1. Día especial

Lucidez.

Es lo primero que pienso antes de despertar cada día. Pienso que eso de los sueños no somos nosotros así que cuando despierto vuelvo a ser Yo.

Respiro tres veces como siempre , y finjo que descansé lo suficiente , finjo que no me duelen las caderas ni la espalda.

No , no soy una anciana, aunque Madre soledad siempre dice que tengo un alma vieja dentro de un cuerpo joven. Sinceramente no lo creo. Pero a ninguna religiosa nunca se le lleva la contraria.

Miro a la paredes aún adormilada, Tengo una habitación para mí sola pero aún así finjo como si alguien me estuviera viendo , cuando finjes algo por tanto tiempo lo haces natural , las mentiras repetidas tantas veces se vuelven verdad , así que no soy una mentirosa , soy mi realidad y ya.

Así soy.

— ¡Ann! Baja ya , las hermanas dijeron que hoy era un día especial — junto con toques en mi puerta se escuchó la voz de Cecilia , sonreí , esa fracción de segundos son las únicas acciones verdaderas desde siempre, esa chiquilla me hace feliz.

— diles que ya bajo —.

Y así comienza la rutina de los lunes , ducharme en el baño de chicas  , aún no logro conseguir un baño para mí sola , peinarme o intentar hacerlo , aún le faltan unos 5 centímetros para poder donarlo , y salir al comedor principal donde una docena de niños saltan sobre mí, recibiendome como si no me han visto en años.

Todos los días.

Es mi realidad y ya.

— Annie, ¿cómo sigues de tu fiebre? —

Mi fiebre , no había tiempo de que pudiera descansar una fiebre de la que ya estaba acostumbrada, así que por la mañana tenía que estar bien si o si , así que estaba bien.

— curada , hermana Flor —

Comimos en silencio como siempre , y era la comida de los lunes de siempre , pollo con salsa , puré de papas , y un pan, había jugo pero odio los jugos así que para mí era agua. . . Nunca duramos más de 20 minutos en el comedor , no hay tiempo límite pero eso es lo que siempre todas tardamos en engullir los alimentos, luego bajamos a la sala común y todo depende del día si tenemos lecciones o día de recreo , hoy es lunes , no hay nada que hacer.

— jóvenes , buenos días y bendecidas por Dios — Madre Soledad entró vistiendo su ropa religiosa de blanco y azul , como siempre.Todos nos levantamos y nos persinamos , también como siempre.
— hace un buen día , creo que el jardín les sentaría de maravilla — todos gritaron de alegría porque esto no pasaba siempre , corrieron hacia la puerta .
— Annabeth tu quédate , tenemos que hablar —

Se me erizó la piel hasta el punto que pensé que la fiebre me había vuelto , ¿Que hice mal? , O mejor dicho ¿Que descubrieron de todas las cosas que hice mal? . . . Respiré profundo y fuí hasta dónde estaba , todas las niñas habían salido menos Ceci pero con un gesto de la mano le hice entender que todo estaba bien.

Porque enserio esperaba que todo andara bien.

— madre soledad , bendecida por Dios — saludé , me veía tranquila , me lo estaba empezando a creer.

— Ann , tengo dos noticias que darte — respiré por fin  — la primera es que una pareja de Ohio va a adoptar a Pamela , y la segunda es que llegó un nuevo hermano a la casa , quería saber si podías darle un recorrido y hacerlo sentir en casa y en familia . . . —

Pam llegó un poco después que yo , era una niña de 11 años , y era la mejor amiga de Cecilia , esto la afectará mucho así que es mejor que consiga buena venta hoy pues tocará comprarle helado.

— claro , con gusto — no venían muchos niños a parar a este lugar , es como si casi nadie quisiera a las niñas , había más niñas que niños en este lugar.

Fui con ella hasta dónde se supone que estaba el nuevo chico de la familia, mientras venía pensando todo lo que podía decirle , o enseñarle. muchos llegaban tímidos , tristes , o tímidos y tristes a la vez , no era la primera vez que lo hacía , así que tenía un poco de confianza en poder ayudarlo.

— Haro , ella es Annabeth , te ayudará a integrarte —

Y ahí es cuando me mente se vació, porque nada de lo que traía pensado podía servir en este momento

Haro no era un niño de 10 , ni menos de 15, parecía de mi edad , o más. Ni siquiera parecía necesitado , asustado o confundido , era ridículamente más alto que yo , y flaco aunque ni siquiera tan flaco como muchos llegaron , juraría que es así por simple contextura , cabello negro y ojos totalmente fríos , como si detrás de ellos estuviera pasando la verdadera magia , jugaba a apretar y desapretar sus mandíbulas , un juego muy personal pero podía notar que lo hacía pues se veía el leve movimiento en sus mejillas , vestía normal , aunque puede que sea ropa prestada o donada , la cosa es que enserio este chico no encajaba aquí por ninguno de sus lados.

— jamás te van a adoptar —

Ya era tarde cuando me había dado cuenta de que había soltado al aire mi pensamiento, miré hacia la entrada en busca de la disculpa de la madre soledad pero esta ya no estaba así que dirigí mi mirada al chico a ver si era necesario disculparme pero no , no era para nada necesario , a este no parecía haberle afectado , me miraba con duda , como si de repente yo tendría que ser la que estuviese tímida y sumisa , a pesar de que  no decía nada yo quería darle la espalda e irme.

Pero lo que dice una religiosa no se contradice, así que tenía que ayudarlo.

Dios , si te acuerdas de mí ,por favor , ayúdame. . .

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Nota de autor:

Hola , soy Alexandra
Pero tú puedes decirme Ale
Porque al leer mi contenido ya tienes mi amor , no olvides votar y trataré de ser constante en las actualizaciones.

Haro ¿Eh?

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