Capitulo 14
Capitulo 14
“They say that I must learn to kill before I can feel safe but I, I'd rather kill myself than turn into their slave”
Namjoon piso el acelerador con fuerza, la adrenalina se empezaba a acumular en la boca de su estomago causándole la sensación de poder volar mientras sus pies tocaban el suelo, o el acelerador en este caso. Jin se mantenía sentado a horcajadas sobre sus piernas, con los ojos rojizos y cristalizados. No veía la parte delantera de la carretera si no la ventana trasera del coche que es el sitio en el que se empeñaba en clavar la mirada intercalándolo con el cuello de Namjoon en el que se escondía cada vez que sentía el pánico atravesar cada una de sus extremidades enviándole latigazos a la cicatriz que cubría sus costillas.
Dejo escapar un casi insonoro gritillo al notar el brusco giro que dio con el coche su compañero de terapia. Se encontraban en un campo de tierra, la lluvia había desaparecido dejando paso a un cielo totalmente despejado en el que se distinguía la luna creciente.
-Vuelve a concentrarte en mi Jin – Namjoon hablo aun con el pie en el acelerador tomando una vez más velocidad en la recta y levantando el pie a medida que volvían a acercarse a las curvas.
Jin obedeció comenzando a besar el cuello y madibula de Namjoon , buscando la forma de sacarle gemidos de la boca. De alguna estupida foema una vez más la combinación de excitación con miedo lo estaba atravesando, casi necesitaba gritar y lo hizo. Grito con fuerza escuchando la risa del chico suicida para volver a besarlo con intensidad.
¿Que estaba haciendo? Estaba colgado de los labios de Namjoon, chupandolos y mordisqueandolos mientras este conducía. Era peligroso, estaba en un momento en que sus lágrimas de pánico se combinan con los gemidos fuertes de Nam, le encantaba. Era algo que no lograba comprender mientras que el chico suicida notaba cada parte de su cuerpo deseosa de parar el coche para centrarse en Jin.
Namjoon era consciente de sus miedos sin embargo le encantaba probarlo. Retarlo. Hacerlo llegar a su límite.
Había pasado menos de media hora desde que el fatalista intento salir corriendo tras percibir la intención del suicida de conducir a gran velocidad aprovechando el desértico campo. Este decidió usar métodos más drásticos que los de su terapeuta y cuando Jin entro en pánico se limito a acercarlo a su cuerpo para besarlo. Los besos no eran su cosa preferida en el mundo, era de ese tipo de personas que elegían una buena mamada y no un beso apasionado, detestaba esa sensación de que lo sexual se convirtiera en un acto intimo de pareja pero funcionaban con el chico miedoso que ahora se mantenía sobre sus piernas, escondiendo la cabeza en su cuello para permitirle ver bien la carretera de tierra del terreno por el cual su coche se movía derrapando a una velocidad de todo menos segura.
-¿Cuándo acabaras con esto? – Jin aparto la boca de su clavícula, durante un momento Namjoon se sintió culpable al percibir los tembleques y lloros del chico que hablaba con los labios cerca de su clavícula . Sin embargo lejos de hacerle caso ,en lugar de parar el coche, levanto la cabeza, sujeto con ansia el volante y volvió a tomar la curva con una perfección casi exquisita – Nam…
Seokjin se movió un poco. Poso la espalda contra la ventanilla del conductor dándole más espacio a Namjoon mientras colocaba sus piernas en línea sobre las del chico aprovechando el descenso de velocidad. Llevo sus pies al asiento de acompañante intentando relajarse y formando un pequeño triangulo con la piernas al flexionar las rodillas. Su brazo rodeaba el asiento por la zona del respaldo del conductor.
-¿Te has relajado? - Namjoon no apartaba la mirada del frente por lo que a Jin le resulto fácil entretenerse con los gestos que su rostro mostraba con cada giro que realizaba, cada aumento o descenso de velocidad. Concentración. Diversión. Pasión. – Lograre que te enamores de los coches y la velocidad.
-Lo dudo – Jin respondió con seguridad – Incluso aunque les perdiese el miedo nunca podrían gustarme. Tu en cambio eres un kamikaze….
-Necesitas superarlo, ¿cuánto hace de tu accidente? Dijiste que fue cuando tenías casi quince años. ¿No crees que ya va siendo hora de olvidarlo?
Jin se retorció incomodo con las palabras del chico suicida y este comenzó a descender la velocidad hasta que el coche se quedo completamente quieto.
-Lo siento. Te prometí una noche divertida y he sacado un tema complicado. – Jin llevo su mano a la mejilla de Namjoon y acaricio la piel de este con deleite, el chico de cabello decolorado no se aparto. Disfruto de la sensación que las manos calientes de Jin causaban sobre su helada cara. El chico era cálido en todos los aspectos, incluso cuando Namjoon lo retaba o lo asustaba- ¿Quieres comer algo?
-Sí, siempre estoy hambriento. ¿Qué propones? - Jin aparto la mano de la cara del chico y se movió hasta el asiento de copiloto.
Miro a su alrededor, el coche había marcado las huellas de las llantas en la tierra mojada por la lluvia. Las estrellas brillaban con una fuerza que el cielo situado sobre la ciudad nunca le hubiera permitido observar.
-No lo sé. ¿Quieres ir a algun sitio en concreto? - Namjoon miro a Jin, sonrió al comprobar que los ojos de este estaban perdidos mirando hacía el firmamento.
-No hay nada en concreto que me apetezca – le respondió finalmente – El primer local barato que encontremos estará bien para mi.
-¿Qué te parece si vamos a mi departamento y cocinamos algo? – Jin frunció el ceño – Olvídate de que la casa pueda explotar por el gas o algo se queme. Créeme soy realmente patoso y aun así he logrado desenvolverme durante años sin problema.
-Supongo que podría aceptar el trato – un suspiro se escapo de su boca.
Aunque comenzaba a progresar no le gustaba tener que dar la cara ante tantos miedos en una sola noche. Primero fueron las alturas con esa mentira que Namjoon le hizo creer mientras llevaba los ojos vendados, después el coche desplazándose realmente rápido por la carretera de tierra y ahora seria la cocina del departamento del chico.
Pero lo que sin duda más le asustaba era disfrutar cada momento al lado de Namjoon olvidando hasta sus propias fobias cuando su mente se centraba en el.
Durante el trayecto hacía el departamento de Namjoon se permitió mirar por la ventana. Había algo acerca de ese viaje que le gustaba relevando el miedo a los vehículos a un tercer plano. Quizá fuera el viento frío de la noche chocando contra su cara debido a su insistencia por mantener la ventana abierta, tal vez se debiera a la cantidad de luces que tintineaban con rapidez ante sus ojos cuando el coche se movía o puede que se sintiera protegido al lado de Namjoon. Incluso aunque sonara absurdo pues nadie podría sentir esa seguridad que lo invadía permaneciendo al lado de una persona a la que le agrada jugar contra la muerte a diario.
Un camión toco el claxon con fuerza instando a Namjoon a acelerar, este lo ignoro dedicándole un corte manga antes de que el conductor los adelantase. Si iba tan despacio era exclusivamente por Jin pero no bajaba de lo recomendado en las señales de trafico.
Jin miro el camión, un escalofrío llego hasta su piel y le recorrió el cuerpo. Entonces lo recordó. Como un flash. Rápido pero doloroso. Las imágenes se colaron a través de su mente llegando hasta lo más profundo de su corazón y empezó a convulsionar.
El recuerdo tan claro, haciendo estragos en su alma. La imagen de aquel coche chocando contra el de sus padres, el claxon sonando, su madre gritando, su padre tirado en la carretera lejos de ellos, sin respiración. La gente intentando sacarlo de su asiento sin saber que el metal de la puerta cortaba la piel de su torso. Un hombre lo cogió de los brazos con fuerza y tiro con ganas. Rasgándole la piel. Y su madre seguía gritando. Y el seguía sangrando. Y su padre… su padre ya ni siquiera respiraba. Fue un segundo, solo lo que le llevo dar un paso. El coche exploto y todo su mundo se volvió negro después de aquello.
Namjoon paro el coche en una esquina de la carretera y se bajo rápidamente para intentar captar la atención de Seokjin que parecía sumido en un trance mientras temblaba violentamente llevándose las manos a la cabeza. Se deshizo del cinturón que le rodeaba la cintura, lo saco del vehículo sin saber que hacer. Paso una de sus manos por el brazo del fatalista sin lograr nada, probo moviéndolo con brusquedad mientras posaba las manos en sus hombros pero eso solo lo asusto más…
La respiración de Jin cada vez era más rápida al punto en que la tos comenzó a lograr que se atragantara. Sus manos aun temblaban cuando Namjoon las sujeto con mimo sin saber bien que era lo que estaba haciendo y con algo parecido a miedo instalado en su pecho.
-Esta bien Jin. Estoy aquí - poso su mano en la espalda del chico comenzando a darle pequeñas friegas – Trata de respirar con tranquilidad, tenemos todo el tiempo del mundo. Tomate tu tiempo.
Jin rodeo el cuerpo de Namjoon con sus brazos buscando un abrazo, algo que le hiciera sentirse acompañado. Este rápidamente lo acogió entre sus brazos.
-Así – hablo al notar que la respiración de Jin ya no era tan dificultosa – Estas haciéndolo bien – se moría de ganas por preguntarle que sucedía pero entendía a la perfección que no era el momento adecuado – Ya esta. Ya paso. Estoy aquí cuidándote Jin.
Le tomo algunos minutos relajarse y cuando lo logro una ola de cansancio pareció acudir hasta él.
-Llévame a casa por favor – hablo aun entre los brazos de Namjoon.
-Claro. Ven deja que de una manta, estas helado – el sudor frío resbalo por la frente de Jin haciendo que se estremeciera antes de que Namjoon le ofreciera una mantita mediana sacada del maletero de su coche – Recuéstate atrás, descansaras mejor.
Namjoon condujo en silencio hasta el departamento de Jin. Lo acompaño hasta la entrada e incluso entro para informar a Jimin de lo sucedido sin embargo no había rastro del bajito amigo de Jin.
-No te vayas – trago con fuerza. Jin estaba suplicándole con la mirada. Sus ojos rojos, repletos de lagrimas y sus manos comenzando a temblar de nuevo- No me dejes solo. Odio estar así. Sin nadie.
Namjoon asintió con la cabeza y acorto la distancia entre ambos. Algo en su interior le gritaba que Jin era un ser lleno de debilidades, que debía cuidarlo.
-Deberías darte una ducha caliente. Estaré aquí cuando salgas. Te prometo que no me iré a ningún sitio.
Una diminuta sonrisa de unos segundos se dibujo en el rostro de Jin antes de que el dolor volviera y comenzase el llanto una vez más.
-Quédate.
-No me voy a ir Jin.
-Quédate toda la noche. Quédate conmigo solo por hoy. – y esas palabras petrificaron a Namjoon. Tan simples y a la vez llenas de necesidad, de dolor, de suplica… de desesperación.
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Heiiiia!
Sé que es muy corto pero tengo que ir al dentista, hemos llegado a los 3K y digo hemos porque aunque yo la escriba sin mis lectores no conseguiría nada. Así que si puedo cuando vuelva del dentista subiré otro cap, sé que este es una mierda pero algún CAP de relleno tiene que haber jajajaja.
Os amos, Mel xoxo
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