"habia una vez un joven que tenía hambre de grandeza y de probarse a si mismo, demostrar que era más de lo que el resto pensaba"

El mundo se reduce a cenizas. Ver la verdad entre mentiras es complicado pero no imposible.

El fuerte es rodeado, James hace un plan improvisado la probabilidad de ganar es menor pero no imposible.

Él dirige a su ejército a las afueras del fuerte, los soldados se ponen en posición. Esto es por lo que han estado esperando durante años.

Albus va arriba de un ave trueno, sus ojos brillan y a la vez se opacan

-Podemos seguir siendo hermanos, James- sonríe- solo tienes que retroceder

Hay una ternura desmesurada en cada palabra que le hace sentir arcadas.

-Deten esto, Al- se obliga a sacar la frase a traves del dolor de la perdida- Sé que no he sido el mejor hermano, nuestra familia se rompió y tu tuviste que alejarte pero esto puede cambiar, solo... Por favor.

Su voz se quiebra hacia el final

- ¿Y despues, James? ¿Fingimos que esto nunca pasó?- niega- veremos un nuevo amanecer.

- Será un baño de sangre

-Solo porque no quieres rendirte, esto es el futuro.

-¿El futuro para quien? - resopla-¿Para ti y Scorpius? ¿Que haras después de tener el poder?

-Dar un trato justo a los oprimidos

-Sabes que no va a funcionar- trata de hacerlo entrar en razón- Mira a tu alrededor, ¿Cuantas vidas va a llevarse esto? Hay una razon por la cual mantienen alejados a las criaturas de las noche, Al...

-Basta, pelea o callate... No vamos a llegar a un acuerdo.

•°°

Años antes

La varita de Sauco ha pasado por diversas manos y todo dueño de esa misma varita ha caído preso en las garras de la ambición por el poder.

Dicen que no tiene que ver nada con la varita, sino más bien con la persona que la usa. Hermione no quiere el poder, solo quiere mantener a sus seres queridos a salvo.

No es tan ingenua, obviamente algo obsequiado por la muerte debe traer consigo un precio a pagar.  Es eso lo que la orilla a investigar más a fondo.

Al final, la maldición de la varita no es la ambición del poder sino " aquello que evitas es lo que tendras, si es destruida sus generaciones futuras sufrirán el triple de lo original"

En ese momento tal vez no le tomó la importancia que se merecía, su mente solo tenía una cosa... Sobrevivir.

Era mejor tenerla ella en su control asi se aseguraba que se utilizara para el bien.

Despues de la guerra, ella no sintió ningún cambio, no quiso más de lo que tenía, ni pensó en conquistar el mundo. Era feliz con su pequeña familia. 

Muy tarde, demasiado tarde se dió cuenta de lo que realmente significaban esas palabras...

••°

Es un baño de sangre, Harry sostiene su varita cerca de él. Es el triple de lo que fue la batalla con Voldemort, a diferencia de aquella vez su mente está confusa, la cicatriz duele como nunca habia dolido antes.

Los recuerdos, palabras y platicas se amontonan una sobre otra. Tan implacables que le quitan el aire de los pulmones.

Tal vez al inicio, cuando se cegó por la grandeza de Severus y llevado por las palabras de Hermione dejó de tener un criterio propio. Manipulable, desde el inicio hasta el final no fue más que un peón que los Malfoy movieron a conveniencia.

Su divorcio y el distanciamiento con sus otros dos hijos guiado por la culpa hacia Albus.

-Harry- lo llama Draco a mitad de la pelea- Van a matarte si no prestas atención

Su mente vibra entre el caos, en medio de la neblina entre sus propios pensamientos y los impuestos por la maldición que ellos hayan utilizado en él logra tener uno en el que puede confiar

Matar a Draco

Su mano se alza, la varita tiembla un poco entre sus dedos pero él la toma aun más fuerte

-Alejate- gruñe al ver al rubio dar un paso adelante

-Piensa bien tu siguiente movimiento- no se ve sorprendido

-Esa no era la profecía real- se regaña mentalmente por hacer que su voz tiemble.

- Potter...

-¿Cual era la verdadera?

El caos se sigue desarrollando en el campo, los gritos de fondo siendo amortiguados.

-¿Que más da? Vamos a ganar, baja la varita y...

- ¿¡No lo ves?! Esto sera un desastre

-Lo veo- contesta - pero es mi hijo, y yo decido que no me importa. Ahora baja la varita

La decisión le lleva unos segundos

-Avada... - no termina, una daga ha atravesado su espalda, la varita cae rodando demasiado lejos, sus rodillas encuentran el suelo y puede sentir su respiración hacerse más pesada

- Ah, jamás pensé que terminaría usando estratégias muggles en una batalla magica- resopla Edward hacia su padre

-Bien hecho- sonríe- ahora ve a cuidar la espalda de tu hermano

Ed se aleja del lugar y lanza una oleada de magia dorada.

Draco se acerca poco a poco hasta donde la vida sale de los ojos de Harry Potter.

-Tu...- trata de decir

-No te mostré una profecía diferente, solo hice unos pequeños ajustes con un truco de mi madre.- Explica - Ah, Potter... Debiste escoger mejor

Eso es lo ultimo que logra escuchar, su ultima exhalación queda atrapada en sus pulmones.

Draco corre de vuelta a la pelea, a lo lejos ve a su esposa ella lo mira y cuando él asiente es claro para Hermione, un problema menos.

- ¡Mamá, cuidado!- Atenea logra desviar el hechizo aturdidor a tiempo.

Los cuerpos caen de un lado a otro, hay sangre y rostros pálidos, los pertenecientes a clanes tienen sus ropas manchadas de rojo y una fina linea cae por su barbilla.

Los hombres lobo no son tan bestiales, no es luna llena asi que aun tienen conciencia, solo usan su fuerza bruta y su magia.

Es momento de deshacerse de todos los posibles problemas a futuro.

Sirius ni siquiera se lo espera, Severus Snape sabe que su acuerdo ahora sobrevive gracias a la imagen de Lupin teniendo que esconder su naturaleza, pero una vez que vea que el desastre se aproxima entonces se revelará como el buen perro valiente y leal que es. Black está de espaldas y es tan fácil que ni siquiera siente satisfacción al verlo caer.

Por su parte a George y su esposa ni siquiera tienen que hacerlo ellos, otro de los del ejército de  James se encarga de hacerlo.

No saben exactamente cuanto tiempo lleva tomar la victoria pero es de mañana cuando el baño de sangre termina

James no llora cuando su hermano lo inmoviliza y le pide a uno de sus soldados que los lleven a la mansión, tampoco hace una mueca al ver que pide que los demas sobrevivientes sean tomados como prisioneros.

Lo ultimo que James recuerda es ver a su hermano besar la mejilla de Scorpius

-¿Ahora puedes ver mi amor por ti?- lo escucha susurrar y la niebla del cansancio y la derrota lo engulle

•••

Despierta en un calabozo, alguien le ha dado un baño y le ha puesto prendas sencillas pero cómodas.

Sus manos no estan atadas ni sus pies tienen grilletes, delante de él hay una pequeña mesa con comida, más de la que un prisionero debió haber tenido derecho.

Él lo toma, come todo lo que puede mientras empuja el sabor salado de las lagrimas adentro de si mismo.

- Veo que terminaste todo- Albus irrumpe en el lugar, la corona se ciñe a su cabeza y el traje es impecable

-¿Donde está papá?

Hay un breve silencio, como si buscara las palabras adecuadas

-Muerto- responde

-¿Qué? ¿Lo mataste?

-No, James ¿Como se te ocurre? En medio del caos, uno de los tuyos lo hizo- tiene la decencia de bajar la cabeza - Fue un final trágico, igual que el de tío George y la tia Angelina. Nuestra prima está devastada y con el embarazo...

La verdad era que Roxanne estaba destrozada, y con el embarazo lo suficientemente avanzado su salud no era la mejor.

- Albus, lo que hiciste... Lo que sucedió...

-No hay que preocuparse por eso, ahora estamos en paz

James podría haberle escupido en la cara

-¿Donde está mamá?

La mirada en el rostro de su hermano se enfría.

- Tomó el camino fácil despues de dos días de un poco de... Adiestramiento

No fue precisamente una madre cariñosa ¿Cierto? Y aun así esperaba un poco de compasión por parte de su hijo a quien nunca quiso

-¿Lily? - traga el nudo en su garganta

-Oh, ella está bien... Irá a prisión por un tiempo y luego estoy seguro de que tomará un poco de razón

Por supuesto que Lily entraría en razón, Azskaban era un recorrido en el paraíso comparado con ser un muggle común y corriente sirviendo a una casa de hombres lobo, era por un tiempo claro... Albus no era tan desalmado como para quitarle la magia definitivamente, bueno... Eso dependía de la decisión que tomara James.

-¿Que pasará conmigo?

-Ah, Scorpius está un poco sentimental despues de que Edward estuviera al borde de la muerte y cree firmemente que los hermanos deben ser eso... Hermanos asi que, hablando con la mesa se me permite darte un puesto.

Él sabe la respuesta.

No, él no participará en esto. Amelia murió por un juego de poder, sus hombres dieron la vida para ir en contra de todo lo que significaba Albus.

-No

- Tomate tu tiempo- resopla- tienes un par de semana hasta que los juicios terminen

Se levanta del lugar, James medita atacarlo antes de que termine de salir.

No lo hace

Se queda en su lugar.

Los días siguientes son monotonos, Albus no lo vuelve a visitar. No ve a nadie conocido, todos los sirvientes que le traen comida se mantienen silenciosos.

Una semana despues alguien viene a sacarlo de su celda.

Es su turno, piensa. En cambio este lo guía por lugares oscuros y pasillos estrechos, cuando salen a luz de la mañana hay un carruaje esperandolo.

-Eres la ultima esperanza- murmura el guardia antes de dejar el lugar en silencio.

James más tarde lo considerará una victoria, en su mente siempre lo será, él no sabe lo que se sacrificó a cambio.

Albus suelta un suspiro desde su ventana mientras ve partir al sirviente traidor.

-Vuelve a la cama- murmura adormilado su esposo

-En un segundo, tengo una cosa que hacer ante.

Él sale de la habitación, con pasos lentos. No hay prisa.

Va hasta el lugar en donde está su nuevo guardia de confianza. Peter Lasvoc, uno de sus antigüos compañeros en Hogwarts.

-¿Señor?

-Ve a la casa de la manda Howlet al norte, y dile al alfa que la decisión de James fue negativa. Él sabrá que hacer.

-Si, señor

Albus vuelve sobre sus pasos. James no es una amenaza ahora, se verá aun más debilitado una vez que sepa que Lily ha perdido su magia y tardará bastante antes de recurrir al sabotaje.

Las sábanas son frias por su breve ausencia pero el calor de los brazos de Scorpius es suficiente para mantenerlo cálido.

Una sonrisa se resbala en sus labios.

••••

James se permite llorar sus perdidas cuando está en un lugar que los otros llaman seguro.

Son caliente y desagradables contra sus mejillas, grita y se desahoga hasta que la garganta le duele.

Se siente como un niño de nuevo, solo que no hay brazos calidos, ni sonrisas dulces de su hermana e incluso una palmadita en su hombro de su hermano.

No hay orgullo en él, sabe que esperan que pelee por ellos pero... No siente ningún animo de hacerlo.

Sin embargo la imagen de Amelia esta en su cabeza, y sabe que le debe algo... Aun no puede rendirse, él tiene una deuda que pagar por su ineptitud

-Señor- alguien toca la puerta.

-No, ahora no

No vuelven a insistir.

James lo agradece

En el fondo, solo quiere retroceder el pasado y empezar de nuevo