Capítulo XIV

Luego de hacer el amor se quedaron abrazados. Encendieron el televisor de la habitación y estaban viendo una película de terror, que no daba tanto miedo.

Harry llevó su mirada hacia Louis, sus miradas se mezclaron, habían pasado años desde que el verde y el azul no combinaban bien, ahora esos colores combinan perfectamente.

—Eres tan hermoso.— Dejó un corto beso en sus labios.

—Tú eres un sol en mi vida Louis...—

Volvieron a besarse tranquilamente, aunque el beso comenzó a subir.

Las manos de Louis fueron a sus glúteos, gimió. Subió al menor, él comenzó a frotar sus entrepiernas, las cuales comenzaban a despertarse.
Harry comenzó a bajar poco a poco hasta llegar a la entrepierna de su amante

—¿Puedo?—Preguntó juguetón, Louis asintió.

—Hazlo—Exigió, mordió su labio y sonrió.

El rizado comenzó a lamer la punta del miembro de Louis, lamió de arriba hacia abajo, como si de una paleta se tratará.

—Mierda, lo haces tan bien.— Gimió, el rizado se apresuró a introducirse la erección de Louis a la boca, aunque intento meterla toda a su boca, pero el miembro era demasiado grande, hizo su mayor esfuerzo, comenzó a succionar suavemente disfrutando cada textura.

Harry era tan bueno dando mamadas, en la habitación se escucharon gruñidos y gemidos suaves. Louis llevó sus manos a los rizos de Harry y comenzó a embestir, el oji-verde gimió, siguió embistiendo la boca de Harry, sus labios estaban inflamados, a medida que él seguía mamando.

—Harry..... Voy a...— El rizado comenzó a succionar más rápido, mientras que Louis comenzaba a embestir más rápido, estaba a punto del orgasmo, Louis comenzó a alejar a Harry, él negó.

—Córrete en mi boca.—

Louis no protesto y lo embistió más rápido, hasta que una oleada de placer recorrió su cuerpo, un gran gemido salió de los labios del mayor.

Harry tragó todo el semen de el oji-azul sin desperdiciar una gota, soltó el miembro y volvió a subir hasta llegar a los labios de su amado, besó sus labios. El menor comenzó a frotar sus glúteos con el miembro de Louis, comenzó a endurecerse.

—¿Vas a hacer lo mismo que hace años?— Preguntó separándose del beso.

—Sí.— Tomó el miembro erecto del mayor y lo posicionó en su entrada, comenzó a bajar. —Amo ser tan masoquista.— Soltó una risita.

Harry entró completamente, gimió, el miembro de su novio era grande, y aún no se podía acostumbrar con facilidad.

—Masoquista.—

—Cállate, aún no te muevas...— Lo tomó de la cintura, comenzó a moverlo.— ¡No! Espera.— Gimió.

Louis comenzó a reír, el menor gruñó.

—Se como te quedas callado.—

Tomó su teta, llevó una mano al cabello de Louis, llevó su teta a los labios del mayor, él lo aceptó sin dudarlo.

—Un nuevo método de silencio.— Gruñó.

—Jodete... Solo porque amo tus tetas.— Volvió a besarlas.

—Lo se, ahora solo tú las disfrutarás.— Comenzó a moverse.

—¿Y nuestros hijos?—

—¿Crees que con treinta y un años pueda embarazarme? No... Es poco probable, mejor disfruta solo tú.—

—Aun eres joven.—

—Sí, persona de cuarenta años.— Mordió su teta.—Ah...—

—Treinta y cuatro, te recuerdo y verás que podré embarazarte.—

—Veremos si es cierto.—

—Si quedas embarazado ¿Lo tendrás?—

—Sí, es fruto de nuestro amor, sabrá que sus padres lo aman mucho.— Sonrió separándose de su teta.

—¿En serio?— Asintió dejando un beso en sus labios.—Entonces te haré no uno... Si no muchos hijos.— Lo cambió de posición.

Harry estaba en la cama, viendo hacia el techo.

—Bien, hazme los hijos que quieras.— Susurró sintiendo la primera penetración.

Louis comenzó a penetrar suavemente, entrando y saliendo de Harry.— Más rápido.— El oji-azul comenzó con las penetraciones más rápidas, cada que volvía a entrar tocaba el punto dulce.— ¡Joder! Ahí, más, más Louis.— Rogó, el oji-azul aumento las penetraciones más y más rápido, estaba a punto de correrse, pero decidió cambiar de posición, ahora el rizado estaba arriba.

—Joder.— Gimió Louis cuando Harry se dejo caer.

El rizado comenzó a saltar de arriba hacia abajo, el miembro de Louis chocaba con la próstata de Harry, los dos sentían estar en el cielo.

Harry se corrió, ensuciando su torso, el menor suspiró aliviado, Louis lo tomó de la cintura, cambiaron de posiciones, Louis siguió penetrando a Harry más fuerte cada vez, el orgasmo se sentía cerca.
La habitación se llenó de gemidos y jadeos.

Una estocada más hizo correrse en el interior de Harry, soltó un gemido y cayó encima del rizado, sonrió.

—Fin.— Señaló la televisión, donde pasaban los créditos.

—Te voy a limpiar.— Asintió.

Luego Louis salió del interior de Harry, caminó hacia el servicio y mojó unas toallas, regresó junto a su acompañante.

—Extrañaba esto.— Se sinceró Harry.

—¿Gemir mi nombre como loco?— Le dio un golpe con la toalla.

—Hace el amor contigo.— Limpiaron sus cuerpos.

—Yo también lo extrañaba, eso que te lo hice ayer... Hace unos minutos y de lo haré otra vez.— Susurró tirando las toallas por algún lugar de la habitación, se recostó junto el rizado, tomó las sábanas y las colocaron en sus cuerpos, Harry sonrió y abrazó a Louis.

—Ay Louis, te amo tanto.— Susurró, Louis quitó los rizos de Harry que estaban en su rostro.

—Yo también te amo.— Besó los labios de Harry, suspiró. —Bien, a dormir... Porque si caigo en tentación te lo hago toda la madrugada.— Sonrió.

—Uh, está bien amor, mañana permito que lo hagas toda la noche.— Apagó el televisor y las luces.

Poco a poco se quedaron dormidos abrazados.

Tres de junio, Sábado.

Harry seguía dormido, Louis suspiró.

—Mi amor ¿No tienes que ir al hospital?— Le preguntó dejado un beso en su mejilla.

—Uh... No, tengo libre el fin de semana.— Susurró.

—Bien, duerme.— Iba a salir, pero Harry lo detuvo.

—Duerme conmigo.— Lo abrazó.

Se quedaron dormidos nuevamente.

Al paso de las horas Harry se despertó, unos brazos rodeaban su cintura, no logró evitar recordar trece años atrás; mientras que él escribía la carta Louis dormía profundamente, ahora no iba a ser así, ahora no volvería a huir de algo.

Harry se sentó en la cama aún con los brazos de Louis en su cintura, posó la cabeza de Louis en su regazo y acarició su cabello.

—¿Hoy no hay viaje a Canadá?—Murmuró aún adormilado.

—No, hoy no.—Susurró acarició su cabello.

—Mucho mejor.—Harry sonrió.

—Lo se.—El teléfono de Harry comenzó a sonar.—Duerme más si quieres.— Louis asintió, el rizado estiró su mano y tomó su teléfono, contestó la llamada.

—Hola, doctor, perdón por interrumpir su descanso.—Dijo Alejandro.

—No te preocupes ¿Pasa algo?— Preguntó.

—Es sobre la operación de la señora de Styles, esta próxima a tres semanas a petición de ella.—Harry frunció sus labios.

—Está bien, es algo que ella decidió, entonces ¿Quién la operará?— Siguió acariciando el cabello de Louis.

—El doctor Jones, si no estoy mal usted le pido que la operará.—

—Si, yo le pedí al doctor, entonces dile que él decide si tres semanas están bien, no debe ser tan grave en ese caso.—

—Supongo, y por cierto para la señora Tomlinson ¿No hay operación o darle un tratamiento farmacológico?— Preguntó, Harry suspiró.

—No he hablado de eso con el doctor.—

—Está bien, cuando sepa algo me informa y yo agendaré la operación.—Harry asintió.

—Está bien, yo te informo, gracias.—

—Nos vemos doctor, disfrute su descanso.— La llamada terminó, dejó su teléfono en la mesita de noche, hasta que el teléfono de Louis comenzó a sonar.

—Tu teléfono.—Avisó, Louis gruñó.

—Contesta tú por favor.— Susurró aferrándose más a Harry, sonrió, tomó el teléfono de Louis y contestó.

—Hola.—

—Hola Harry, habla Jay, perdón por interrumpir...—Dijo Jay apenada. El menor dejó escapar un risa.

—No, no interrumpe nada, ¿Le comunico a su hijo?—

—No, contigo quiero hablar.— Frunció el ceño.

—¿Pasa algo?—

—Nada grave, quería saber si podríamos salir a caminar, si tienes tiempo claro, sería en una hora ¿Puedes?—

—Uh si, ¿En una hora en la mansión?—

—Sí, por favor Harry.—

—Esta bien, en una hora nos vemos.—

—Muchas gracias Harry, te espero.—

Término la llamada, suspiró profundamente.

—¿Quién era, amor?—

—Tu mamá, dijo que nos viéramos en una hora en la mansión, así que tomaré un baño.—

—Te llevo.— Se separó un poco.

—¿No quieres dormir más?—

—Quiero estar contigo, y como te vas... Mejor te llevo y luego regreso aquí.—

—¿Seguro?—

—Si amor, no te preocupes.—

—Esta bien, tomo un baño y te preparo el desayuno.— Sonrió. —¿Qué pasa?— Los ojitos de Louis se iluminaron.

—Me sentí matrimonio.— Rieron.

—Sería así o más cumplidor en el matrimonio, creo que siempre que te despiertes ya estaría el desayuno, desayunaríamos juntos y luego nos iríamos a trabajar, al regresar haríamos el almuerzo y la cena juntos.—

—Eres tan tierno.— Lo besó.

—Despiertas muchas emociones.— Se separaron del beso.

—Bien, ahora... ¿Algo rápido?—Comenzó a besar el cuello de Harry.

—Te espero en la ducha.— Besó sus labios y salió corriendo hacia el servicio, Louis sonrió, luego de unos minutos se colocó de pie y caminó hacia el baño.

Entro a aquel lugar, Harry besó sus labios apasionadamente, enredó sus piernas a las caderas de Louis, el oji-azul empujó a su acompañante hacia la fría pared, éste gimió, se siguieron besando, hasta que los dos se dieron cuenta que tenían una gran erección. Louis colocó su miembro en la entrada de Harry, no lo penetró.

—Louis, por favor, hazlo.— Rogó, tomó el trasero de Harry abriéndole más la entrada, empujó y lo penetró de un solo golpe.—Más, aahh, más.—Pedía, mientras que el rizado mantenía sus piernas al rededor de la cadera de Louis facilitando las penetraciones.

—Esto se siente bien.—Gimió Louis, siguió empujándolo contra la pared, aumentó sus movimientos, mientras que Harry jadeaba y gemía descontroladamente.

—Louis, sigue... Mas..... ¡Así!...— Gritó, ambos se sentía a punto del orgasmo, Louis dio una estocada fuerte que hizo correrse en el interior de Harry, el rizado se corrió al mismo tiempo.

Lo apoyó en el lavabo, mientras que se recuperaba de aquel orgasmo. Harry seguía controlando su respiración, minutos después Louis salió del interior de su amado, el rizado lo abrazó ya que aún lo cargaba.

—Te amo, te amo Louis.—Susurró Harry besando el cuello del mencionado.

—Te amo mi amor. Vamos a la tina.— Harry asintió y Louis tomó sus piernas, lo llevó hasta la tina y lo dejó lentamente.

Después de aquel baño salieron y se vistieron, Harry se vistió con las mismas prendas del día anterior, faltaban veinte minutos para estar en la mansión, subieron al auto y de camino hacia la casa de Harry.

Al llegar el menor entró corriendo a la casa, se vistió y en menos de diez minutos ya estaba de regreso en el auto de Louis.

—¿Listo?— Asintió amarrando sus rizos.

—Si, vamos.— Sonrió.

En algunos minutos estaban ya de camino, Louis llevaba su mano en el muslo de Harry, el menor iba sonriendo.

—Te vez tan hermoso.— Susurró deteniendo el auto.

—Tome lo más formal, pero a la vez lo primero que encontré.— Sonrió.
Portaba unos jeans color negro, zapatillas negras, y una camisa blanca un poco formal.

—Te sigues viendo hermoso si llevas o no prendas en tu cuerpo.— Sus mejillas se tiñeron de rojo.

—No vamos a hacer el amor aquí en el auto.—

—Injusto.— Apretó su muslo.

—Ahora vamos.— Sonrió.

Bajaron del auto, Louis lo tomó de la cintura, comenzaron a caminar hacia la puerta, al llegar llamaron a la puerta, Jay salió a recibirlos.

—Hola, bienvenido.— Abrazó a Harry.

El chico correspondió el abrazo.

—Gracias.— Susurró al separarse del abrazo.

—Pasen.—

Abrazó a Louis, el chico correspondió el abrazo.

—Gracias.— Susurró.

Al separarse del abrazo entraron a la mansión, fueron guiados a la sala. Tomaron asiento.

—Hola, bienvenidos.— Llegó Mark.

Saludó a los chicos de un abrazo.

—Voy por mi bolso, ahora nos vamos.—

Jay desapareció de la sala, Mark y Louis fruncieron el ceño.

—¿A dónde van?—

—No se, me llamó y pido que nos viéramos.—

—Uh, la prueba final.— Mark rodó los ojos.

—¿Qué prueba final?—

—Algo así, ella quiere conocerte, aún teme por Louis.—

—Comprendo, está bien.— Sonrió.

—¿Seguro?—

—Sí, no tengo nada que ocultar, así que no tengo que temer.— Sonrieron.

—Bien, en ese caso, tu y yo nos vamos al estadio.—

—¡Si!— Gritó emocionado. Harry comenzó a reír.

Jay volvió a la sala, sonrió al ver a todos.

—Listo, vamos.— Asintió.

Se colocaron de pie.

—¿A dónde van?—

—A desayunar con mi yerno.— Sonrió.

—Aja.—

—Te lo robaré hasta medio día, así que pueden ir a los estadios y eso.—

—Buen plan, no habíamos pensando que hacer.—

—Les creeré.— Rieron. —Bien, nos vemos más tarde.—

Todos se despidieron, Mark y Louis salieron al mismo tiempo, Harry y Jay se fueron en el auto de la mujer, dejando al menor conducir.

Al salir se fueron por rumbos separados.
Llegaron a una cafetería, bajaron del auto, entraron y tomaron asiento, después de ordenar la mujer sonrió.

—No quiero que pienses que esto es una prueba, es simplemente que quiero saber de ti.—

—Esta bien.— Sonrió.

—¿No estás nervioso?—

—Uh un poco, pero le responderé con sinceridad.— Sonrieron.

—Gracias, pero quiero hablar un poco de mi vida.— Asintió.

—La escucharé.— Sonrió.

—No sé si sabes, pero Louis no es nuestro hijo de sangre...—

—Me enteré, pero no quise entrar a detalles.—

—Antes de adoptar a Louis, estaba embarazada, tenía unos cuatro meses cuando tuve un aborto espontáneo, me dolió demasiado todo, entre en depresión, siempre soñé con ser madre, con Mark teníamos todo, estábamos bien económicamente, teníamos el hospital, trabajo seguro, pero no había esa alegría de un pequeño, entonces al perderlo, perdí todo, mis ganas de vivir, mi sonrisa, mi propio entorno social, hasta que Mark me convenció de adoptar un pequeño, estuve de acuerdo, al llegar, nos enseñaron varios registros, pero no sabía que sentía, hasta que un pequeño llegó a la oficina llorando porque se golpeó, al saber enfermería lo atendí, se había lastimado la rodilla en el pasamanos ya que se cayó. Ese día conocí a Louis, su inocencia y amor me cautivó, su madre lo había abandonado a los tres meses de edad, tenía doce años, recuerdo cuando le pregunté a Louis desde hace cuánto tiempo estaba, él sin perder su sonrisa me dijo que desde siempre había estado, cuando le dije que lo íbamos a adoptar saltó y nos abrazó feliz, nos dijo que por fin tendría una familia que lo amaría. Trámite todo rápido para tener a Louis con nosotros lo antes posible, cuando por fin, una semana y Louis estaba con nosotros, recuerdo lo emocionado que estaba... Lo cuidamos, amamos y criamos, lo protegimos de todo peligro, pero cuando creció... Me dolió saber que ahora tenía que hacer una vida sin mi hijo, sin tener que cuidarlo, pero... Cuando conoció a esa mujer y saber todo lo que le hizo, me odié, porque mi responsabilidad era cuidarlo, al enterarme que estaba en el hospital y había perdido sus ganas de vivir, lloré toda la noche a su lado, decidimos hacerle un lavado, pero sabía que si mi hijo no quería vivir, él lo cumpliría, estuvimos para animarlo, hasta que en un año desapareció todo, cuando se fue con Eva, estaba aún asustada, otra vez que saliera al mundo, hasta que te conoció, cuando nos visitaba era feliz, su rostro ya no sabía que hacer para expresar su felicidad, comprendió que te fuiste, sabía que te iba a buscar, después solo supe que se fue a Londres sin ti, él había aceptado que no podía tenerte en su vida, me dijo que no tendría a nadie más, porque te amaba solo a ti, lo cumplió, no te imaginas todos los años que Louis regresaba, salía a la casa donde vivían junto a Eva a buscarte, hasta que acepto y juró que te esperaría y te preguntaría si tenias compromisos...—

Para ese final, Harry ya estaba llorando, Jay sonrió y limpió sus propias lágrimas.

—No sabía cuánto había sufrido.— Limpió sus lágrimas.—Yo... Lo busqué, ese mismo día tome un vuelo a Londres y lo vi con Evans.—

—Ellos son amigos.— Sonrió y suspiró.

—Lo se, pero no sabía, me dolió y solo me fui sin pensar una explicación, también... Yo no lo dañaré, primero me daño a mi mismo que a él. —

—Gracias Harry, solo quería compartirlo contigo, hace años no hablaba con nadie.— Susurró.

—Puede confiar en mí, jamás diré algo si no tengo su autorización.—

—Gracias Harry.—

El desayuno llegó, degustaron del desayuno mientras hablaban de temas interesantes.

—¿No intentó tener otro embarazo?— Negó.

—No, con Louis fue suficiente, él es la luz de todos, desde niño.— Sonrió.

—Sí, es un sol.— Asintió.

—¿Y tú? Ya hablé de mi, ahora quiero conocerte.—

—Bueno... Sinceramente mi vida fue un desastre, mi padre golpeaba a mi madre, justo cuando tenía seis años mi madre estaba embarazada y mi padre la golpeó, perdió al bebé, ella no sabía, después me apegue a ella, no la dejaba sola, nunca logramos hacer nada porque mi padre le pagaba a la policía, antes era el mejor cirujano, pero todo se lo gastaba en sus amantes, apenas le daba dinero a mi madre, ella trabajaba en las mañana de limpiar casas, mi abuela me cuidaba cuando ella trabajaba, después de la muerte de mi madre todo cambio, me encerré en mi habitación por un año, no salía, solo a comer y beber agua, después nada, hasta que me fui con mi abuela, ahí conocí a Louis, entre todos mis demonios, Louis era el que me salvaba de eso, pasar días con él era algo que me daba paz, cuando murió mi abuela, me dolió, pero era mejor irme.— Asintió.

—Tu madre debió ser la mejor.—

—Lo fue, solo que encontró a mi padre en su vida, pero... Ella era feliz junto a mi, igual que yo, me hizo falta, aún me hace falta, igual que mi abuela, porque de niño si me pasaba algo iba con ellas, ahora solo voy al cementerio cuando me siento mal.—

—Ahora me tienes a mi, yo estaré para escucharte.—

—Muchas gracias.— Sonrieron.

Al terminar se dieron cuenta de la hora, se fueron a la mansión, al llegar Louis y Mark iban bajando del auto riendo a carcajadas, sonrieron al verlos.

Estacionaron el auto y bajaron, se saludaron, Louis lo abrazó.

—¿Cómo les fue?—

—Todo bien ¿A ustedes?—

—Bien.— Sonrieron.

—Bien, yo me llevaré a Harry.—

—Esta bien, vengan mañana a cenar.—

—Esta bien, muchas gracias.—

Se despidieron y subieron al auto.

—¿A dónde vamos?—

—A una feria.—

—¿Por qué?— Preguntó.

—Quiero que tu niño interior sea feliz.— Sonrió.


Entrar a la vida de tu compañero, es el inicio de una relación. Inversamente tengo que saludar alegremente a la persona que está tratando de entrar a mi vida, sería muy difícil el saludar alegremente...

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