Capitulo 20

Midas descansaba a mi lado aun con la sonrisa del orgasmo plasmada en su cara, su pecho subía y bajaba intentando volver a su respiración normal. 

Su mano derecha acaricio la mía apretándola y luego de eso se dejo caer en sueño. Habíamos dormido tantas veces juntos, pero jamás de aquella forma tan intima y vulnerable, acaricie el  pecho de aquel somnoliento chico y me dormí junto a él, sin miedo a nada ni nadie.


Midas me despertó al día siguiente con un café en la cama, bromeó con que quería que ese día fuera inolvidable, desayunamos fingiendo que no había una espada estilo medieval tirada en el suelo. Midas estaba notablemente mas alegre que de costumbre y no dejaba de hablar de cosas que se le venían a la mente al azar.

Pasamos toda la mañana hablando sin encender los celulares. 

Pero solo aguantamos esa actuación hasta el almuerzo, comencé a relatarle a Midas mis teorías conspiranoicas con respecto a aquel muchacho oriental de extraña cordialidad y ambos llegamos a la misma suposición. En nuestra larga charla concluimos que aquel chico llamado Batistta nos estaba vigilando, que él podría tener un poder similar al mío o exactamente el mismo y que asesinó a Lais para evitar que nos alertara.

Entonces Midas medio en broma medio en serio ofreció ser cortado por mi espada, y de aquella manera poder revelarme la verdad. La idea se vino abajo cuando le recordé que perdería la consciencia y el poder de discernimiento. 

El muchacho de tez gris me había tomado por los cachetes, sonriendo asegurando que todo estaría bien. No respondí, pensando en lo afortunada que sería de tener el mismo pensamiento positivo.

Los días pasaron y el grupo afrontaba una nueva meta, ignorar los noticiarios que hablaban sobre el hallazgo del cuerpo de Lais, nos habíamos reunido a hablarlo tantas veces pero nunca podíamos conseguir una solución. El viernes de esa semana nos habíamos reunido en la casa de Mollie para intentar distraernos, estábamos todos pasados de tragos riendo de absolutamente todo y un sentimiento extraño me atravesó cuando recordé que así había empezado todo. 

De pronto mi teléfono vibro, lo saque para ver que sucedía y leí en la pantalla "Estoy afuera con Alisa... tenemos algunas cosas que contarte" Mollie pegó un salto en su silla cuando comencé a gritar llamando su atención, el resto solo me siguió con la vista intentando entender que sucedía, tome las llaves de Mollie que colgaban en la sala de estar y corrí hacia la puerta de entrada. 

Matt esperaba afuera, apoyando el peso de su cuerpo sobre uno de los postes de la entrada completamente de negro y con un aura de muerte, busque a Alisa con la mirada y la encontré unos metros mas atrás, se giro al oír la puerta abrirse y tome unos segundos en verla. Se abrazaba a sí misma y mordía una de sus uñas nerviosamente, llevaba una cola de caballo que me permitía ver cada milímetro de culpa en su rostro. 

-¿Él te cortó? -Solté sin poder soportar la duda que me volvía a la mente una y otra vez.

Alisa entrecerró los ojos en una mueca de disgusto, pareciendo incomoda, metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y bajo la vista, luego pasándola por Matt y luego volviéndola a mi.

-Sabes más de lo que pensaba -Soltó Alissa mordiéndose el labio- si, él me corto pero... no es lo que crees... no perdí la autonomía como los chicos que tu cortaste...

Realmente había deseado secretamente que ella dijera que no, que yo estaba loca de solo pensarlo, que eran puras teorías de mi mente. Me sentí traicionada y al mismo tiempo una estúpida, puse mi mejor cara de estúpida mientras abría la boca por la impresión. 

Matt golpeteo mi hombro amigablemente y paso por mi lado obligándome a moverme para dejarle espacio.

-Sera mejor que nos sentemos -murmuro Matt entrando a la casa de Mollie. 

Los chicos me miraron con aun mas sorpresa cuando volví a salir al patio acompañada de esos dos, la borrachera pareció irse muy lejos y la agilidez mental volvió al instante.

-Oh mierda-Murmuro Atila dejando lo que le quedaba de cerveza sobre la mesita del centro.

Matt y yo nos sentamos en el semicírculo que habían armado los chicos, mientras que Alissa se mantuvo de pie tal vez incomoda, pasaba la vista nerviosa por cada uno de nosotros mientras que Alana y Midas murmuraban entre ellos.

Elien carraspeo entonces acomodando la postura de su espalda llamando la atención de todos.

-Cuéntanos entonces -pidió a Alissa señalándole el asiento vacío.

Alissa se sentó a regañadientes y fijo la vista en la mesilla del centro casi perdiéndose en su mente. Atila me dio un rápido vistazo y supe que todos estábamos igual de ansiosos de atar los cabos que teníamos sueltos.

-Antes que nada pido que no me juzguen -Alissa coloco sus codos en las rodillas y cubrió su rostro con sus manos.

-Baje a la playa una noche, mi familia estaba haciendo una fiesta allí y no pude evitar notar el descontrol -Ella suspiro ampliamente dándose un tiempo para narrarnos- me encontré entonces con Battista... estaba con varios soldados probando cada quien sus espadas, yo... me tuve muchísimo miedo y solo logré correr unos metros, no sabía lo que podrían hacerme y vi el resto de espadas en la arena...

Alissa levantó la cabeza mirando al cielo, los ojos le lagrimeaban y su respiración sonaba agitada, Matt apoyo su mano en la espalda de ella conteniéndola y con un gran suspiro continuo:

-Tome una sin pensarlo, simplemente porque me llamo la atención, pensaba usarla como defensa en el peor de los casos, cuando me di cuenta de que había comenzado a brillar y mutar entre mis manos ya era tarde, ellos me habían alcanzado y Battista dijo algo sobre que no podían dejarme ir si ya la había tomado... él rasgo mi mejilla con su espada...

Alissa se dio una pausa para mirarme

-Tienes razón, él tiene tus mismos poderes... pero, yo no perdí mi criterio propio... creo que es una especie de protección de mi propio poder...

Todos mantuvimos el silencio solo intercambiando miradas, por mas sospechas que hubiéramos tenido aquello era asombroso, horrible y asombroso. Ahora yo misma miraba a mi alrededor intentando ver las emociones de los demás. Elien y Mollie coincidían en una expresión de sorpresa, mientras que Atila y Midas se miraban entre ellos completamente serios y calculadores, Alana acompañaba a Matt en el sentimiento de proteger a Alissa y su rostro compasivo lo demostraba y yo simplemente estaba con cara de "Se los dije"

-Battista... aquel comandante, interpreto que seria un simple títere y me llevo junto a él en muchísimas ocasiones... decidí fingir que así era para poder recolectar información e intentar ayudarlos... yo... lamento decirles que tuve que decirle algunos de sus pasos para poder continuar con la actuación...

-Tu le advertiste de Lais -Consulte aunque imaginaba la respuesta.

-Si 

Atila sacudió la cabeza y se despeino el cabello con la mano, manteniendo la expresión de frialdad.

-Ellos siempre estuvieron un paso por delante porque te tenían a ti -Atila se enderezo en su asiento posando sus puños en la barbilla aguardando la respuesta.

-Si

Mollie se levantó entonces, su pequeña estatura a penas superaba la de Alissa sentada, la miro con la decepción plasmada en la cara y casi sentí que la abofetearía si no conociera a Mollie lo suficientemente bien.

-¡¿Por que no lo dijiste antes?! -dicho esto volvió a apoyar el cuerpo en la silla, mientras todo su rostro se teñía de rojo.

-Yo... realmente lo siento, sé que cada paso que dimos fue mediado por  la decisión de él, pero no creí que pudiera contárselos antes... es extraño pero yo siento las emociones de Battista  y él siente las mías, de cierta forma estamos conectados... y en este momento debe estar sintiendo mi culpa... porque ahora mismo yo siento su desconcierto... -Alissa suspiro nuevamente- él tiene una especie de plan, y creo que deberíamos apoyarlo

-No -Soltó Elien abruptamente, posando sus manos sobre las rodillas con cara de confusión y desagrado- ese hombre no es de confianza ¿Cómo vienes a pedirnos que armemos un plan junto a él? 

-Porque él tuvo la opción de asesinarme y no lo hizo, continuo buscando una forma de romper nuestro lazo sin la necesidad de una muerte, él... es extraño pero creo que en el fondo es una buena persona y...

-Síndrome de Estocolmo -Respondió Atila interrumpiéndola. 

Alissa levanto las cejas casi ofendida de que comentara aquello, manteniendo la boca abierta y mirándolo fijamente.

-Yo lo amo y no es nada de eso, creo firmemente que él nos ayudara si nos presentamos como aliados... todo este asunto gira en un entorno mucho mas superior al suyo, él simplemente es un peón...

-Pues mira todo lo que logra el peón -Midas soltó sarcásticamente. 

Era cierto, la idea de que Battista fuera solo un peón me hacia removerme del miedo con solo imaginar al rey.

-¿Cual es su plan? De cualquier forma esta un paso por delante -consulte extendiendo el brazo para servirme otra cerveza. A esa altura que podría importar.

-Estuvimos investigando... bueno él investigo y tiene la idea de que si devolvemos las espadas al punto exacto donde fueron encontradas todo terminaría por fin, no hay muchos más soldados que tengan una y Sebastian ya logró convencerlos de dejarlas... ustedes no tienen idea pero él esta liderando una revolución en la milicia, todo por mi y la posibilidad de estar juntos

La risa de Atila resonó de golpe haciéndola guardar silencio, mire a mi hermano que se retorcía en la silla frotándose las lagrimas de los ojos, Alana a su lado le dio un pequeño codazo para que se comportara.

-Oh por favor ¿Qué edad tienes? Te utilizó todo este tiempo y te logró meter en la mente que hace toodo esto por ti -Un ultimo atisbo de la risa salió de sus labios- Imaginemos que sí es así... ¿Estarás en una relación con alguien que asesino a tanta gente? Bien podría ser el próximo Hitler... pero no importa porque lo hace por su amor insostenible 

Dicho esto Atila se levantó de la silla dando unos pasos alrededor, tomo una lata de cerveza  de la heladerita que teníamos a un lado y la abrió. Alisa se mantuvo en silencio incapaz de pelear contra nuestro indiscutible líder, vague  por los rostros de los demás intentando ver si ellos pensaban lo mismo que mi hermano.

-Votemos...-Propuse, a lo que Atila se volteo a verme amenazadoramente- tomemos el riesgo

Los chicos intercambiaron miradas y se mantuvieron en silencio unos segundos, el ambiente se había vuelto increíblemente incomodo en solo un momento, podía ver el miedo y la incertidumbre en sus expresiones. 

Elien fue el primero en hablar, rascándose la cabeza encaró a Atila- Jamás podre tener una vida normal si no entregamos las espadas, estoy con Amaris

Midas reacciono soltando el aire molesto y fue el segundo en hablar- Es suicidio, debemos olvidar todo esto, no podemos confiar en ellos -Entendí sus motivos pero aun así quise gritarle que me apoyara un poco más.

Mollie apoyó una de sus manos sobre la de Elien que descansaba en su regazo y votó- Te apoyare para que tengas una buena vida Eli -dicho esto sonrió inocentemente.

Atila puso su mejor cara de nada, me imagine que estaría molesto porque el voto de Mollie estuviera guiado solo por sus emociones obvias hacia Elien.

Matt sacudió la cabeza divertido con toda la escena- Yo te apoyo Mara

Asentí en agradecimiento a Matt y gire la cabeza hacia Alana, todos nos encontrábamos mirándola, ella suspiro llevando la cabeza hacia atrás

-ya gano el si por  mayoria... los apoyo.

Matt me palmeo la espalda con una risilla y un "Triunfo el mal" a modo de broma pero Midas  y Atila me clavaron unas miradas que decían mil cosas y no  justamente buenas.


Decidí ignorarlos y continuar con lo mío -¿Donde vive el comandante? 








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