Capitulo 17

Se recomienda leer el CAP con Beautiful Liar de LR y Body de Mino (en ese orden) para una mejor experiencia. Creo que el miercoles no podré actualizar así que lo he echo hoy.

Capitulo 17

Jimin caminaba por la calles sin un rumbo concreto.  La música sonaba en sus auriculares con el volumen máximo.  Sus manos se escondían en los bolsillos de su abrigo y de su boca se escapaba una nube de vapor ocasionada por el frío. Paso uno de sus dedos sobre sus labios escarchados mientras levantaba la cabeza para observar las nubes de lluvia, empezaban a moverse dejando paso a un sol que prácticamente no calentaba.

Estaba en un lugar que solo había visto un par de veces antes pero le importo poco eso y el tono de peligro que impregnaba cada zona. Empezaba a gustarle el estilo que la gente desprendía, parecían más tranquilos que en el centro de la ciudad lo cual era extraño puesto que era un barrio peligroso en el que imagino que nadie querría quedarse demasiado tiempo. O al menos no más tiempo del estrictamente necesario.

Intentaba olvidarse de todo pero los problemas parecían empeñados en perseguirlo. Un sollozo fue acallado en su boca, hundió las manos más en los bolsillos.  Las ganas de romperse empezaban a ser más fuertes que su voluntad.  Estaban perdidos.  Tanto Jin como él. Sin un sitio al que llamar hogar sus ganas de dejar la calle se esfumaban.  ¿Qué puede hacer una persona cuando se queda sin lugares a los que acudir para desahogarse?  Su apartamento era un refugio cuando el mundo parecía empeñarse en ponerle la zancadilla… Ahora simplemente no sabía que hacer.

Se quedo quieto unos segundos, escruto con la mirada cada zona del callejón al que había llegado. Los edificios volvían a tener un aspecto más cuidado, no tanto como el de Namjoon pero al menos las casas no estaban repletas de humedad en esa zona.  La calle en cambio estaba vacía y eso le indico que seguía en un barrio poco seguro.

-¿Qué haces aquí?  - esa voz consiguió que su cuerpo se estremeciera – Te dije que me dejaras en paz.

Jimin lo recordó al instante,  el barrio en el que residía Yoongi se encontraba cerca de la casa de Namjoon. Los pies y el subconsciente decidieron llevarlo hasta un lugar que ya hubiera visitado antes. Un lugar conocido.

-No estoy aquí por ti – respondió alzando la mirada. Sus ojos rojos de evitar el llanto y su cara todavía amoratada por la pelea de hace un par de semanas – Puedes respirar tranquilo.

Su cuerpo tembló ante la repentina ráfaga de aire frío y se encogió en el abrigo. Yoongi dejo escapar una maldición de su boca antes apartar la mirada de sus ojos. De repente el músico estaba incómodo dentro de su propio territorio. Por un momento Jimin casi se atreve a sonreír descaradamente.

-¿Entonces que mierda haces en un barrio como este? Puedo oler tu miedo desde aquí Jimin. – Yoongi no pudo evitar fijarse en la marca de su cara. No le gusto recordar que el fue el responsable de ese moratón pero lo era y de alguna forma no se arrepentía. Era mejor apartar a Jimin ahora que sus padres no sabían de su existencia, si empezará algo serio con él no tardarían en ofrecerle dinero y golosos regalos para que desapareciera de su vida. Si no empezaba una relación con él evitaba el posterior sufrimiento de la ruptura. Porque una cosa estaba clara, la familia de Park necesitaba el dinero. Sabía que el bailarín no lo aceptaría para el mismo pero si para su familia tras pensarlo. Sus padres insistían hasta arrancar todo rastro de él si demostraba la más mínima muestra de cariño hacia este.

-No te interesa.  Preguntas por puro compromiso. Si me disculpas tengo cosas que hacer – sus pies prácticamente corrieron sobre la acera intentando olvidar el sentimiento que la simple voz del chico le provocaba.

-¡Park Jimin! - se giró repentinamente cuando Yoongi lo llamo desde la distancia- ¡No vayas más al este, los chicos bonitos como tú no duran mucho en esos barrios!

Min Yoongi sonreía lo cual confundió a Jimin.

-¡Entonces no tendré problema. Yo no soy un chico bonito! - grito de vuelta antes de girarse con la respiración agitada. Sonrío. Como un idiota. Y maldición en voz alta. Y pateo las charcas del suelo. Estaba igual o más obsesionado con Min desde que este le pidió que se alejara.

Ese fue el momento en el que Jimin decidió entrar al Dream Palace , un local poco común que atrajo su mirada curiosa. Las luces de neón rosas brillando en el medio de la calle, las personas agolpándose a la entrada y en su interior el deseo de encontrar un nuevo refugio.

Cerca del local en el que se había adentrado el bailarín se encontraba la casa de Namjoon. Solo a un par de calles teñidas de edificios húmedos y personas adictas a la felicidad artificial.

(***)

Jin estaba estirado en la cama del chico suicida , posaba su cabeza en las piernas de este y fruncía el ceño ante algunas de las ideas de Freud.  En respuesta Namjoon se permitía sonreír un poco más, la cara de confusión del fatalista lo valía.

Cualquiera que los observase creería que se trata de una bonita estampa que representa la felicidad sencilla.

-Demasiado por hoy – dijo tallándose los ojos y girando la mirada hacía el chico – Tenemos un trato pendiente que establecer.

Ambos creían saber lo que hacer.  Ambos pensaban que controlaban perfectamente la situación , sus sentimientos.  Y ambos sabían que en algún momento tendrían que dejar a un lado el sexo si querían mantener una amistad seria.  Sin embargo, se atraían como imanes sin llegar a ser polos opuestos. Los dos necesitaban olvidarse de muchas cosas y los dos entendían los problemas del otro.

Jin modifico su posición colocándose ahora a horcajadas sobre las piernas del chico suicida. Dejo que este fuera el primero en buscar el beso porque incluso aunque Namjoon odiaba los besos con Seokjin eran diferentes. Con otros se sentía demasiado intimo, con el fatalista era probablemente una de las cosas más eróticas que había experimentado.  Se volvía débil con solo el roce de sus labios. En parte eso lo asustaba.

-Empezaré a pensar que te gusta morder – hablo Namjoon al sentir el mordisco sin fuerza en su labio inferior.

-Quizás me guste porque tu reacción es encantadora Nam – Jin adoraba la cara que ponía el chico cada vez que hacía algo que le agradaba o lo excitaba.  Satisfacción. Eso le transmitía. Lograba que se sintiera útil.

-Demasiado sentimental Jin.  Sabes que no me gustan esas cosas – Seokjin rio sobre los labios de Namjoon y después volvió a atraparlos en un beso lento. Le cedió el control en el momento en que sus lenguas se encontraron.

La ropa empezaba a molestar entre ellos sin embargo sumidos en el vaivén de las caderas frotándose mientras sus erecciones crecían siguieron el beso durante un largo periodo de tiempo. Sus respiraciones agitadas aumentaban el vapor que cubría las ventanas por el frío del exterior.

Con los labios rojos e hinchados Jin se encargo de librarse de su camiseta y la de Namjoon , este último lo observaba comenzando a pensar que sus labios enrojecidos eran una bendición, le aportaba un tono erótico a la cara de niño de Seokjin. 

Jin fijo los ojos sobre el cuerpo de Namjoon, sus manos acariciaron el torso del chico admirando su piel cubierta por pequeñas cicatrices. Daba igual donde miraras, si prestabas atención siempre encontrabas una.

-No deja de sorprenderme – Namjoon clavo su mirada en el chico sintiendo su cuerpo temblar con cada mordida y chupada que ejercía sobre las marcas de la piel de su torso – Eres muy joven para haber recibido tanto dolor aunque se trate de un dolor físico .  Empezaré a pensar que eres un masoquista.

-¿A parte de chico suicida me llamaras masoquista? – Namjoon enterró su mano en el cabello de Jin y lo atrajo hacía si para volver a besarlo.  Ahora fue él quien mordió y el fatalista dejo escapar un casi inaudible gemido.

Seokjin abría la boca como un pez fuera del agua buscando aire , sonaría raro para cualquiera pero a Namjoon le encandilaba ver la forma en que el erotismo provocaba que su respiración fuese dificultosa , mas no imposible.

-No.  Siempre serás mi chico suicida. – Jin se sorprendió y arrepintió de haber dicho esas palabras, pues salieron de su boca sin haberlas pensado bien.

-¿Siempre? Eso es mucho tiempo  - Namjoon alzo una ceja posando sus ojos en los del chico. Sonreía como si nada le importara.

-Es una frase echa Namjoon.  Ya me entiendes.

Este se limito a asentir cuando sintió de nuevo la boca de Jin sobre la piel de su torso, acercándose a la goma de su boxer y logrando que la dureza de su masculinidad aumentara. Al chico le gustaba ejercer contacto, acariciar, lamer, chupar y besar. Eran patrones que repetía constantemente. Namjoon nunca había experimentado el sexo de esa forma, para él se trataba de placer propio pero Jin buscaba el confort de la otra persona, lo tranquilizaba a la vez que lo excitaba, lo derretía transmitiendo una calidez casi increíble. Le gustaban esos detalles. Probablemente solo le atraía esa forma de actuar o de moverse porque nunca antes habían tomado el control con él, incluso si solo era para besarlo, marcarlo o excitarlo el fatalista lograba llevarlo a un estado de paz interior y placer que generalmente solo conseguía con la adrenalina . Era absurdo, tremendamente absurdo, Jin y adrenalina eran antónimos pero causaban en su cuerpo sensaciones muy similares.

-Creo que te debo un favor.

Antes de que pudiese reaccionar Jin ya estaba bajando sus calzoncillos.  El chico sobo su pene sacándole los gemidos atravesados en su garganta desde el momento en que se empezaron a besar. El fatalista se permitió besar toda la zona colindante a su masculinidad. Lo hacía lentamente, adorando cada pequeña parte de piel. Estaba siendo lento para el gusto del chico suicida sin embargo este dejaba escapar suspiros por la boca, endureciéndose cada vez más cuando sus labios rozaban la extensión de su pene o sus manos acariciaban sus bolas.

La mirada de Namjoon no abandonaba a Jin.  Observaba sus movimientos, gemía cuando el otro clavaba sus ojos en los suyos y encorvaba la espalda al sentir el cálido aliento del fatalista acercándose a su polla. Lo estaba matando, jugaba con su paciencia de forma descarada… eso le encantaba.

-Jin… Hazlo ya – estaba excitado.  De esa manera en que la persona te gusta lo suficiente como para desear saltarse todos los preliminares.

Jin obedeció y eso creo una reacción exagerada en Namjoon , el cual gruño un gemido.  No estaba acostumbrado a que el fatalista no luchase por obtener el control.  Seokjin estaba haciendo lo que él le pedía y eso lo volvía loco.

Se centro en la sensación que le provocaba tenerlo entre sus piernas chupando y besando cada zona de la piel de su masculinidad.  Había algo más acerca del placer que no era capaz de descifrar.  Era algo que solo ese chico repleto de miedos le hacía sentir.  Quizás una mezcla de ternura y deseo a la que se le sumaba su necesidad de protegerlo.

-¿Te gusta?  - Jin se relamió los labios y Namjoon sintió la necesidad de volver a besarlo.  Se asusto un segundo por lo poco común que esa sensación le resultaba.

-Me encanta principe.

Jin sonrió complacido con el cumplido y volvió a chupar la extensión del pene de Namjoon.  Sin prisa dejo que sus movimientos se volvieran lentos. 

-Me estas provocando – rio ante la exclamación de Namjoon.

-¿Lo hago? – ambos sonrieron – Follame.

-Creí que te gustaba dominar – las palabras de Namjoon se alejaban de sus movimientos pues ya se encontraba buscando el lubricante necesario para lograr la perfecta satisfacción en el fatalista y un condón.

-Te lo debo – Jin hablaba con la voz ronca y entrecortada.

Se quedaron unos segundos quietos. Mirándose.  Sin ni siquiera percibir que el tiempo pasaba. Los dos observando la belleza del otro.

-Oh, ese es el trato que has ideado. Vas a ser sumiso para mi. -las manos de Namjoon casi quemaban ante la anticipación que le provocaba pensar en tal cosa.

-Similar. -Jin sonrió de manera sincera. Sus dientes blancos dándole un bonito aspecto a su rostro por norma general apagado y triste.

Estaba contento, no le importaba dejar que Namjoon hiciera lo que quisiera con él. Le gustaba ese chico, físicamente y mentalmente. Se trataba de un muchacho guapo, listo y tan valiente que rozaba lo kamikaze. O eso creía el fatalista.

Entonces Namjoon se deshizo de la poca ropa que aun llevaba Jin y con maestría obtuvo la posición que quería en el primer intento.

Seokjin se dejaba hacer.  Con los codos sobre el colchón y el trasero alzado. Se limitaba a disfrutar la sensación de las frías manos de su chico suicida preparándolo. Este no solo se limito a dilatar la entrada del fatalista si no que también acaricio la espalda de Jin y le dedico algunas caricias a sus costillas, repasando con la yema de sus dedos la notable cicatriz.

-Nam..Por favor. 

No pudo negarse a la petición. Le llevo solo unos segundos comprobar que la entrada de Jin estaba lo suficientemente dilatada como para entrar sin lastimarlo.

Ambos gimieron y se dejaron llevar en el juego del placer. Namjoon sintiendo algo crecer en su interior más haya de lo que conocía. Jin deseando que sus sentimientos fueran pasajeros porque no soportaría sufrir por alguien que no lo quiere de la misma forma.

-Namjoon – el solo echo de que gimiera su nombre ya le provocaba un estallido de sensaciones en la parte baja del estómago.

Namjoon tomo más atención. Decidio rápidamente que quería mirarlo a la cara así que lo instó a moverse.

-Probemos algo nuevo – le susurro en el oído cuando Jin se recostó en la cama con la espalda chocando contra la suave sábana – Nunca te he visto mientras tienes un orgasmo. Lo he hecho después, cuando estás sudado , sonrojado y con los labios hinchados pero siento curiosidad por ver tu rostro durante el proceso.

De repente Jin parecía un poco más tímido de lo normal pero las palabras de Namjoon lejos de desanimarlo enviaron un escalofrío por todas sus extremidades .

El chico suicida colocó las piernas de Jin sobre sus hombros y tras posar un húmedo chupetón sobre su muslo derecho volvió a penetrarlo. La primera vez lentamente memorizando la expresión que atravesaba el rostro del fatalista. Jin se mordía el labio y gemía en bajo. Las siguientes estocadas fueron más rápidas, hasta que la velocidad creo esa característica calor y tembleque entre las piernas de ambos.

Seokjin miraba a los ojos a Namjoon y este sostenía la mirada realmente excitado. Llevo su mano al miembro del fatalista , lo acaricio tratando de ayudarle en la tarea de llegar al clímax. SeokJin gimio en alto y echo la cabeza hacía atrás permitiendo que su cuello quedase expuesto , el chico suicida beso esa zona marcando la nívea piel y maravillándose por la rapidez con la que se amorataba.

Ambos estaban más sumidos el uno en el otro que en cualquier otro de los encuentros sexuales que sumaban hasta el momento. Era cierto que solo se miraban mientras la calor aumentaba pero eso resultaba más excitante de lo que habían imaginado. Era su primera vez viéndose a los ojos mientras el orgasmo comenzaba a llegar. Retorciéndose de placer entre miradas lascivas.

-Joder..  Jin – Namjoon casi grito cuando tras algunas fuertes estocadas el placer lo invadió por completo.

Seokjin tardo solo unos segundos más en obtener el tan deseado orgasmo y llevando una mano al pecho de Namjoon mientras este seguía moviéndose en su interior gimió en un tono agudo. Sin apartar ni un solo instante los ojos del chico que lo empezaba a volver loco.

-Deberías verte en un espejo. No sabes lo erótico que resultas mientras estás en medio del clímax -Jin río en alto. Con felicidad. Eso hizo que Namjoon sintiera las repentinas ganas de abrazarlo, recorriendo sus brazos con caricias. Era difícil ver sonriente al fatalista pero ahora el chico deslumbraba, parecía tan feliz que eso lo hizo sonreír a él también.

Se dejó caer sobre sus brazos cansado , noto como Jin acariciaba de nuevo su espalda con suma delicadeza. Un escalofrío de miedo le recorrió el cuerpo. ¿Realmente el fatalista sabía que solo se trataba de simple sexo? Evito hacer la pregunta en voz alta por temor a la respuesta.

(***)

Namjoon tironeo de la mano de Jin hasta el puente mientras este expresaba su desacuerdo con ojos temerosos y piernas temblorosas. La noche comenzaba a hacer presencia mientras el tímido sol se escondía con prisa tras las montañas.

-¿Por qué me has traído al puente de Seúl? ¿Sabes la cantidad de accidentes que hay aquí?

-Sueles llamarme chico suicida – Namjoon envolvió la cintura de Jin y lo posiciono contra la barandilla del límite del puente. Notaba lo asustado que el fatalista estaba . Apretó su cuerpo sobre el suyo logrando que sintiera el metal humedecido por el frio chocar con su espalda- ¿Sabes que hay una expresión que define los muchos casos de suicidó que hay en el río Han? Si alguien menciona alguna vez “el río Han está caliente” se está refiriendo a los suicidios que tienen lugar aquí. Lo sé, macabro. Pero eres tú quien cree que soy un suicida. ¿No es este el lugar que me corresponde según tu teoría? Yo lo considero bastante adecuado. Deberías atraverte a mirar el paisaje . Es hermoso.

Jin tembló bajo el toque frío de las manos de Namjoon cuando este sujeto su cara con rudeza decidido a besar su cuello. Maldiciendose a si mismo se lo permitió sintiendo una vez más la mezcla de miedo y placer que no hace mucho experimento en una de las altas montañas de Seúl.

Noto como la lengua del chico recorría su manzana de Adam (nuez del cuello) enrojeciéndo la piel de su cuello con cada chupada. Empezaba a pensar que él tenía algún tipo de fetiche con esa parte de su cuerpo.

-Te gusta esto. Por eso lo hago – hablo en su oído. Las manos de Seokjin se aferraban con fuerza a la barandilla al nivel en que sus nudillos habían comenzado a tomar un color blanco por la insistencia – Te gusto la primera vez , cuando te hice creer que estabas en frente del precipicio y te gusta ahora porque no tienes la menor idea de cual será mi siguiente paso. Puedes enfrentarte al miedo si te dan algún tipo de refuerzo positivo. ¿No es un poco perverso esto Jinie? Tienes miedo pero estás dispuesto a enfrentarlo si sigo tocándote o besándote. Me da la sensación de que Susan no podrá darte esto. Su terapia no incluye el placer erótico.

Jin estaba quieto, su pecho subiendo y bajando por la respiración acelerada. En cuanto Namjoon le dejo un poco de espacio se apartó rápidamente de la barandilla del puente.

-No he dicho que no me guste. Tiene un punto de rareza pero me agrada. - Namjoon no estaba mintiendo, mezclar adrenalina con los gemidos del fatalista era algo que se le antojaba atractivo.

Jin no sabía que decir, el miedo estaba presente en él todavía sin embargo Namjoon había acertado de lleno al mencionar que diminuia cuando lo excitaba. Su mente era un remolino de ideas desordenadas, podría saltar sobre él para rogarle por más o escapar corriendo como si fuera un psicópata y no el chico suicida el que ahora lo miraba con una ceja levantada.

-Probaré una pequeña cosa – Namjoon subió primero una pierna y luego la otra sobre la barandilla.

Seokjin dio un paso adelante peleando con sus instintos. Freno sin atreverse a seguir hacia delante. Nam en cambio soltó el agarre de una de sus manos para darse la vuelta. Observó el río Han casi con adoración , el agua turbia mostraba su fuerza golpeando las rocas o alzándose en olas de espuma blanca, la altura lo mareaba en un buen aspecto pero por supuesto era consciente de que no llevaba un arnés que asegurará su vida. Se sentó sobre la barandilla.

-Por favor deja de hacer tonterías. El metal está húmedo , podrías resbalar y matarte. – un paso más hacia delante. Para cualquier otra persona resultaría fácil pero a Jin le causaba fuertes jaquecas ir en contra de su propia zona segura. La cabeza estaba a punto de explotarle cuando dio tres zancadas más hacia Namjoon y lo abrazo por la cintura aferrándose a él. - ¿Qué es lo que quieres probar? Ya sé que la muerte te da igual pero no me gustaría presenciar como te matas. No quiero que te mueras.

Namjoon tosió cuando un sentimiento de calor y ternura atravesó su cuerpo posándose en la boca de su estómago.

-Te arriesgas – susurro – No te paralizas ante las situaciones que te parecen peligrosas. No mentiste cuando mencionaste que puedes tomar decisiones aún si tienes miedo. Estoy orgulloso de ti Jinie.

Seokjin apretó el abrazo alrededor de la cintura de Namjoon y escondió su cara en la espalda de este.

-Por favor – susurro, su suplica lastimando el corazón de Namjoon por el dolor que impregnaba – Aún tengo miedo. Estoy muy cerca de asomarme por la barandilla por tu culpa y no quiero mirar hacía abajo.

En ese momento Namjoon lo entendió. Jin estaba a punto de cruzar su línea de aguante y sin algo que lo distrajera pronto entraría en pánico.

-Suéltame, si sigues abrazándome no podré bajarme de aquí – le hizo caso al instante , lo soltó, sin embargo no dejo ir el agarre alrededor de su mano, Jin entrelazó sus dedos con los del chico suicida. El riesgo de que Namjoon diera un paso en falso aún lo asustaba.

En ese instante Namjoon comprendió que Jin anteponía el bienestar de los demás al suyo propio y se pregunto hasta donde el fatalista estaría dispuesto a llegar para poner a sus seres queridos a salvo.

Ese día Jin descubrió que Namjoon tenía una especie de don, él era capaz de descifrar a las personas y volverlas locas con una rapidez alarmante.

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Holi!
Seré sincera, este es unos de los capítulos que a mi me gustan pero de los que no estoy segura al respecto. Le di muchas vueltas a la narración y sigue sin acabar de convencerme. Me gusta porque hay de algúna manera un avance en el rol de los personajes pero eso, la narración me parece muy pobre.

De todas formas decirme que os parece o si hay muchos fallos ortográficos.

P.d; ¿os molesta que ponga las canciones que yo personalmente asocio a cada CAP? No tengo problema en dejar de hacerlo si veis que no sirve de mucho.

P.d 2; debería dejar de obsesionarme con el snow. Yo más filtros de gatos y perros cukis es un peligro.

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