Capítulo 7: 6 Horas de perdición.

Eran más de las tres de la tarde cuando los granjeros felices porque les faltaba cada vez menos hacia su llegada a Washington. Ya habían recorrido demasiados pueblos que solamente les faltaban tres hacia su llegada. Aunque no dudaron en descansar un rato, así que se detuvieron en un restaurant para estirar las piernas, sacarse un par de fotos los dos juntos y comer algo.

–Hola disculpe, ¿Nos podría sacar una foto a mi marido a mí? –Preguntó Graciela, quien era la señora del gaucho. Una mujer de pelo castaño asintió ante la pregunta de esta señora granjera, con una sonrisa les respondió:

– ¡Claro! A la cuenta de tres digan felicidad.

–Uno...

–Dos...

–Tres... ¡Felicidad! –Sonrieron los ancianos mientras posaban en la foto.

–Salió genial, muchas gracias. –Asentía Graciela luego de dedicarle una sonrisa a aquella amable señora del restaurant.

Durante una hora Graciela junto a su esposo apreciaban el bello arte de la naturaleza, no dudaron en sacar miles de fotos y entre esas tantas fotos aparecía un río que habían encontrado a pocos metros de donde estaba el restaurant. La vegetación en ese lugar era increíble, aprovecharon para comprar botellas de agua mineral, ir al baño para hacer sus necesidades y continuar con su viaje a las cuatro en punto de la tarde, mientras que a esa hora Helen terminaba su reunión exhausta. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top