Te extrañaremos Jack
No sabía si enojarme, reír o llorar. ¿Un sakate Rosa? ¿Acaso los auspiciadores tienen retraso mental? Se supone que el premio debe ser unisex. ¿Debería ir a devolverlo?
Jack no para de reír y eso hace enfadarme más.
—Primo, ahora serás pinky.
—Ni loco usaré esto.
—Ay ¿por qué eres tan prejuicioso? Los tiempos han cambiado, es normal que los hombres también usen el color rosa —interviene Jessy con cierto tono de gracia.
—Y ser la burla de todos, ¡jamás!
—¿Entonces que harás primo?
—No lo sé, supongo que no puedo devolverla.
—Deberías obsequiarla a Jessy.
—No, yo no sé manejar eso —señala el skate rosa con un poco de miedo.
—Yo te enseñaré —se ofrece Jack.
—Es buena idea, pero no creo que Thiago quiera dármela —se dirige a mí.
Me quedo mirando el skate, creo que a fin y acabo tendré que pedirle a mis padres.
—Es tuyo. —Se lo doy entre suspiros.
—¿En serio? —Lo toma dudosa. Asiento—. ¡Gracias! —Se pone a dar saltitos.
Me descubrí sonriendo, así que rápidamente arrugué los labios.
—Mañana vendré para que me enseñen —dice saliendo de mi casa.
JESSY.
Estoy contentísima. Vuelvo a casa con dos obsequios. Pero siento pena por Thiago, después de todo él es el menos afortunado. Creo que le daré un obsequio, ¿pero qué podría darle si él lo tiene todo?
—¿Aún estás despierta? —pregunta mi padre desde afuera.
—Si papi, pasa. —Me incorporo en mi cama y papá se sienta a mi lado.
—Que bueno que vayas a la escuela de Bellas Artes, yo nunca hubiera podido pagarte la pensión —dice mientras se sienta en mi cama.
—No te preocupes, ahora iré becada.
—Estoy seguro que lo aprovecharás mucho. Estoy orgulloso de ti. —Revuelve mi cabello.
—Gracias papi. —Me cuelgo de él—. Papi, ¿qué podría darle a alguien que lo tiene todo?
—Humm. —Hace ademán de pensar—. Pues algo que valore y que cuide. Y que cada vez que lo vea se acuerde de ti. Dale algo que tú amas, que sólo te pertenece a ti, algo que no podría encontrarlo en otro sitio.
—Es decir ¿algo hecho por mis propias manos?
—Exacto. Bueno me iré a dormir; tú también hazlo pequeña. —Besa mi frente.
—Si. Te amo papá.
—Y yo a ti mi vida.
Papá cierra mi puerta y pienso en lo que dijo. Algo hecho por mis propias manos, ¿qué puede ser? ¡claro! Lo único que sé hacer es pintar, amo pintar, así que le regalaré una pintura.
THIAGO
Después de todo no gané nada, pero en fin, al menos tengo la satisfacción de haber ganado el concurso.
Ahora nos encontramos los tres en el parque para enseñar a Jessy a montar el skate.
Jack le da algo. Me acerco para ver que es, pero Jessy lo guarda hábilmente en su bolsillo.
—Empecemos con la clase —dice él—. Tienes menos de una semana para aprender a montar un skate —le recalaca a Jessy.
—¿Y por qué una semana?
—Porque se acaban las vacaciones y volveré a mi ciudad —aclara haciendo un puchero—. Ya no te veré hasta las próximas vacaciones Jessy.
—Oh cierto, ¿por qué no te mudas acá?
—Porque no quiero tener vejez prematura —intervengo—. Me saldrán canas verdes viviendo con Jack los 365 días del año.
—Qué exagerado —se queja mi primo—. Vendré a vivir aquí cuando entre a la Universidad.
—Qué bueno, seremos amigos hasta entonces —sonríe Jessy.
—Thiago, si Jessy no aprende en esta semana, ¿le enseñarás tú?
—¿Yo por qué? —Me señalo—. Soy alguien ocupado.
En realidad no tengo nada que hacer, pero amo fastidiarla.
—Aprenderé en una semana —asegura Jessy mirándome con desprecio.
La semana pasa rápido. Aprovechamos en salir a cada lugar antes que Jack vuelva con sus padres; y como era de esperar invitó a Jessy. El no lo quiere aceptar, pero ella le gusta. No lo culpo; ella tiene algo que no sé exactamente cómo describirlo, además de ser bonita. Es alguien con quien no me aburriría jamás. No lo quiero admitir pero extrañaré a mi primo, él es mi mejor amigo. No tengo buenos amigos en sí, solo compañeros de la escuela.
Bueno tal como lo supuse Jessy no aprendió a montar skate en una semana. Me alegra no sé porqué. ¿Quizá porque obligatoriamente tendré que enseñarle yo?
Frunzo el ceño por tales pensamientos.
Jack.
Me siento triste, aún no quiero volver a casa. Echaré de menos a mi primo y a Jessy también. No tuve suficiente tiempo para estar con ella. Mi primo me ha preguntado si me gusta y yo le he dicho que no, pero la verdad es que sí, mas no le quiero decir porque sé que a él también le gusta. El ni siquiera se da cuenta pero sé el modo en que la mira y creo que ella se siente del mismo modo. Lo demuestran peleando. El no es muy cariñoso y expresivo, así que ambos están bien.
Hace una semana ella me pidió una foto de él, dijo que le haría un pintura; según ella lo hace porque no recibió nada por el concurso, pero yo sé que lo hace porque siente algo por él pero tampoco lo va a admitir.
JESSY.
Realmente me apena que Jack se vaya, se ha convertido en uno de mis mejores amigos en tan poco tiempo. Lo echaré mucho de menos.
El padre de Thiago nos lleva al aeropuerto. Me permitió venir con ellos, y quiero ver a Jack hasta el último momento.
Bajamos en silencio del auto y nos encaminamos al interior.
—El vuelo de Jack saldrá en media hora —indica el padre de Thiago—. Les dejo despedirse muchachos, los espero en el auto —se despide de Jack abrazandolo fuertemente—. Saluda a tus padres hijo, sobre todo a mi hermana.
—Si tío.
Jack y Thiago conversan y se abrazan. Parecen hermanos, se nota que se quieren mucho. Thiago no tiene hermanos al igual que yo, quizás por eso nos pegamos tanto a Jack.
Ahora es mi turno de despedirme. No. Odio las despedidas.
—Cuídate mucho pequeña —dice Jack despeinándome.
—Tú también —le saco una pulsera que hice anoche—. Es para ti. —Se la entrego, y él la mira con ternura.
—Muchas gracias Jessy. —se la pone y me abraza fuertemente.
—También tengo algo para ti. —Saca una hebilla rosa y me la pone en el cabello.
—Gracias Jack.
—De nada.
—Te extrañaremos Jack. —Me caen unas lagrimillas que no las puedo detener.
—Y yo a ustedes.
Finalmente nos abrazamos los tres, y Jack parte con su maleta. Mis lágrimas caen a chorros, siento que no veré a Jack después de mucho tiempo.
—Ya, llorona —me fastidia Thiago. Ya se estaba tardando—. No se está muriendo.
—Shhh, cállate, quiero sufrir en paz.
Niega con la cabeza y yo vuelvo mi mirada a mi amigo vacacional.
Adiós Jack.
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