-POV TN___-
—¿De qué querías hablar?—preguntó cerrando la puerta de huéspedes después que yo entrara.

—Es algo muy serio Rubén.—Me volteo al decir su nombre viéndolo confundido y por mi instinto estaba nervioso.

—Yo también tengo que hablar contigo. —Posó sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.

Mis ojos se posaron en sus ojos avellanas que tanto me gustan creando un silencio no tan incómodo.

—Tus converse están en la orilla de la cama. —Me informa señalándome una esquina de la habitación. Camino y efectivamente, mis converse estaban ahí.

—Gracias—Me siento en la orilla de la cama poniéndome los zapatos.

—Habla tú primero—Dijimos ambos al unísono, mirándonos a la vez sonriendo a medias.

—Habla tú primero—Me levanto de la cama acercándome a él estando a dos pasos de él esperando que sea algo bueno y no como él mío que lo dejaría con el corazón hecho en mil pedazos.

—Pronto cumpliremos seis mese de habernos conocido y hace par de días atrás me di de cuenta de algo bastante loco.—Se ríe con una mano en su nuca.—Creo que me he enamorado de ti—Pasa su mano por su pelo alborotado cogiendo luego mis manos.—y por más que lo niegue es como si el destino nos uniera por alguna extraña razón.— Entrelazar nuestras manos con la mía sintiendo una sensación extraña recorrer por mi cuerpo entero.

Lo miro al sentir el tacto de su mano en mi mejilla mirándolo a los ojos.

—Yo...—Soy callada al sentir sus labios sobre los míos abrazándolo por el cuello profundizando más el beso, incluyendo que tuve que ponerme de puntas para estar más estables.

Sus manos rodearon mi cintura creando un delicado abrazo. Poco a poco Rubén me fue acostándome en la cama, empezando a besar mi cuello colocando una de sus manos en mi pierna acariciándola hasta llegar a mi muslo. Volviendo a besar sus labios suaves, posesivos y carnosos sobre los míos. Separándonos por falta de aire abriendo los ojos mirándolo aún a sus ojos que ahora solo eran verde monte escuchando nuestras respiraciones agitadas.

Flash Back
No te quiero cerca de él—Me ordena mirándome a los ojos.—ese hombre pisó mi casa, mi propiedad y mi HIJA.—Subía cada vez el tono de voz hasta terminar gritando a lo ultimo haciendo que me estremeciera poco a poco.
Fin del Flash Back

—Esto está mal—Digo de la nada colocando sus manos sobre su pecho separándolo de mi.—muy muy mal. —Me siento en la orilla de la cama pasando mis manos por mi cara.

Flash Back
—No lo haré—Alce mi mirada con mis manos hechas en puños.—Es mi vida, NO LA TUYA. —Grité y el ardor se hizo presente por toda mi mejilla, me había golpeado por primera vez en mi vida.
Fin del Flash Back

—¡No me toques!—Chilló al salir del trance casi cayéndome de la cama. Si no fuera porque Rubén me agarró la pierna estuviera en el suelo.

—Tn___ Cálmate soy yo Rubén.—Me agarra las mejillas para que lo mirara a los ojos.

Por más que quiera hablar mis lágrimas era imposible. Una salió de su escondite cayendo en el lugar del que rápidamente lo sacó con un ligero movimiento. Me sentía tan mal pero tan bien a la misma vez al hacer esto que se supone que tanto he esperado. Pero era él, mi padre o yo; y como lo gran egoísta que soy prefiero mantener a los dos lejos de mi vida.

—Perdón fue un impulso. —Mira el otro lado de la habitación escondiendo su leve sonrojo.

—Esto está mal—Quitó sus manos de mi cara parándose de la cama dirigiéndome a la puerta.

—No estábamos haciendo nada malo. —Dijo confundido parándose de la cama.

Ya tenía mi mano sobre el maniquete de la puerta y poder salir. Había cambiado de planes, ahora prefiero ignorarlo y nunca buscarlo.

—¿A que te estás refiriendo?—Pregunto agarrando mi muñeca con delicadeza preocupado por mi.—Me imagino que tuvo que haber sido el desgraciado que te hizo eso. —Se refiere a los golpes que tenía en mis manos y en mi cara.

—No—Negué quitando mi mano de un jalón.

—Entonces ¿De qué demonios estás hablando?—Alzó los brazos alterando ante mi respuesta estúpida que acabo de dar.

—¡No entiendes que no quiero ver tu rostro!—Chille de la nada callándome al darme cuenta de las palabras que había dicho.

—¿Qué?—No sé si fue una pregunta pero lo que sí sé es que su voz se había quebrado causando un hueco en mi pecho.

Lo había hecho y de la manera más cruel del mundo.

—Esto se acabó, entiendes. —Cruce de brazos sin míralo a los ojos.—Tuve razón al pensar en hacer esto.

—¿Qué pensaste?—Cuestiona inmóvil casi en la orilla de la cama apuntó de sentarse en ella.

—Que esto era una mala idea, una simple pérdida de tiempo que malgasté en tus estupideces.—Alce de hombros sin portar lo que pudiera sentir el.

Dios...¿Desde cuándo me volví tan fría y cortante contra el mundo? Vuelvo a poner la mirada en él y suspiré pesado pasando mi mano por mi nuca.

—No me busques, ni me sigas, no me esperes en el parque y mucho menos pienses en mí.—Me dirijo de nuevo a la puerta abriéndola.

—Dime que esto es una simple broma.—Su voz era distinta al Rubén que conozco. Daba más miedo que una pandilla de varios hombres apuntó de violarte. Estaba enojado y me arrepiento de haberlo provocado de esta forma.

—Eres lo mejor que tuve en mucho tiempo.—mencionó susurrando por último aguantando mis lágrimas.

Salí corriendo de ahí, viendo a los gatos como me miraban confundidos y curiosos. Pensé varías veces en tocar a su gato negro que le había cogido confianza pero no. Ya me encontraba corriendo por las calles huyendo de mi única ayuda.