.

—Gracias.— Sonrió.

—Esta bien.—Harry sonrió, Louis devolvió la sonrisa.

Degustaron de su desayuno en familia, al terminar sus pequeños fueron a jugar, dejando solos a los chicos.

—Amor.—Llamó, Louis llevó su mirada hacia Harry.

—¿Qué pasa?— Preguntó.

—¿Qué ha pasado en el asunto del director Calder?— Louis suspiró profundamente.

—Amor...— Harry lo interrumpió.

—¿Dónde está él?— Preguntó.

—No tengo una respuesta segura.—Susurró, frunció el ceño.

—¿No tienes respuesta segura?—Preguntó.

—No amor, no sabemos dónde está el director, se escapó y Eleanor no lo ha visto, ninguna persona lo ha visto, es como si se desapareció de este mundo.—

—¿Lo están buscando?—Preguntó.

—Si, amor por favor, tranquilo, lo encontraremos y pagará por todo.—Harry asintió.

—Esta bien, confío en ti.—

—Mi amor, dejemos este tema, te tendré informado si eso quieres— Harry negó y tomó la mano de Louis.

—No amor, tú arregla ese tema, solo te preguntaré de vez en cuando—Louis asintió y acarició la mano de Harry.

—Esta bien, cariño.— Dejó un corto beso en su mejilla.—Amor, por cierto tengo algo que decirte.—El rizado frunció el ceño.

—Dime, ¿Qué es?—

—Es sobre el puesto de director general, la propuesta de volverme director sigue en pie, ya que ahora todo lo que hizo el director Calder no existe, el puesto está limpio.—Acarició la mano de Louis.

—Pero, eso significa...— Louis asintió sabiendo a lo que se refería.

—No volver a hacer operaciones.— suspiró.

—Amor, sabes que lo que tú decidas, siempre te apoyaré, no importa si eres director general o neurocirujano.— Louis asintió suspirando, abrazó a su chico.

—Lo se, pero aún no estoy listo para dejar el quirófano, amo las cirugías, amo a mi asistente.—Besó los labios de Harry, el rizado sonrió.

—Y yo amo al doctor que me tiene por asistente.— Louis sonrió.

—Lo pensaré mejor.— Se separó del beso.

—Pero ¿También puedes proponer a otros para ser director?—

—Si, pero no sé a quién.—

—Yo sé quién.— Se acercó a Louis y comenzó a susurrarle al oído, el oji-azul sonrió.

—Me parece buena idea.—Asintió con una sonrisa.

—Solo que dile cuando yo regresé al hospital, quiero estar presente.—Louis asintió.

—Esta bien.— Sonrió.

—Ahora sí, vamos con los niños.— Asintió.

Guardaron las cosas, caminaron hacia los pequeños, los cuales estaban corriendo por el parque.

—Vamos pequeños a la casa.—

—¡No mami!— Gritaron corriendo.

—¡No tío!— Sonrió.

—Vamos, más tarde saldremos a comprar unos juguetes, solo si hacen caso...— Los niños corrieron hacia Louis, el chico sonrió.

—Vamos.—

Tomaron sus manos, caminaron hacia el auto, subieron y de camino a casa. En todo el camino iban hablando y riendo.

—Tío, ¿Te casaras con un lindo vestido blanco?— Preguntó Lucia colocándose de pie.

—¡Si!— Gritaron sus hijos.—Mami se verá muy bonito así.— Sonrieron.

—No mi amor, no me casaré con vestido blanco.—

—No.— Susurraron los cuatro desilusionados.— ¿Por que?—

—Mi amor, mi vientre crecerá, no me veré bien.—

—Mami te verás bien.—

—Oh puedes casarte cuando nazca mi primo.—

—No Lucia, mucho tiempo.—

—Oh vamos tío, ya mi tío favorito no te puede dejar, ya tienen tres hijos, no te alarmes.— Rodó los ojos y negó sonriendo.

—Exacto, ya no puedes mami.—

—Tampoco quiero hacerlo.— Sonrieron.

Llegaron a casa, bajaron del auto. Entraron a la casa, en donde Sofía estaba bebiendo un vaso de agua.

—¡Mamá!— Corrió a abrazarla.

—Hola, ¿Me pueden prestar a los niños? Es que quiero llevarlos al centro comercial, comprar ropa y eso.— Sofía tenía una gran sonrisa, Harry y Louis vieron a sus pequeños.

—Si mami y papi, por favor.—

—Esta bien.— Corrieron a abrazar a Sofía.

Sofía y los pequeños se fueron, Harry y Louis se fueron a la habitación, aunque antes de decir alguna cosa, el teléfono de Louis comenzó a sonar varias veces, vio los mensajes, Harry frunció el ceño, Louis elevó su mirada hacia el chico.

—No te veías tan ebrio.— Frunció más el ceño.

—¿De qué hablas?—

Louis le enseñó unas fotos, Harry suspiró profundamente, sus ojitos se llenaron de lágrimas.

—¿Él te las envío?— Asintió.

—Sí, pero...— Negó en silencio.

—Amor, no lo recuerdo...—

—Harry... Ese señor subió todo a internet.—

Comenzó a llorar.

El peligro no llega sin necesidad de enviar una primera señal, pensé que mi pasado estaría a salvo mientras yo estaba cavando hasta el pasado de otra persona.

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