Capitulo 27

*****************Amaris*****************

Los ojos de Atila se abrieron como nunca antes al escuchar la noticia.

—¡Tu hermana pidió mi mano! —Repitió Midas cuando lo vió quedarse en blanco.

Alana y mi hermano recien estaban entrando a la casa de Mollie cuando Midas les soltó el chisme. La cara de Alana se iluminó tanto que imagine que habría tenido algo que ver en todo ese asunto, debería preguntarselo mas tarde para saberlo con seguridad, ella le sonrió a Midas y luego a mi y tironeó de mi hermano murmurando algo que no logre escuchar... en definitiva estuvo haciendo algo.

—Bueno al fin... felicidades —Respondió Atila soltando una risilla.

Mi hermano me dio una palmadita en el hombro antes de entrar y poder quitarse la chaqueta de encima, antes de que pudieramos notarlo Matt y Alissa tambien estaban ahi. Alissa hizo una seña, invitandonos a reunirnos Atila, ella y yo en el patio trasero de Mollie mientras Matt era arrastrado a un rincon del salon por Midas.

Ellos comenzaron a hablar de algo importante respecto al plan pero mi vista se desviaba hacia los dos muchachos, se encontraban lo suficientemente lejos como para que no pudiera oir su conversacion pero se notaba que estaban en medio de algo picante.

—Mara, concentrate —Reprocho mi hermano, poniendose frente a mi tapando la vision de mi ahora novio.

Sacudi la cabeza entre enojada por no saber que pasaba y avergonzada por la falta de disimulo.

—Alissa dice que no puede contactar con Battista... probablemente nos traicionó... es mas que seguro, no podemos seguir con esto...

Escuche eso y entendí la gravedad del asunto, me tome unos segundos de silencio para intentar pensar en que podria estar sucediendo pero la mente se me nublaba entre el temor y el coraje.

Y sentí tanta ira hacia Battista, si pudiera golpearlo lo haria sin dudarlo, cuando al fin lograbamos organizarnos para darle un fin a todo ese asunto el maldito decidia dejar de hablarnos.

—No podemos echarnos para atras ahora, nada de lo que me digas hará que no lo intente

Atila me dedicó su mejor cara de hermano mayor, aquella que ponía siempre que le colapsaba la pasciencia y sabía que no le quedaría mas que asentir y apoyarme. Aunque aun había cierta duda en su rostro y debía presionarlo.

—Yo ire... ¿acaso dejaras a tu hermanita sola? —intente manipular a base de culpa.

Atila profundizo mas la expresión ahora bajando la barbilla casi hasta el cuello. Su rostro pareció ir de un pensamiento a otro en solo segundos.

—Te odio, me obligas a hacer cosas que no quiero —Luego de esto dio un chasquido con la lengua y se alejo lo suficiente para tomar asiento en uno de los silloncitos del patio— esta bien maldición, intentaremos seguir el plan sin él...

Alissa asintió con cierta mueca de tristeza en la cara mientras imitaba a mi hermano y tomaba asiento, todos sabiamos lo que involucraba eso, y por ese momento no queria ni siquiera pensarlo. Las probabilidades de meternos en problemas solo subian y subian.

Mollie, Alana y Ellien entraron en escena luego de eso y se agruparon con nosotros. Los tres venian con una emocion distinta a la nuestra, que solo habiamos conseguido llegar a un estado depresivo pensando en como solucionariamos aquello, ellos tres entraron riendo y hablando de cosas sin importancia completamente ignorantes de la novedad. Ellien se sentó a mi lado y aproveche para sacar informacion.

—¿De qué estan hablando Midas y Matt? —Le murmure a Ellien que estaba junto a mi, nuestros rostros quedaron lo suficientemente cerca para hablar en susurros sin ser descubiertos.

—¿No es obvio? —Ellien me dedicó una mirada confundida, una mirada de "ya sabes mi ciela" y esta ciela no sabia.

Negué con la cabeza aguardando una verdadera respuesta y Ellien aguantó una risita.

—Pues bueno... —comenzo acercandose un poco más, dirigiendo la vista a los dos que estaban dentro de la casa— imagino que Midas esta diciendo algo como "Intente mucho tiempo ser su novio, asi que no te interpongas, porque este es mi momento de brillar y ser mas cabeza dura que nunca" 

—Midas no haría eso... —respondí aunque no estaba tan segura de aquello— espera un segundo ¿Cómo sabes de nuestro noviaz... —Ni siquiera me atreví a terminar la pregunta.

Ellien levanto los hombros y puso su expresión de "meh"  entendí que ya no me daría mas repuestas y volví la vista de nuevo a los chicos, Matt se retorcía de la risa con una de sus manos en su rostro y con otra en el estomago, mientras Midas continuaba con esa expresión ambigua de amor-odio. Matt cortó la conversación y le dio un abrazo fraternal masculino de esos rápidos y cortitos para no probar los limites de la heterosexualidad de ninguno y se alejo de él en dirección a nuestro circulo.

—Estoy preocupada por él, realmente debe  haberle pasado algo —Continuo Alissa, ahora jugaba con sus manos nerviosamente y le brillaban los ojos al borde del llanto— Lo ultimo que me dijo es que reuniría con su superior y luego fue como si tuviera un bloqueo mental oh no lo sé... ese hombre, Scenna, debe haberlo encerrado o algo asi

Ellien soltó una risilla negando con la cabeza.

—Bien merecido se lo tiene... —Murmuró.

Entendí que para él sería mucho peor intentar confiar en aquel militar que lo tuvo tanto tiempo cautivo, se me estremeció el cuerpo de solo recordar lo que le había sucedido y tome consciencia de lo importante que era el aporte de Ellien al grupo, me asombraba que pudiera poner lo que le paso de lado para el bien de todos nosotros.

Sentí la necesidad de abrazarlo para mostrarle mi apoyo pero Mollie se me adelantó, murmuraron algo entre ellos que nadie mas pudo escuchar.

—Realmente lo siento —Respondió Alissa— no podría pedirte que te preocupes por él... y en realidad apreció mucho que estés ayudando...

—No me tomes a mal pero lo hago para poder desligarme de esa cosa rara y tener una vida normal, no por tu estúpido novio —Respondió Ellien tajante, se relamió los labios y separándose de Mollie se levantó para quedar frente a Alissa, aunque para eso tuvo que agacharse— planeó vengarme de él, no necesito algo muy violento... tal vez solo una patada en los tobillos todas las mañanas por el resto de su vida

Ellien se rió enderezándose y caminando al rededor de los sillones, Midas le palmeó la espalda cuando lo tuvo lo suficientemente cerca y acotó.

—Yo te apoyo... sería como los castigos del infierno —Midas carraspeo teatralmente y continuo con un fingido tono de locutor de tele— El circulo siete del infierno, reservado para quienes son parte de privación de la libertad... como castigo recibirán pataditas en los tobillos durante todos los días por el resto de la eternidad...

—Ya basta —Ordenó Atila terminando con las risitas que se nos iban escapando a todos— bromearemos todo lo que quieran mañana, cuando tengamos esto solucionado al fin...

Todos asentimos y el ambiente cálido que había dado Midas se expiró del aire para dejarle paso a uno angustiante, tenia aquella sensación de opresión en el pecho que te da cuando tienes miedo. Lo que haríamos esa noche me aterraba mil veces más que todo lo que había hecho en mi corta vida.

Estuvimos un tiempo charlando y acordando como haríamos todo, ahora que no contabamos con la ayuda del comandante todos estábamos mucho mas nerviosos ¿Qué tal si resultaba ser una emboscada? Jamás podríamos responder a eso y solo nos quedaba confiar en que teniamos una mínima posibilidad de salir triunfantes. 



*****************Battista*****************


Resultó que no fueron al cuartel, casi sintió que se había puesto el uniforme por nada cuando entraron a la casa de Scenna. Aún le daba vueltas por la mente la idea de que aquel hombre no era su verdadero padre, y tenia la esperanza de que al entrar a la morada recordaría alguna minima vivencia de su infancia,  pero esa casa le resultaba libre de recuerdos, claro que no era nada concluyente ya que en ese momento toda su mente estaba libre de recuerdos.

Sentía que repentinamente alguien le hubiera apretado un boton de reseteo escondido en su mente, le preocupaba bastante el no poder recuperar sus memorias, aunque tal vez muy en el fondo fuera una especie de bendición: en ese preciso instante se sentía libre de pecados y sin ningun tipo de peso sobre los hombros.

Lo único que lo asustaba realmente era la posibilidad de haber perdido la cordura. En el viaje hasta allí Cadavieco, el joven militar del rostro inmutable, le había estado revelando ciertas cosas de su pasado, y todas ellas le sonaron como si estuvieran hablando de otra persona. Le contó como había destacado de su pelotón cuando aun era un mísero suboficial y como había conseguido cada una de sus medallas, casi sin conocerlo podía sentir cierta nota de envidia en la voz del muchacho.

—Por eso nos sorprendió tanto el error que cometiste, fue un error de novato y aun no entiendo como dejaste todo tu entrenamiento de lado solo por eso... —Había pronunciado Cadavieco cuando aun estaban en el auto en dirección al hogar de Scenna.

—¿Qué fue lo que hice? —Consultó Battista verdaderamente curioso, la cara de Cadavieco se endureció al instante, como si fuera consciente de haber metido la pata con algo.

—Pregúntale a tu padre —Respondió en cambio, renovando una sonrisa bufona con las comisuras de los labios.

Battista sintió cierto enojo por ese amague, algo le decía que ellos dos no eran buenos amigos antes de que perdiera la memoria. Y una vez que estuvieron por fin allí y el hombre rubio les abrió la puerta sintió la necesidad de preguntar nuevamente. ¿Cual había sido su equivocación? Tal vez ese error lo había llevado a la locura. Pero algo dentro de sí mismo no le permitió plantear la consulta y simplemente se adentró siguiendo al hombre puertas adentro.


****************Amaris*****************

Ya era de noche  y estabamos en la banquina aguardando solo un poco mas para entrar, las piernas me temblaban del miedo y sentía que mi estomago daba vueltas sobre si mismo, debíamos encontrarnos con Battista para esa parte del  plan, pero ya que el maldito había decidido desaparecer convenientemente; allí estabamos, divididos en grupos dentro de los autos aguardando por el momento justo.

Midas apoyó la mano en mi muslo y lo acarició suavemente, al  parecer había notado mi nerviosismo, levanté la vista para encontrármelo sonriente como si fuera un paseo por el parque, casi sentí seguridad de que todo saldría bien.

—Allí esta Cardona —Murmuró Alissa llamando nuestra atención, pese a que nos había dicho que confiaba en él logre notar que tomo su espada con mas fortaleza cuando el anciano se nos acercó.

Alissa ya nos había hablado de él, Battista hablaba siempre de su anciano instructor con ella, y en breves descripciones sabíamos que era distinto de cierta manera. Lo cual solo me hacía dudar mas de la confiabilidad de Battista.

Cardona nos recibió en un pequeño camion de encargos, nos hizo subir rapidamente casi sin mediar palabra y en menos de diez minutos estabamos en cuclillas en la parte de atras, completamente a oscuras ingresando a la base militar de contrabando. Me recorría el frio por la espalda de solo pensar todas las cosas que podrían salir mal en ese punto, me aferre a mi espada y un leve brillo nos iluminó a todos, Atila frente a mi me dió una mirada lenta y segura, de esas que solo alguien cercano a él reconocería; mi hermano estaba nervioso pero al mismo tiempo estaba intentando tranquilizarme, forcé una sonrisa de esa en la que solo se mueven los labios y Atila soltó un poco la dureza de sus facciones por una mas tranquila. 

Antes de que me diera cuenta estaba contando los segundos, comencé y a los cien segundos pasamos por un bache que movió el camion, tal vez una loma de burro, conté otros cien y pareció que tomamos una curva. Me distrajo el miedo y deje de contar. Luego de otros minnutos el camion se detuvo y oimos los pasos del anciano hasta la parte trasera del camion y el chillar de los metales mientras abría el porton derecho para que salieramos. Casi sentí el corazon en mi garganta luego de imaginarme una encrucijada justo en ese punto. 

Pero solo estaba el anciano, con una especie de mueca de satisfaccion en el rostro, detras de él se veía una especie de galpon enorme con un techo altisimo y oscuro. Bajamos rapidamente ansiosos de saber donde estabamos. 

Elien bajó antes de mi y vi su reacción, pasmado con la vista levantada hacia un costado, me acerque a él buscando lo que le había  llamado la atención, habia un colosal barco en proceso de ser desmantelado, con su esqueleto de metal a la vista resultaba increible. Mire al rededor, había varios barcos en el mismo estado algunos no tan grandes. 

—Elien... —Le llamé, recordando brevemente algo que se me había pasado de largo hasta ese momento— Tu espada... te permite ver el futuro...

Dirigí la vista hacia su rostro sin terminar lo que iba a preguntar, sabiendo que el entendería aunque no lo dijera en voz alta. 

—No deseas saber lo que ví —Respondió tajante, su rostro se ensombreció en una expresión que nunca le había visto, y resultaba tan extraña en él que si no lo hubiera visto hubiera jurado que era imposible que él pusiera esa cara.

Cardona pasó a nuestro lado haciendo señas para que lo siguieramos y el grupo avanzó tras él. Me tomé unos segundos en seguirlos, pensando en mi  mente si aun estaba tan segura de hacer aquello, pero realmente ya no había vuelta atras en ese punto. 

¿Elien no iría a una misión suicida, o si? Lo cierto es que Elien me había demostrado que por mas años hayas compartido con alguien nunca terminas de conocerlo, y en ese momento todas las dudas y preguntas del mundo se me vinieron a la mente.

Avancé completamente dudosa y temerosa hacía el gran barco al que nos dirigía el anciano, sintiendo como el estomago me daba vueltas.

Estabamos jodidos.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top