~ Veintiuno ~

—Llegó la hora Minnie. Te prometo que no tardaré mucho, ¿de acuerdo? —Preguntó, aún si sabía que jamás obtendría una respuesta por parte de él cuadrúpedo. —¿Si? —Asintió, aunque en realidad era una respuesta a su propia pregunta. —Perfecto.

Él chico de oscuros cabellos sujeto al pequeño minino, él cual inclinaba su pequeña cabeza y se mantenía con las orejas bajas.

La tibia e incolora superficie lo esperaba, junto al pequeño juguete que Yoongi había comprado para él.

Así que Minnie decidió ser valiente, afrontaría una situación que le causaba una vergüenza extrema al estar al lado de él mayor, después de todo, no es como que fuera la primera vez que le daba un baño. Pero por alguna extraña razón, siempre que Yoongi organizaba todo para la esperada ducha, se percataba de que Minnie se mantenía limpio y fresco.

Era como si alguien más se encargará de acicalarlo. Tal vez Seokjin.

Todo su pequeño cuerpo se encontró húmedo en pocos segundos, siendo masajeado y tratado con la mayor delicadeza que las grandes manos de Yoongi podían brindarle. Si, definitivamente era un consentido.

Y puede que fuese raro, pero realmente comenzaba a disfrutar ese tipo de baños, uno donde él simplemente se dejaba mimar y hacer, dejándole todo el trabajo al pálido, quien se encarga de mantener calientito al pequeño minino, acariciando detrás de sus oreja y limpiando con suavidad las pequeñas almohadillas de sus patitas.

Minnie no era alguien que le tuviese miedo al agua, mucho menos al aparato escandaloso que se encargaban de secar su sedoso pelaje, sin embargo, quizá aquellas garritas marcadas en los brazos de él azabache decían algo muy diferente.

Una vez que se encontró totalmente acicalado, Yoongi lo dejó sobre el mullido sofá, el cual se encontraba cubierto de mantas y almohadones, los cuales tenían un propósito específico, sabía lo que pasaría. Y eso, definitivamente le encantaba.

Era noche de películas, aquella tarde en la cual Yoongi preparaba palomitas y algún refresco para su propio consumo, con el cual acompañaría golosinas especiales para su hermoso gatito, quien igualmente recibiría aquellos granitos de maíz, mientras era mimado hasta que la noche cayera y ambos se encontraran agotados y listos para ir a la cama.

—¿Estas listo? —Él minino soltó un fuerte maullido. —¿Qué te gustaría ver?

Él chico comenzó a mover los botones lentamente mientras esperaba una señal de aprobación por parte de su mascota.

Minnie sabía qué tipo de películas le gustaban a Yoongi, y siendo Jimin él era quien tenía el control absoluto de aquel aparato, así que como un buen gatito elegiría algo que fuese de del agradó de ambos y no tuviese nada que ver con él romance que acostumbraba ver.

—¿Love Alarm? —Río ligeramente. —Jimin no deja de hablar de esa cosa, la verdad es que no me agradan mucho los dramas, pero... ¿te parece ver eso Mochi?

Él chico se giró, observando por un segundo un peculiar brillo en la mirada de su minino, preguntándose si aquel programa sería del agrado de su caprichoso gatito, o quizá que siguiera observando el catálogo de películas.



























Yui-Chan.❤️

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