Capítulo XLVI

Al llegar al hospital estacionaron los autos, subieron al ascensor, marcaron el piso correspondiente.

—¿Y a ti cuanto te falta?—

—A las treinta y dos semas está a nacer.—

—Pronto.—

—Aún falta, tengo tiempo para mentalizarme que no duele.— Sonrió.

—Eso es cierto.—

Llegaron al piso correspondiente, caminaron hacia sala de espera, Liam estaba ahí.

—¿Qué pasó?—

—Ya nació, es una linda niña, está en la incubadora...—

—¡Felicidades!— Gritaron abrazándolo.

—Sentía que moría de nervios, ahora Zayn está siendo trasladado a una habitación del VIP, pronto llevarán la incubadora hacia allá.—

—¿Podemos verla?—

—Sí, vamos.—

Caminaron hacia los cuneros, al llegar habían varios bebés.

—Es la pequeña de la allá.— Señaló una bebé, pequeña si, debido a los meses de su nacimiento.

—¿Pero esta estable?—

—Sí, al principio le costó respirar, dijeron que poco a poco lo está logrando sola.—

—Que hermoso, iré con Zayn.— Asintió.

—Vamos todos.— Asintieron.

Subieron al piso VIP, caminaron hacia la habitación, al llegar Zayn estaba dormido.

—Iré a decirle a Niall...—

—Ve, nosotros lo cuidamos.— Dijo Sofía y Harry.

—Esta bien, gracias ¿Puedo llevarme a Louis?—

—Si, llévatelo.— Sonrieron.

Louis y Liam salieron de la habitación.

—Tan rápido...—

—Sí, jamás me imaginé que tan rápido pasa el tiempo, mi hija ya cumplió cuatro años... Mi hijo está por cumplir siete, los bebés están a meses de nacer, Louis cumple años pronto... Por dios... A veces creo que en algún parpadeo todo cambiará y mis hijos crecerán e irán de la casa, ¡No! No estoy preparado para nada.—

Sofía comenzó a reír y lo abrazó.

—No es como que a la vuelta de la esquina venga todo.—

—Ay no... Mis hijos, mis niños.— Susurró comenzado a llorar.

—Vamos Harry, no seas así, ellos están pequeños aún.—

Limpió sus lágrimas.

—Sí, tienes razón.—

—Vamos, ahora no llores, me harás llorar a mi.—

Asintió riendo.

Se quedaron en el sofá esperando a que despertara, una enfermera entró con la incubadora.

—Buenos días, con permiso, solo arreglaré el espacio.— Asintieron.

Venían más enfermeros, ayudaron a conectar todo, en algunos minutos los latidos de la bebé se escuchaban por la habitación.

—Es una niña muy fuerte, resistió lo más complicado.—

—¿Cuándo podrá salir?—

—Posiblemente en unas semanas.— Asintieron.—Con permiso, vengo en una hora.—

—Gracias.—

La enfermera se retiró, Liam, Louis, Niall, Evans y Ashley entraron corriendo a la habitación.

—¿Cómo está?— Preguntó Ashley.

—No ha despertado.—

—Pero que bonita.— La chica caminó hacia la incubadora, sonrió al ver a la bebé. —Sacó los ojos de su padre.—

—¿Ya abrió sus ojitos?—

—¡Si!— Exclamó.

Todos corrieron hacia la incubadora, vieron a la pequeña.

—Que hermosa es.—

La bebé tenía labios color sandía, sus ojitos eran de color miel, igual a los de Liam, la pequeña sonrió, todos murieron de ternura.

Estuvieron un rato en la habitación, después de eso, Harry y Louis dijeron que cuidarían a James para que no se preocuparan, de igual manera llegarían para que James conociera a su hermana.

Liam le dio las llaves del departamento a Louis, y en algunos minutos pasaron para traer ropa de James.

—Me gusta la decoración.— Susurró.

—Zayn siempre ha tenido buenos gustos en la decoración, cuando vivíamos en Canadá todo se dividía en partes; Yo compraba algunas cosas decoración, Sofía las colocaba en el lugar que le apetecía y Zayn las tiraba a la basura y compraba más porque no tenía buenos gustos.—

—¿En serio?— Preguntó riendo.

—Sí, mejore en la decoración gracias a Zayn, una vez quería colocar un cojín café en el sofá color azul... Zayn me dio un gran sermón sobre la combinación de colores y eso, solo aprendí a no comprar cosas para decorar.—

—La ventaja con Evans era que ninguno de los dos sabía decorar nada, así que todo se quedaba como el dueño anterior lo había dejado.—

—Hay no...— Rieron.

Al terminar de hacer una pequeña maleta, salieron, subieron al auto para recoger a sus pequeños de la academia.

Primero fueron por Darcy y Lucia, al llegar las niñas lo saludaron y subieron al auto, estaban de camino hacia la academia de fútbol.

—¿Ya nació?— Preguntaron.

—Sí amor, es un niña muy hermosa.— Dijo Louis.

—¡Hey papi!— Comenzó a reír.

—No tan hermosa como tú mi amor.—

—Esta bien.— Rieron.

—Eso lo heredaste de mi tío Harry ¿Verdad prima?—

—Sí.— Negó riendo.

—No, yo no soy así...— Louis alzó una ceja y llevó su mirada hacia Harry.

—¿No?— Asintió.

—¿La chica del centro comercial?— Preguntó Darcy.

—Mi princesa, no me ayudes.— Comenzaron a reír.

—Solo decía la verdad mami...—

Llegaron a la academia de fútbol, vieron a los niños correr hacia el auto, Louis bajó del auto y los abrazó, los ayudó a subir a sus asientos.

—¿Tío, mi mami y papi?— Preguntó James asomándose por los asientos de adelante.

—En el hospital mi amor, tu hermanita ya nació.—

—¿Ya?—

—Sí cariño ya nació, ahora iremos a casa, tomarán un baño e iremos al hospital.—

—¡Si!— Gritaron los cuatro niños.

Al llegar a casa tomaron un baño, y en algunos minutos ya estaban en el hospital, todos los niños iban emocionados.

Cuando llegaron a la habitación, Zayn y Liam estaban hablando, Sofia y Niall estaban en el sofá, Ashley estaba hablando con Marisa, Jay y Mark.

—¡Mami, papi!— James corrió hacia la camilla, Liam lo tomó en sus brazos.

Tuvieron aquel momento familiar, los niños vieron a la nueva bebé.

Hasta que el teléfono de Mark, Louis, Liam, Evans y Niall sonó. Tomaron la llamada, suspiraron aliviados y sonrieron.

Al terminar la llamada todos vieron a Harry, el chico frunció el ceño.

—Acaban de detener al director Calder y a su esposa, igual... Al padre de ambos niños ya los detuvieron.—

—¿Ya?—

—Sí, todos se unieron para conspirar en su contra.— Dijo Evans caminó hacia Harry, así sus sobrinos no podían escuchar. —Ya está todo, al padre de William le dieron cadena perpetua, al director y a su esposa por los primeros cargos se les dieron treinta años de prisión, a Bridget por fin la internaron en un centro de rehabilitación en Francia y al padre de Darcy se le dio sesenta años por homicidio y otros cargos.— Suspiró aliviado.

—En serio gracias a todos, esto faltaba para estar en paz.— Sonrieron.

—Ya todo está bien Harry, ya se hizo justicia, por todos.— Vieron a su familia, asintieron.

—Sí, en serio muchas gracias.—

El día se basó a buenas noticias, Emily la bebé de Zayn y Liam estaba sana, había reaccionado bien al ambiente.

Harry se quedó en el hospital cuidando a Zayn, Louis le insistió demasiado en que él lo acompañaría, así lo hizo, sus hijos se quedaron en una pijama en la casa de Sofía.

—Bien, pero en silencio.— Murmuró abriendo sus brazos.

Louis lo abrazó, sonrió.

—Esta bien.— Tomó asiento en el sofá, abrazando a su esposo.

—¿Estás listo para esto?— Preguntó Harry.

—¿Para no desmayarme? Claro amor, me vengo mentalizando esto.—

—¿Y si se complica?— Frunció el ceño.

—¿A qué te refieres?—

—A que si te ponen a decir si el bebé...—

—No, no pasará.— Bajó su mirada.

—Puede llegar a pasar.— El mayor negó suspirando.—Si pasa... Promete que eligieras al bebé, no importa mi vida, mi importa la de mis hijos.—

—Mi amor, a mi me importan sus vidas, de ustedes cinco, así que... Haré todo lo posible para que no me pongan a elegir, pero si en algún caso, ojalá no, llega a pasar... Te prometo que eligiere al bebé, te lo prometo amor.— Suspiró aliviado.

—Gracias amor.— Murmuró.—En serio me quitas un peso de encima.—

—Aun así, tu promete que lucharas por nuestros hijos.— Asintió.

—Sí amor, lo haré.— Sonrió.

Se quedaron abrazados, Zayn y la bebé dormían, Liam estaba terminando de hablar con unos inversionistas.
Louis estaba acariciando el vientre de su esposo, mientras recibía patadas.

—Duele.— Susurró.

—Pero son muestras de amor.— Negó riendo.

—Ojalá no sean revoltosos.—

—Lo serán, pero seré un padre consentidor.—

—Desde ya lo eres, con Darcy y William.—

—No les puedo negar nada.—

—Aunque a veces es necesario.— Negó.

—Bueno si, pero... Amor ellos son los niños más encantadores, son tan tiernos, te juro que no les puedo negar nada.—

La puerta se abrió, sonrieron al ver a Liam.

—Hola ¿Qué tal te fue?—

—Ha sido un dolor de cabeza, pero listo, ya puedo estar con mi familia.—

—Me alegra tanto, ¿Gustas que te cubra?— Negó.

—No, ya todo está listo, gracias. Ahora deberías ir a descansar, Harry tiene que cumplir con sus horarios de sueño.— Asintió.

—Sí, gracias, los visitaremos mañana.—

—Esta bien, gracias por pasar por James esta tarde.—

—No hay de que, mañana se irá a mi casa y después en horario de visita vendremos.—

—Gracias, en serio no tendré como pagarles este favor.—

—No te preocupes, sabes que ambos cuentan con nosotros y los apoyamos demasiado.—

—Gracias.— Se colocaron de pie, Liam los abrazó.

—Felicidades por el nacimiento de la bebé.—

—Es una gran emoción, se me bloqueó el cerebro por un rato.— Rieron.

Se separaron del abrazo.

—Espero no me pase eso.—

—Te pasará, a todos nos pasa.—

Después de despedirse, salieron hacia el estacionamiento, subieron al auto, se fueron todo el camino en un cómodo silencio.

Al llegar a la casa bajaron, subieron a la habitación y se vistieron con ropa cómoda, Harry se sentó en la cama mientras veía a su esposo.

—¿Me veo bien?— Preguntó acariciando su vientre.

Louis llevó su mirada hacia él, el menor portaba un camisón azul, una bata del mismo color.

Sonrió y caminó hacia él, abrazó su vientre y lo acarició.

—Te vez hermoso, demasiado hermoso.—

Dejó varios besos en su pancita, sonrió. Acarició el cabello de su esposo.

—El tiempo está pasando muy rápido.— Murmuró.

—Sí, demasiado.— Se separó un poco.—Siento que fue ayer cuando llegaste a mi vida.— Lo vio.—Tan rebelde, tan necio... Tan tú.—

—Amor.— Se quejó riendo. 

—Esta bien, tan hermoso, tan bonito, tan tierno... ¿Así?— Le dio un golpe suave en su hombro. —Oye, te estoy dando cumplidos.—

—Mejor no me hagas cumplidos.— Sonrió.

Dejó un corto beso en sus labios.

—Te agradezco por estar en mi vida...—

—Sabes que siempre estaré contigo.—

—Quiero estar contigo hasta que la muerte nos separe.— Lo abrazó fuerte.

—Solo ella podrá separarnos.— Susurró. —Amor quiero visitar a mi madre y mi abuela.—

—Esta bien cariño, mañana en la mañana vamos.—

—Esta bien, gracias amor.— Sonrió.

—No hay de que amor.—

Se acomodaron para dormir, apagaron las luces, su esposo buscó su pecho.

—Ya sabía que aún recordabas.—

—No voy a desperdiciar.— Se unió a su teta, comenzó a beber.

—Disfruta amor.— Murmuró.

Acarició su cabello, mientras que su esposo bebía leche.

El teléfono comenzó a sonar, fruncieron el ceño. Atrajo el teléfono hacia él, tomó la llamada.

—Hola.—

—Harry, soy Sofía, William quiere irse a casa, dice que quiere estar contigo.

El mayor se separó un poco.

—¿Qué paso?—

—¿Voy a traerlo?—

—Si puedes, si no iré a dejarlo.— Llevó su mirada hacia Louis, él fruncía el ceño.

—Sofí, vamos por él, en un momento llegamos.—

—Esta bien.—

Terminó la llamada, se vistieron rápido, en algunos minutos estaban de camino.

—Aún se le hace difícil convivir.—

—Amor, no podemos forzarlo a que conviva, paso casi dos años aislado de los demás niños.—

—Lo se, pero me preocupa ahora que iniciarán la escuela, sabes que en el fútbol solo convive con James.—

—Mi amor... Si gustas podemos hablar con la psicóloga, sabes que a cambiado desde que ha ido.—

—Me preocupa demasiado.— Fue sincero.

—A mi igual mi amor, pero tengamos paciencia, nuestro hijo aprenderá a desarrollarse en un entorno social.— Asintió.

—Sí, tienes razón.—

Llegaron a la casa de Sofía, bajaron del auto, caminaron y llamaron a la puerta.

En algunos minutos Sofía los atendió.

—Hola, William me ha pedido que vengan por él, quiere estar con Harry.—

—Esta bien, ¿Puedo pasar?— Asintió.

—Sí, los niños están haciendo un campamento, están en el jardín.—

—Con permiso.— Entró a la casa, Louis y Sofía se quedaron en el pasillo.

Caminó hacia el jardín, a lo lejos vio a su hijo sentado en un columpio de madera, cubría su rostro con sus manitas, Niall trataba de ayudarlo, los niños estaban detrás del chico.

—Hola.— William elevó su mirada, corrió hacia Harry y lo abrazó.

—Mami.— Susurró.

—Gracias por cuidarlo, no tienes de que preocuparte.—

Darcy lo abrazó, correspondió el abrazo de sus hijos.

—Esta bien, no sabía que hacer, se desapareció en unos minutos...— Suspiró.

—Tranquilo, está bien, vayan a la fogata, yo estaré con William.—

—Gracias Harry, y disculpa, aún se me hace difícil entender a los niños.— Sonrió.

—No te preocupes, es normal.— Sonrieron.

Niall y los niños se fueron, Harry caminó hacia el interior de la casa, William ya iba a en sus brazos.

—¿Puedo usar la habitación que antes era mía?—

—Sí, sube.—

—Gracias.—

Harry se fue a la habitación, al llegar encendió las luces, cerró la puerta y tomó asiento en la cama.

—¿Qué pasó cariño?— Elevó su mirada.

—Quería estar contigo, te extrañé.—

—Oh mi amor, yo también te extrañé mucho.— Dejó un beso en su mejilla.—Mi amor ¿Aún te cuesta socializar?— Negó.

—No mami, ya puedo, pero... Tengo miedo.—

—¿De que mi amor?—

—De que me hagan daño, aún me asusta cuando me suben la voz, me asusta cuando alzan la mano, pienso que me van a golpear, cuando mis primos ríen y gritan, me da miedo mami, todos los recuerdos vuelven, se que la psicóloga me ha ayudado, pero es algo que aún no supero.—

Escondió su rostro entre su pecho, el menor suspiró.

—Mi amor, te comprendo, poco a poco iremos olvidando todo lo malo ¿Si?—

—Si mami.— Sonrió.

—Ahora ¿Gustas que vayamos a casa ó te quedas...?— Suspiró.

—Mami me quiero ir contigo, pero también quiero quedarme aquí.— Murmuró.

—¿Te parece bien si nos quedamos aquí hasta que duermas?— Suspiró.

—Pero tienes que dormir por mis hermanitos.—

—Lo se mi amor, pero tú también tienes que dormir.—

—No se mami.— Elevó su mirada.

—Vamos a la fogata ¿Si?—

—No mami, quiero dormir.— Susurró.

—Esta bien amor.— Lo arrulló, cantándole una canción de cuna, en cuestión de minutos su hijo estaba dormido. Acarició su cabello, salió de la habitación, caminó hacia la cocina, en donde Sofía  estaba tomando un café.

—Louis está comiendo malvaviscos.— Sonrió.

—Esta bien. ¿Puedo sentarme?— Asintió.

Tomó asiento al lado de Sofía, sonrieron.

—¿Quieres un café?—

—Sí, por favor.—

La mujer le preparo un café, después de eso estuvieron bebiendo el café mientras hablaban.

—Es una hermosa pequeña, ¿Tú ya sabes que género son?— Negó.

—No, solo son hipótesis que sean niños.—

—Cinco niños... Wow.— Asintió.

—Si ¿Y tú ya sabes que será?— Asintió emocionada.

—Si, es un niño.—

—Felicidades.—

—Gracias, en serio esto es emocionante.—

—Si, la ventaja es que es un bebé, no cuatro.—

—Exacto, cuando me dijiste que estabas esperando un bebé, pensé que era uno, no cuatro.—

—Me dijeron que eran dos, pero que en una semana regresará para hacerme otro ultrasonido, ya sabes con la amenaza de aborto...— Frunció el ceño interrumpiendo.

—¿Amenaza de aborto?—

—Uh, si... Pasaron los problemas y ese mismo día me pelee, entonces hice demasiados movimientos bruscos, cuando estaba en el hospital fue porque retuvieron al bebé, aunque el doctor dijo que Louis casi se desmayaba al enterarse que había un bebé...— Sonrió.

—Me lo imagino, pero me alegro que los cinco estén bien, sin riesgo alguno.—

—Si, nosotros estamos perfectos.—

Se escuchó la voz de Louis y Niall.

—Ya los pequeños cayeron dormidos en las tiendas de acampar, ¿Dejarás a William allá?—

—Si, dudo que se despierte, tiene el sueño pesado, igual que su padre.— Llevó su mirada hacia su esposo. Él sonrió y asintió.

—Tenia que ser así, Darcy y William tienen el sueño muy pesado.—

—Bien, ahora lo iré a dejar.—

—Vamos, te acompaño.— Asintió.

Louis y Harry se fueron al jardín, sonrió al ver a los pequeños dormidos.

—Le hicieron un gran drama a Niall y Sofía para acampar.—

—Era de suponerse.—

—Bien, te ayudo.—

—Sentirá el cambio de brazos.—

—Tienes razón.—

Harry con cuidado dejó al pequeño al lado de Darcy, al estar ya en la colchoneta, William abrazó a su pequeña hermana, ambos se quedaron dormidos con facilidad.

—¿Dormirán afuera?— Preguntó Louis al ver a Niall y Sofía caminar hacia el lugar, con una colchoneta y una casa de acampar.

—Si, no dejaremos a los niños solos.— Susurró Sofía.

—Gracias.—

—No hay de que, por cierto ¿Se van a regresar a su casa? Pueden quedarse aquí, los invitamos a dormir en el jardín.— Rieron.

—No se ¿Te sientes bien si dormidos en el jardín?—

—Si, no veo porque no.—

Niall y Louis armaron dos casas de acampar, las arreglaron mientras Sofía y Harry hablaban, al tenerlo listo, se desearon buenas noches, e ingresaron a la casa de acampar.

—¿Estas cómodo?—

—Si, todo bien amor.— Susurró abrazándolo.

—En ese caso a dormir.— Cubrió su cuerpo con algunas sábanas.

Dejó un corto beso en sus labios, y en algunos minutos, ya estaban todos dormidos...

A la mañana siguiente, veintiuno de octubre, sábado. Harry se comenzó a despertar, suspiró, sintió el cuerpo de su pequeño en medio de ambos, negó sonriendo, ya estaba dormido en medio.

—¿A que hora se pasó?— Preguntó en susurro.

—No lo sé amor.— Sonrió y abrió sus ojos, acarició su mejilla.

—Bueno...— Volvió a cerrar los ojos.—Buenas noches.—

Alzó su mano, con cuidado atrajo el teléfono hacia él, eran las seis de la mañana. Acarició el cabello de su pequeño y de su esposo.

—Bien, iré...— Un dolor llegó a su vientre.

—¿Estas bien?— Se despertó alarmado.

—Si, solo me dio un dolor... Todo bien.—

—Desayunamos e iremos después al hospital.— Asintió.

—Esta bien.—

—Ahora vuelve a acostarte, descansa, iré a preparar el desayuno.—

—Ya paso, no tienes de que preocuparte.—

—Duerme cariño, está bien, nuestro pequeño está aferrado a ti.—

—Esta bien.— Sonrió.

Su esposo dejó un corto beso en sus labios y salió de la casa de acampar.

Suspiró y sonrió levemente, la casa de acampar se abrió, vio a Sofía.

—¿Me puedo acostar aquí?— Asintió.

Le hizo espacio, la mujer agradeció y se acostó a su lado.

—A Niall se le pegó lo de Louis y ahora están haciendo el desayuno.— Soltó una risita.

—Si, lo sé... En fin, espero no incendien la cocina.—

—Espero lo mismo.— Rieron.

Se quedaron hablando de varias cosas, hasta que Louis llegó a decirles que el desayuno estaba listo.

Salieron y despertaron a sus hijos, después de eso, arreglaron el jardín y fueron al comedor a desayunar.

Cuando sus hijos terminaron su desayuno se fueron a la habitación a jugar, los adultos se quedaron aún conversando.

Hasta que una llamada llegó.

—Hola suegra.— Susurró el menor.

—Hola cariño ¿Estas con Louis?—

—Si, estoy con él.— El mayor se acercó.

—Oh está bien, lo que pasa es que queremos hacer una revelación de género, así que Marisa, Ruby, Daniela, Ashley y yo queríamos saber si tienes tiempo hoy.—

—¿Revelación de género?— Preguntó Louis.

—Si, de los bebés.—

—Uh, si, está bien, ¿A que hora?—

—En dos horas.—

—Si, está bien, nos vemos en dos horas en ese caso.—

—Esta bien, gracias.—

—Saludos a todos allá.—

Terminó la llamada.

—¿Revelación de género?— Preguntó Niall.

—Si, mis suegras y mi madre lo quieren hacer, así que bueno, salimos de dudas, ya que hace una semana iríamos a hacer un estudio.—

—Yo quiero irme contigo.—

—Si, está bien.— Sonrieron.

—Bien, ahora debemos ir con Zayn y Liam.— Asintieron.

Los sentimientos de gusto y desagrado vienen del núcleo central, de la amígdala, que se encuentra conectada con el cerebro, ¡Tu cerebro tiene sentimientos!

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