Capítulo 1





Narra Build:




- ¡Aaahhh... Así doctor!...

Subía y bajaba en aquel consolador que estaba adherido a una silla, mientras el rostro del sensual veterinario de mi gato no salía de mi mente y me encantaba gozar pensando en él. Pellizco mis pezones y me masturbo a gran velocidad, hasta que llego a un extraordinario orgasmo, con el que hice un desastre en mi propio dormitorio.

Fue increíble, como cada vez que llevo a mi gato a consulta, utilizo excusas tan estúpidas, que me sorprende no haber sido descubierto aún, siento que me derrito frente a él con cada una de sus acciones. Cada vez que me mira, me habla, me sonríe y sobre todo cuando de sus labios salen las palabras: 'Señor Jakapan, Omen no tiene nada'.




Crick...




Mi nombre es Build Jakapan y hablando de Omen, siempre lo saco del dormitorio cuando me masturbo pensando en aquel bombón, al menos no quiero causarle ningún trauma, él es como mi bebé. Estaba pensando en qué exusa podría usar para llevar a Omen mañana al médico para ver a ese hombre que debilita mis piernas, cuando de pronto, cae una llamada en mi celular.




_Doctor Wichapas_




- Hola. - Traté de contestar con voz normal.

- "Hola Señor Jakapan, quería pedirle un favor. ¿Podría venir a mi consultorio mañana? ¡También traiga a Omen!" - Esto no puede ser más perfecto.

- Te dije que me trates con confianza. Y sí, te veré mañana, Doctor Wichapas.

Hablamos por un momento más, para luego despedirnos y que él cortara la llamada, esa voz tan sexy me hizo tener una nueva erección, pero Omen ya estaba dormido, así que fui al baño a masturbarme. En cuanto dejé todo limpio, salí para dormir en mi cama, donde Omen ya está con su cuerpecito torcido, pero bien cómodo.

Lo acaricio un poco antes de recordar cómo es que él llegó a mi vida y como fue que acabé en el consultorio de su sensual veterinario, a quien quiero darle todo de mí. Vivimos en un mundo actual en el que dos hombres pueden tener una relación y no ser duramente juzgados por la sociedad, aunque la razón por la que no he coqueteado directamente con el doctor, es porque no sé si quiere hijos y obviamente, yo no podría dárselos.




A la mañana siguiente...




- Señor Jakapan. El Doctor Wichapas le está esperando, por favor, pase. - Me dijo Lee, la recepcionista, quien me siguió de cerca y entró conmigo al consultorio.

- Doctor Wichapas, traje a Omen, como me lo pidió. - Dije rápidamente y con la cara ardiendo cuando lo vi con ropa casual y sin su bata de médico habitual.

- Te pedí que vinieras por dos razones, aunque no esperaba que llegaras tan temprano. Por favor, siéntate. - Me dice con una sonrisa.

- Señor Jakapan, tengo que irme de mi trabajo, ya estoy muy mayor y me jubilé hace un par de meses. Me quedé porque el doctor me lo había pedido; pero ya es hora de que yo me vaya. - Me cuenta la recepcionista.

- ¿Por qué me dicen esto? ¿Quieren saber si conozco a alguien que necesite trabajo? - Dudé sobre lo que necesitan.

- No Build. - Me dice el bombón, con una sonrisa que me hizo morder mi labio inferior. - Sé que tú estás buscando trabajo y quiero que trabajes para mí. Lo único que te pido es disponibilidad de horarios, ya que muchas veces hemos salido tarde del consultorio.

Ah sí, ese es un dato que pasé por alto; ya que hace una semana, en la empresa en la que estaba trabajando, hicieron recorte de personal y al tener poco tiempo, pues tuve que retirarme. En estos días, estuve gastando lo poco que obtuve de indemnización en las consultas de Omen, pero no sabía que él me ofrecería trabajo.

- ¿Por qué yo? - Pregunté y oculté lo mejor que pude la emoción de querer aceptar.

- Porque vienes tres o cuatro veces a la semana y muchas veces has ayudado a Lee, así que estoy seguro de que puedes con el puesto. - Me contesta con mucha confianza. - Al menos inténtalo por un mes, no me des una respuesta negativa ahora. - Corta lo que iba a decir.

- En realidad, eso le iba a proponer. Que me pusiera un tiempo a prueba para ver si doy el ancho primero.

- Entonces, ya me voy. Cuídese mucho doctor, fue un honor trabajar con usted. Y en cuanto a mi niño favorito, buena suerte y no te vayas.

Lee inmediatamente se despidió y ni siquiera se quedó a adiestrarme sobre lo que necesitan que yo haga todos los días por el Doctor Wichapas y los nervios me invadieron por completo. Veo al doctor a los ojos y él me estaba sonriendo; es la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida y curiosamente, solo conmigo sonríe de esa forma.

Sin darme más indicaciones, ni detalles del trabajo, me pidió que fuera a revisar la computadora y que le diera un detalle de los pacientes que tendría que atender hoy. Sin embargo, recordé que me dijo que viniera por dos razones y solo me ha dado una, por eso detuve mi andar, me di la vuelta y bajo su mirada inquisitiva, le pregunté:

- ¿Qué era lo otro que ibas a decirme? ¿O era solo eso? - Entonces, él puso una expresión como de haber recordado.

- Ven conmigo, y trae a Omen.

Detrás de una puerta oculta del consultorio, hay un cuarto extra, después de un pasillo bastante largo, mi corazón latía sin control alguno y me preguntaba: ¿por qué me trae aquí? La idea de tener sexo un tanto salvaje y que me metiera en un cuarto insonorizado para que nadie me escuchara gritar, hizo que mi polla doliera, mientras seguía oculta en mi ropa.

Estaba planeando como me lanzaría a sus brazos sin parecer un desesperado porque me ponga las manos encima, cuando abre la puerta y solo era una sala de recuperación de animales. Ahí tenía un gato blanco muy hermoso, me lo mostró y me contó que no tenía dueño, que lo había encontrado en la calle y lo trajo para una revisión general.

- ¿Quieres ponerle un nombre? ¡Esperaba que lo quisieras como mascota!

- Me lo llevo, su nombre será Mino.

En ese momento, Omen se salió de su jaula y se peleó con Mino por unos segundos, antes de que ambos se cayeran al piso y el Doctor Wichapas solo se rió de la acción de los felinos. Después de eso, empezaron a jugar como si en ningún momento se hubieran peleado y me estaba riendo, hasta que él me agarró de la cintura y presionó levemente.

- Debemos ir a trabajar... - Susurró con voz ronca en mi oído izquierdo y casi caigo al piso de rodillas, para hacerle una buena mamada.

Con su brazo rodeando mi cintura regresamos al consultorio, donde fui a revisar todas las citas del doctor y descubrí que para hoy, solo hay 5 programadas, tres por la mañana y dos por la tarde. Me preparé para recibir a la primera que venía en una hora y llamé solo para confirmar la consulta, luego fui a decirle al doctor que vendría su primer paciente.

- Ven aquí, quiero que veas esto y me des tu opinión.

Tai como me lo pidió, me acerqué al lado de su silla, en su escritorio estaba su laptop y lo que quería mostrarme un documento que tenía una mala redacción, habían palabras que no debían estar ahí o mal escritas. Traté de ayudarle, pero en el proceso no me percaté de que cada vez estábamos más cerca, hasta que terminé de arreglarlo y me giré.

Nuestros rostros quedaron a escasos centímetros, podía sentir su respiración mezclarse con la mía y mi corazón galopaba en mi pecho, al punto de que creí que se detendría en cualquier momento. Sin pensarlo bien, junté mis labios a los suyos, separándome al instante y me alejé; pero su expresión realmente me dio miedo.

- ¡Detente allí mismo! - Mis pies se detuvieron a unos pasos de la puerta. - ¡No te atrevas a salir!

Me giré y lo veo llegar hasta mí desde su escritorio, dando solo un par de zancadas y me agarré de sus hombros cuando me presionó con fuerza contra la puerta y me puse nervioso. Une nuestros labios de forma tan brusca que con mis propios dientes lastimé internamente mi boca, pero al comprender que un sexy veterinario me estaba besando, empecé a corresponder.

Metió su rodilla entre mis piernas para separarlas, mientras su lengua se incertaba en lo más profundo de mi boca, y sus dientes recorrían mis labios con intención de morderme. Me abracé a su cuerpo y él bajó su mano derecha hacia mi muslo izquierdo para colocarme en una posición en que su gran y erceto pene, se rozaba descaradamente con el mío.

- Doctor... Ahhh... El paciente...

Apenas lograba emitir sonidos cuando dejaba sensuales mordidas en mi cuello y algunos chupetones, como si quisiera mostrarle al mundo que yo le pertenezco. Mi mano viajó por su espalda hasta sus nalgas y lo presioné aún más para sentir como nuestros cuerpos deseaban esto y él mordió con fuerza mi hombro.

- Me la pusiste dura y me vas a calmar antes de que entre el paciente. Pero no tengo tiempo para tratarte como quiero por el momento, así que vamos al sofá, porque me la vas a chupar.

Me agarra de la mano y me lleva con él; yo a duras penas logré seguirlo con mis piernas temblorosas, pero muy feliz, porque al fin podré tener ese pene que tanto deseo, frente a mí. Antes de sentarse me miró con lascivia, bajó el cierre de su pantalón y sacó su polla de allí, mostrándome como empezaba a masturbarse lentamente.

Me acerca a él, me baja un poco los pantalones y la ropa interior antes de tocarme el culo y tratar de meter uno de sus dedos, lo que me hizo gemir y nos volvimos a besar. Con mi mano comienzo a masturbarlo lentamente, sintiendo su miembro caliente y palpitante; por lo que ya no pude resistirme y lo empujé para que cayera sobre el sofá.

- Quédate quieto...

Me mordí un poco mi labio inferior y luego saqué mi lengua, para lamer suavemente todo su falo, es tan grande, que solo logro poner la mitad dentro de mi boca, antes de sentir náuseas. Escucho sus gruñidos y maldiciones porque le estaba gustando mucho y me hace sentir orgulloso; es genial que a mi crush, le guste la mamada que le estoy dando.

Succiono una y otra vez, mientras trato de meterme más de su pene en mi boca, pero él se queja de que voy muy lento y con sus manos en mi cabello, impulsa mi cabeza para acelerar las embestidas. Por momentos lo disfruto, en otros instantes siento que me ahogo, luchando contra el reflejo de las náuseas y unas lágrimas salieron de las esquinas de mis ojos, pero que haga con mi garganta lo que quiera.

- ¡Puta madre, Build!... ¡Mierda, me corro!...

Al mismo tiempo que me devoraba el pene de Bible Wichapas, con mi mano derecha me masturbaba a gran velocidad, casi sentí que me arrancaba mi propia polla de la excitación. En pocos segundos, siento como la esencia completa del doctor se desliza por mi garganta y creí que debía salir de allí, pero nuevamente me veo detenido por él.

- ¡Ven, tesorito! Te mereces un premio...

Me levanta rápidamente para acostarme sobre el sofá, besando mis labios, mis mejillas, mi cuello; levantando mi camisa y mordiendo con delicadeza mis pezones y mi polla suplica por correrse. Deseaba tanto que Bible le prestara atención y finalmente lo hizo, metió toda mi erección en su boca y me hizo tener un orgasmo espectacular, tragándose todo mi semen.

- Doctor Wichapas... - Lo alejo un poco cuando veo que viene por más.

- No tienes idea de cómo deseo seguir. Pero ya solo faltan 10 minutos para que venga el paciente; así que ve al baño, lávate la cara y cálmate para que no nos descubran.

Me ayuda a levantarme del sofá y nos pusimos la ropa en su lugar, antes de que yo saliera corriendo del consultorio hacia el baño del pasillo y viéndome al espejo pregunté: ¡¿Esto es real?! ¡Acabo de chupar el pene de Bible Wichapas!...






N/A:
1. Se viene un capítulo 2, esto jamás me había pasado 🤭. Me sentí tan inspirada que olvidé que era solo un capítulo. A ver si no me salen 3, una nunca sabe 👀.




2. Espero que ahora sí, ya estén listos para el capítulo 8 de Un Alfa Obsesionado 🫂.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top