12

Yixing no había dejado de ver el cartón de leche desde que Junmyeon lo dejó frente a él, ni siquiera le había tomado un poco.

-Si no lo quieres dámelo a mí. -Jongdae estiró su brazo y arrebato el cartón de sus manos.

Para cuando Yixing reaccionó su amigo ya estaba bebiendo del cartón, trató de hacer que parara dándole manotazos, Jongdae se levantó de su asiento para evitarlos mientras seguía pegado al cartón como un chicle a la suela de un zapato.

- ¡Dámelo! Tú ya terminaste el tuyo. -gritó Yixing.

-Eso no importa, tú ya llevas más de cinco minutos viendo el cartón como estúpido, eso me dio a entender que no lo querías -replicó él.

Se levantó de su lugar y fue hasta donde estaba Jongdae, dando brinquitos y estirando los brazos trató de quitar la leche de sus manos, Jongdae puso una de sus manos en la cara del contrario y lo alejó lo más que pudo, con la otra mano pegaba el cartón a su boca.

Después de estar haciendo el ridículo, lo normal entre ellos, Jongdae soltó la cara de Yixing, dejó salir un sonido de felicidad y luego le dio el cartón. Algo emocionado por tenerlo de nuevo entre sus manos, agitó el cartón para saber cuánto quedaba de leche de vainilla en él, nada, no quedaba ni una pequeña gota dentro.

-Te lo acabaste.

-No seas mentiroso. -Jongdae se lo arrebato nuevamente, puso el cartón de cabeza y esperó a que algo saliera de el -oh, es verdad, no hay nada, bueno, qué más da. -Jongdae retrocedió unos cuantos pasos hasta quedar a un lado de un bote de basura, sin pensarlo mucho lanzó el cartón dentro de él.

Yixing se quedó ahí parado sin hacer nada preguntándose el que hizo para merecer a Jongdae, algo muy bueno no era de eso estaba seguro. Jongdae regresó a la mesa, tomó su mochila y la de Yixing.

-Es hora de ir a clases, vamos. -lo empujó poco a poco hasta que Yixing empezó a caminar.

-Mi, mi cartón... -Yixing estiró si brazo, abrió y cerró su mano varias veces mientras ponía cara de perro triste, trató de alejarse de su amigo pero este lo tomó del brazo y lo jaló en dirección contraria.

-Se ha ido, vamos camina.

Y así fue como perdió el número de Kim Junmyeon.



El lunes de la semana siguiente, Yixing estaba impresionado, no sabía que hacer primero, saltar, gritar o llorar, cincuenta y nueve, obtuvo cincuenta y nueve puntos en su examen de matemáticas, necesitando, mínimo, sesenta. Estaba temiendo por su vida, ya que si su madre llegaba a enterarse lo mandaría con su abuelita, la cual lo pondría a desplumar gallinas como castigo, ya que "no te he educado para que termines siendo un vago como tu amigo Jongdae" lo cual le resultaba gracioso ya que Jongdae era bueno en los estudios.

Un suspiro lastimero salió de sus labios, recargó su cabeza en el tablero de resultados para después empezar a moverla de adelante hacia atrás golpeándose.

- ¿Por qué eres así Zhang? -Habló para sí mismo -necesitabas sesenta y ¿qué hiciste? Obtuviste cincuenta y nueve, ¿realmente me hubiera ido mejor si no lo presentaba?

Mientras pensaba seriamente aquello, un alegre Jongdae se acercó a él dando saltitos.

-Xing, Xing -se giró a ver a su alegre amigo - ¿Por qué tienes esa cara de perro atropellado? -Jongdae agarró sus cachetes retorciéndolos como si fuera una abuelita, hablando de forma empalagosa.

-Obtuve cincuenta y nueve puntos en el examen de matemáticas -al oírlo decir eso, Jongdae lo jaló a su pecho para poder abrazarlo.

-Todo estará bien. -trató de animarlo.

-No lo creo, mamá se lo dirá a la abuela, terminaré desplumando gallinas por fallar en un examen.

-Si eso pasa te ayudaré a desplumar gallinas, pollos, patos, avestruces, lo que sea. -Yixing se despegó de su pecho para poder verlo a los ojos.

- ¿Lo harías? -sorbió su nariz.

-Ambos sabemos que sí. -Jongdae estiró la manga de su camisa para poder limpiar la nariz de Yixing.

-Es en momentos como estos en los que llego a quererte un poco. -juntó sus dedos índice y pulgar dando a entender que si era poco.

-Muy gracioso. -Jongdae jaló a Yixing a su lado, posó su brazo en los hombros del contrario y puso una sonrisa en sus labios -dejemos tu triste puntuación a un lado y busquemos la mía.

Ambos buscaron entre las hojas el nombre de Kim Jongdae, después de unos segundos dieron con su resultado en el examen de matemáticas, el ceño de ambos se frunció.

- ¿Cuarenta? -habló Yixing, era extraño el que Jongdae sacara ese tipo de calificación.

Jongdae bajó el brazo de sus hombros acercándose a las hojas pegadas en el tablero para poder ver si no se había confundido al leer el puntaje, así que poniendo su índice sobre su nombre, arrastró su dedo hasta dar con este.

-Realmente son cuarenta... -el asombro en la voz de su amigo era notable -bueno, es solo una guardemos la calma -se giró para ver a Yixing, la sonrisa que puso en sus labios no llegó a sus ojos.

Los minutos pasaron, la pequeña sonrisa que en un inicio había tenido Jongdae se había borrado por completo.

-Dae... ¿cómo te fue? -le preguntó algo temeroso por la respuesta.

Un murmullo, el cual no entendió, salió de los labios del contrario. Yixing algo preocupado por aquello volvió a hablar -Dae...

-Reprobé...

- ¿Qué?

-Reprobé, Yixing... -su amigo se dio la vuelta, el corazón de Yixing se estrujó al ver los ojos brillosos de Jongdae - ¿qué voy a hacer, Yixing? Reprobé todos los exámenes.

Sintió ganas de llorar al ver como se resbalaba una lágrima por la mejilla de Jongdae, agarró el brazo de Jongdae y lo fue acercando poco a poco hasta poder abrazarlo. Cuando Jongdae pudo ocultar su rostro en el pecho de Yixing, no pasaron ni dos segundos y ya estaba llorando como un niño pequeño.

-Dae, no llores, por favor, vas a hacerme llorar. -un nudo en su garganta se formó, sentía sus ojos picar, estaba a nada de llorar.

-Es q-que, y-yo -Jongdae trataba de hablar pero las lágrimas y el nudo en su garganta no lo dejaba.

-Shhh... debe de haber un error. -acarició los rizos marrones de Jongdae.

- ¿Tu lo crees? -sorbió su nariz, siendo algo inútil ya que su mocos estaban sobre la camisa de Yixing.

-Claro, no es normal que tengas puntajes tan bajos, debieron equivocarse.

Jongdae se escondió aún más, si era posible, en su pecho, estaba tiritando, parecía un cachorro asustado. Tratando de despejar las ganas de llorar, Yixing miró hacia todos los lados parpadeando rápidamente.

¿Qué había pasado?






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