~ Cuarenta y cuatro ~

—¡Al fin llegaste!

Los gritos de su pequeño son expresados con tal emoción que no se pregunta ni por un segundo el momento en que sus brazos se encuentran al rededor de la diminuta cintura. Suspira y jadea por un segundo ante el miedo que le recorrió al pensar que caería, pero no fue así, su chico se agarró con firmeza de sus hombros y logró sostenerse de él igual que un pequeño koala o chimpancé.

—Si que has creado un gran escándalo.

—No importa, estoy feliz de tenerlo conmigo y solo para mi por todo el día. —Sujeta su cuello y deja que su cuerpo se aleje ligeramente del contrario, percibiendo la firmeza de las manos alejas le sujetan.

—Vamos, hay que subir si deseas ver todas las películas que probablemente elegiste. —La sonrisa de su rostro es ladina, demostrando un poco sus más sinceras intenciones.

Subir, abrazarle y llenarle de besos el resto de la tarde mientras fingen prestar atención a dos de cinco películas que mirarán y de las cuales no recordará ni la mitad.

El felino niega y sonríe hasta que su vista se nubla y un pequeño beso es depositado sobre la punta de su nariz. —Tendrás que llevarme así.

—Creo que alguien tiene la edad suficiente para subir por su cuenta aquellas infinitas escaleras.

—De cualquier forma lo harás. —Se encoge de hombros y realiza un mohín débilmente.

—¿Y se podría saber cómo es que te encuentras tan seguro? —El tono es juguetón y risueño, algo realmente peculiar en Min.

—Porqué yo te lo pedí. —Sus ojos brillan y aquel bello sonreír vuelve a presentarse.

Él mayor niega un par de veces después de soltar una linda risa al aire, provocando que su chico tiemble por un segundo gracias al grave y encantador sonido.

Yoongi siempre ha creído que aquella cafetería merecía un hermoso invento llamado "elevador", quien habría evitado el temblor en sus piernas por haber subido hasta el apartamento de su casi hermano, con su chico en brazos.

El rubio es depositado en la orilla de aquel colchón que ha ocupado durante esas semanas, dejando que el mayor observe todo su trabajo y esfuerzo.

Había bastantes almohadas al rededor, donde podrían acurrucarse y crear ese lindo calorcito que tanto les gusta, la televisión se encontraba encendida y lista para dar inicio a una de las películas favoritas de ambos, con la cual reirían y tendrían algún momento para consentirse sin tener que prestar atención, teniendo en cuenta que ambos sabían todos los diálogos sin excepción, botanas y bebidas depositadas en ambos burós que se encontraban a los lados de la cama, solo esperando ser devorados o ingeridos por él chico que comía con más tranquilidad.

Ambos retiraron sus pantuflas y se dejaron abrigar por los brazos contrarios, se encontraban emocionados y quizá un poquito nerviosos.

Aunque no existía manera de culparlos después de lo sucedido hace unos días, cuando habían decidido que era el momento de conocerse a profundidad en otro aspecto.

El productor disfrutó del rico aroma a moras que desprendía su pequeño, besando su mejilla y dejando que su rostro acariciara el gordito moflete por unos segundos. —Que suave.

Jimin río por las acciones de su chico y las ligeras cosquillas que aquel susurro la causó, obligándose a girar incluso si todo su rostro se encontraba enrojecido y sentía un poco de vergüenza al dejar que lo mirasen así. —¿Continuarás de ese modo o te decidirás a besarme de una vez?

—Besar tu frente o mejillas es casi tan maravilloso como hacerlo en tus labios, no existe manera que me haga detenerme. —Advirtió, antes de enloquecer solo un poco al decidir llenar de todo aquel hermoso y aniñado rostro de muestras de amor.

Seokjin suspira con tranquilidad y decide cerrar la puerta de su departamento, dándole privacidad y dejando que un par de dudas le invadan tras la conversación que había tenido con sus amigos por la mañana.










El ambiente parecía algo ameno entre los tres amigos, quienes habían preparado una reunión por la mañana de aquel día, antes de que la noche cayera y con ella el cansancio les invadiera.

"Y... ¿sucedió algo entre Yoongi y tú?". Preguntó él mayor de los tres chicos, quien se encontraba mezclando un par de ingredientes para su nueva receta.

Lo cierto era que tenía mucha curiosidad por los sucesos recientes que se habían presentado desde aquella extraña mañana en la que Yoongi había llevado a Jimin a su departamento, dejándolo en la puerta con un ligero beso y una corta despedida.

"Claro, bueno si. Supongo". Su mente se encontraba dispersa desde un par de días atrás, cuando sus dudas y preguntas comenzaron a aumentar.

El actor y el repostero se miraron entre ellos no muy conformes por la respuesta que les había otorgado el rubio.

"Estoy cansado de las indirectas que Seokjin te ha dado y no pareces entender. Dinos qué está pasando con Yoongi". Era fácil de esperar que Taehyung se comportara un poco más hormonal de lo usual.

"¡Taehyung! No debes cuestionarlo así, si no está listo debe ser por algo".

"¿Estar listo?"

"Todo a su tiempo Jiminnie, incluso si algunos..."
Se vio interrumpido por el felino castaño.

"Solo confiesa porque no se han comunicado durante toda la semana, él no me habla de ti y tú no hablas de él. ¿Sabes lo extraño que es eso? Desde que te conozco mencionas su nombre al menos una vez por día". La exasperación del felino lograba liberar un poco la tensión.

"¡Kim! No vamos a presionarlo, ya se ve bastante cansado". Le reprochó él dueño de aquel departamento.

"¡Pero es que ya no puedo más con la duda!" Se defendió en medio de un puchero persistente. "Esa noche nos abandonaron para regresar al departamento y no supimos ni un solo detalle de lo que sucedió allí dentro". Y en un solo momento sus orejas enrojecieron. "Acaso ustedes dos... oh cielos, ¿no le gusto y es por eso que no hablan?"

Jimin se sonrojó por un buen momento, hasta que su piel se apaciguó y se tornó un poco más pálido de lo normal. "Ese día fue realmente maravilloso, todos estuvimos felices y cómodos, cuando regresamos al departamento..."

Intervino por segunda ocasión. "Déjame decirte que si no le gusto es el momento de hablar y terminar, el se lo pierde. Tú eres fuerte, inteligente, hermoso y además tienes un gran trastero".

"¡Kim Taehyung!" La voz del más alto se elevo.

"¿Quieren callarse? No tiene que ver con eso. Y si se lo preguntaba si, Yoongi y yo tuvimos aquello esa noche". Contestó un tanto cohibido y avergonzado. "No es algo que les incumba y que tenga mucha conexión con lo que sucedió después".

Los acompañantes no parecían comprender, así que decidieron guardar un poco de silencio y dejarle continuar.

Su vista se refugio en sus pequeñas manos. "Después de dormir por un largo rato... un chico llegó a la mitad de la madrugada a su departamento, estuvo tocando por un largo rato y logró despertarnos, me pidió que me quedara y siguiera durmiendo". Trago. "Pero estaba tardando demasiado y..."

"¡¿Se le insinuó?!" El rubio suspiro, sin duda las televisoras deberían comprar las teorías comparativas que Taehyung se encargaba de imaginar y relatar.

"Yoongi jamás permitiría que un chico que le coquetea entrase a su hogar, es el lugar más sagrado para él incluso si incluimos la casa de mis padres". Comentó Seokjin, recordando por un segundo los días en que su amigo terminaba por dormir ahí.

"¿Podrían callarse y dejarme hablar?"

El par de labios pareció quedar sellado al instante que la dulce y aguda voz había comenzado a impacientarse.

Suspiro. "Él hombre que se encontraba con Yoongi ya había visitado la casa anteriormente, en esa ocasión discutieron fuertemente y esta vez no fue la excepción". El par de ojos lo observaron con duda e intriga. "Cuando comenzaron a charlar ambos se notaban tensos, como si tuvieran que estar alerta de algo".

Seokjin comenzó a dudar, preguntándose si aquella visita era él chico con quien había discutido un sin fin de ocaciones sobre el daño que provenía a la vida de Yoongi.

"En algún punto ambos comenzaron a gritar y Yoongi le pedía que bajara la voz, él sujeto preguntó si se encontraba con alguien pero... solo dijo que no quería molestar a sus vecinos".

"Tal vez es algún familiar y Yoongo solo quiso evitar despertarte y que tuvieras que saludar".

"Solo me ha hablado de un familiar".

"Te enteraste de eso siendo su gato, no cuenta".

"Supongo que no, pero ahora que lo sabe si".

"¿Podrían concentrarse? ¿Que sucedió después?"

"Oh pues... el muchacho le dio una tarjeta a Yoonie y después se marchó, no parecía muy animado, tenía todo el rostro lastimado y se le había complicado levantarse del sofá".

Seokjin trago, negando e implorando aquel muchacho no fuese un problema nuevamente.

"No te preocupes más de la cuenta, después de todo el dijo que vendría a verte hoy, ¿no?"

Sus ojos se abren desmesuradamente. "¡Diablos, lo había olvidado!"

Taehyung ríe y deja un par de palmadas sobre su hombro. "Será mejor que tomes un buen baño y elijas un atuendo bonito, tú no sabes qué cosas pueden suceder cuando llegue". Insinúa algo lejano a que lo que Jimin logra entender.

"Oh no, nada de eso en mi departamento". Advierte sosteniendo un poderoso y amenazador cucharón.

"No seas aguafiestas, él niño no parece comprender mucho de lo que digo de todos modos".

Jimin les mira y cruza sus brazos, antes de soltar un lindo berrinche al no saber qué ropa usará para su cita de hoy.




























Yui-Chan. ❤️

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