Capítulo IX
Libro Dos: Inicio
🧠⚕️
Louis vio como Harry subía al avión, no logró evitar que su corazón se quebrará. Decidió salir del aeropuerto, recordando lo que una vez le dijo Eva.
Cuando esté de necio con algo, déjalo que haga eso...
Y tenía razón, a veces cuando uno es necio tal vez es por su bien, ahora no sabrá nada de Harry, suspiró profundamente.
Dos días después, decidió irse de la casa, no sin antes dejar una carta en la mesa, salió de esa casa que le traía muchos recuerdos.
Se fue a vivir con sus padres una temporada, no se sentía tan mal, tampoco tan bien.
—Cariño, vamos a salir a una cena ¿Vienes?— Jay entró a la habitación, Louis estaba en el ventana leyendo la carta nuevamente.—Cariño, llevas días leyendo eso ¿Qué es?—
Al llegar el mayor suspiró y negó.
—No es nada mamá, vamos a la cena.— Iba a caminar, pero Jay lo detuvo.
—No amor, a ti te pasa algo, después de vivir con la señora Cox, no fuiste el mismo...—
—Mamá me enamoré de alguien, ese alguien se fue.— Frunció el ceño.
—¿Quieres hablar de eso?—
—Sí, me ayudaría mucho.— Sonrió.
—Vamos.—
Tomaron asiento en el sofá, Louis suspiró y guardó la carta.
—Me enamoré del nieto de Eva Cox, bueno... Él hace días se fue a Canadá... Pero no sé cómo sentirme mamá.—
—Oh cariño, es normal, pero... ¿Cómo es él?—
—Mamá, Harry es lo mejor... La especie de relación que tuvimos fue muy linda, todo fue equitativo, él se preocupaba por mi...— Bajó su mirada.
—Louis, ¿Por qué no lo buscas?—
—Mamá, quiero que cumpla sus sueños.—
—¿Cuales?—
—Quiere ser neurocirujano.— Sonrió.
—Presiento es que casi igual que tú, necio, terco... No cree hasta que le pasan las cosas.—
—Sí.— Soltaron una pequeña risa.
—Mi amor, deberías buscarlo en unos años, tal vez cuando termine el médico general, podrán estar juntos.—
—Sí mamá, tienes razón.— Sonrieron.—Ahora vamos a la cena.—
—Esta bien, vamos.—
Salieron de la habitación, Mark los esperaba en la puerta principal.
—Pensé que no venían.— Sonrió.
—Perdón, pero ahora vamos.—
—¿Te irás en tu auto?—
—Hace meses no lo utilizo...—
—Puedes usarlo, pero no vuelvas a caer.— Sonrió.
—Esta bien papá, por algo te quiero demasiado.— Lo abrazó, Mark comenzó a reír y correspondió el abrazo.
—Cuando te conviene hijo mío.— Rieron.
Se separaron del abrazo, salieron camino hacia el estacionamiento, el chófer les llevo los autos, Louis abrió sus ojos al extremo al ver un Ferrari negro.
—Wow... ¿De quién es?—
—Es tuyo hijo, tu auto anterior se destrozó completamente, tu madre me convenció de comprarte un nuevo auto.—
Louis los abrazó emocionado.
—Los quiero tanto, no solo por lo material, también por lo sentimental.—
—No hay de que pequeño, ahora vamos, se nos hará tarde.— Asintió.
En algunos minutos, Louis subió a su nuevo auto, tenía una sonrisa y una gran emoción en su pecho, lo encendió y de camino hacia el restaurante.
Al llegar le entregó las llaves al responsable, corrió hacia el interior, arregló su traje, vio a sus padres sentarse junto a un pareja, suspiró profundamente.
—Buenas noches.— Tomó asiento, todos se saludaron.
—Hace tiempo no te veíamos, es bueno tenerte aquí nuevamente.— Sonrió.
—Muchas gracias.—
Los amigos de sus padres, tenían un hijo un año menor que Louis, él siempre le insistía en salir.
—Deberías salir con Evans, sabes que te quiere mucho.— El chico que estaba a su lado lo vio y sonrió.
Evans Collins era un chico lindo, tenía los ojos color azul, cabello rizado color negro, labios color sandía. Era tan hermoso, pero no era Harry...
—Aun no estoy preparado para una relación, tal vez en alguno futuro.— Susurró tomando un sorbo de su soda.
—Podemos conocernos.— Le dijo Evans
—Sí, estaría bien...— Cerró el tema sin ser grosero.
La cena paso tranquila, después al irse, Louis llevó a Evans a la su casa, en todo el camino iban hablando de algunos temas.
—A mi punto de vista, me gustan más las leyes.—
—Ahora se que si algún día voy a la cárcel estarás para sacarme.— Rieron.
—Ojalá no vayas a la cárcel, no es vida para ti.— Sonrió.
—Gracias por los buenos deseos.—
—Ahora, muchas gracias Louis por traerme, ¿Nos vemos otro día?— Asintió.
—Sí, está bien, te confirmo el día, mañana entró a turno de setenta y dos horas.—
—Esta bien, cuídate, gracias.— Bajó del auto.
Cerró la portezuela y entró a la mansión de los Collins, suspiró profundamente.
—No eres tu Harry...— Murmuró.
Encendió el auto y fue a su hogar.
Las semanas pasaron rápido, convirtiéndose en meses hasta años, Evans y Louis tenían una relación de solo amigos, aunque el chico menor quisiera algo más, el mayor le decía que aún no se sentía capaz.
Habían pasado seis años desde que Harry se había ido, no sabía del chico, tampoco quería preguntar, sabía que si le decía dónde estaba iría a buscarlo.
—El año ya va a terminar ¿Qué piensas hacer?— Preguntó Evans.
Ese día estaban caminando por el parque, el chico de cabello rizado había salido de un caso jurídico.
—Irme a Canadá por unos días, después regresar...—
—Oh, eso está perfecto.— Sonrieron.
—¿Y tú?—
—Por eso te cité aquí, quiero decirte que me iré a Londres una temporada.— Detuvo su paso.
—¿En serio?— Asintió.
—Me hace feliz tu compañía, pero se que nunca tendré tu amor y me hace bien saber que eres sincero, quiero tomar un tiempo para mí en Londres y así poder seguir con mi trabajo.— Suspiró.
—Perdón, en serio...— Interrumpió.
—No te preocupes, gracias por ser sincero, en serio mi cariño jamás terminará.—
—¿Podemos seguir siendo amigos después?—
—Si Louis, tampoco quiero perderte para siempre.—
—Gracias.—
—¿Abrazo?—
Se unieron en un tierno abrazo, ambos sonrieron. Después de separarse fueron a degustar de un café.
El año pasó rápido, tomó un vuelo a Canadá, su madre le deseo mucha suerte.
Se había comunicado con Zayn, después de casi rogarle a Liam de rodillas para que le preguntará donde vivían.
Al tener la dirección no dudó en irse a Canadá.
Después de varias horas de vuelo llegó, bajó del avión, salió de aeropuerto, tomó un taxi para un hotel.
Al llegar arregló todo, subió a su habitación. Llamó a su madre, avisándole que estaba bien, que a la mañana siguiente iría a buscar a Harry.
—Esta bien cariño, cuídate mucho, te quiero.—
—Si mamá, te quiero más.—
—Vaya te escuchas tan emocionado.—
—Lo estoy mamá, me hace tan feliz la simple idea de estar otra vez con Harry.—
—Cariño, solo... Si pasan algunas circunstancias, no vuelvas a ese mundo.—
—No mamá, no pasará, se que Harry siente lo mismo todavía.—
—Esta bien amor, con cuidado.—
—Si mamá, nos vemos en unos días.—
Después de terminar la llamada, se colocó ropa cómoda y se dispuso a dormir.
A la mañana siguiente, tomó un baño, se visto y salió rápido de la habitación, fue a una florería cercana a la casa en donde Harry vivía.
Pidió un ramo de rosas, le colocó la carta que había escrito en el avión, después de eso iba caminando hacia la casa, hasta que vio a Harry salir de aquella vivienda. El chico estaba cerrando la puerta.
Su corazón comenzó a latir rápido, el chico se había dejado crecer sus rizos, estaba un poco más alto y algo que Louis amo... Ya portaba una bata blanca, sonrió.
Se iba a acercar, pero un grito se escuchó.
—¡Papi!— La puerta se abrió, una pequeña de aproximadamente un año y medio salió de la misma casa, Harry la tomó en sus brazos.
—Mi amor, tengo que ir al hospital.— Negó abrazándolo fuerte. —Ya hemos hablado de esto, tengo que ir a trabajar para comprar tus juguetes.—
—Papi yo.— Arregló el cabello de la pequeña, sonriendo.
El mayor suspiró, vio a Harry tan feliz con aquella pequeña, dejó el ramo caer, se negó a seguir viendo la escena y se fue caminando hacia el hotel.
Al llegar sus emociones estaban en shock, no sabía que sentir o que hacer. Comenzó a arreglar sus maletas, compró su boleto de avión hacia Londres, el vuelo saldría en una hora.
Su teléfono comenzó a sonar.
—Hola.— Susurró.
—Hola, ¿Cómo estás? ¿Llegaste bien?— Le preguntó Evans.
—¿Puedo ir a Londres contigo?—
—¿Qué?—
—¿Qué si puedo ir a Londres contigo?—
—Sí, claro que puedes ir Louis, me haría muy feliz tenerte aquí.— Le dijo emocionado.
—Nos vemos en unas horas entonces.— Terminó la llamada.
Se dejó caer al sofá, su cerebro aún estaba procesando todo, se le hacía difícil... Espero una hora, al llegar, salió hacia el aeropuerto, cuando su vuelo fue llamado, se fue de Canadá...
Cuando llegó, Evans lo recibió en su departamento, el chico rizado se dio cuenta que Louis no venía nada bien ya que pasó un día entero durmiendo, así que lo invitó a salir.
—Vamos Louis, anímate ¿Pasó algo grave?—
—No nada, creo que mis emociones siguen en shock.—
—Duerme un poco mejor.—
—Gracias.— El chico se quedó dormido en el sofá.
Varias horas pasaron, Evans estaba organizando todo, hasta que Louis se despertó.
—Vamos a cenar aguafiestas.— Le tiró una almohada.
—Esta bien, pero tú me guías.— Asintió.
Se arregló un poco, después de eso salieron del departamento.
—Oye.— Detuvo su paso antes de entrar al restaurante.
Evans se quedó enfrente de Louis, lo tomó de las manos.
—¿Qué tienes? Estas muy triste, todo el camino estuviste en silencio, así no estabas cuando te fuiste a Canadá...— El mayor negó.
—Estoy bien.—
—¿Un abrazo lo puede curar un poquito?— Soltó una risita y asintió.
—Sí, un abrazo lo puede arreglar un poquito.— Lo abrazó, Louis correspondió el abrazo.
—Espero todo se arregle pronto.— Susurró acariciando su espalda.
—Gracias Evans, no se qué haría sin ti, haz sido un gran amigo a lo largo de estos años.— Se separó un poco.
—Tampoco se que haría sin ti, eres mi lado pesimista.— Comenzaron a reír, se separaron del abrazo. —Al menos ya sonríes, ahora vamos.— Asintió.
—¡Oye!— Se escuchó la voz de un niño.
Louis frunció el ceño y bajó su mirada.
—Hola pequeño ¿Qué pasa?— Se agachó a su medida.
—Un chico me dejó esto, decía que era para ti.— Alzó los hombros.
Louis tomó el sobre y una pequeña caja, sonrió.
—Gracias.— Susurró.
—No hay de que, adiós.— Se fue corriendo.
—¿Qué es?— Preguntó.
—Aun no se.—
—Ábrelo.— Lo ánimo.
—Esta bien.—
Abrió la cajita, había un collar con un dije del cerebro, frunció el ceño.
—Que lindo.— Asintió.—Debes ser la parte racional...—
—¿Qué dices?—
—Es un collar compartido, otra persona debe de tener el corazón, que es la parte más sentimental, tu tienes el cerebro la parte racional.—
—¿Cómo sabes?—
—Es de lógica, tú eres el neurocirujano no yo.— Rieron. —Abre la carta, Louis rápido.—
Abrió el sobre, habían dos cartas, tomó una.
"Hola, quería darte este pequeño obsequio, lo compartiremos ¿Es emocionante para ti? Porque para mí si, tú eres mi parte racional, aquella parte que me mantiene en la realidad cuando quiero aferrarme a la negación, yo tengo el corazón, que es la parte emocional y sentimental, se que a ti se te dificulta hablar de tus sentimientos, pero para eso estaré a tu lado, para así poder ir hablando poco a poco de tus sentimientos, te amo tanto, espero puedas usarlo, porque yo desde este momento ya lo traigo puesto en mi cuello, espero que después de leer mi carta podamos estar juntos, aquí en Londres o en Canadá.
Te amo mucho. Atte: Harry."
Louis vio a todos los lados, no había nadie.
—Vamos a buscarlo.— Frunció el ceño.—Esa persona es tu otra mitad, así que vamos a buscarlo, debe estar en los hoteles más hospedados.— Asintió.
Pidieron un taxi, en algunos minutos estaban buscando por todos los hoteles, pero no encontraron nada.
Rendidos, Louis se fue al departamento, Evans seguía buscando, pero al verlo imposible decidió irse al departamento.
Los días pasaron... Louis no logro contactar a Harry, solo leía la carta una y mil veces, el mayor ya portaba el collar que Harry le había dado.
En Londres pasó seis años, nunca supo nada de Harry, Evans y él seguían siendo amigos, el chico menor comprendió que el corazón de Louis estaba ocupado por alguien más y jamás podría sacarlo de ahí.
Cada fin de año Evans y Louis regresaban a Los Ángeles para celebrar las fiestas con sus familias, después regresaban a Londres.
Ya tenían una vida hecha, Louis era neurocirujano del hospital más famoso de Londres, mientras que Evans logró crear un bufete, que ahora era el más famoso del país.
—Louis.— Llegó Evans al departamento.
—Dime, estoy en la cocina.—
Vio como el chico llegó, lo saludo con un beso en la mejilla.
—Tengo las mejores noticias.— Frunció el ceño.
—¿Qué es?— Le sirvió un vaso de agua, el chico lo recibió y agradeció.
—Me llamaron para un caso internacional, me iré a Canadá a llevar un caso, joder ¡Estoy tan emocionado!—
—Felicidades, me alegro mucho por ti.— Se abrazaron.
—Gracias.— Se separaron. —Solo que esto indica que... Mis vacaciones en enero se correrán un poco, ya que el juicio es por principios de enero.—
—Te irá bien, no te preocupes, le explicaré a tus padres los motivos por los cuales no llegaste a la cena.—
—Gracias, pero me siento un poco culpable, mi madre se esfuerza mucho por la cena.—
—No te preocupes, se que comprenderá.— Asintió.
—Si, tienes razón, pero ¿Y tus vacaciones?—
—Uh, se trasladaron para finales mayo, es más probable que me vaya a Los Ángeles entre el veintinueve y el treinta.— Suspiró.
—¿Y ahora porque hasta esa fecha?—
—Tengo que supervisar a los universitarios, entonces ya sabes, quieren un buen trabajo, me querían dejar hasta julio.—
—Uy no, por algo decidí ser abogado.— Rieron.
—Ahora vamos a un restaurante, hay que festejar tu triunfo.—
—Bien, me cambio y salimos.— Asintió.
Al llegar a Canadá, se fueron a la casa de la hermana de Zayn, ahí conoció a Sofía Malik y esposo Santiago Cooper.
Se llevaron bien al principio, aunque luego Harry y Zayn se fueron a los dormitorios de la universidad. Al paso de los meses se esforzaron por sacar punteos altos, algunas veces no dormían por estudiar.
Aunque a Harry al principio se le dificultó no tener a su abuela, logró superar aquella parte, estaba feliz cumpliendo sus sueños, extrañaba a Louis, no lo negaba.
En Canadá conoció a buenas personas, una de ellas fue Edwin Johnson, un gran amigo.
Todo transcurría bien en su vida, siete años pararon rápido, al sexto año Sofía resultó embarazada. El veinte de marzo nació Lucía Malik, una hermosa pequeña.
Ese día Harry la tenía en sus brazos, Lucía ya tenía un año y medio.
—Yo si le hubiera dado un hijo a Louis...— Murmuró acariciando el cabello de la pequeña.
—¿Con quién hablas?— Llegó Sofía con un biberón.
—Con nadie, solo pensé en voz alta.— Sonrió.
—Recuerda que tienes que llegar al hospital, déjame a Lucia y ve ¿Si? No quiero que llegues tarde.—
—Sí, está bien, nos vemos en unas horas.— Asintió.
—Papi.— Alzó sus brazos.
—¡Te gané!— Gritó tomando a la pequeña en sus brazos, dejando besos en su mejilla.
—Era justo, tú pasas más tiempo que su propio padre.— Rodó los ojos.
—No te preocupes, yo cuidaré a esta pequeña.—
—Gracias Harry, pero ahora ve, tengo miedo que te regañen.— Rieron.
—Si, ya voy.—
Harry dejó un beso en la frente de la pequeña, dejó a Lucía en los brazos de Sofía. Salió de la casa, estaba cerrando la puerta, pero se escuchó un grito.
—¡Papi!— Vio como Lucía abrió la puerta. El chico la tomó en sus brazos.
—Mi amor, tengo que ir al hospital.— Negó abrazándolo fuerte. —Ya hemos hablado de esto, tengo que ir a trabajar para comprar tus juguetes.— Sonrió emocionada.
—Papi yo.— Arregló el cabello de la pequeña.
—No, tú tienes que cuidar a Sofía ¿Si?— Asintió.
Aunque la pequeña llevó su mirada hacia su lado derecho.
—¡Ores!— Gritó señalando el ramo de rosas.
Harry frunció el ceño, se acercó con la bebé en los brazos, se agachó y las tomó.
—Espera amor, solo veré la carta.— Asintió.
La bebé se agarró fuerte del cuello de Harry, el chico abrió la carta.
—Louis.— Susurró.
Buscó por todos los lugares con su mirada, no vio a nadie, guardó la carta en la bolsa de su bata, fue a dejar a Lucia y dejó las rosas en su habitación, cerró y salió corriendo.
Se fue buscando a Louis por todas las calles más transitadas, pero no encontró a nadie, suspiró profundamente. Se rindió y fue al hospital, al llegar comenzó a realizar su práctica, pero aún pensaba a Louis.
Al terminar su práctica, corrió hacia el jardín, tomó la carta y la leyó.
"Hola amor, han pasado varios años, te sigo amando de la misma manera que hace años ¿Tú lo haces también? Espero que sí, cuando leas esta carta espero me puedas dar una oportunidad, se que quieres cumplir tus sueños, pero yo jamás te llegaré a privar de esas oportunidades, quiero estar a tu lado apoyándote, desvelándome a tu lado, siendo felices juntos... Espero me des una oportunidad, estaré aquí por unos días, si tú aceptas estaré aquí a tu lado hasta que tu decidas lo contrario, te amo tanto Harry, espero estés bien amor mío."
Sus lágrimas comenzaron a salir, quería verlo, abrazarlo y besarlo, así jamás soltarlo, pedirle que se quedará con él, que hicieran una vida juntos, necesitaba a Louis a su lado.
Corrió hacia el interior, buscó a Zayn como loco.
—Zayn.— Llamó.
—Dime.— Se dio la vuelta. Frunció el ceño.—¿Estas bien?— Asintió.
—Si, solo una pregunta ¿Tienes contacto con Liam?—
—Eh... ¿Para qué?— Preguntó.
—¿Lo tienes?— Suspiró.
—Harry...—
—Solo dime dónde esta Louis ahora.—
—Le hablaré y te diré más tarde.—
—Zayn, por favor es urgente, te juro que hago cualquier mierda.—
—Bien, deja le llamo, solo ¿Puedes ir a guardar mis cosas?— Asintió.
Corrió hacia el escritorio de Zayn, guardó todo rápido, mientras que su amigo pedía la información. Se acercó, él había terminado la llamada.
—Londres, acaba de llegar allá.— Asintió.
—¿Dirección?—
—Ahora te la envío.—
—Gracias, ahora vuelvo.—
Corrió hacia la oficina de Marisa, al llegar llamó a la puerta.
—Pase.— Autorizó.
—Hola.— Susurró.
—Hola Harry, pasa ¿A qué debo tu visita?—
—Es que, quería pedirte un favor.—
—Si, dime.—
—Quiero ir a buscar a Louis... Estuvo aquí en Canadá, pero no logré verlo, me gustaría ir a visitarlo, claro si me das permiso de salir del hospital...— La mujer sonrió.
—Sí Harry, ve, pero ten cuidado.—
—Muchas gracias Marisa, en serio.— Sonrieron.
—No hay de que, ahora corre para alcanzar vuelos.— Asintió.
Salió corriendo, llegó a la casa, dijo que se ausentaría por dos días, que después volvía, cambió su ropa y salió con una pequeña maleta, corrió al aeropuerto y pido un vuelo, corrió con suerte de que el vuelo salía en diez minutos.
Al ser llamado subió, en todo el vuelo reservó un hotel cerca del aeropuerto, Zayn le dio la dirección de donde se estaba hospedando Louis.
Tomó el regalo que traía para el mayor, un hermoso collar, escribió una pequeña carta, hasta que después escribió la segunda carta.
"Hola Louis, se que han pasado años, pero sigo enamorado de ti, me gustaría estar junto nuevamente, poder cumplir nuestros sueños juntos, contarte todo lo que hice en el día al regresar del trabajo, mi amor... Quiero dormir juntos, despertar a tu lado, cocinar juntos... Louis quiero hacer todo lo que una pareja cursi hace, quiero hacerlo juntos, espero correr a besarte y abrazarte, no soltarte nunca más... Te amo Louis, siempre lo haré."
La guardó en un sobre junto a la otra carta, después se colocó el collar en su cuello, sonrió al ver la mitad del corazón.
En varias horas el vuelo llegó, bajó y decidió irse al hotel, dejó sus cosas, preguntó en recepción sobre el mejor restaurante, lo enviaron al restaurante "Nice flavor" Diciéndole que era el mejor restaurante.
Tomó las cosas, después de comprar la cena llevaría algo para que Louis y él comieran. Iba feliz por la simple idea de ver al amor de su vida.
Antes de llegar logró visualizar a Louis, se iba a acercar, pero lo vio con un chico, ellos se abrazaron, se veían felices... Algo en el corazón de Harry se rompió, suspiró profundamente.
—¿Estas bien?— Se escuchó la voz de un pequeño niño.
—Sí, todo está bien, pequeño.—
—¿Es un regalo?— Asintió.— ¿Para quien es?—
—Oh, bueno... Era para aquel chico.— Señaló a Louis.
—Yo puedo dárselo.— Sonrió.
—Muchas gracias pequeño, pero mejor tirarlo a la basura.—
—Yo te ayudo.— Lo tomó.
—Bien, gracias, nos vemos en otra oportunidad.— Asintió.
—Cuídate, no estés triste... A tu madre no le gustaría verte triste.— El pequeño se fue corriendo, dejando a Harry confundido.
Después de ese momento el rizado se fue corriendo al hotel, buscó el vuelo más rápido a Canadá, corría con suerte, su vuelo salía en treinta minutos, salió del hotel, pagó y fue al aeropuerto.
Al pasar el tiempo llamaron a su vuelo... Se fue de Londres...
Harry no comentó nada más de aquel tema, Zayn le preguntaba por lo sucedido, pero siempre lo evitaba.
Pasaron seis años rápido, Harry logró convertirse oficialmente en neurocirujano, el día de su graduación Marisa le dio un regalo.
—Tu abuela pidió que te lo diera.—
—Gracias.— Susurró.
—No hay de que, ahora en lo que abres el regalo quiero contarte sobre tu madre.— Asintió.
—Sí, por favor.—
—Tu madre y yo nos conocimos cuando éramos adolescentes, aquí en Canadá, cuando tu madre se casó, Des se la llevó a Los Ángeles, perdí comunicación con ella, cuando pasaron los años, meses antes de la muerte de Anne, la logré ver en el centro comercial, viaje de vacaciones, entonces me contó que tu sueño era ser doctor, busque algunas becas, hasta que no lo encontré, decidí dar mis propias becas, estuve en trámites varios meses, hasta que cuando se dio la oportunidad, tu no estabas bien, estaban de luto con la muerte de Anne, no quería presionarte, así que dejé pasar el tiempo, justo hace años volví a ir de vacaciones, donde hablé con Eva, me entre de que tu padre te abandonó, entonces decidí darte una beca, pero Sofía hablo conmigo, que quería traer a Zayn para Canadá, entonces también le ofrecí una beca, y ahora están aquí, ambos ya se graduaron.— Sonrió.
—En serio gracias, creo que recibí más amor de tu parte, que de mi padre.— Susurró.
—Sabes que siempre te apoyare.—
—Gracias.— La abrazó, Marisa correspondió el abrazo.
—¿Ahora que piensas hacer?—
—Quiero ir a trabajar a Los Ángeles, buscar respuestas.— Asintió.
—Bien, tramitaré algunas cosas para que se vayan de traslado.—
—Gracias, en serio.—
Después de eso, Marisa comenzó los trámites correspondientes, Harry abrió el regalo de su abuela, las cuales eran fotos de su infancia y de su madre.
Al paso de los meses, la respuesta fue positiva, Harry y Zayn iban de regreso a los Ángeles.
—El vuelo sale el veinticuatro de mayo.— Asintió.
—Gracias por todo.—
—No hay de que.—
Los días pasaron rápido, hasta que fue el día de irse de Canadá.
—Nos vamos todos.— Le dijo Sofía.
—Bien, de todas formas no quiero separarme de mi hermosa sobrina.— Vio a Lucía, quién ahora ya tenía siete años, pero estaba decaída, después de divorcio de Sofía y Santiago nada fue igual.
—Sera mejor para ella.— Asintieron.
—Vamos mi amor.— Lucía llevó su mirada hacia Harry, corrió y lo abrazó.
—Vamos.— Susurró.
—Suerte.— Les dijo Marisa.
—Muchas gracias, nos mantendremos comunicados.— Asintió.
—Por favor, cualquier cosa que pase o descubras piénsalo antes de actuar.—
—Sí, no te preocupes.—
Se despidieron, fueron camino hacia el aeropuerto, al llamar su vuelo, subieron, despidiéndose de Canadá por un corto tiempo.
En todo el vuelo Harry y Lucia durmieron en su asiento.
Al llegar se despertaron, la pequeña acompañó a Harry a la antigua casa de su abuela.
—Mi amor ¿No quieres hablar?— Preguntó.
—Uh, no.— Cerró el tema.
Entraron a la casa, en donde todo estaba igual, caminó hacia el comedor, vio una carta, suspiró y la guardo.
—¿De qué es?— Preguntó.
—De alguien importante.— Asintió.
Lucía fue al jardín, Harry abrió la carta.
"Hola, no te detuve en el aeropuerto porque sabía que querías cumplir tus sueños, aunque yo me muriera por correr y detenerte no lo hice porque te amo y quiero verte feliz con tus decisiones, por eso prefiero irme de esta casa que me trae muchos recuerdos, espero puedas ser feliz...
Te amaré por siempre - Louis."
Harry suspiró, decidió guardar la carta y corrió hasta la habitación de su abuela, tomó las fotos que habían ahí, así mismo llevó su mirada hacia una foto que él no había visto, en la foto estaban Louis y el besándose en la terraza, era cuando prometieron ver el amanecer todos los días, Harry dejó caer unas cuantas lágrimas, pero se las limpio rápido, Lucía lo estaba viendo en el portal de la puerta.
—¿Era una persona importante?— Se sorprendió, limpió sus lágrimas.
—Si cariño.—
—¿Por qué no le escribes?—
—Aun no sé si ya tiene pareja.—
—Tal vez no.— Suspiró.
—Vamos a casa.— Asintió.
Salieron de esa casa llevando con el todas las fotos que encontró. Llegaron a la casa que compartirán con Zayn y su hermana, así que tocó el timbre.
—Pasa, es tu casa.— Lucía se quedó con su madre,
Harry se fue a elegir su habitación comenzó a sacar toda su ropa y colocarla en el armario, al terminar tiró todas las fotos a la cama, mientras buscaba un álbum o un lugar donde ponerlas, solo que sus planes se tuvieron que retrasar ya que Lucía entro a la habitación de Harry.
—¿El es tu novio?—Preguntó señalando una foto donde estaba Eva, Louis y él, frunció el ceño, nunca había visto esa foto, tampoco se recordaba cuando se la habían tomado.
—No, no es mi novio.—
—¿Lo amas?— Suspiró.
—Sí cariño, lo amo mucho.—
—¿Algún día lo llamaras?— Asintió.
—Posiblemente.—
—¿Tu abuela?—Preguntó señalando a Eva, Harry suspiró.
—Si, ella era mi abuela—Susurró con una sonrisa, se pasaron toda la tarde viendo fotografías, hasta que bajaron para cenar
—¿Cuándo comenzarán a trabajar?—Preguntó Sofía sirviendo la comida.
—Que forma más cordial de decir que no nos quieres aquí— Rieron.
—No, es para preparar a Lucía, no se acostumbrará a no verlos en la casa—Lucía hizo puchero mientras comía.
—Mi tío favorito no.—
—Te quiero más Lucia.— Le dijo Zayn, todo rieron.
—Marisa dijo que empezamos desde mañana—Sofía asintió, todos comenzaron a comer, entre risas se pasó la noche.
A la mañana siguiente, Harry y Zayn se despertaron muy temprano, cada quien tomó un baño y salieron hacia el hospital.
Llegaron al hospital y el vicepresidente de neurocirujanos los atendió amablemente.
—Hola Harry, es un gusto verte.— El chico frunció un poco el ceño.—¿No me recuerdas? Soy Niall.—
—Oh, hola tanto tiempo.— Asintió.
—Sí, bueno, les daré un pequeño tour por el hospital.— Asintieron.
Niall les dio un tour por el hospital, después de eso los llevó a sus oficinas, diciéndoles que podrían empezar desde ese mismo instante, les dio sus batas y cosas necesarias, después de eso se retiró, el vicepresidente ya les había presentado a todos los neurocirujanos del hospital Fleni, al igual que los enfermos que los ayudaban.
Pasó una semana Zayn y Harry ya le habían agarrado rumbo a su trabajo, el rizado decidía quedarse hasta tarde para comprender de todas las operaciones.
Hasta que esa noche, le dio por operar a un paciente de emergencias, si, sabía que se iba a meter en un grave error, después de salvar a su paciente, se fue al centro comercial a comprar algunas cosas, después a la casa de Sofía con bolsas de regalo.
—Cuando piensas en tu abuela y en tu madre siempre salimos ganando.— Dijo Zayn abriendo la puerta y encontrando a Harry con bolsas de regalos, éste solo sonrió.
—Siempre salen ganando.— Entró a la casa, así mismo Lucía corrió hacia el para abrazarlo.— Esto es para ti.— Susurró dándole una bolsa a Lucía está asintió y corrió a la sala para abrirlo.
—¿Y para mí? —Dijo Sofía haciendo un puchero, Harry comenzó a reír y le dio una bolsa.
—También me recuerdo de ustedes.—
Antes que alguien hablará el teléfono de Harry comenzó a sonar.
—¿El doctor Jones?— Preguntó Sofía dándole golpes a Harry con el codo.
—¿Por fin se te va a declarar?— Preguntó Zayn riendo.
—No jodas.— Sofía y Zayn rieron.—Y no, creo que es para regañarme porque "rompí sus reglas"— Hizo comillas con sus dedos, el morocho frunció el ceño.
—¿Qué hiciste ahora?— Preguntó Sofía rodando los ojos.
—Nada, solo operé a una paciente sin su autorización.—Zayn suspiró.
—¡Estas loco! Sin la autorización de Jones, no jodas Harry tendrás problemas.—El rizado alzó los hombros.
—Ya, déjenme contestar la llamada.— Ellos asintieron, caminó hacia la cocina para contestar el teléfono.
—¿Al doctor Jones le gusta Harry?— Preguntó aún sorprendida.
—Por dios, ¿A quien no le gusta Harry en el hospital?—
—¿Con quién crees que se quede Harry?—Preguntó.
—Con nadie.— Alzó los hombros.
—¿Qué? ¿Por que? En el hospital todos son lindos— Zayn rodó los ojos.
—Por dios, no jodas Sofía— Rieron.
—Ya, solo por decir que son lindos no hago nada malo.— Alzó los hombros. —No es nada malo, es normal.—
—Eso mismo dijiste cuando ¡Casi mata a Harry!— Gritó lo último, Sofía rio recordando ese momento.
—Solo porque Lucía le dijo papá primero a Harry— Rio, Zayn solo negó riendo.
Harry regresó a la sala, mientras que Zayn y Sofía reían.
—¿De que chiste me perdí?—
—Recordando cuando Santiago te quiso matar.—Negó riendo.
—Solo porque en esos tiempos trate a la gente con amabilidad, no lo golpeé.—
—Si, lo sé, lo pudiste haberlo dejo inconsciente.—
—Querías dejar huérfana a mi hija.— Soltaron carcajadas.
—Vamos a comer.— Todos caminaron hacia la cocina, Lucia iba dando brinquitos junto a su muñeca nueva.
La noche paso de lo más tranquila entre risas y peleas amistosas entre Zayn y Harry para ver quien era el tío favorito de Lucia, cuando Lucía comenzó a bostezar, Harry la llevó a su habitación para dejarla dormir, la pequeña nunca se dormía si Harry no llegaba para darle su beso de buenas noches, así mismo la pequeña se durmió. Ligero rato paso, todos decidieron ir a sus habitaciones para dormir.
A la mañana siguiente, uno de junio, jueves, Lucía llegó temprano a la habitación de Harry.
—Arriba, tío Harry.— Asintió.
—Ya voy ¿Si?—Lucía asintió y salió de la habitación, Harry se colocó de pie y entro al servicio, luego de haber tomado un baño y ya salir cambiado, portaba un pantalón formal color negro al igual que un saco del mismo color, camisa blanca y zapatillas color negro.
Desayunó rápido ya que el doctor Jones lo quería ver a primera hora, terminó de comer y se dirigió al hospital junto a Zayn, llegaron al hospital, su amigo decidió irse a su oficina, Harry caminó hacia la oficina del doctor Jones. Al llegar toco la puerta.
—¡Pase!—Gritó el doctor.
—Con permiso—Dijo Harry, Jonathan se colocó de pie.
—¿Por que operó sin mi autorización?—Preguntó.
—No quería que mi paciente muriera— Jones suspiró.
—Doctor Styles...—
—Me disculpo, perdón por operar sin su autorización, no lo volveré a hacer, pero no había ningún médico a cargo.— Suspiró.
—Esta bien, pero no debe... —El doctor fue interrumpido ya que una mujer entró a la oficina sin tocar.
—Hablamos al rato mejor.— Asintió.
—No quería interrumpirte lo siento— Se disculpó con el doctor, Harry solo caminó hacia la puerta.
—Espere doctor Styles... Quiero presentarle a la doctora Calder.— El menor abrió sus ojos al extremo.
—Mucho gusto.— Fingió no conocerla.
—Harry...— Sonrió emocionada.
El chico iba a salir.
—Espera.— Lo tomó del brazo, pero soltó el agarre. —Harry, ¿Podemos hablar? Jamás te expliqué lo que pasó hace años...—
—No quiero saber nada que venga de ti, te lo dije ese mismo día.—
—No, por favor, todo tiene una explicación.—
—Sí, pero no quiero escuchar la tuya.—
Salió de la oficina, Eleanor ya no lo siguió.
Suspiró profundamente, caminó hacia su oficina, se colocó su bata blanca y dejó sus pertenencias, salió hacia la recepción, pero antes de llegar Ryan lo detuvo.
—Doctor, un paciente que se desmayó en un avión está llegando en helicóptero en este momento.—Harry asintió —Un doctor de nuestro hospital la descubrió y a pedido una sala de operaciones ahora mismo.—
—¿Cuándo llega el paciente?— Pregunto viendo su reloj.
—Pronto—
—Organiza la sala y dile al doctor Jones que vaya a recibir al paciente, también dile a Ian que venga aquí.— Ryan asintió y corrió hacia la oficina del doctor, mientras que Harry corrió hasta el último piso, Ian lo alcanzó.
—Mujer de 25 años, estupor mental, no hay reflejo pupilar en el ojo izquierdo.—
—¿Qué hay con diagnóstico presuntivo?— Pregunto.
—Una sospecha de hemorragia cerebral, muestra signos de estado epiléptico, el paciente ha sido entubado y sus signos vitales no son estables.—Harry asintió buscando con su mirada el helicóptero.
—Está bien ¿Ya todo está listo?— Ian asintió, antes de decir algo el doctor Jones llegó.
—Doctor necesito hablar con usted.—El rizado asintió y caminó hacia donde estaba el doctor.
—Si es sobre la escena, no quiero hablar.—Jones asintió, mientras que Ian veía como el helicóptero se acercaba.
—Se acerca el helicóptero—Anunció Ian, Harry llevó su mirada hacia atrás y asintió, pero el doctor lo tomó de los hombros y lo hizo voltear, él se sorprendió, ahora está dándole la espalda a Ian.
—Doctor, hablaré sobre la regla que rompió, son dos semanas de castigo.—Harry asintió.
—Está bien, dudo que me regañen.— Sonrió, Jones negó.
—¿Quiere apostar?—Harry asintió.
—Si yo gano me pedirá una disculpa sincera e invitará a un restaurante más caro.—Jones suspiró, él era una persona que nunca pedía disculpas.
—Y si yo gano usted me invita a comer a un restaurante, él que yo elija.—
—Llevaremos al paciente a cirugía—Jones y Harry asintieron, llevaron al paciente al quirófano, mientras ellos se quedaron en el mismo lugar.
—¿Trato?—Preguntó alzando su mano.
—Trato—Dijo Harry estrechando sus manos, así como los dos sonrieron.
—Lamento interrumpir—Susurró viendo como estaba estrechando sus manos, Harry sonrió y llevó su mirada hacia la persona que habló, su sonrisa desvaneció y soltó las manos de golpe.
Louis - Susurró, este suspiró
—Harry —Fue lo único que dijo.
Un pasado no resuelto regresa a buscarte, aún si es por amor, o resentimiento
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top