Capítulo L
Al paso de las horas, Harry sintió un dolor, vio como su esposo se despertó alarmado, encendió las luces.
—¿Estas bien amor?—
—Los bebés ya van a nacer.—
—Esta bien amor, tranquilo, vamos al hospital, vamos a colocarnos de pie ¿Si?— Asintió.
Camino hacia Harry, lo ayudó a colocarse de pie, tomó fuerte, pero gentil a su esposo, la fuente se rompió, el menor gimió del dolor.
—Mi amor con clama ¿Si? Iremos despacio.— Asintió.
Salieron al pasillo, encendieron todas las luces.
Toda la familia salió alarmada,
—Los bebés ya van a nacer, lo llevaré al hospital.—
—Nosotros llevamos las maletas.— Asintieron.
—Si, gracias.—
Todos para ese momento ya estaban dando vueltas en la casa, como locos, Louis suspiró al ver los escalones.
—Te voy a cargar.—Susurró.
—Pero...— No terminó ya que Louis lo tomó en sus brazos y bajó con cuidado los escalones, Harry se agarró fuerte.
—Ya vamos a llegar.— Susurró.
Su esposo asintió aún tomando su vientre.
Lo subió al auto, toda la familia se arregló, Ashley y Evans fueron a la casa de los chicos para llevar las maletas, mientras eso pasaba, Louis conducía lo más rápido y seguro posible.
—Ya todo está listo, el obstetra tiene el quirófano listo, solo nos esperan.— Asintió.
—Esta bien cariño.—
—¿Estas bien amor? ¿No quieres algo?— Negó.
—Estoy bien, no duele demasiado... Ah retiro lo dicho.— Las contracciones comenzaron.
—Ya llegamos amor, tranquilo por favor.—
—Duele... Siento que los niños ya vienen.—
Estacionó el auto, bajo, tomó a su esposo en brazos, entró al hospital, en donde ya lo esperaba el obstetra y los enfermeros con una camilla, dejó a su esposo en la camilla, luego corrieron hacia el quirófano.
Louis se colocó lo necesario mientras que su esposo estaba en la sala de partos, el obstetra ya estaba preparado.
El chico entró, caminó hasta llegar al lado de su esposo, Harry buscó su mano, al encontrarla la entrelazó.
—Tranquilo mi amor.— Asintió.
—Duele, pero no como lo imaginé, duele menos.— Sonrió negando.
—¿Ya te hizo efecto la anestesia?—
—Ya, no siento la mitad de mi cuerpo.—
—Bien, iniciemos.—Susurró. —Si deseas, puedes hablar con Harry, ya un enfermero está grabando.— Sonrieron.
—Esta bien.— Acarició el cabello de su chico.
—Te amo.—Susurró Harry.
—Y yo a ti amor.— Sonrió.
Louis le susurró que todo estaba bien, que estaría a su lado y no lo dejaría solo, después de unos minutos, el primer llanto de un bebé se escuchó, Harry sonrió derramado lágrimas de felicidad, Louis limpió unas cuantas lágrimas.
—Bienvenido al mundo, es un niño.—
—Ya uno mi amor, ya casi.— Asintió llorando.
No esperaron demasiado tiempo, cuando el llanto de otro bebé se escuchó.
—Es una niña.— Susurró.
Sonrieron, Louis limpió las lágrimas de su esposo, dejó un beso en su frente.
—Edy y Jay.— Susurró el menor.
—Si amor, Edy y Jay.— Acarició su cabello.
El llanto de otro bebé se escuchó.
—Es una niña.— Sonrieron.
Harry elevó su mirada, Louis tenía lágrimas en sus ojos, el chico acarició la mano de su esposo. El mayor bajó su mirada y sonrió, acarició su cabello.
Y por fin... Se escuchó nuevamente el llanto de otro bebé.
—Y por último, es un niño.— Sonrieron.
Louis llevó su mirada hacia atrás, los enfermeros llevaban a los bebés juntos.
—¿Puedo verlos?— Preguntó Harry.
—Si, ahora van.— Sonrió.
El obstetra siguió con la cesaría, Harry vio a sus bebés, dejó un beso en su frente, sus pequeños seguían llorando.
Los enfermeros llevaron a los bebés hacia Louis, el chico dejó un beso en la frente de sus hijos, luego los llevaron a la incubadora.
—Los dejaremos juntos, ya que así se dan calor.— Asintieron.
Los ojos de Harry comenzaban a cerrarse, el doctor terminó la cesaría, sonrió.
—Ya puedes descansar, tus hijos están bien.— Asintió.
—Gracias.— Sonrió.
Harry se quedó dormido, el doctor dijo que lo trasladarían a un habitación, él estuvo de acuerdo.
Los enfermeros se llevaron a su esposo, Louis salió, se quitó la bata, guantes, mascarilla y corrió hacia la sala de espera. Ahí estaba toda la familia.
—Ya están en los cuneros, los cinco están estables.— Todo la familia corrió y abrazó a Louis, el chico sonrió y correspondió el abrazo.
Luego de eso, corrieron hacia los cuneros, sus hijos se fueron con la familia.
Liam y Niall sonrieron. Gritó de la emoción y abrazó a sus amigos.
—Felicidades.— Dijeron riendo.
—Gracias, aunque tienes razón, en cuestión de minutos se bloquea el cerebro.—
—Si, te lo dije.— Rieron.
—Bueno, eso me falta.—
—Ya casi.— Asintieron.
El obstetra caminaba hacia ellos, sonrió.
—Doctores.— Sonrió.
—¿Cómo está mi esposo y mis hijos?—
—Estan bien los cinco, solo tiene que esperar a que la anestesia pase, los pequeños estarán en la incubadora hasta cumplir sus meses indicados, de igual manera Harry podrá salir en dos días del hospital.—
—¿Y si el desarrollo de los bebés avanza?—
—Dependiendo, ellos pueden salir antes. Las incubadoras se trasladarán a la habitación VIP, así estarán junto a Harry.—
—Muchas gracias.—
—No hay de que, con permiso.— El doctor se fue, suspiró aliviado.
—No me imagino el pánico que voy a tener.— Susurró Niall.
—Nosotros tampoco nos lo imaginábamos.— Sonrieron.
—Ahora vamos a la habitación VIP, la familia ya se adelantó.— Asintió.
—¿Emy si logró entrar?—
—Zayn la entró en escondidas.— Rieron.
—Hay no.— Corrieron hacia el ascensor, marcaron el piso VIP.
Al llegar la familia estaba esperando a Louis.
—Iremos a desayunar aquí a la cafetería, nos llevamos a los niños y les traemos sus desayunos.— Le dijo Evans.
—Esta bien, gracias.—
La familia se fue, solo se quedó Zayn, Emy, Sofía, Niall y Liam.
—¿Nervioso?—
—Demasiado, sentía que me desmayaba.—
—Le pasa a todos.— Asintió riendo.
La puerta se abrió, se colocaron de pie, vieron como los enfermeros llevaban las incubadoras, las ordenaron y conectaron, después de eso se retiraron, Louis caminó hacia sus hijos.
—Son tan tiernos.— Sonrió.
—¿A los cuantos meses nacieron?—
—A las treinta y un semanas, solo les faltó una semana para los ocho meses.—
—Pero ya pueden respirar por si solos.— Asintió.
—Si.— Susurró emocionado.
Sus amigos caminaron hacia la incubadora.
—Son unos angelitos.— Sonrieron.
—Si, mira son tan pequeños, ahora sí, como dijo Darcy, parecen muñecos.— Rieron.
—Pero después, terremotos, solo ve a Emy.— La bebé comenzó a reír.
—Pero tu también eres un angelito ¿Verdad Emy?— Tomó su manita, la bebé siguió riendo.
—Demasiado por eso es mi hija.— Dijo Liam.
—Oye.— Zayn le dio un pequeño golpe.
—Amor, tú nunca seguías órdenes.— Rieron.
—Eso si lo confirmo.—
—Si no me vas a ayudar mejor no digas nada Louis.— Negó riendo.
—Bien, ¿No irán a desayunar? Yo me quedaré con Harry.—
—¿Te traemos desayuno?—
—Si, tal vez después... Solo ¿Pueden cuidar a mis hijos? Bueno toda la familia los van a cuidar, pero también se los pido a ustedes.—
—Sabes que si, son nuestros sobrinos.— Sonrió.
—Gracias.—
Se despidieron, salieron de la habitación, el mayor caminó hacia la camilla, tomó la mano de su esposo. Se quedó recostado en la mano de Harry.
Poco a poco se quedó dormido, aún sin perder aquella sonrisa.
Después de unos minutos sonrió al sentir la mano de su esposo acariciando su cabello.
—Hola bonito ¿Cómo te sientes?— Elevó su mirada.
—Bien, la anestesia va pasando y duele un poco, pero estoy bien ¿Y tu descansaste algo?— Asintió.
—Si amor, pero si te duele o necesitas que llame al doctor me dices ¿Si?—
—Si, está bien cariño, ahora ven y abrázame.—
Se acercó a Harry y lo abrazó, el menor correspondió el abrazo rápido.
—¿Puedes ayudarme a ver a nuestros bebés?—
—No puedes colocarte de pie amor, la cesaría aún está reciente.—
—Un poco amor, por favor.— Acarició su mano.
—Esta bien cariño.—
La puerta se abrió, dejando ver al doctor.
—Hola, solo vengo a decirte que necesito los nombres de los bebés para registrarlos por favor.—
—La primera bebé; Johanna Marie Tomlinson Styles.— Asintió tomando el apunte.
—El segundo bebé; Edward James Tomlinson Styles.—
—La tercera bebé: Anne Janne Tomlinson Styles.—
—Y el último bebé: Andrew Michael Tomlinson Styles.—
—Esta bien, gracias.— Sonrió.
—¿Y cuándo podemos llevarnos a los bebés?—
—Quizás en una semana. Ya no necesitaron el respirador, a la hora ya podían respirar por si solos, solo te advierto que el último bebé será más apegado a ti.— Frunció el ceño.
—¿Por qué?— Preguntó.
—Estuvo más tiempo contigo, bueno es una hipótesis en algunos no pasa, pero en otros si.—
—Oh, está bien gracias.—
—Bien ahora, en una hora vendré a evaluar cómo estan, con permiso.—
—Propio.— El doctor salió.
—¿Ya puedo verlos?—
—Solo que despacio ¿Si?— Asintió.
Abrazó a su esposo, el chico lo tomó fuerte, poco a poco caminaron hacia las incubadoras.
—Oh por dios... Amor son tan lindos.— Sus ojitos se llenaron de lágrimas.
—Son hermosos amor.— Dejó un beso en su sien.
—Te amo.— Susurró.
—Te amo más.— Sonrieron. —Ahora vamos a descansar.— Asintió.
Caminaron un poco a la camilla, lo ayudó a subir. Estuvieron abrazados por un buen tiempo, hasta que se separaron.
—¿Estas bien?— Asintió.
—Si amor, es que dijeron que ahora todo me iba a hacer llorar, y creo que es cierto.— Soltó unas lágrimas, riendo.
—Mi amor, no te preocupes, estare para consentirte.— Dejó un corto beso en su frente.
—Te amo, gracias.— Susurró abrazando a su esposo.
—Gracias a ti, amor.— Fruncío el ceño y se separó un poco.
—¿Por qué amor?— El chico sonrió.
—Por regalarme una hermosa familia, gracias amor, gracias por estar conmigo sin importar que haya pasado, te amo.— Harry sonrió y lo abrazó fuerte.
—Gracias a ti por enseñarme que no debo de temer al matrimonio y a hacer una familia.— Sonrió.
—Te amo.— Susurró.
Se separaron un poco, sus miradas combinaron.
—Te amo mucho más.— Unieron sus labios en un tierno beso.
Luego de unos minutos se separaron, Louis acariciaba el cabello de su esposo, ambos estaban abrazos.
Le llevaron el desayuno, desayunaron entre risas y abrazos.
A las horas la familia llegó, todos se acercaron a felicitar a los chicos, después fueron a ver a los bebés.
El doctor entró junto a unos enfermeros, fueron a evaluar a los bebés, los cuales ya estaban despiertos y balbuceando.
—Estan completamente sanos, pesaron cinco libras cada bebé, imagina.— Se escuchó la voz del enfermero.
La puerta se abrió, dejando ver a todos los enfermeros de neurocirugía con globos, regalos y demás cosas.
—¡Felicidades!— Corrieron a abrazar a Harry, el chico los abrazó emocionados.
—Gracias, no se hubieran molestado.—
—No es nada doctor, nos alegra que todos estén bien.— Sonrieron.
—Sus hijos están completamente sanos, tuviste una buena alimentación durante del embarazo, tomaste los prenatales y eso hizo que su desarrollo fuera bueno.—
—Nos llevaremos un momento a los bebés, en algunos minutos se los vamos a traer ya fuera de la incubadora.— Asintieron emocionados.
Los enfermeros y el doctor salieron con sus bebés.
La familia se quedó hablando de cualquier tema, sus hijos estaban abrazando a Harry, quién acariciaba su cabello.
Los enfermeros de neurocirugía se fueron a sus puestos, diciéndole que lo irían a visitar cuando tuvieran turno libre, Harry estuvo de acuerdo.
Unas enfermeras entraron con sus bebés en brazos, Harry sonrió y alzó sus brazos para que les dieran a sus bebés.
—Sus hijos están estables, son fuertes.—Sonrió.
—Gracias.— Sonrieron.
Le entregaron dos bebés a cada uno, luego salieron de la habitación.
—Mi amor, nuestros bebés.— Lloró emocionado.
—Si, amor, nuestros bebés.—Sonrió.
—Vengan.— La familia se acercó.
Sus bebés abrieron sus ojitos.
—Sus ojitos.—Sonrieron.
—Ellos son Andy y Anny.— Dijo viendo a los bebés que Harry tenía en sus brazos.
—Y ellos son Edy y Jay.— Vieron a los bebés que Louis tenía en sus brazos.
—Se parecen a mi tío Louis.— Dijo Lucia y James. Sus hijos alzaron su mirada y asintieron.
—¿Los negaste?— Todos rieron.
—Jamas lo haría.—
—Uh.. Que extraño porque se parecen mucho a ti.— Sonrió.
—¿Genética? Por que no los negué.—
La familia sacó sus teléfonos y tomaron fotografías, Harry ocultó su rostro en el cuello de Louis.
—No salgo bien.— Reprochó.
—No se nota.— Le dijo Ashley.
—Para nada.— Comenzaron a reír.
Luego de tomarles fotografías a la familia y a todos los hijos de Harry y Louis comenzaron a hablar.
Pasaron la mañana conviviendo y riendo. Al terminar la hora de visita se llevaron a sus hijos a la mansión, la familia se fue diciendo que volverían mañana.
Sus bebés estaban despiertos, las enfermeras entraron a la habitación.
—Ya es tiempo de dejar a los bebés en sus cunas.—
—¿No pueden traer las cunas aquí?—
—Por el momento no doctor, ya que tenemos que ver su estado en la noche.—
—Oh está bien, pero ¿No tienen nada grave?—
—No, sus avances fueron buenos, tal vez en algunos días salgan del hospital, para unas horas de nacidos y que sus sistemas funcionaran a la perfección, todo fue un milagro.— Asintió.
—Si, así veo.— Sonrieron.
—En ese caso lo dejamos descansar.—
—Esta bien, gracias.—
Se llevaron a sus bebés, Louis tomó asiento junto a su esposo. Harry lo abrazó y sonrió.
—Te amo.— Susurró.
—También te amo.—
Se separaron un poco y unieron sus labios en un tierno beso.
—Vamos a dormir.— Asintió.
Se acostaron en la camilla, abrazó a su esposo y acarició su cabello.
Pasaron unos días, Harry se quedó en el hospital en la espera de llegar a casa con sus bebés, hasta que lo obtuvo...
Ese día, Harry salía del hospital y sus hijos iban con él.
La familia estaba emocionada por su regreso.
Ahora estaban bajando del auto, Harry llevaba a Anny y Andy en sus brazos, Louis llevaba a Jay y Edy, Evans y Ashley habían ido por ellos al hospital.
Entraron a la casa, sus hijos entraron corriendo, en donde estaba adornado, sonrieron.
Los chicos entraron a la casa, Harry sonrió al ver todo adornado, sus suegras y su madre tomaron a los bebés, los chicos agradecieron.
—¡Bienvenidos a casa cuatrillizos.— Sonrieron.
—No se hubieran molestado.— Susurró al ver a su padre y su suegro.
—Hey, no todos los días recibimos a nuestros nietos.— Sonrieron.
—Gracias.— Sonrió.
Llegaron a la sala, Louis iba ayudándolo a caminar.
Harry llevó su mirada hacia sus hijos, los cuales estaban al lado de sus abuelas viendo a sus hermanos.
—Mami, dos bebés tiene ojos verdes y los otros dos ojos azules.—
—Si amor.— Rieron.
—¿Vas a ir a descansar?— Le preguntó Louis.
—No, quiero quedarme un rato.— Asintió.
—Esta bien.— Tomaron asiento, Harry sonrió.
—¿Mami por qué no hablan?— Sonrió con ternura.
—Porque aún son pequeños mi amor.—
—¿Pero hablarán?— Asintió.
—Si amor, en algunos meses.— Sonrieron emocionados.
—¿Nosotros le podemos enseñar palabras?— Asintió.
—Si cariño, ustedes podrán enseñarles a caminar tambien, pero cuando sea el tiempo.— Asintieron emocionados.
Pasaron la tarde hablando, hasta que llegó la noche, todos estaban en la cama, sus bebés estaban en medio, sus hijos mayores los abrazaban con sumo cuidado.
Poco a poco se quedaron dormidos, todos con una sonrisa en sus labios, pero bien dicen, cuando tienes hijos no duermes igual, este caso si fue así.
En la madrugada, los pequeños se despertaron llorando, Louis los estaba arrullando, mientras que William y Darcy trataban de calmar a la bebé, Harry tenía un bebé en brazos.
Los bebés no tenían hambre, no querían juguetes, no necesitaban cambio de pañal, suspiró profundamente.
Hasta que luego de unas horas calmaron su llanto, no saben cómo se quedaron dormidos aún con sus bebés al lado.
A la mañana siguiente, sus bebés estaban dormidos aún, Louis ya estaba despierto, sus hijos mayores dormían aún, Harry estaba despierto.
—Ahora creo eso de "Cuando tengas hijos no volverás a dormir igual" — Louis comenzó a reír.
—Si amor, no se a que hora se durmieron.— Sonrió.
—Duerme si quieres, ayer no dormiste nada.— Asintió.
Louis se disponía a dormir, pero sus bebés se despertaron llorando, consiguiendo una risa por parte de Harry.
—Bueno, adiós a dormir.— Asintió.
Se colocó de pie y arrulló a sus bebés, los cuales poco a poco calmaron su llanto, Harry tenía a sus dos bebés, dándoles teta.
Asi calmaron su llanto, se quedaron dormidos en cuestión de minutos, sus hijos mayores siguieron durmiendo.
Louis se quedó dormido, ya que sus bebés se habían calmado, pero comenzaron a llorar.
—Dormilones.— Susurró riendo.
—Ya voy amor.— Balbuceo su esposo aún con sus ojos cerrados.
Aunque su esposo trataba de dormir, sabía que amaría esos momentos con sus bebés, y quien no, si eran tan indefensos.
—No saben las ansias que tenía de conocerlos.— Dejó un corto beso en la pequeña nariz de Edy y Jay.
—Todos los esperábamos.— Sonrió.
—Si, pero que dejen dormir.— Susurró William. —Los amo mucho, pero tengo sueño.— Murmuró.
—Tranquilo amor, duerme.—
Jay y Edy comenzaron a llorar.
—Ven, les daré se comer.— Asintió.
Se intercambiaron a los bebés, ahora Louis dejó a Anny y Andy en la cama, ambos seguían profundamente dormidos al lado de sus hermanos.
Los cuales ya dormían profundamente. Sus bebés se quedaron dormidos con facilidad después de comer.
Los dejó en la cama, William sonrió levemente.
—¿Y no estabas dormido?— Preguntó con gracia.
—¿Puedo abrazarte y dormir contigo?—
—Sabes que si mi pequeño, ven.— Lo abrazó, se acostaron en la cama.
—¿Me seguirán consintiendo?— Preguntó haciendo reír a lo mayores.
—Mi amor, te seguiremos consintiendo demasiado, igual que a tu hermanita.— Sonrieron.
—Los amo tanto.— Murmuró a punto de quedarse dormido.
—Y nosotros a ti amor, descansa.— Acarició su cabello, mientras que su hijo ya estaba durmiendo en su pecho.
—Te ves tan hermoso...— Sus mejillas se tiñeron de rojo.
—Amor, acabo de tener el parto, tengo ojeras, estoy pálido... No estoy hermoso.—
—Eres lo más hermoso de mi vida... Para mis ojos siempre seras perfecto aún con tus dichosas “Imperfecciones”—Soltó una leve risa.—Aunque para mi, no eres imperfecto.— Sonrió.
—Te amo tanto, gracias por estar a mi lado y no dejarme solo amor.— Susurró aún con sus mejillas rojas.
—Gracias a ti por regalarme un hermosa familia cariño.— Sonrieron. —Espero sigamos así, unidos.— Llevó su mirada hacia sus hijos.
—Lo seguiremos haciendo, es una promesa... Y esta promesa la quiero cumplir para el resto de mi vida.—
—Te tenía un regalo... Es esto.— Sacó una cajita de la mesita de noche.
El menor frunció el ceño y la tomó.
—¿La puedo abrir?— Asintió.
—Si amor, hazlo.—
Abrió la cajita, sus ojitos se llenaron de lágrimas al ver unas bolsas de dulces... Iguales a las que hace años se había robado.
—No puedo creerlo...—
—Asi empezó nuestra historia... Desde un robo en la tienda de dulces y un viaje a Canadá, hasta un retorno a Los Ángeles...—
—Lo logramos, nos subestimaron...—
—Ahora es tiempo de vivir nuestro “Felices para siempre.” —
—Es justo amor... Vivamos nuestro felices para siempre.—
El mayor se colocó de pie y rodeó la cama, se acercó a su esposo y dejó un corto beso en su sien.
—Te amo demasiado amor, jamás me cansaré de decírtelo.—
«Trece años de separación, años en los que ambos siguieron caminos inesperados, años en los que el tiempo pareció borrar el recuerdo del otro, pero no pudo apagar el fuego de ese primer amor que los marcó para siempre; y ahora, tras enfrentarse a los desafíos de la vida, convertir sus sueños en realidad y sanar todas las heridas que la distancia había causado, el destino los reunió una vez más, no solo como los amantes que alguna vez fueron, sino como dos almas que, a pesar de todo, seguían reconociéndose en la mirada del otro.
Superaron las inseguridades y el miedo a lo que podría haber sido y nunca fue, entendieron que el amor verdadero no se desvanece con los años, sino que se fortalece; así, con sus manos entrelazadas, decidieron que ya no había tiempo que perder y, por fin, abrazaron el futuro que siempre soñaron, un futuro donde el amor no solo sobrevive, sino que florece, donde los días por venir estarían llenos de risas, comprensión y una familia que sería el resultado de todos esos años de espera, sabiendo que lo mejor de su historia, después de tanto recorrido, apenas estaba por comenzar...»
«Las personas que están destinadas a encontrarse lo harán de un momento a otro sin importar las circunstancias. Cuando estás enamorado te conviertes en una locura, tu cerebro se activa, sientes mariposas en tu estómago, te palpita el corazón y esa es la prueba más fuerte del “Me estoy enamorando.” No importa los años de distancia ó los caminos separados, el destino les hará saber que siempre han sido el uno para el otro...»
FIN
Y damos por finalizado este proyecto, agradezco infinitamente todo el apoyo. ❤️🩹
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