Prólogo
¿Por cuanto tiempo las mentiras y los secretos deben estar guardados en la caja de pandora? No mucho a decir verdad, pero para cierto alfa de cabellos negros cuál cuervo y mirada tan fría como el hielo, sabía que sus secretos tarde o temprano iban a ser revelados, y eso ciertamente le irritaba.
Lee Minho escondía en lo más profundo de su ser, una doble vida. Y no, él no era de esos alfas que escondían una profesión por la noche y en el día, demostraban una fachada para ocultar las apariencias, claro que no.
Lee Minho, el único hijo de Kim Ji-cheol y Song Hyekyo, tenía un amorío, pero con otro omega que no era su esposo, y para variar, había concebido tres hijos fuera del matrimonio con ese omega de nombre y apellidos completamente desconocidos. Una mierda total, y un error que él alfa califico muchísimas veces, porque ya tenía otros tres hijos, sus herederos. Engendrados por su primer omega y esposo, de nombre Han Jisung.
Para el alfa, ocultar su doble vida, le era bastante difícil, todas las noches necesitaba sacarle una excusa a su omega, y estar presente en la vida de su otra pareja. Su amante, muchas veces le decía que se divorciara, pero Minho ni loco haría eso, porque tenía una reputación que mantener, y tenía una familia la cual adoraba y amaba.
No es que Minho no amara a sus otros hijos, por supuesto que no, los amaba y todo, pero él era consciente de que sus primeros hijos lo adoraban. Y admiraban de él su fortaleza, y el alfa por nada en el mundo, iba a permitir que su imagen se viera manchada, por miedo a que sus hijos no lo vieran como un símbolo de admiración y determinación.
Sin embargo, los años pasan volando, y sus no tan pequeños hijos ya son casi adultos, Yeji y Hyunjin están apunto de cumplir diecisiete años, y el pequeño Niki, el último de sus hijos, pronto cumplirá ocho añitos. ¿De verdad Minho era consciente del peligro que acechaba su doble vida si era descubierta?
La respuesta era obvia.
No.
Mientras él siguiera jugando con sus hilos, para mantener el orden de las cosas todo estaría bien. Mientras nadie sospechara de su infidelidad todo estaría bien. Quizás si mantendría a sus seis hijos separados, evitaría así las sospechas del parentesco entre ellos.
Si, Minho lo tenía fríamente calculado.
Lástima que no contó, que su hija mayor descubriría su secreto demasiado temprano.
¡Iniciamos con el prólogo de la historia, espero al ver alzado un poco más espectativas con esta pequeña introducción!
Antes de pasar a la siguiente hoja déjenme decirles que NO PERMITO cualquier comentario de odio hacia Minho de la vida real, en mi otro fanfic miraba ese tipo de comentarios "Amo a Minho de la vida real, a este lo odio" por favor, sean consientes que esto es un FANFIC, no busco que fomenten el odio hacia mi artista favorito. Eso también fue uno de los motivos por los cuales decidí eliminar el otro fanfic.
Si veo un comentario de esa forma, con mucha pena, los estaré eliminando, cualquier tipo de comentario grosero también o con algún spoiler.
¡Gracias por leer! Los amo ❤️
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