.21. Nuestro bando
Yo que tú , no haría eso.
Una voz sonó tras mi espalda ,me hizo temblar , me hizo tomarme más fuerte de la baranda , sabía de quién era la voz pero de igual forma no quería voltearme.
— no es lo que crees , déjame sola — pedí y mentí , lo que se veía , era.
Aún así seguí sintiendo su presencia totalmente relajada tras mío.
— mira . . . Annabeth ¿No? — empezó lo que parecía un gran sermón — solo te diré que te espera una buena vida después de la muerte. . — lo miré como si tuviera dos cabezas —
— entonces vete , y déjame terminar con esto de una vez — solté sin descaro , nada parecía alterarle su rostro de ojos verdes y cara de Dios griego.
— querída , jamás me interrumpas — eso sí pareció enfadarle un poco — podrás tener todo lo que te cause placer , lujuria , codicia y gula , tendrás todo lo bueno que es malo en esta vida . . . Pero si lo haces de esta forma perderás todo.
Había cortado toda conexión que tenía con el vacío , ahora solo intentaba mirarlo a mis espaldas , cuando el cuello empezó a dolerme volví a pasar las piernas por la baranda hacia adentro, me paré delante de él , mirándole a la cara pues él no parecía culparme , ni juzgarme , solo me miraba ahí adelante como si hace un momento no estuviera apunto de arrojarme de su propia casa.
» los cobardes no merecen recompensa Annabeth , y sin duda no la obtienen — retomó su explicación — se que este lugar da asco , cualquiera persona que conozca la parte buena no quiere volver al principio , solo se trata de resistir un poco más querida —
Resistir, llevaba 5 años resistiendo y resistiendo , siempre hay un límite.
Solo podía estarme en silencio , en mi mirada vacia se reflejaba él , mis lágrimas corrían por mi cara y la punta de mi nariz roja por el frío.
— lo siento — nisiquiera sé porque sentí la necesidad de disculparme , nisiquiera creía que me estaba disculpando con él, solo salió de mi boca sin poder reprimirla.
— somos del mismo bando Annabeth — la tibieza de su mano tocó en mi gélida mejilla , para evitar que una lágrima siguiera su ruta , por primera vez sus ojos llenos de vanidad se calentaron un poco mirándome fraternalmente — y los del Nuestro bando no pedimos disculpas —
¿De que bando somos ?
El salió del balconsillo para adentrase al cuarto que aún seguía impecable como me lo habían dado , en la cama reposa una bandeja de lo que parecía comida, Aron hizo notarlo levantándolo.
— y Annabeth. . . Puedes venirte con nosotros a ese lugar del que te hablé , desde ahora somos familia — ofreció.
— ¿Porqué no nos vamos ahora mismo? — no sabía que tan lejos quedaba el lugar , ni cómo se llegaba , ni si existía pero aún así había que intentarlo , irme lejos y acompañada tal vez era lo que necesitaba pero el soltó una risita negando para el mismo.
— tentador pero . . . No podemos , tenemos que esperar a Haro , y en ningún bando la familia se abandona — dicho esto le dió un trago a la bebida que había en mi bandeja y luego se dirigió a la puerta para marcharse .
Toda la información que me había dado estaba retenida en mi mente pero de cada oración salía una incógnita más
¿Esperar a Haro? ¿Porqué? ¿Que estaba haciendo?
Por alguna razón sentía una semillita de esperanza en mí.
Y Aron lo había dejado.
Quería preguntarle muchas cosas a Haro pero aún así resistí las ganas , y me di la tarea de comer , tres rebanadas de pizza llena de tantas cosas que no se veía el pan , me rugió el estómago , esto no se asemejaban a los viernes de pizza de la casa hogar.
Preferí esta.
Como si lo llamara con la mente cuando estaba por terminar el último trozo de pizza entró Haro a la habitación, mi cara se iluminó , mi corazón dió un vuelco , quisiera responder o no ,iba a hacerle preguntas.
— Con que del mismo bando ¿eh?— pasó un Haro de mirada incrédula.
— supongo — respondí , entendí que su cohibición era porque sabía lo de hace un momento , sentí vergüenza de inmediato , no la había sentido hasta ahora. No quería hablar de eso con él.
— pensé que no soportabas a Aron — intentó salvarnos de ahogarnos en un incómodo silencio dando su comentario gracioso.
— y yo pensé que tú si — seguí su chiste , y ambos compartimos una risa personal , esas risas que se dan entre dos personas cuando solamente comparten algo gracioso entre ellos.
Pero su risa se apagó como algúien que recordara a lo que venía , se irguió y metió sus manos a los bolsillos , parecía estar buscando palabras , o buscando entender algo.
— Annabeth . . . Quiero escucharlo de tu boca , ¿Te uniste a nuestro bando? — preguntó como si fuera la cosa más imposible.
— si , ¿Está mal? — quería saber si el me quería es su supuesto bando.
— no , no lo está — respiré en paz , y por un segundo él también , pero luego volvió a llenarse de seriedad y volver a su postura recta. Hacía que se viera aún más alto.
— y Sabes cual es nuestro bando ¿No? — preguntó y aunque no me había detenido a estudiar eso no me importó, solo no quería estar más sola.
— si , Aron , tú , y yo — respondí relajada , esa no pareció ser la respuesta correcta pero para el pareció suficiente , o mejor excusa para no entrar en el tema.
El no dijo más nada , y aunque lo tenía enfrente , parado en la puerta , no le preguntaba nada , volví mi concentración a terminar de comer el pedazo de mi pizza , que estaba más que deliciosa.
No fue hasta que terminé hasta con mi bebida que volvió a hablar.
— Annabeth . . . ¿Sabes a dónde vamos? — pareció que todo esté tiempo estaba tomando el aire para preguntar eso , quise responderle como las veces anteriores , pero en esta pregunta estaba reprobada , no la sabía.
— iluminame — mantuve mis postura, estaba limpiando mis manos con las servilletas
No trastabilló al responder.
— al infierno —
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