Capítulo 7. Eres absurda, Bella

Bella se había bajado de la camioneta dejando a María dentro del auto, la morena de mechas rubias se quedó con una expresión bastante incrédula. Pero de igual manera bajó del auto, no sin antes quitar la llave de su contacto que al parecer a su prima le importaba más llegar a encarar al tal Jacob que cuidar como dejaba sus cosas por el camino. Guardó las llaves en su bolsillo derecho de sus jeans, y ató los cordones de la sudadera negra que tenía puesta, intentando abrigarse del tiempo.

María no era tan entrometida que digamos, odiaba a ese tipo de personas y era más de retirarse para evitar algún problema en particular, sin embargo, a lo lejos pudo ver a su hermana gemela cerca del chico lobo. Por lo que decidió acercarse, pero no vio el momento o capaz quedó más en shock por la impertinente capacidad de incomodar que tenía Bella, debido a que la agarró de la nada de la muñeca de la mano estironeandola hacia los chicos, rompiendo el espacio personal.

«No me agrada, Bella, no me gusta su toque, hermana» se escuchó recelosa la voz de Bruna entre sus pensamientos.

La interconexion de hermanas entre los pensamientos de gemelas, o tal la conexión única y misteriosa que aún no habían revelado tener.

«Gracias a Dios te comunicas, me tenías preocupada» piensa totalmente aliviada la castaña de mechas rubias«Y si, ahora no entiendo que es lo que le pasa»

La mirada que ambas gemelas se dan es tan intensa e incomoda por la situación con Bella que inclusive logran incomodar a Paul, que no logra saber muy bien cómo alejar a la chica vampiro de sus chicas.

—¿¡Que le hicieron a Jacob?! —exige molesta e incomoda Bella dirigiéndose a la manada.

—¿Que le hicimos? —pregunta confundido uno de los chicos de la manada.

—¿Qué te dijo? —espetó entredientes Paul, totalmente incômodo.

Pero sorpresivamente Bruna le acarició el cuello y mentón ligeramente para calmarlo, cosa que María se quedó así de sorprendida, porque ella siempre había tenido mucha timidez en expresar o realizar esos tipos de caricias hacia el género varonil, más que nada porque le parecía que sí se guiaba por la impulsividad o impertinente actitud, el varón reaccionaría con miedo o asco hacia ella. Para el alivio o fortuna que había embargado a ambas por igual, aquello en vez de causar algún sentimiento grotesco, a Paul le causó calma.

—¡Sueltame Bella! —espetó retirando bruscamente la mano de su muñeca.

Enseguida acariciando esa zona. Bella estaba tan nerviosa y temeraria que la estaba apretando mucho, a tal grado de sentir un grado de dolor. Sin embargo, aquello pareció no hacer efecto en la prima Swan porque al parecer ni se inmutó sólo le respondió con total desesperación y confrontación a Paul:

—¡No me ha dicho nada, porque os tiene miedo.! —exclama fuera de sí Bella, encarando a Paul.

Paul se sentía cada vez más incomodo, aún cuando la caricia de una de sus improntas parecía calmarlo, ver como trató a su otra impronta lo hizo temblar.

—No te incumbe, Swan. —gruñe levemente irascible.

—¡Claro que me incumbe, es mi amigo! Dime! Que le hicieron?! —exige pero esta vez en un arranque de coraje levanta la mano derecha con la intención de abofetear a Paul.

Paul al ver aquello por un segundo sus ojos se dilatan en ira.

Pero una mano se cruza en el camino deteniendo con fuerza justa y pertinente a Bella.

—Eres absurda, Bella. —encaró Bruna con la mandíbula tensa y sus manos empezando a tomar forma cadavérica y delgada.

—¡Sueltame! Es su culpa. Ellos.. —discute totalmente descolocada.

—Vete de aquí, Isabella. —gruñe María al ver como habla a su gemela la hija de su Tío Charlie.

Paul y la manada empiezan a sentir un cambio en el ambiente de la reserva, todo parece tomar un frío escalofriante alrededor de la gemelas que parecían no desviar su mirada que estaba fijada en Bella.

—Paul, Alejalas, ahora. —ordena Sam, como si sintiera algo por venir.

Paul agarra a Bruna de la cintura, pero al sentir que la temperatura de su pequeña impronta contrasta considerablemente con la de él, se tensa inquieto sin saber que estaba pasando.

—¿Acaso ustedes están envueltas en cosas de delincuentes como estos? —pregunta incrédula Bella al ver como sus primas lejanas se ponen en su contra— Ustedes... Charlie estará decepcionado de ustedes, mas aun por andar con un mujeriego.—dijo despectiva y asqueada ante la imagen desnuda de todos los chicos.

Un gruñido gélido tras otro gruñido ronco se escucharon enseguida, tensando a la manada.

—Mejor cállate, Isabella / ¡Sólo yo le puedo decir así, cállate! —ambas gemelas se ponen indiscutiblemente en alerta, Bruna suelta la mano de la castaña con brusquedad a la misma vez que María se coloca a lado de su hermana preparándose como para atacar a quien le incordia el momento y algo que ya sienten que es suyo.

El segundo gruñido proviene de Paul que no me ha gustado para nada el trato de Bella hacia sus improntas.

—¡Aléjate Bella, Ya! —grita gravemente Sam al ver la situación a punto de descontrolarse.

Aquello asusta a la castaña, a tal punto que retrocede, tropieza y mira asustada a sus primas que la miran con unos ojos brillosos escalofriantes, más aún con su piel, rostro y expresión corporal que le gritaban peligro. No entendía que era lo que estaba pasando, a tal grado que cuando fue corriendo hacia la casa de Jacob, este sale corriendo hacia su dirección según su perspectiva.

—¡Corre Jacob! —grita asustada.

Sin embargo queda totalmente asustada al ver como el pequeño Black se transforma en un lobo mil veces más grande que uno promedio, haciéndola caer al suelo en shock. Sin embargo, aquello fue la gota que colmó el vaso en Paul, al ver como el cachorro parecía defender a la intrusa que había insultado tanto a su mismo como a sus improntas.

Transformándose en lobo también, tanto como para defenderlas del lobo primerizo. Sin contar, ni ver el momento más estupefacto para la pequeña manada de Sam al ver como ambas gemelas evitan con destreza la conversión sin salir dañadas pero en cuanto el cachorro Black amaga con dañar al lobo, las gemelas saltan hacia el, uniéndose juntas en un destello oscuro y de mala vibra, tomando una figura bastante escalofriante.

Un perro negro, cadavérico, sin pelos y con las costillas visiblemente notorias en desnutrición en aquella piel negra, con ojos brillosos amarillos logran inquietar y dejar asombrados a todos, inclusive a Paul al ver como sus improntas habían tomado una forma misma, de ser dos se habían vuelto una. Una persona o cosa, o lo que fuera aquella criatura que parecía un perro común pero el aura era tan escalofriante e imponente que vio perfectamente como el gruñido de protección que iba hacia él para contra Jacob, en vez de darle miedo le dio satisfacción y ternura, mientras que para el cachorro le dio la sensación más fea del mundo, sentir que sus piernas y todo de él, ni siquiera le correspondían para hacer algo más que proteger y quedarse estático frente a Bella.

Las gemelas se habían transformado en algo tan terrorífico, asqueroso y shockeante para Bella, tanto a tal punto que logra hacerla desmayar de la impresión. Asustando a Jacob, quien gruñe, siendo lo único que puede hacer al estar cagado de miedo ante la escalofriante figura perruna delante suyo. Que parecía siquiera no tener oídos normales sino que sólo tenían hendiduras a los costados simulando los conductos auditivos.

—Jacob detente. Llévate a Bella de aquí, ahora. —ordena Sam recomponiendose e intenta imponer también orden al otro lobo que parecía bastante asombrado por las gemelas— Tranquilizalas Paul, no podemos hacer más caos aquí.

Paul al escuchar la orden de su alfa, tan imponente con la voz alfa, se recompone e intenta acercarse al perro que bien se sentía escalofriante verlo, pero por algún motivo al gimotear como cachorro, preocupado por ellas, logra al parecer distraer al perro negro de terror. Logrando obtener la atención de los ojos amarillos y brillosos digno de terror, pero muy en el fondo de aquello, las podía ver y el reflejo de que la postura de ataque fuera ligeramente calmada fue lo suficiente para saber que lo reconocían a Él, por sobre todas las cosas.

Comprendiendo recién en ese momento, porque Bruna le había dicho que ellas también eran parte de una leyenda, un monstruo. Sin embargo, en cada fondo de aquellos ojos, podía ver el alma de sus improntas, aquellas mujeres que habían llegado para descolocar su vida, su mundo y todo lo que pareciera tener relación con él.

Sin embargo, al tener la distracción de aquel perro, vio por el rabillo del kjo que Jacob saltó para atacarlas. Tanto que aquello fue el incentivo que faltaba para atacar al lobo terracota, protegiendo a sus improntas aún teniendo aquella forma, empezando una pelea campal.

El perro negro tenso se encontraba pero también empezaba a gimotear como cachorro desamparado. Inquietando a los demás miembros de la manada, como también despertando a Sam que vê como ambos lobos se van hacia el bosque entre mordidas y ataques furtivos.

—Tranquilas, lo resolveré.

Sam tan solo llegó a decir aquello al voltear la mirada hacia el bosque, sin embargo, llevó la mirada hacia los otros miembros de la manada.

—Lleven a Bella a la Cabaña con Emily, y esperen indicaciones. —ordena Sam para luego salir corriendo tras ambos lobos.







━━━━━━hellou
¿Que les pareció el capitulo?
Hace tiempo que tenía ganas de actualizar pero he tenido problemas personales muy emocionales, que sin desearlo me bloquean la capacidad de escribir, y me desaniman con el grado alto de somnolencia.

Muchas gracias por su apoyo y por la paciencia que me tienen.

Espero tengan buen resto del día.

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