Capitulo 3
Capítulo 3
Un rayo cruzó el cielo mientras unos chicos intentaban confesar sus mayores miedos a Susan Green, la famosa psicóloga que Jimin encontró para su amigo y en la que los padres de Namjoon habían depositado toda su confianza. La mujer no era realmente una eminencia, sus actos tenían validez principalmente porque era capaz de meterse bajo la piel de sus pacientes. Se hacía su amiga, les ayudaba, los escuchaba y aconsejaba. Hacía cualquier cosa por lograr que las personas que acudían a ella mejoraran. Pero estaba lejos de ser talentosa en su trabajo.
Jin alzó la vista, estaba lloviendo de nuevo y eso lo hizo sonreír. Desde muy pequeño supo que la lluvia se adecuaba a su personalidad ya que siempre que salía las cosas se tornaban grises. Al igual que la lluvia él no solía agradar a las personas. Eran pocos los que apreciaban su belleza, la mayoría se cansaban de sus manías o sus fobias después de un tiempo y terminaba de nuevo solo.
Por eso le gustaba la lluvia, le recordaba momentos dolorosos , sin embargo el simple hecho de escucharla caer contra el suelo o los cristales lo llevaba a un estado de relajación poco común en su rutina. Los días como aquel lo hacían sentirse perezoso, con ganas de mantenerse en su sofá alrededor de una cálida manta mientras dormitaba con el sonido de las gotas como única melodía.
Su adolescencia fue dura, pues aunque podía entablar conversaciones interesantes y entretenidas con casi cualquier persona nunca llegaba a implicarse lo suficiente como para forjar una amistad. O lo que él realmente quería: una relación. Llevaba años deseando encontrar a una persona que lo quisiera lo suficiente como para amar y entender cada uno de sus defectos. Pero en la vida real que alguien como Jin lograse encontrar el amor era difícil, él lo sabia bien. Por eso lloraba abrazándose a sí mismo cada noche.
Era un adicto al amor sin una pizca de su droga , sin siquiera haberla probado y eso lo estaba volviendo del todo loco. Deseaba sentirse querido más que nada en este mundo.
"Realmente eres patético, definitivamente suenas como alguien que necesita ayuda." - se dijo en silencio.
Su único amigo era Jimin y por las circunstancias que los hicieron inseparables solo podía verlo como a un hermano. Con él podía hablar de todo sabiendo que no sería insultado o juzgado. Desde la perdida de sus padres el muchacho se convirtió en su única familia. Se entendían sin necesidad de palabras , aún siendo como el día y la noche prácticamente no discutían. Aprendieron a trabajar en equipo, a llevar una casa sin necesidad de que otras personas los ayudaran. Siempre fueron ellos dos contra el mundo, lo seguían siendo pero con menos esperanzas.
A todo eso se sumaban la gran cantidad de personas que en su instituto le hicieron la vida imposible.
El Jin de trece años no vio nada malo en compartir que le atraían los hombres y no las mujeres como su recta y tradicional marcaba que debía suceder, así que cuando su profesor de literatura le pregunto que chica de la clase le gustaba no logró evitar la verdad que de alguna forma todos conocían. Incluso ahora le resultaba extraño, era demasiado joven como saberlo con tanta certeza en aquel instante pero lo supo, lo sabía. Y ese hombre que intentaba dejar en vergüenza a sus alumnos, después de aquello ni siquiera le volvió a dirigir la palabra. Solo Jimin se acercó a ayudarle cuando sus compañeros lo arrinconaron en los pasillos para proferirle insultos. Poco después de eso empezó a creer que había algo erróneo en su interior. Se llamó a sí mismo bicho en mil ocasiones, deseó poder amar a alguna mujer... al final del día simplemente comprobaba que aun le atraían los hombres y entonces lloraba, rogaba a ese Dios que se reía de sus palabras. Se odiaba al mirar su reflejo en el espejo. También fue en esa época cuando Jin dejó de creer en dioses, en la religión o en cualquier deseo. Probablemente por eso ya no mostraba ilusión alguna por nada.
Todo es efímero así que si uno no pone su corazón en algo que quiere con intensidad se evitará el sufrimiento de no alcanzarlo o hacerlo para finalmente perderlo.
Definitivamente el Jin de ahora no hablaba abiertamente de su homosexualidad. Eso también lo asustaba. Como lo asustaba seguir sintiendo deseo por personas de su mismo sexo cuando su mente lo superaba y el pánico le susurraba al oído que jamás lograría encontrar a una persona dispuesta a amarlo. Todavía se sentía como un error de la genética en ciertas ocasiones.
-Jin – Susan miró al chico preocupada - ¿Te sucede algo?
-No. Supongo que estaba entretenido.
-Estamos hablando de nuestros mayores miedos. Yo tengo miedo al olvido, todos tenemos fobias o circunstancias que provocan en nuestro interior una sensación negativa. ¿Cuál es la tuya?
Jin tomó aire y tragó con fuerza, no le agradaba hablar de sus "miedos absurdos" en frente de personas que no conocía. De gente que no sabía nada acerca de su vida y podría juzgarlo erróneamente con facilidad.
-Como dije antes – comenzó – Me han dicho algunas veces que soy fatalista. Tengo miedo a muchas cosas... a situaciones que normalmente no suelen provocar miedo – hizo una pausa clavando su vista en la ventana. Ahora la lluvia caía con más fuerza, azotando los cristales mientras el viento golpeaba los arboles logrando que las hojas de estos se desprendieran -No me gustan las cocinas, cuando veo a alguien cocinar solo puedo pensar en que se dejará el gas abierto y la casa terminará explotando. Me pasa lo mismo con las estufas, siento que me quemaré.- volvió la vista a la mujer - Cuando me suceden cosas buenas me quedo pensando sobre qué esta sucediendo para que me sienta bien, debe haber algo malo a punto de ocurrir si de repente me encuentro siendo feliz. No puedo empezar una relación con una persona o ver películas porque odio pensar en los finales.- Jin se forzó para seguir hablando evitando el dolor en su garganta - Me da miedo la muerte por sobretodo.
-¿Por qué le tienes miedo a la muerte? -todos miraron hacía Namjoon cuando habló.
Jin no entendía la pregunta del chico, ¿acaso no era un miedo que mucha gente compartía? Le podría haber preguntado acerca del motivo por el que temía llegar al final de las películas o el porqué de que no se acercase a las estufas , sin embargo el chico le preguntó acerca de la muerte con una normalidad y un desparpajo que le puso la piel de gallina.
-No tengo un motivo concreto. Le tengo miedo a infinidad de cosas sin explicación racional. ¿Acaso tú no le tienes miedo a la muerte? -respondió tomando aire. – Es probablemente el único de mis miedos que el resto de personas entiende.
-No le tengo miedo a nada – Jin alzo una ceja incrédulo – No le tengo miedo a nada porque la muerte no es algo que me preocupe. No soy un suicida pero vivo cada día como si fuera el último. Puedes morir en una cama de viejo o tirándote en paracaídas. La muerte vendrá de todas formas así que no encuentro sentido a eso de tenerle miedo. Los estoicos tenían la idea de que solo podemos ser felices cuando dejamos a un lado los miedos irracionales. Así que simplemente me divierto sin hacer mucho caso al peligro. Cuando muera moriré.
A Jin le gustaron todas y cada una de las palabras que Namjoon dijo , dejó escapar de su boca un suspiro, a la vez le preocupaba pensar en que no le tuviera miedo a la muerte. Su vida giraba alrededor de eso. Además, en cierta medida el miedo era bueno.
"Nos protege. El miedo nos protege." - susurró la conciencia del fatalista en medio de sus pensamientos.
-Si no le tienes miedo a la muerte acabarás bajo tierra antes de lo esperado.
Namjoon se encogió de hombros y le dedicó una sonrisa calmada. El resto de integrantes del grupo de terapia observaban la charla entre los dos chicos sin decir nada. Mientras, Susan apuntaba en su libreta lo que le parecía interesante.
-Ya mencione que no me preocupa morirme.
-¿Y qué pasa con las personas que te quieren? Si mueres significa que sufrirán por ti.
Namjoon se tomó unos segundos para pesar en lo que Jin decía, no se lo había planteado nunca así que no conocía la respuesta de momento.
-No lo sé... -de repente la seguridad en su voz desapareció – Puede que simplemente sea lo suficientemente egoísta como para seguir viviendo a mi manera porque una vez muerto aunque mi familia sufra yo no lo veré ni lo notaré. O puede que para ellos sea incluso mejor perderme de vista. Siempre estoy causando problemas y rompiendo cosas.
-Namjoon – Susan habló sin apartar la mirada de su cuaderno - ¿Me equivoco si digo que le temes a la felicidad? ¿Tienes a una pareja a tu lado o mantienes contacto con tu familia? -Namjoon negó rápidamente y de forma repetitiva - Quizás simplemente vives como vives porque tienes miedo de asentarte con alguien y empezar algo que puedes llegar a estropear.
Todos clavaron sus ojos en el chico haciendo que este comenzara a sentirse agobiado. Se quitó la chaqueta y bajó la mirada, de repente sentía calor. Ese tipo de calor que uno sufre cuando la calefacción esta demasiado alta y la sensación de dolor de cabeza comienza a pulular alrededor de las sienes. Tenía los codos posados sobre sus rodillas y su cuello empezaba a sentirse agarrotado.
-Puede ser... nunca lo he pensado. Siempre estropeo todo lo que toco así que sería normal estar asustado sobre la idea de empezar una vida con otra persona y joderlo. Aunque de verdad me divierto estando soltero. No quiero formar nada al lado de nadie hasta el momento.. Así que no sé si lo que has descrito es un miedo que tengo o una teoría con sentido.
Susan le dedicó una cálida sonrisa antes de comenzar a guardar su libreta en un maletín de piel negra.
-Bueno chicos y chicas, esto es todo por hoy. Os habéis presentado y hablado de vuestros miedos. Quiero que penséis en ello y escribáis un poco acerca del tema – la mujer sacó algunas libretas de su maletín y comenzó a repartirlas entre las personas que habían acudido a la terapia – Estos cuadernos me servirán para evaluaros así que por favor no escribáis cosas banales o sin sentido. Limitaos a contar como os sentís. La próxima sesión esta programada para mañana a las 10:00 . Durante el primer mes quiero que nos conozcamos. Después las sesiones se reducirán a dos veces por semana, si necesitáis algo estaré un par de horas más aquí , se me ha proporcionado un despacho en la sala frontal a esta así que simplemente pasaros por allí para lo que sea.
La mayoría asintieron en silencio y recogieron sus sillas. Una chica de rostro demacrado se acercó a Susan, Jin no recordaba su nombre pero sabía que era una persona con tendencia a la bipolaridad por lo que ella misma contó durante la terapia.
Namjoon, por el contrario, caminó directamente hacia la salida sintiéndose acobardado ante los nuevos pensamientos que cruzaban su mente. "A tí lo que te pasa es que no sabes como llevar una relación. Tienes miedo al compromiso" las palabras de su amigo Hoseok resonaban en su cabeza mezclándose con la teoría de la psicóloga acerca de su pánico a la felicidad. Él era feliz. ¿No? ¿Por qué todos creían que relacionarse lo asustaba? Simplemente no lo necesitaba.
Frenó sus pasos cuando llegó a la salida. Sus ojos captaron la luz de un rayo atravesar el cielo, el estruendo que causó el trueno lo impresionó por breves instantes. La manera en la que la lluvia golpeaba con fuerza el suelo causaba que gran cantidad de personas abandonarán las terrazas cubiertas de los bares para acumularse en el interior debido al viento frío. En otra ocasión lo hubiera ignorado y hubiese seguido su camino, pero no tenía el coche cerca. Así que con los nervios recorriéndole hasta el alma decidió esperar a que disminuyese el volumen de la tormenta.
Alguien chocó con su espalda entonces, haciendo que se girase rápidamente casi como un acto reflejo. Sonrió al percibir al muchacho de los mil miedos confundido y con la cabeza gacha. Lo observó detenidamente, detallandolo al percibir algo extraño en su manera de interactaur. Su cuerpo temblaba pero aun así mantenía la tez en calma. A Namjoon le pareció apuesto, con una belleza no pretendida, una belleza desperdiciada... de esas que la gente tiende a ignorar. Cabello marrón se precipitaba por delante sus perdidos ojos retratando perfectamente su cara redonda a medida que el viento despeinaba los perfectamente alisados mechones.
-Oye.. ¿Estas bien? Pareces un poco... la verdad es que parece que esta a punto de darte un ataque de ansiedad. – intentó hacer contacto con los ojos del muchacho pero este no apartaba la mirada del suelo.
Namjoon se movió rápido, colocándose al lado de Jin para tirar del brazo de este hacia uno de los bancos. Lo miró preocupado mientras lo instaba a sentarse. Colocó una de sus manos en la zona de su cuello e intentó masajearlo. Jin no logró relajarse del todo pero al menos el tembleque comenzaba a reducirse. A este le pareció raro que alguien a quien no conocía de nada se preocupase de su ataque de nervios.
-¿Vas a hablar o simplemente seguirás temblando? Puedo llamar a Susan si lo crees adecuado – Namjoon estaba a punto de volver a entrar en el edificio de ayuda social cuando Jin sujetó con fuerza su brazo. Quizás con demasiada fuerza – Me haces daño.
-Yo... lo siento. No me encuentro bien y no me gustaría quedarme solo. - Jin apartó la mirada del suelo un segundo pero volvió a su posición cuando percibió los ojos del otro inspeccionándolo con descaro. Algo le recorrió la espina dorsal en ese momento. No sabía si le gustaba o le molestaba que lo miraran de esa forma pues nunca nadie lo había hecho antes.
Namjoon asintió, se sentó a su derecha sin pensarlo demasiado. Observó las marcadas facciones de la cara de Jin y sonrió al notar que se tranquilizaba aunque evitaba el contacto de miradas.
-La tormenta está justo encima de nosotros. – habló Jin de un momento a otro sorprendiendo al de cabello decolorado – He visto como un rayo caía sobre una de las antenas de los edificios de enfrente. Eso es bastante peligroso, lo cual ha derivado en que mis nervios se dispararan. Uno de los chicos de la terapia habló de su miedo a las tormentas, dijo que cuando era pequeño un rayo se acercó a la casa de sus vecinos en el descenso , que todos salieron vivos pero eso le causo un trauma. La casa se quemó. – Jin levantó la cabeza para observar la lluvia. Namjoon lo imitó – Nunca me habían dado miedo las tormentas pero ahora solo puedo pensar en lo peligroso que sería estar cerca de una... y bueno... estamos justo debajo de una.
-A mi en realidad me agrada. Me gusta el mal tiempo. Pero... ¿Cómo es posible vivir así? No puedes simplemente paralizarte por el miedo. Eso es lo peligroso. – Jin miró a Namjoon confundido. El chico tenía una expresión tranquila en la cara, como si alrededor de ellos no existiera ningún riesgo. Como si la tormenta no supusiera un peligro. Eso le ayudó a olvidar su miedo. Ahora era él quien observaba las facciones de Namjoon, vio con facilidad algunas cicatrices en su cuello además de otras pequeñas marcas de heridas antiguas en su cara. También se fijo en marcas recientes, se preguntó de manera inevitable de qué serían. Quiso saber la respuesta pero no reunió el valor para preguntarle. – Quiero decir. Si te enfrentas a tus miedos puedes aprender a controlarlos, si te paralizas solo lograrás ...
-¿Quedarme quieto y joderla? Créeme si veo un asesino o un coche acercándose a mi seré capaz de mover mi culo para escapar. Puedo ser precavido pero no soy idiota.
-Sigo creyendo que nadie puede vivir así. En constante estado de alarma.
-No es acerca de vivir. Es acerca de sobrevivir aunque a ti te guste desafiar a la muerte. -Jin pensó en sus siguientes palabras antes de dejarlas escapar de su boca. Recordaba perfectamente a Namjoon negándolo así que un impulso le hizo decirlo. - Chico suicida.
Antes de que Namjoon pudiera responder una moto de color azabache hizo rugir su motor delante de sus narices. Un chico menudo se bajó y tras despedirse rápidamente del conductor, vestido casi al completo de cuero, corrió hacía donde se encontraban.
-¡Hey! ¿Como te ha ido en la terapia, Jin? – el chico llevo las manos a su cabello intentando recolocarlo sin éxito alguno. Solo logró despeinarse todavía más.
Jin miró durante algunos segundos la moto. Por un momento deseó ser capaz de conducir una, pero deshecho la idea al pensar en los riesgos que supondría. Siempre le habían atraído esos vehículos aún asustándole estos.
Se podría comparar con esas personas que veían películas de miedo a pesar de que sabían que les afectaría después.
-Soy Jimin por cierto. Tú eres...
Jin prestó atención a la conversación cuando percibió la voz de su amigo presentándose. Jimin llevaba el cabello totalmente despeinado, probablemente por el casco y en su cuello había chupetones que durante esa mañana no había percibido, rió en bajo. Quizás su hermano también necesitase acudir a terapia, por su adicción al sexo . Empezaba a parecerse a los conejos.
-Soy Namjoon. Encantado.
Jimin asintió antes de volverse hacía Jin. Llevaba prisa pues la lluvia había calado totalmente su ropa y empezaba a sentir el frío.
-¿Nos vamos? Tengo el coche cerca. Me han traído desde la academia porque por la mañana lo dejé aquí. Te juro que no pensé que fuera a llover de esta forma.
-¿No será peligroso conducir con esta lluvia? – preguntó Jin. La lluvia no era tan fuerte como antes pero seguía siendo intensa.
-Puede empeorar. – habló Namjoon – Yo que tú, me iba antes de que se haga realmente complicado conducir. Parece que la lluvia esta amainando pero no sabes como será el panorama en media hora.
Por algún motivo a Jin le sonaron razonables las palabras de Namjoon . Se levantó rápidamente y se colocó la capucha.
-Vayámonos, ya no me gustan las tormentas. – habló tironeando de la chaqueta de su amigo. Namjoon solo pudo sonreír, le recordaba a un niño miedoso con cuerpo y vocabulario de adulto responsable.
-Jin – habló – Supongo que te veré mañana, ¿cierto? . Quizás puedas contarme un poco más sobre el fatalismo.
Jin se sintió raro, por un lado no quería acercarse a una persona a la que le gustaba desafiar a la muerte, pero por el otro admiraba su forma de ver la vida. Reaccionó de la única manera que sabía.
Escabulléndose. Corrió bajo la lluvia hasta el coche de su amigo, dejando a los dos muchachos totalmente confundidos.
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Gracias por la atención baes, espero que os haya gustado el cap ❤❤❤
Mel :)
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