Capítulo 42
-Pov Rubén-
Ajustó el retrovisor por enésima vez, observando el oscuro estacionamiento de la empresa musical del padre de Tn___. La noche era densa y silenciosa, el tipo de silencio que solo puede encontrarse en las horas más tardías de la madrugada. El único sonido provenía de mi respiración y el leve zumbido de la cámara de seguridad que había instalado con Max en el auto.
Es una jugada arriesgada, pero necesaria. Tn___ merecía su libertad, y el estaba dispuesto a enfrentar a su padre para lograrlo. Las luces del edificio principal se apagaron, y al poco tiempo, la imponente figura del padre de Tn___ emergió, flanqueada por dos guardaespaldas.
Tomé una leve respiración profunda y salí del coche, manteniendo la mirada fija en el hombre que controlaba la vida de mi amada. El viento nocturno anotó mi rostro, pero no logró enfriar mi determinación.
—No pensé que te iba a ver en persona, ¿Qué haces aquí a estas horas, Doblas?—Gruño el hombre mayor, cruzando los brazos con una sonrisa burlona.
Avance unos pasos, manteniendo una distancia prudente.
—Vine a hablar contigo, cara a cara. Quiero que dejes a Tn___ en paz. Ella merece ser libre, vivir su vida cómo quiera, sin manipulaciones ni amenazas.
El padre de Tn___ soltó una carcajada, una risa seca y sarcástica que resonó en el vacío del estacionamiento.
—¿De verdad crees que tú, un simple YouTuber, tienes alguna influencia sobre mi o sobre lo que hago?—Respondio con desdén—Tn___ es mi hija y mi artista, y haré lo que considere necesario para proteger su carrera.
Apreté mis puños, mi frustración creciendo con cada palabra.
—No se trata de su carrera, se trata de control. La estás asfixiándo, rogándole su libertad. Esto no es amor, es tiranía.
El hombre se me acerca, su rostro apenas iluminado por las farolas del estacionamiento.
—No entiendes nada, ¿Verdad? Tn___ me necesita. Sin mi, estaría perdida. Tú solo eres una distracción, un obstáculo en su camino.
Sostuve mi mirada sin retroceder.
—Me subestimas, y subestimas a Tn___. Ella es más fuerte de lo que crees, y yo no soy alguien que se da por vencido fácilmente.
La expresión de su padre se endureció. Sin previo aviso, lanzó un puño directo en mi rostro, que apenas pude esquivar por la espontaneidad. Los guardaespaldas se movieron al unísono, acercándose con intención amenazante.
—Te daré una última oportunidad para irte y olvidarte de ella.—Gruño el padre—De lo contrario, haré que te arrepientas de haberte medito en mis asuntos.
Me endurecí, limpiando un hilo de sangre que corría por mi labio.
—No voy a irme. No hasta que Tn___ sea libre.
El hombre asintió hacia sus guardaespaldas.
—Entonces te lo advertí.
Los dos hombres se me abalanzaron, luché con todas mis fuerzas, pero rápidamente fui superado. Los golpes llovieron sobre mí, dejándome sin aliento y casi desorientado. Caí al suelo, sintiendo el dolor agudo en cada parte de mi cuerpo.
Pero en mi mente, el plan seguía claro. Con una última reserva de fuerza que tenía, empece a reír, una risa que salió primero en un susurro y luego en un sonido más fuerte y claro.
El padre de Tn___ se detuvo, confundiendo.
—¿Que demonios te pasa?—Exclamó mirándome con desdén.
Levante mi cabeza, con los ojos brillantes a pesar del dolor.
—Tengo todo lo que necesito para hundirte Señor Mottola
El hombre retrocedió un paso, su expresión cambiando a una mezcla de incredulidad y rabia.
—Mientes...¡Mientes!—Gritó con una chispa de duda en sus ojos.
Sonreí a pesar del dolor.
—No puedes detenerme, y no puedes detener a Tn___.
El padre de Tn___ se quedó inmóvil, considerando sus opciones. Los guardaespaldas también se detuvieron, esperando las órdenes. Finalmente, el hombre mayor levantó la mano, deteniendo la agresión.
—Esto no ha terminado, Doblas.—dijo, su voz cargada de amenazas.—Te arrepentirás de esto.
Me apoyé sobre mi coche, respirando con dificultades pero sin perder la sonrisa.
—Lo único de lo que me arrepiento es no haber hecho esto antes. Tn___ será libre, y tú pagarás por lo que le has hecho.
Con esas palabras, el padre de Tn___ se giró y se alejó, sus guardaespaldas siguiéndolo de cerca. Mientras que yo me quedé allí, viendo cómo se alejaban, sabiendo que había dado el segundo paso para liberar a Tn___.
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